🐯 Cap 12

Los fuertes golpes resonaban en la habitación, a medida que avanzaba la grabación; el saco de Boxeo era golpeado con precisión. Diez, once doce, trece... Golpe tras golpe sacaba la furia que el alfa sentía en ese momento.

Los nudillos de sus manos iniciaron a sangrar. El alfa había olvidado por completo cubrir sus manos con los guantes, en ese momento sólo quería golpear, golpear y golpear.

— JungKook, creo que fue mala idea que instaláramos ese micrófono...

— ¡Cállate! Jackson cállate... — Sus nudillos ardían, pero le importaba muy poco.

— JungKook...

— ¿Esto se lo dijo cuando vimos a mi omega zafarse de sus garras? — Jackson sólo hizo un sonido de afirmación con su garganta. — Hijo de puta...

Apretó sus puños con fuerza e inició otra sesión de golpes, el saco de box se sacudía, y de a poco inició a perder las costuras que lo mantenían intacto.

— Que necesita un día completo... — Rugió. Bueno su animal interno lo hizo. — Que no se piensa perder la oportunidad de gozarlo por todo un día...

— JungKook, cálmate, por favor... — Pidió Jackson al ver cómo los hilos de sangre escurrían por los nudillos hacia el antebrazo. — ¿JungKook...? — Inquirió al ver al alfa estático, abrazando lo poco que quedó del saco de boxeo; ya que el alfa le sacó parte del relleno por los golpes. ­— ¿JungKook...?

— ¡Jackson! Devuelve el audio...

— ¿Qué?

— Lo que escuchaste, ¡Devuélvelo!

— ¿Qué tanto?

— Devuélvelo hasta la parte en donde habla mi omega... — Jackson obedeció, y abrió sus ojos en grande cuando vio al alfa caer al suelo.

— JungKook...

— ¿Me va... Me va a dejar, de nuevo? — Preguntó para sí mismo con sus ojos llenos de lágrimas. — Otra vez, Jackson, devuelve el audio... — El mencionado obedeció.

¨¨ No pienso darte todo un maldito día, ¿Estás loco?

¨¨ Resulta querido Kim, que me enteré que te vas a ir de la empresa, y te tengo tantas ganas que cambié de opinión... Quiero un día completo para mí, porque ya que no volverás a trabajar, y me privaras del gusto de al menos desnudarte con la mirada mientras trabajamos.

¨¨ ¿Quién te dijo que me iría?

¨¨ Tengo mis contactos.

¨¨ No pienso darte ningún maldito día.

¨¨ Lo harás, o de lo contrario tu engendro será una linda portada en escándalos...

¨¨ Cállate Park, se supone que me iría de aquí, sin que nadie se enterara, y tú te quedarías esperando...

— JungKook, por favor habla... — Pidió Jackson al ver al alfa ahogado en llanto. — ¡JungKook! — Gritó cuando el mencionado tomó el celular y lo estrelló en la pared; haciéndolo añicos.

— El omega... De nuevo me dejará... — Se levantó y abrazó el despojo del saco de Boxeo. — El beso que me dio esa noche, el haber dormido juntos... — Jackson se acercó a él. — ¿Todo era para distraerme?

— JungKook, no te entiendo...

— Yo aquí pensando que estaba avanzando con el omega... — Se separó del saco de Box, y agarró fuerte la camisa de Jackson. Cerrando sus puños en el pecho ajeno. — Y él sólo me estaba distrayendo cómo esa noche... Se va a ir, me va a dejar, y se llevará a mi pequeño tigrecito... — Abrazó a su amigo. — Huir, él sólo huye, el maldito de Park lo acosa, y él no me dice, solo se queda callado, engañándome con acercamientos y besos; para planear irse. — Sus ojos estaban inundados en lágrimas. — ¿Por qué...? ¿Por qué insiste en irse...?

— JungKook, cálmate... — Lo guío al sofá y se sentaron. — No te hagas películas, quizás es...

— ¡¿Películas?! ¿Películas, Jackson? — Se levantó empujando a su amigo. — Escuchaste el maldito audio, él lo dijo...

— Pero quizás...

— Es su manera de actuar, esa noche en que lo conocí me dijo que aceptaba hablar sobre nuestra relación formal... — Cayó de rodillas al suelo, le dolía recordar lo que sucedió después. — ¿Y qué pasó? Pues me desperté solo, en esa habitación, él se había ido...

— JungKook, ven amigo, tranquilízate. — Intentó levantarlo del suelo.

— No. Jackson, déjame aquí... — Se zafó del agarre. — Esa noche mi omega huyó, después de que estuvimos juntos... Y ahora lo volverá a hacer, sólo estuvo endulzándome los días para que yo me confiara y así desaparecer cómo esa noche. — Las cristalinas gotas de agua salina, escurrían por sus mejillas. — Ahora que lo pienso... Por eso es que se niega a llamarme alfa...

JungKook, no creo que sea así, debe haber una explicación. — Trató de calmar al alfa. — Amigo, si ese omega estuviera distrayéndote... No se hubiera puesto de esa manera al malinterpretar nuestra reunión.

— No me hagas ilusionar, Jackson... — Negó con su cabeza. — No quiero sentir este dolor, no quiero pensar que...

— JungKook, estás cansado, no has dormido. — Se sentó frente a su amigo.

— ¿Cansado? — Chasqueó la lengua. — No estoy cansado, estoy a un paso de morirme de dolor, todos mis esfuerzos por hacer sentir seguro y amado a ese hombre, han sido en vano...

— No digas eso, amigo, desde que me pediste investigar a Park; no has dormido bien, corres de aquí para allá, buscando algo que puedas usar para sacarlo de tu camino y del de tu omega. — JungKook lo miró. — Tu mente está en automático, y no estás pensando bien.

— ¿Pensar bien? — Se limpió las lágrimas. — Kim TaeHyung se va a ir, no tengo nada que pensar bien, ese hombre se irá...

— ¡Ya! Enserio, tú no piensas todo eso de que el omega te está endulzando los días para abandonarte...

— ¿Se te olvida que escuchaste cómo le decía...?

— Mira, Jeon JungKook, la maldita falta de sueño, el estrés de que ese hombre se acerque a tu omega, el no saber lo que en realidad piensa, y los recuerdos de su huida de hace años; te están haciendo crear un doloroso escenario. — Lo interrumpió mirándolo con seriedad. — Debes dormir, darte un baño y curar tus heridas. Estoy seguro que con tu mente más calmada; te darás cuenta de que todo lo que dijiste, y luego te darás un golpe contra la pared, porque esos no son tus pensamientos...

— Bañarme, curar las heridas, dormir... Eso no quitara el hecho de que se va a ir... — El celular del alfa sonó, lo sacó de su bolsillo y sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas.

— ¿Quién es? — El alfa le mostró la pantalla. — Mi pequeño rayadito... — Leyó.

— No le voy a contestar...

— No hagas eso, tú siempre le contestas. — El celular dejó de sonar.

— Seguramente me quiere seguir endulzando para así irse...

— JungKook, deja de decir burradas y contéstale. — Le regañó cuando por tercera vez dejó que la llamada pasara al buzón.

— Contestarle, contestarle... — Miró la pantalla que se iluminó de nuevo.

— Sí, no seas terco, quizás te necesita...

JungKook deslizó su dedo por la pantalla y contestó. — < Hola...

— < Hola rayitas...

— < Hola TaeHyung, ¿Qué necesitas?

— ¿Por qué le dices por su nombre? — Le susurró Jackson. — JungKook, no hagas burradas... — Le advirtió cuando el alfa se encogió de hombros.

— < ¿Estás ocupado?

— < Sí, TaeHyung...

— < ¿Por qué me llama por mi nombre? — Se preguntó. — Oww, lo siento, no quería interrumpirte...

— < TaeHyung, no te disculpes, y dime qué ocurre.

— < Quería saber... ¿Si podemos vernos en la hora de almuerzo?, necesito decirte algo...

— < No, no podemos vernos, ni en el almuerzo, ni en la noche, ni...

— Mierda, JungKook, ¿Qué burrada haces? — Susurró Jackson cuando le arrebató el celular.

TaeHyung sintió un pequeño dolor en su pecho, el alfa jamás le había hablado tan frío, y que lo llamara por su nombre le estaba dando mala espina.

— < Entiendo...

— < Hola, hola, este... Disculpa, TaeHyung, soy Jackson... — Habló por el celular del alfa, mientras este sólo se cruzaba de brazos, y se dejaba caer sobre el suelo de la oficina.

— < ¿Jackson? ¿Por qué el rayitas, digo, JungKook no habla?

— < Sí, mucho gusto, creo que JungKook ya te habló de mí.

— < Hola Jackson, sí, el rayitas, digo, JungKook me habló de ti.

— < Disculpa, por interrumpir tu conversación con JungKook, pero es que en este momento me lo llevaré a su casa, no se siente bien y es mejor que...

— < ¿Qué tiene? ¿Se enfermó? — TaeHyung salió del cubículo del baño, dispuesto a subir a la oficina del alfa. — ¿Se lastimó?

Jackson cubrió la bocina del celular. — Oye, tú, tigre llorón. — JungKook rodó los ojos. — Dices que ese omega sólo te endulza para huir, y te puedo apostar que está a punto de subir a la oficina. — Colocó el celular en alta voz.

— < Jackson, contesta, ¿Mi rayitas está bien? — Se angustió al no recibir respuesta. — ¿Qué tiene mi rayitas? Por favor dime...

— JungKook, escúchalo bien, se está preocupando... — Susurró de nuevo. Aunque tuviera la bocina cubierta, no se arriesgaría a ser escuchado. — ¿Estas son preguntas que haría un omega que...?

— < Ahora mismo subo a ver a mi rayitas...

— Su rayitas, su rayitas... Me gusta cuando dice eso. — Se sentó de nuevo. — Pero sólo es una ilusión...

— < Espera, TaeHyung... — Jackson le dio un zape al alfa. — Cállate alfa estúpido, nos vamos para tu casa, te vas a bañar, curarás esos nudillos, y te dormirás... — Le susurró, mirándolo amenazante.

— < ¿Mi rayitas está enfermo?

— < No, TaeHyung no. — Rogaba para que el omega no subiera hasta la oficina. Si lo hacía, el alfa en estado líquido por las lágrimas; le diría cosas que no son. — Es sólo que no ha dormido bien, está de mal humor, y necesita con urgencia una tarde de sueño.

— < Quiero verlo...

— < Lo verás en la noche, en su videollamada...

— < ¡No veré a TaeHyung por videollamada!

TaeHyung detuvo sus pasos frente al ascensor. No se había dado cuenta en qué momento había llegado allí. 

— < ¿Qué? ¿Por qué...?

— < Porque no quiero, TaeHyung, no quiero.

— < No le prestes atención, es su personalidad trasnochada la que habla. — Expresó Jackson dándole otro zape al alfa.

— < ¿No me quieres ver?

— < No quiero TaeHyung...

— < Okay, señor Jeon... — Sus ojos se cristalizaron, su corazón dolió. — Al menos llame al cachorro, ¿Con el si quiere hablar?

— < En la noche le llamo...

— < Hasta luego señor Jeon. — Su voz se entrecortó. Algo en su interior le gritaba que el alfa tenía algo, y ese algo, era contra él. — Jackson, gracias por cuidarlo, me despido...

— < Espera... —TaeHyung colgó la llamada.

— De aquí no me voy, tengo que trabajar... — Se levantó del piso, y caminó hacia su silla.

— Eres un imbécil...

— ¿Imbécil, yo?

— Sí, tú...

— Mira Jackson, déjame en mi oficina, llorando por ese omega que me va abandonar, y vete a ver si... — Un golpe en su rostro lo interrumpió. — ¿Por qué me pegas?

— Porque te lo ganaste. — Después de sobarse la mano, se alejó del alfa, y accionó el mecanismo de la puerta antirruido. — Te vas a callar, y nos vamos... — Demandó empujando al alfa fuera de la oficina, no sin antes recoger los pedazos de la foto de Park.

— Tengo que trabajar... — Se sobaba la mandíbula. No había respondido el golpe; porque muy en el fondo sabía que se lo merecía.

— Tienes que dormir, así que cállate, y andando. — Lo empujó para que caminara. — Esas neuronas enamoradas tuyas, no piensan bien con sueño y cansancio.

— Yo lo amo tanto, no quiero que me abandone. — Inició a llorar de nuevo.

— Ay amigo, tú no puedes vivir sin ese omega, estás enamorado hasta los huesos...

— Es mi pequeño rayadito, mi eterno amor...

Antes de salir de la empresa, Jackson le dijo a la secretaria de Jeon; que se encargara del desorden de la oficina, que no comentara nada, y que pidiera otro saco de Boxeo.

TaeHyung observó cómo el alfa y su amigo se marchaban de la empresa. Sintió un tirón en su cuerpo al ver al alfa decaído, su animal interno rugió llamando al de JungKook.

— Rayitas... — Susurró antes de dirigirse al salón donde seguiría con su trabajo.

La jornada laboral finalizó por ese día, TaeHyung sintió eternas esas horas. Cabizbajo salió hacia el lugar donde siempre se encontraba con JungKook, se subió al auto en donde lo recibió Kai.

Jackson le había dado la orden para que lo llevara a su hogar, mientras él se encontraba en la casa de JungKook, curando las heridas de sus manos, y obligándolo a dormir.

— ¿Le sucede algo, señor Kim? — Inquirió Kai.

— No, no sucede nada. — Retuvo las lágrimas. No sé qué sucede. — Respondió en su mente, mientras observaba por la ventana.

— Señor Kim, sus ojos están a punto de invocar lágrimas... — Le alcanzó un pañuelo.

TaeHyung lo recibió y rompió en llanto. — ¿Por qué me hablaste así alfa? ¿Por qué no quieres hablar conmigo? — Con sus ojos llenos de lágrimas, escaneaba el auto. — Algo está pasando... No veo tus flores, ni nota, nada.

— ¿Qué le hicieron? Voy a llamar al señor Jeon para decirle que su omega está llorando. — Expresó preocupado. — Señor Kim, ¿Alguien lo lastimó?

— No lo llames... — Demandó. — Nadie me hizo nada, por favor, sólo llévame a casa. — Se limpió las lágrimas, las cuales volvieron a salir cuando entró al chat que sostenía con JungKook; y la esperanza de al menos tener un mensaje, se esfumó. Nada, no había nada.

En todo el camino a su apartamento, lloró en silencio, no sabía qué le pasaba, pero sentía que el corazón se le estrujaba, le parecía escuchar a JungKook llamándolo, pero eso no era posible.

Antes de ingresar al edificio, secó sus lágrimas, respiró profundo, y en su rostro dibujó una sonrisa para su tigrecito.

— ¡Cachorrito!

— ¡Papi! — Se lanzó a los brazos del omega. — Te extlañé mucho. — Le besó los lunares del rostro.

— Yo te extrañé aún más. — Abrazó al cachorro cómo nunca antes.

El pequeño JungKook se separó del abrazo, y acunó el rostro de TaeHyung. — Papi, tus ojitos... ¿Pol qué vas a llolal?

— Es que... Tigrecito... — Hizo un puchero.

— No lloles papi, se te van a secal los ojitos...

TaeHyung lloraba porque cuando su cachorro le besó los lunares, en su mente se reprodujo todas las veces en que el alfa lo hizo, y en ese momento no estaba su rayitas. Esa noche no tendría sus besitos en cada lunar, y mucho menos vería la sonrisa de conejo de aquel hombre.

— ¿Estás tliste polque papá Kook no está aquí? — Besó las lágrimas del omega.

— ¿Por qué dices eso?

— Polque cuando estás con papá Kook, no llolas.  Y hoy no está...

— Cachorrito... — Lo abrazó con fuerza.

— Papi me apachulas... — TaeHyung disminuyó la fuerza de su abrazo. — ¿Sabes? Papá Kook me hizo una videollamada al celulal de Lisa, y aunque me sonleía, se notaba que también estaba tliste como tú.

— ¿Cómo sabes que estamos tristes?

— Polque soy su hijo, y sus ojitos no pueden ocultal lo que sienten. — Besó las mejillas del omega. — Te dilé lo mismo que le dije a papá Kook...

— ¿Qué?

— Si no quielen estal tlistes polque no se pueden vel... Pues vivamos todos juntos.

— ¡Tigrecito!

— Del demonio, te faltó del demonio. — Le sonrió y TaeHyung le correspondió. — Tuviste la misma reacción que papá Kook. — Le informó. — Pero yo a él lo legañé polque de tanto juntalse contigo me anda diciendo demonio.

Una fuerte carcajada resonó en aquella sala. — Te amo mi cachorrito.

— Yo te amo mucho más... — Con sus deditos le dibujó corazones en sus mejillas húmedas. — Ahola ve a bañalte, y despuesito Lisa te llevalá de comel.

— Cómo ordene mi tigrecito mandón. — Hizo una seña militar, y se marchó a la habitación.

TaeHyung se durmió, esperando aunque sea un mensaje de su rayitas, no se imaginaba que aquel hombre andaba en el quinto sueño, murmurando su nombre y abrazando una almohada, suplicándole que no huyera.

En algún momento de la madrugada, se encontraron en sus sueños, se abrazaron cómo aquella vez bajo la lluvia, sus ojos brillaron indicándoles que sus animales estaban presentes.

Se removieron inquietos, dieron varias vueltas en la cama, cada uno llamándose dormidos. Se extrañaban, y en sus sueños buscaban cómo estar juntos.

TaeHyung abrió los ojos, miró al techo, luego hacia el lado de la cama que hace unas noches había ocupado JungKook, mordió su labio en un intento de controlar el impulso que tenía. No lo logró, se regañó por pensarlo tanto. Alcanzó celular y marcó el número del alfa. 

— Sé que es tarde, pero por favor, contesta... — Esperaba a que el tono dejara de sonar, y así poder ver el rostro del alfa en la pantalla, para después escuchar su voz. — Rayitas... — Con sus dedos acomodó sus cabellos alborotados.

JungKook escuchó el tono de la llamada. Medio dormido, buscó su móvil, con sus pies empujó fuera de la cama a la almohada que segundos antes abrazaba. 

— ¿Dónde está? — Palpaba la superficie a ciegas. Sus ojos pesaban. — Jackson te pasaste con el té. — Habló a la nada. — Al menos me dormí después de llamar al cachorro. — Recordó la videollamada con su hijo, y sonrió. — Aparece aparato del demonio. — Al fin encontró su celular, sin mirar el identificador; deslizó su dedo, aceptó la videollamada.

— << Rayitas... — Se cubrió el rostro, dejando sólo a la vista sus ojitos hinchados. — Rayitas, no te veo. — La habitación de JungKook estaba en total penumbra. — Rayitas, ¿Estás allí? ¿Me contestaste dormido?

— << ¿Rayadito? — Buscó el interruptor de la lámpara, y la encendió.

— << Perdón por despertarte. — Los orbes del omega resaltaban desde su escondite en las mantas. — Dijiste que no querías hablar conmigo...

— << Eso dije. — Se cubrió con las mantas, dejando ver solo su rostro.

— << ¿Por qué? — Debajo de las mantas hacia pucheritos.

JungKook recordó todo lo que dijo. La manera en que se negó a hablar con el omega, cómo lo trato tan frío. Él no era así. Ahora que su mente estaba más descansada; se daba golpes mentales.

— << No quieres verme... Okay, no me veas. — Apagó la cámara. — Pero por favor habla conmigo, no puedo dormir sin escucharte... — Sus pucheros no cesaban, y sus lágrimas querían hacer acto de presencia. — ¿Hice algo que te enfadara? ¿Ya no me quieres? ¿Buscas deshacerte de mí? — Sollozó. — Quería decirte algo, pero tú, tú no me hablas, y lo poco que me dices, suena tan frío...

JungKook... ¿Qué nos pasó? — Se preguntó el alfa. — Háblale al omega, no sigas con esto. — Su tigre interior le hablaba.

— << Está bien, no me hables, no me veas... — Su labio temblaba, no quería llorar en la llamada. — Si hice algo que te molestara, te pido disculpas... Si ya no quieres hablarme, lo acepto. Pero al tigrecito, a nuestro cachorro, a él, sigue tratándolo...

El escuchar al omega hablando tan bajito, con su voz a nada de romperse, y sin poder verlo; estaba martirizando al alfa. Sus ojos rojizos por el llanto de toda la tarde; le ardieron al sentir la amenaza de más lágrimas.

— << TaeHyung...

— << Eso es algo que me dice que tú estás enojado conmigo. — El alfa intentó ver al omega. Pero fue inútil. — No me llamas cómo siempre, JungKookie... ¿Qué hice? Sólo contéstame esa pregunta, y cuelgo la llamada. No te molesto más.

— << ¡No! No cuelgues... — Sus ojos dejaron escapar las lágrimas. — Rayadito, ¿Podrías encender la cámara? Quiero verte, por favor...

— << Me da miedo...

— << ¿Miedo?

— << Sí... Me da miedo de que veas mi rostro, y te arrepientas de mandarme a volar. — Lloró. No quería que el alfa lo dejara, no quería sentirlo frío y distante. — Si vas a hacerlo, hazlo ahora sin verme...

— << Yo no te voy a mandar a volar, ¿Qué te hace pensar eso?

— << Tu actitud de hoy. — Encendió la cámara por arrebato, y allí vio los ojos rojizos e hinchados del alfa. Estaban en la misma situación. Lloraban por el otro, por el miedo a perderse, pero no se atrevían a decirlo. — Mandaste a Kai por mí, pero sentí dolor.

— << ¿Dolor?

— << Sí, dolor. Tú no estabas allí, eso lo entendí. — Limpió sus lágrimas con las mantas. — Lo dijiste cuando hablaba con Jackson, no querías verme... Pero, ¿Sabes? El dolor que sentí cuando subí a ese auto, y mi rayitas no dio ni una señal, no hubo nota o flor, no había nada. ¿Qué significa eso? — JungKook iba a hablar pero TaeHyung lo interrumpió. — Yo lo vi cómo una clara señal. No me quieres más junto a ti...

JungKook desesperado, acarició la pantalla del celular, intentando llegar al omega, pero era imposible. Ambos lo sabían, TaeHyung cerró los ojos; imaginándose aquel tacto que era ejercido en la pantalla del dispositivo del alfa.

— << Espera, amor...

— << ¿Me dices amor para que no llore?

­— << No.

— << No tengas miedo a decirme la verdad, si me vas a alejar, sólo dilo y no caigas ante mis lágrimas...

­— << Escúchame bien... Amor, omega, mi pequeño rayadito, mi eterno amor... — TaeHyung sintió bonito al escuchar de nuevo esas palabras. — No nos estamos comunicando bien, y estamos enredando todo.

— << Sólo respóndeme, ¿Vas a alejarte de mí? — JungKook negó.

— << Y tú respóndeme, ¿Vas a huir, vas a dejar la empresa, y me abandonaras...?

— << ¡No! ¿De dónde sacaste eso?

— << Lo escuché de tus labios...

— << ¿Qué? ¿Cuándo?

— << Hoy, cuando hablabas con BoGum...

— << JungKook, ¿Me estás espiando?

— << Creo haberte dicho; que estoy vigilando a BoGum.

— << Dime lo que escuchaste...

— << Lo necesario para darme cuenta que tú piensas dejarme de nuevo. — Cubrió su rostro con una de sus manos y allí TaeHyung vio las heridas.

— << ¿Qué te pasó en las manos? — JungKook ocultó su extremidad. — Te lastimaste, y ese amigo tuyo me dijo otra cosa.

— << No es nada...

— << ¿Qué te pasó en las manos? — Silencio. — Contéstame, Jeon JungKook...

— << ¿Quieres la verdad?

— << Claramente, la exijo, tigre lastimado.

— << Bien, aquí va...

— << Te escucho...

JungKook, respiró profundo. — << Me lastimé los nudillos mientras acababa con un saco de Box. Golpee ese objeto con tanta fuerza que lo destruí, y con ello acabé con la foto de Park BoGum.

— << ¿Por qué hiciste eso?

— << Rayadito, tú tienes la respuesta.

— << ¿Yo?

— << Sí... Tú.

— << No la tengo...

— << Bueno, te lo diré yo. — Lo miró decidido a confesar todo. — Tú ya sabes que mandé a seguir a Park. — El omega asintió. — Pues también escucho todo lo que habla, y hoy, escuché todo lo que te decía. Mi sangre hirvió en furia, quería matarlo.

— << ¿Qué tanto sabes?

— << Sé que te está presionando para que te entregues a él, en mi mente está grabado todo lo que te ha dicho. Te chantajea con la existencia de nuestro cachorro...

— << Basta, por favor, no vayas a repetir lo que ese imbécil me dice.

— << No sería capaz de repetirlo, si lo hago, tendría que ir a lavarme la boca con desinfectante.

— << Si sabes todo, ¿Por qué no me lo habías dicho?

— << Porque jamás te presionaría a decirme algo, estaba esperando que tú lo hicieras.

— << Pero lo sabes, e hiciste cómo si no.

— << Si te preguntaba algo relacionado con BoGum; estoy seguro que reaccionarias cómo la noche en que te cortaste la mano. — TaeHyung recordó la mirada triste del alfa esa noche. — Rayadito, sólo esperaba el momento en el que tú me tuvieras la suficiente confianza para decirme lo que te pasaba.

— << ¿Desde cuándo lo sabes?

— << Desde la llamada de BoGum en el baño.

— << Es decir que...

— << Sí, cuando llegué a ti, en medio de la lluvia, Jackson me avisó de su encuentro.

— << Me engañaste, no hay lazo de amor.

— << Claro que lo hay, en ese momento yo no escuché lo que decía el hijo de puta. — Tensionó su mandíbula. — Pero sí sentí cómo estabas, tu dolor, sentí tu llamado.

— << Rayitas... Cuando te llamé en la empresa, te iba a contar todo.

— << ¿No me ibas a engañar para luego huir?

— << ¡No! Rayitas...

— << Jackson debió darme más zapes...

— << ¿Qué Jackson te dio qué?

— << Zapes...

TaeHyung rugió. — << Le voy a patear los huevos...

— << Uy, y eso que no te dije que me metió un derechazo.

— << ¡¿QUÉ?!

— << Chale, ya lo dije.

— << Nadie, absolutamente nadie debe golpearte, lastimarte o lo que sea que te cause dolor. — Sus colmillos se asomaron.

— << Rayadito, ¿Por qué te enojas? Sólo fueron unos zapes y un derechazo.

— << Nadie toca a mí rayitas, nadie.

— << Wow, te me transformaste.

— << Es que te lastiman, no deben hacerlo...

— << Tranquilo, ni me dolió. — Rascó su mejilla. — Lo que sí me dolió fue escuchar que BoGum te decía que sabía que te irías de la empresa.

— << Eso tiene una explicación, ¿La escucharas? — JungKook asintió. — Debimos haber hecho esto desde hace tiempo...

— << Nosotros somos complicados. — Ambos sonrieron.

TaeHyung habló con JungKook, le contó todo lo que tenía planeado decirle cuando lo llamó en la empresa. Después de reírse por ser tan mensos y no comunicarse bien. Cambiaron de tema, se coquetearon cómo en todas las videollamadas, se decían que si estuvieran juntos en ese momento se besarían mutuamente los ojotes hinchados.

El sueño los atacó, con sus corazones libres de pesares, se sonrieron a través de la pantalla, jugaban a trazar líneas imaginarias en los lunares de su rostro y cuello.

Un murmullo por parte del omega le indicó al alfa que su videollamada terminaría pronto. Se quedó observando el bello rostro que ahora dormía con una gran sonrisa. 

— << Descansa mi rayadito. — Con su dedo sobre la pantalla, dibujó corazones en la nariz del omega. — Te amo. — Cerró los ojos y durmieron haciéndose compañía a través del dispositivo.

Hola, kokoros darks 🤟🖤

Aquí la actualización de los Rayaditos... La escribí rápida y veloz, así que si ven alguna burrografía o palabra metida de sapis, después lo corrijo.

Espacio para pegarle en la mano lesionada de la Tsunade... Solo porque hizo llorar al JK y al Tae. 👉👈 Órale, ni eso la detuvo para hacerlos llorar 🥹
Depositen sus golpes aquí 📭

Si más que decir... Me despido.
Lxs quiero mucho, besitos púrpuras con toques darks 💋💜

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