- ¿Porqué no viene? - preguntó su hijo por cuarta vez en lo que llevaban de hora.

- Te dije que puede que no venga - le recordó limpiando su boca del chocolate que tenía esparcido por la zona - Ve a jugar con los chicos ya que estás en el parque y cuando la vea te llamaré - le acarició su cabello y su hijo asintió.

- pero debes llamarme - levantó su meñique y Sesshomaru entrelazó el suyo con el de él haciendo la promesa - ¡No hagas travesuras! - le gritó cuando iba corriendo hacia los chicos que estaban jugando en el tobogán.

- Eso debería decirlo yo - se quejó con una sonrisa , su hijo era un caso aparte.

Pasaron dos horas ahí pero la chica no apareció en ningún momento y ya sea hora de irse a casa como le había dicho su padre.

- Isamu - le llamó y su hijo solo se cruzó de brazos en el banco sin ninguna intención de levantarse e irse de aquél parque.

- ¿Y si viene cuando no estemos nosotros aquí? - preguntó arqueando una ceja intentando parecer intimidante pero solo consiguió verse más tierno de lo que ya era.

- Cariño - Sesshomaru se puso de cuclillas para estar en la misma altura - Vendremos el domingo , ella vino el domingo por la mañana y nosotros haremos lo mismo , puede que estudie o trabaje y no siempre va a venir al parque porque le hayamos visto una vez.

- Pero yo quiero verla... - su semblante cambió a uno más triste y Sesshomaru lo cargó en sus brazos.

- La verás , cariño , pero debes ser paciente y lo sabes - su hijo asintió sin muchos ánimos y se dirigieron a casa en donde su papá le ayudó con la tarea hasta terminarla y preparar la mochila para el día siguiente.

- ¡Tío InuYasha! - gritó al abrir la puerta y encontrar a su tío , no tardó en hacer carrerilla y tirarse a sus brazos e InuYasha lo atrapó entrando a casa cerrando la puerta detrás de ellos - Tengo muchas muchas muchas y muuuuchas cosas que contarte tío.

- ¿De verdad? - preguntó setandose en el sofá con Isamu encima , vio a Sesshomaru salir de la cocina - imbécil.

- Idiota - se saludaron los dos hermanos y después se centró en el pequeño niño que le contaba cómo había conocido a su mamá e InuYasha no hacía más que observarlo y escucharlo atentamente como si estuviera diciendo la tontería más grande del mundo aunque recordó que su hermano era el más tonto del planeta y la historia que siempre Sesshomaru le contaba a su hijo y la manera falsa en la que la describía.

- Es tan bonita - terminó de relatar Isamu.

- Me gustaría verla.

- ¿Nunca viste a mi mamá? - preguntó mirándolo con sus ojos inocentes - eres hermano de papá , claro que la has visto - le señaló con su dedo acusador.

- Si la he visto... - en ese momento se arrepintió de haber venido a visitar al pequeño demonio , miró a su hermano pidiendo ayuda con la mirada y este solo se encogió de hombros , después venían y le preguntaban porqué le decía imbécil a su hermano.

- Entonces cuando la encuentre le diré que el tío InuYasha también quiere verla - InuYasha asintió viendo toda la emoción que rodeaba al pequeño y no pudo evitar sentir algo de pena por él - El domingo iremos por la mañana y estoy seguro que la encontraremos papá y yo.

- Yo también estoy seguro , pequeño - le besó la frente - ¿Ya habéis cenado?

- No , papá estaba haciendo la comida y yo estaba viendo la televisión - señaló la televisión aún encendida.

- que bueno , que hambre tengo - dijo levantándose y dirigiéndose hacia la cocina con Isamu detrás de él ya que el también tenía hambre.

- Hice para dos - le dijo Sesshomaru.

- gracias - le respondió InuYasha - Que considerado de tu parte , hacer de comer a tu hermano y a tu hijo - le guiñó el ojo y esperó a que les sirviera y empezó a comer , de todas formas Sesshomaru sabía que su hermano siempre aparecía de la nada por lo que siempre hacía de más.

Llegó el domingo e Isamu , el niño que no despertaba si no lo hacía bajo los regaños de su padre , estaba despierto saltando en la cama de su padre que aún seguía dormido.

- ¡Papá , levántate ya! ¡El que madruga dios le ayuda! - le gritó sin dejar de saltar y ese dicho siempre se lo decía su padre pero hoy tenía que aplicárselo a él mismo.

- ya voy , bebé - susurró sentándose en su cama y su hijo se tiro encima de él llenando su cara de besos - aún sigues en pijama.

- ahora me cambio - le dio un beso en la mejilla y corrió hacia su habitación.

- Nada de cambiarse , ¡Te bañas ahora mismo! - le gritó desde su sitio y solo escuchó el rechinar del armario , suspiró levantandose hacia la habitación de su hijo y empezar con la misma guerra de siempre para que se bañara.

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Mañana actualizo ❤️😎