TN Nobunaga Vuelve al Camino que Originalmente Seguía

"Soy Gojo Satoru tengo 26 años."

Los que no envidian a los demás son simplemente afortunados. Es solo porque nunca se encontraron con uno.... con una persona que fue completamente amada por los Dioses. Una persona fuerte y vívida que lo destruye todo.... como si fuera un vacío infinito.

Yo nací siendo fuerte. Pienso que nacer en este mundo ya es una bendición de por sí. Mi padre también era fuerte pero después de la muerte de nuestra madre dejo de ayudar a la gente como hechicero y se reservo en el sake.

Quizás la esperanza de mi madre se le fue, ella era muy religiosa, le rezaba al Dios del sol para que brillara cálidamente en sus hijos, al casi morir en mi nacimiento rezo por mi siempre. Al ser un hijo no deseado pero con la opción de que pudiera heredar una técnica maldita causé una gran preocupación y me sentí muy mal al respecto.

Cuando recuerdo el momento en que me avisaron la muerte de mi madre, se me helaron hasta los huesos. Fue tan impactante que contuve el aliento y dejé caer mi espada de madera.

Al ser un hijo no deseado la muerte de mi mamá no mejoro esa situación, le paso lo mismo a mi hermano menor, así que después de que mi madre falleció por una enfermedad, yo sabía que mi padre no quería tenerme cerca de ser un hechicero y aunque heredara una técnica maldita terminaría siendo un simple sacerdote.

Pero al final, nunca fui al templo, quería correr tanto como me fuera posible y ver hasta dónde llegaba el cielo. Pero a pesar de que corrí por todo un día y noche, mis pies nunca se sintieron casados ni pararon. Para cuando me di cuenta, había llegado a un parque solitario en la noche y solo pude vomitar al ver una maldición de grado 4 masticar la cabeza de un niño de mi edad.

Incluso si tienes algo más precioso para ti que tu propia vida, los demás pueden pisotearlo fácilmente. Mi sueño era vivir una vida tranquila... Una casa de playa y ver feliz a mi hermano. Estaba bien. A una distancia en la que ver feliz a lo que amaba me sería posible.

Eso hubiese sido suficiente para mí. Pero incluso eso nunca se hará realidad. Porque las maldiciones existían en este mundo al que mi mamá llamaba hermoso.

Así que aunque fuera algo estúpido decidí hacer algo con la fuerza con la que fui bendito y empecé a matar maldiciones, no podía soportar la sensación de golpear a alguien, y se sentía horrible. Pero si era una maldición no habría problema.

Al ver a través del cuerpo de algo podes encontrar su debilidad. Solo tenía la capacidad física para responder de inmediato al instinto de mi técnica.

Todo lo que tenía que hacer era matar maldiciones hasta convertirme en ceniza y desaparecer; pensé que era mi destino en este mundo, pero eso estaba apunto de cambiar.

Gire y vi al hombre vestido de negro con esa sonrisa deslumbrante en su rostro, a pesar de no escuchar nada sentía la desbordante fuerza y naturaleza que el traía. Era alto, tenía el pelo blanco y puntiagudo y tenía una venda blanca que le vendaba los ojos.

Conocía a este hombre por lo que se hablaba en los pasillos del Clan... Gojou Satoru.

Parecía hablar así que simplemente leí sus labios.

"¿Y que? ¿Eres así de callado siempre?"

"Qué?" Solté sin entender.

"Cuál es tú nombre," Preguntó de nueva cuenta.

"Ah... TN Nobunaga."

"Ah Nobunaga..." Leí sus labios de nueva cuenta. "Eso tiene más sentido. Eres muy poderoso, a tu edad dominar una técnica maldita y romper una expansión de dominio con un solo ataque es algo fuera de lo común."

TN asintió simplemente, parecía aún confundido por toda la situación de que Gojo Satoru, el hechicero mas fuerte estuviera en frente de él mientras sus oídos seguían sangrando.

"Realmente no te escucho...." TN dijo vacilantemente.

"Ah..." Gojo vio de reojo el estado de mis orejas antes de asentir. "Sí usas energía maldita sobre tus orejas quizás sea suficiente." Gojo sonrío al ver que las orejas de TN desprendían energía maldita como el indicaba. "Ah, quizás no me oíste cuando me presente, mi nombre es Satoru Gojo tengo 26 años, soy del clan Gojou. Y eres del clan Nobunaga? Pensé que el hijo del seno de la familia Nobunaga no tenía técnica maldita."

"Ah... te refieres a Takeru, es mi hermano. Soy hijo de Kyogo y Akeno"

"Ah... Eso explica tu fuerza. Después de todo Kyogo-san fue un gran hechicero."

Al escuchar eso de Gojo-san llamo mi atención.

"Usted vio a mi padre en su tiempo de hechicero?" Pregunté con gran expectativa a su respuesta.

"Ah sí." respondió Gojo-san vagamente. "Era el hechicero de clase especial mientras yo era estudiante. Pero no deberías saber eso de él? Después de todo te tuvo que haber enseñado."

"Lo siento pero no es así, todo lo que se de mi energía maldita y mi técnica son por auto enseñanza."

Ante mis palabras, Gojo-san permaneció en silencio por un momento antes de reírse, se dio cuenta de que mis palabras no eran falsas.

"¿Por eso hubo tanto problema con que los Nobunaga no tenían sucesor? Que divertido. Oye... TN ¿Quieres que yo te entre....?" Antes de que pudiera terminar su oración, hubo una vibración en el pantalón de Gojo-san para que después sacara su teléfono antes de contestar.

"Huh. Un momento, TN, .." Volteo a su llamada. "Sí?"

Podía sentir la fatiga y el dolor en mis orejas pero parecía relajarse. Pero ahora que me acuerdo tengo en mi frente al hechicero más poderoso de la sociedad Jujutsu en frente de mí, aunque al parecer vio algo en mi y quiere entrenarme.

Al menos el no esta empedernido en el alcohol como padre... Aunque no sé si deba confiar en él. Pero no parece mentir del todo. Aunque aún debía terminar la escuela antes que todo. No por ser de un clan con tantas riquezas aparte el estudio de mi vida.

...

Parecía ser otra noche común, tras haber sido avisado de que un montón de niños y jóvenes habían muerto en situaciones similares en un edificio abandonado fui llamado a ver que estaba pasando en ese lugar.

Al llegar al lugar en Tokio, podía sentir una enorme cantidad de energía maldita provenir del lugar, no, había más de 1 persona, la energía era tan concentrada que parecía que estaban cargando un ataque de energía maldita, pero con los 6 ojos pude visualizar la energía maldita provenir de un joven.

Y de un momento a otro una extensión de dominio se sobrepuso en el lugar. Aunque era muy básica, aún tenía el efecto del golpe seguro. Pero ese joven mato a las maldiciones de un solo ataque con su espada. No había ni siquiera terminado de cortar a una maldición cuando ya había acabado con las tres.

La energía maldita que desprendía ese joven era casi nula, era tan concentrada que parecía ser una copa de vino apunto de derramarse, pero nada podía alterarla, así que debía suponer que su control era solo comparable a su cantidad de energía.

Tenía interés, había dañado severamente sus oídos tras entender los ataques de su adversario y matarlo con esa ventaja. Y matarlo de un solo ataque ... Wow. al verlo salir pude verlo bien.

No parecía medir más de 1,68, bastante pálido y con un cabello similar al carbón. Y un arete que sobresalía en su oreja derecha. Así que me acerque.

No fue una gran sorpresa saber que pertenecía a uno de los grandes clanes Jujutsu. De hecho era el hijo de Kyogo, aunque con otra técnica maldita... Pero lo que me llamo mi atención es que había aprendido todo por su propia mano. Un pequeño demente que se enfrenta a maldiciones solo porque puede, era divertido.

Al recibir esa llamada ya me necesitaban otra vez, pero no quería desperdiciar esto, la curva de crecimiento de un Nobunaga con una técnica maldita tan rara no podía llamar más mi atención. Mantenía su mirada perdida hasta que lo llame.

"Yo, TN, tengo que irme, pero quiero saber, ya que en tú clan no te enseñan, que tal si yo lo hago?"

...

Al escuchar eso sabía lo que significaba, el chamán más poderoso de la era moderno había visto algo en mí. No podía dejar esta chance...

"Claro, después de todo. En mi casa no se me es permitido practicar más allá de mi técnica con las espadas."

"Ya veo..." Gojo se llevo la mano a su mentón. "Quizás en un año puedas entrar a la escuela, ahí te dejaran desarrollarte, pero no te preocupes, en lo que pasa ese tiempo puedo darte unas cuantas lecciones eh."

"Ah ir a una escuela no es un poco....?" Realmente no tenía idea a que se refería con escuela.

"No es una escuela normal, es una escuela para hechiceros." Ah eso tiene mas sentido. "Realmente no te dejan ver nada relacionado con la hechicería, Kyogo-san esta un poco perturbado."

"Sí...."

"No quiero tener problemas con él así que, qué tal si nos reunimos en la estación de Shibuya el viernes?"

"Claro no tengo problema, después de que termine mis deberes."

"Hah. es una promesa." Dijo Gojo-san antes de desaparecer a mi vista.

Ah no me acordaba de la niña, al ver de vuelta en mi pie pude ver como dormía así que la tome entre mis brazos y me empecé a mover.

Así que una escuela de hechicería... no era lo que esperaba pero quizás sea un buen paso. Empecé a saltar por los tejados para regresar a casa.

Al regresar a casa era entrada la noche. Solo las luces de la sala de la mansión estaban encendidas, mientras me adentraba podía escuchar el sonido una serie de arcadas seguidas de un sonido líquido que caía en el suelo. Y al entrar pude ver a mi padre vomitar de la borrachera mientras se sostenía sobre el mismo.

"Padre." Me acerque rapidamente a él mientras lo tomaba del hombro. "Te traeré un poco de agua."

"No la quiero." dijo rapidamente "Sake. Quiero sake...."

Cuando mi padre volteó pude ver lagrimas en sus ojos, pero al clavar su mirada en mi, me tomo de la camisa con fuerza y me vio enojado.

"Otra vez tú.... ¿Otra vez has estado matando maldiciones...?" Dijo mi padre mientras podía hablar. "Ugh... mierda. Qué estupidez.

Ver las lagrimas salir de sus ojos me extraño tanto mientras el me empujo para volver a vomitar.

"Joder...." Dijo mientras soltaba arcadas "¿Por que....? ¿Por que no entienden nada... Ni TN ni Takeru... nada sobre todo esto?"

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