Jet Star tamborileaba sus dedos sobre el volante mientras conducía por la desierta carretera que les llevaba al refugio donde el resto de killjoys les esperaba. Fun Ghoul iba a su lado, platicando sobre la visita que le haría esa tarde a Ink Boy.

En la parte trasera del auto estaban Kobra Kid y Party Posion. Posion estaba durmiendo con la cabeza apoyada sobre el hombro de Kobra, había sido una noche extremadamente larga. Mientras hacían la ronda de vigilancia por los alrededores de Battery City se encontraron un grupo de casi veinticinco draculoids.

El grupo de killjoys consiguió vencerlos, sin embargo Poison había sido él que se había desgastado más en un combate cuerpo a cuerpo cuando su ray gun había salido disparada hacia una distancia muy larga, tuvo que recurrir a pelear con los puños hasta que Ghoul le pasó el arma nuevamente. La única herida que había quedado era cerca de su pómulo izquierdo, la cual estaba coloreándose de un tono violeta claro.

—Al menos está noche podremos descansar —comentó Jet Star.

—Esperemos que si —suspiró Ghoul—. Poison lo necesita mucho —dijo viéndolo a través del espejo retrovisor.

—Tú también lo necesitas —respondió Jet mirándolo de reojo.

—Ya en la noche dormiré un poco, no te preocupes —dijo con una sonrisa. Jet Star suspiró.

—Vale y dime ¿qué te tatuarás ahora?

—¡Oh! Será una sorpresa, ya lo verás, Poison lo amará.

—Ghoul, Poison ama todo lo que venga de ti —comentó mientras entraban al estacionamiento oculto en el refugio.

—Lo sé —murmuró aún sonriente.

A Kobra le dio lástima despertar a su compañero para que bajese del vehículo, se veía tan tranquilo, así que Ghoul se ofreció para cargarlo hasta la habitación.

El rubio le ayudó a abrir las puertas, a cargar las armas y una caja de madera con alimentos que habían conseguido. Entretanto Jet Star se reunía con el grupo que se rotaría para la vigilancia del día.

Habían llevado consigo buenas noticias, Korse no estaba en la ciudad según algunos informes que lograron escuchar a través de un interlocutor que habían robado. Se presumía que volvería dentro de un par de días, lo que les daba un pequeño respiro; además de ello, la zona había quedado libre de draculoids y habían recolectado una gran cantidad de armas y muchos alimentos enlatados, agua en botellas e incluso algunas bolsas con golosinas.

En la habitación que compartían, Ghoul había acomodado con cuidado a Posion sobre la cama, este solo se hizo bolita sobre su costado derecho y continuó durmiendo. El pelinegro sonrió enternecido y se sentó a su lado, le retiró el antifaz amarillo del rostro y quitó los mechones de cabello rojo que caían sobre él.

Se levantó rápidamente en busca del pequeño maletín de primeros auxilios y un paño húmedo para limpiar aquel rostro. Lo hacía con toda la dulzura que había en él, presionando con cuidado de no lastimarlo y no despertarlo. Aplicó un ungüento para la inflamación sobre el lugar lastimado, Posion se removió un poco y abrió los ojos.

—Llegamos hace poco y te traje a la habitación, no te queríamos despertar —le dijo peinando con sus dedos el cabello ajeno.

—Gracias, me siento muy cansado.

—Lo sé, descansa. Yo iré a darme un baño y luego iré donde Ink Boy.

—¿Adam está aquí? —preguntó sonriendo un poco.

Era extraño llamarlo por su verdadero nombre, pero ese sujeto era casi un hermano para ellos. Se habían conocido en una pelea que dejó devastadoras bajas pero que les unió con un lazo fraternal. Ink Boy se caracterizaba por ser experto con las armas cortopunzantes, además de que en su tiempo libre siempre se había dedicado a tatuar, llevaba su equipo con él a todas partes, aunque ahora solo estaba compuesto por la pequeña máquina y tinta negra. La mayor parte de los tatuajes de Ghoul habían sido hechos por él.

—Si, regresó del sur y estará con el grupo una buena temporada.

—Es excelente —respondió con un bostezo.

—Descansa ahora, te dejaré algo de comer en la mesa de ahí, platica con Kobra cuando te levantes estaba preocupado por tus golpes.

—Estoy bien.

—Lo sé, eres muy fuerte.

Poison sonrió mostrando sus pequeños dientes, contagiando su sonrisa a Ghoul también.

—Te veo más tarde —se inclinó sobre él y besó sus labios, un roce tierno y delicado—. Te amo.

Escuchó un leve "yo también" que hizo que si corazón se acelerara. Luego se levantó y se dirigió al baño, tomó una rápida ducha, volvió a colocar sus pantalones y sus botas, buscó una camisa negra sin mangas y peinó su cabello negro hacia atrás con sus dedos.

Antes de irse comió un sándwich y bebió de una botella de agua, acomodó en un plato otro sándwich para Poison y dejó un beso en su frente.

Salió por la puerta trasera del refugio, acomodó su chaleco una vez comenzó a caminar. Su ray gun estaba dentro, debajo de su lado izquierdo, nunca salía sin su arma ya que no sabía cuándo una emergencia se podía presentar.

Caminó un par de calles en aquel árido lugar hasta llegar a la casa de madera con un amplio ventanal que usaba como refugio el grupo de Ink. Tocó la puerta un par de veces y una mujer con estrellas tatuadas en el costado derecho del rostro le abrió la puerta.

—¡D! ¡Cuánto tiempo!

—¡Ghoul! Demasiado diría yo, la última vez que nos vimos tenías el cabello corto.

Él se encogió de hombros y sonrió.

—¿Vienes a ver a Ink? —Ghoul asintió—. Vamos está en su santuario —ella ironizó unas comillas con sus dedos.

Se adentraron en el lugar, caminaron a través de un pasillo largo hasta llegar a la puerta que daba con las escaleras del sótano.

—Baja, él está sólo.

—Gracias D.

Comenzó a bajar las escaleras de dos en dos, con cada escalón menos se sentía más ansioso por ver a su amigo.

—Hay tanta tinta en tus brazos que ya no te reconocía —dijo una voz fuerte—. ¡Venga hermano!

—¡Ink! ¡A ti casi no te reconocía! —exclamó.

—Bueno, la barba hace ver distinto a cualquiera, ¿más guapo no?

Ghoul sonrió y aceptó el abrazó que Ink le ofrecía. Él era un tipo bastante alto, con hombros anchos y brazos bien definidos, sus facciones muy varoniles, tenía el cabello largo por debajo de los hombros y una poblada barba.

—¿Qué quieres hacerte?

—Es algo muy especial y quizás cursi, pero sé que Poison lo amará.

Ink asintió mientras lo escuchaba hablar. Sacó una hoja de papel y un lápiz, comenzó a realizar el boceto incluyendo todos los elementos que Ghoul le decía.

*

A las siete de la tarde Posion se despertó. Se sentía mucho mejor, estaba relajado, tomó un rápido baño y se vistió con sus pantalones ajustados en color celeste y una camisa negra sin mangas dejando ver sus pálidos brazos. Comió lo que Ghoul le dejó y salió un rato.

Encontró a Solar, Star y Kobra sentados alrededor de una pequeña fogata afuera del refugio, se unió a la charla que ellos tenían. Escucharon un par de anécdotas de Solar, la chica con cabello rojo vino. Casi media hora después, los chicos se retiraron a descansar.

Posion se quedó sentado con sus piernas enrolladas alrededor, viendo las llamas del fuego danzar ante sus ojos.

Unos brazos fuertes enroscándose en su cintura le hicieron sonreír y ese aroma tan particular, aquel que le recordaba el rocío de lluvia, le hizo suspirar.

—Tardaste mucho...

—Ink puso todo su empeño en hacer lo que le pedí —dijo Ghoul.

—¿Qué es?

—Cierra los ojos —pidió. Colocó su mano derecha entre las manos de Posion—. Abre.

Posion se quedó sin palabras, una enorme sonrisa se plasmó en su rostro. Empezó a delinear con sus dedos suaves sobre las líneas de tinta que aún estaba fresca.

—Es lo más hermoso.

—Como tú, eres lo más hermoso de mi vida Gee.

—Te amo tanto Frankie.

El pelirrojo se recostó en el pecho de Ghoul, atrapó la mano derecha de su compañero y la acunó sobre su corazón con sus manos.

El tatuaje de Ghoul estaba cubriendo el dorso de su mano, era un corazón enorme con una flecha incrustada en el, tres gotas de sangre salían de la punta y al centro una leyenda con un nombre escrito, "Gerard", el nombre verdadero de Party Poison.

—Tú puedes huir conmigo siempre —dijo Poison suavemente.

—Cuándo tú quieras —respondió Ghoul, besando su mejilla y respirando su aroma.