~Seduction~
Era 31 de Octubre, un día que debería ser muy especial pero que para Frank no empezó de la mejor manera.
Apenas despertaron Gerard lo felicitó con un enorme beso y luego lo sacó a rastras del hotel, según por que debían hacer la prueba de sonido, pero ¿porqué tan temprano? En su cumpleaños eso era una injusticia inmensa.
Desayunaron en un bonito cafetín y luego se reunieron con los demás integrantes de la banda en donde se llevaría a cabo el Hurricane Festival. Pasaron alrededor de dos horas con las pruebas, les llevaron el almuerzo y luego de eso podían retirarse a sus camerinos para prepararse y esperar hasta la hora de salir al escenario.
—¿A dónde vas Gee? —le preguntó Frank mientras lo miraba tomar su teléfono y su cartera.
—Tengo que hacer unas cositas, no tardo.
—Pero...
—Vuelvo rápido cielo.
Le dio un pequeño beso y salió rápidamente de la habitación que compartían. Gerard tenía tiempo antes de que comenzara el show para hacer un par de llamadas y terminar de concretar los detalles para esa noche, que estaba determinado a hacerla mágica.
Frank por su parte había estado deseando con todas sus fuerzas tener a Gerard a su merced. Llevaba dos días sin tocarlo, ¡DOS DÍAS!, el día anterior apenas llegaron al hotel fueron directo a dormir y esta mañana pues, no se había podido, solo esperaba que cuando Gee volviera hicieran algo.
Para matar el tiempo empezó a revisar sus redes sociales, habían muchas publicaciones para felicitarlo, su familia, amigos y los fans. No supo cuánto tiempo transcurrió exactamente hasta que Gerard regresó, una hermosa sonrisa adornaba su rostro y Frank sin pensarlo mucho se levantó del cómodo sillón y acorraló al pelirrojo en contra de la cómoda donde estaban sus cosas. Lo tomó por las caderas y besó sus labios.
El beso duró muy poco, puesto que cuando Frank iba a colar sus manos por debajo de la camisa de Gee, éste se separó.
—Ahorita no Frankie, ya casi es hora de salir.
—¿Y? Será rapidito Gee. —Sus labios tomaron lugar en el cuello de Gerard.
—Mmm... —gimió—. Conozco tus rapiditos Frankie, no tenemos tiempo, en serio.
—Pero Gee —se quejó y tomó la mano de Gerard para colocarla sobre su entrepierna—. No me puedes dejar así.
Gerard tragó grueso al sentir la dureza de Frank, pero se controló. Se separó de él y fue en busca de la ropa que usaría y su maquillaje.
—Te compensaré mi amor, anda cámbiate rápido —dijo antes de salir. Fue a pedir asilo al camerino de Mikey y Ray porque estaba seguro que sí se quedaba con Frank, no podría decirle que no una vez más.
Media hora más tarde los chicos de My Chemical Romance ya estaban en el escenario frente a miles de fans. Frank se sentía un poco enojado con su sexy esposo por haberlo dejado abandonado con un problema entre sus piernas y peor, en su cumpleaños. Mientras que Gerard sonreía para sus adentros, cada vez faltaba menos para darle su regalo sorpresa a Frank.
Luego de tres canciones Gerard notó que Frank estaba apagado en el escenario, con la capucha de su suéter blanco puesta, sin volverlo a ver, así que la acción comenzó.
Cantó casi solo para él, se arrodilló al lado suyo, pasaba muy cerca, pero Frank parecía muy concentrado en su guitarra.
El setlist escogido para esa noche casi llegaba a su fin y Frank seguía igual. Una brillante idea cruzó por la cabeza de Gerard mientras tomaban un pequeño break antes de la siguiente canción.
Destroya.
Se acostó en el suelo cerca de la batería, con sus ojos cerrados, moviendo las caderas muy suavemente. Deslizó su mano sobre su camisa dejando ver un trozo de la piel de su abdomen, sabía que Frank lo estaba observando, así que sonrió.
Los instrumentos comenzaron su función y se levantó, comenzó a gemir como nunca en el micrófono. Sabía bien que desde que dejó a Frank con el problemita estaba jugando con fuego y ahora solo estaba provocando más.
La canción terminó y a ella le siguió I'm not okay, cuando llegó el turno del esperado "Trust me" de Frank, sintió como éste lo tomó por la cintura y lo pegó a su cuerpo, con su pelvis chocando directamente contra sus caderas. Se acercó a su oído y susurró:
—Te estás portando mal Gee, ya sabes lo que le pasa a los niños que se portan mal. —Y sin más se alejó de él.
La electricidad recorría el cuerpo de Gerard, se sentía como un adolescente que se preparaba para su primera vez. Pero es que sentir y escuchar a Frank hablarle así lo calentaba demasiado.
El concierto acabó, le agradecieron al público y salieron del escenario. En pocos minutos abordaron la van que los llevaba al hotel. En cuanto llegaron, James, Mikey, Mike y Ray se despidieron de Gerard y Frank, dejándolos solos en el lobby.
—¿Qué fue eso? —preguntó Frank mientras subían al elevador.
Gerard se encogió de hombros y en respuesta se lanzó a atacar los labios de Frank, besando con pasión y deseo, succionando su labio inferior y mordiendo un poco.
Cuando el elevador paró, se separaron para dirigirse a la habitación.
—Este no es nuestro piso Gee.
—Lo será esta noche amor —dijo dejando un suave beso cerca de su oreja.
Gerard sacó de sus pantalones una tela negra y con ella cubrió los ojos de Frank. Lo tomó de la mano y lo dirigió a la habitación.
Resulta ser que en la tarde, Gerard había vuelto al hotel para trasladar sus cosas a una suite, además pidió que les colocaran ciertas cosas que usaría esa noche para celebrar a su pareja.
Una vez estuvieron adentro el olor de velas aromáticas e incienso de vainilla inundó el ambiente. Frank no podía ver pero en medio de la habitación había una silla esperándolo, a su vez habían unas pequeñas luces rojas colocadas en las esquinas que le daban al lugar un toque sensual. En la enorme cama reposaban unos cuantos juguetes, una fusta, un gag, unas esposas y un dildo.
Gee guió a Frank hasta la silla entre besos y toqueteos traviesos.
—Espérame aquí bebé, no tardo nada.
Salió corriendo al baño a cambiar su vestuario, había escogido algunas piezas de lencería que sabía que a Frank le encantaba verlo utilizar. Unas delicadas bragas negras con encajes que se amoldaban a él a la perfección, le costó acomodar su erección en la delicada tela, pero observándose en el espejo le encantaba como le quedaba, sus glúteos quedaban expuestos y realmente se miraba muy sexy.
Colocó en su pierna derecha un liguero de encajes y en su cuello un delicado collarcito. Por último, un pequeño short de tela de satín verde musgo con encajes negros. Se arregló su largo cabello rojo y se puso perfume, antes de salir tomó una corbata de Frank.
—¿Estás listo bebé? —preguntó a Frank desde la puerta del baño.
—Demasiado —le respondió Frank.
Antes de darle play a la música le indicó a Frank que se retirara la tela.
Una melodía muy provocativa comenzó a sonar al tiempo que Gerard caminaba con pasos pausados y sexies hacia Frank.
You make it look like it's magic
'Cause I see nobody, nobody but you, you, you
Movía sus caderas de un lado a otro al compás de la música, con tanta sensualidad. La boca de Frank salivaba en demasía, deseaba tomar ese cuerpo y besarlo.
I'm so used to being used
So I love when you call unexpected
Gerard usó la corbata que tenía en sus manos para ponerla alrededor de su cuello colocando una pierna sobre Frank y manteniendo sus ojos cerrados.
You're always worth it
And you deserve it
Tan pronto como Frank iba a tocarlo se alejó de él caminando alrededor suyo hasta posicionarse detrás de la silla. Dejó la corbata en su cuello y sus traviesas manos comenzaron a viajar por el pecho de Frank, acariciando sus pectorales, suavemente buscó como retirar las prendas que cubrían la parte superior de la camisa de Frank.
You know our love would be tragic (oh yeah)
So you don't pay it, don't pay it no mind
Con el pecho de Frank al descubierto volvió a su baile, pasando frente a él meneando sus caderas y colocándole la corbata en el cuello nuevamente para jalarlo hacia él y besarle los labios.
'Cause I hate when the moment's expected
So I'ma care for you, you, you
Lo empujó dándose la vuelta para seguir con sus movimientos, está vez metiendo sus dedos pulgares en el elástico de su short, bajándolo despacio y dejando que su lencería sobresaliera. Volteó a ver a Frank y le sonrió mientras bajaba toda la prenda, agachándose para sacarla de sus tobillos, separando sus piernas un poco antes de subir, haciéndolo lento, dejando que Frank viera sus apretadas bolas dentro de las bragas.
On that lonely night (lonely night)
You said it wouldn't be love
But we felt the rush (felt the love)
Frank desabrochó sus jeans para liberar su dolorosa erección mientras disfrutaba de los movimientos de Gerard. Tan caliente, sentía su pene palpitar en su mano mientras se acariciaba.
You're always worth it (you're always worth it)
And you deserve it (and you deserve it)
La canción estaba por terminar cuando Gerard se sentó sobre Frank, de frente a él, dejando que ambos sexos estuvieran casi juntos, solo separados por el estorboso encaje. Gerard movía sus caderas ondulantemente creando fricción, haciéndolos gemir a ambos. Empezó a recorrer cuello de Frank con su lengua, deleitándose con el sabor de su piel, succionando sobre los tatuajes de su pecho.
Frank lo tomó del cabello y lo apegó a él, besando suciamente su boca, chocando sus dientes, mezclando su saliva y jugando con sus lenguas. Pequeños jadeos se escapaban entre el beso.
—Feliz cumpleaños corazón.
—Gracias cielo. —Bajó a besar la clavícula de Gerard, lamiendo un poco abajo de la cadenita que el pelirrojo usaba—. Pero no creas que olvide que te portaste mal.
—Lo sé, ¿me vas a castigar Frankie? —preguntó con fingida inocencia.
Frank volvió a atacar sus labios mientras se levantaba con él en sus brazos hacia la cama. Al llegar a esta lo recostó y se separó para quitarle sus bragas, dejándole ver ese hermoso pene rosado completamente erecto, sentía que su propia polla iba explotar solo de ver a Gerard así.
Mientras quitaba sus pantalones observó lo que estaba en la cama junto a Gerard y sonrió malicioso, tomó el gag, lo observó y lo lanzó al suelo.
—Nah, quiero que todos en el maldito hotel te escuchen —dijo con esa voz tan autoritaria.
—Si Frankie, quiero que me hagas gritar.
-Ya veremos si eso quieres. Ponte en cuatro, frente a mi.
Gerard se giró obediente, acomodándose sobre sus codos y rodillas dejando su trasero más elevado para que Frank pudiera observarlo bien, así tan expuesto.
Frank lamió sus labios al observar esa entrada tan rosada y estrecha, moría de ganas por empotrarlo contra la cama y hacerlo gemir. Pasó dos de sus dedos por ese lugar, haciendo que los vellos de Gerard se erizaran, enviándole corrientes eléctricas a todo el cuerpo y a su pene en particular. Volvió a repetir el camino, esta vez haciendo un poco de presión con su dedo pulgar un poco más arriba de la entrada.
Gerard gimió con el arrastre del dedo de Frank, quién siguió deslizando más abajo, pasando a los testículos de Gee, jugando un poco con ellos y luego siguiendo su recorrido hasta alcanzar su pene y empezar a bombear con su mano.
Apenas sintió el líquido pre seminal de Gerard lo soltó y se alejó de él, provocando que este gruñera en protesta.
Tomó la fusta y sonrió.
—Fuiste muy malo Gee. —Sin hacerse de esperar azotó a Gerard, fuerte y certero, dejando una marca rojiza—. ¿No lo volverás a hacer?
Gerard asintió mordiéndose los labios sintiendo el placer doloroso inundarlo, apenas estaba empezando.
Dos, tres, cuatro azotes seguidos y los gemidos resonaban en la habitación. Gerard no podía mantener sus ojos abiertos porque su vista estaba nublada de placer.
Frank por su cuenta se empezó a masturbar, ver las nalgas rojas de Gerard y su trasero alzado meneandose así con cada azote lo tenían al borde del clímax.
—¿Serás un buen chico?
Gerard negó, solo por seguir en el juego.
Cuatro azotes más impactaron en su piel, sentía que le ardía pero lejos de incomodarlo, solo lograba excitarse más.
—Ahhh ahhh —gemía alto.
Frank lanzó la fusta al lado y sin previo aviso, alineó su pene a la entrada de Gerard, penetrándolo de una sin piedad. Sus movimientos rápidos y fuertes, golpeando con precisión el lugar espacial dentro de Gerard.
Lo tomó del cabello y lo jaló hacia él, apegándolo a su pecho. En esa posición solo logró mejorar las penetraciones, haciendo que Gee apretara más fuerte alrededor de su hombría.
—¿Vas a ser un buen esposo de ahora en adelante? —susurró contra su oído.
—Mmm ss... si —jadeó tanto que no se entendía nada de lo que decía.
—¿Cómo? —preguntó Frank chocando con más fuerza su cadera.
—Si mi amor ahhhh —consiguió contestar.
Frank tomó sus labios de nuevo, mordisqueando y colando su lengua en el interior de la boca de Gerard que solo se dejaba hacer, disfrutando de la cogida de su vida.
Sin necesidad de tocarse a los pocos minutos sintió que su cuerpo se tensó y su semen salió disparado contra las sábanas. Mientras que Frank mantuvo sus movimientos lentos sintiendo como Gerard lo apretaba más, no tardó mucho para derramarse en su interior.
Ambos cayeron sudorosos en la cama, jadeantes y sonrientes.
—Eso estuvo... —habló Frank primero.
—Magnífico —completó.
-Quisiera cumplir años todos los días.
Gerard le sonrió y suavemente se acomodó encima de él, viéndolo seductor.
—¿Segunda ronda? —preguntó antes de aprisionar sus labios.
Frank puso sus manos sobre sus enrojecidas nalgas apretándolas, provocando más ardor placentero en Gerard, calentándolo. Pronto con más besos y fricciones ambos se empalmaron de nuevo dispuestos a continuar celebrando en toda la noche.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top