Cuando ya terminamos nuestros chequeos y revisiones sobre el equipaje comenzamos a caminar en dirección hacia la salida cuando de pronto pude visualizar un cartel que decía:

❝𝐓𝐚𝐤𝐚𝐡𝐚𝐬𝐡𝐢 𝓨 𝐍𝐚𝐤𝐚𝐦𝐮𝐫𝐚❞ ❝¡¡¡𝐁𝐈𝐄𝐍𝐕𝐄𝐍𝐈𝐃𝐀𝐒!!!❞

Dicho cartel era sostenido por una silueta bastante conocida por mi, y claro por Yei también.

─¡¡¡Takemichi!!!─ La chica corrió rápidamente en dirección al chico haciendo saltos y gestos de emoción y alegría notoria.

─Y-Yei-Chan...!─ Dijo el muchacho con algo de miedo ya que conoce muy bien a la rubia y a sus despiadados abrazos, sus brazos te apretaban a tal punto que creerías que vas a vomitar un pulmón, y... este tiempo no está como para regalar pulmones a lo loco...

─¡Yei!─ Me acerque rápidamente hacia ella y le puse mi mano en su hombro izquierdo de deteniéndola ─No aprietes demasiado a Take-Kun ¿entendiste?─

─Vale ¡prometo no exederme!─ Y se abalanzó sobre él.

─Shio-Chan!~ Te debo la vida!!!─Pensó el pobre Takemichi agradeciendo sinceramente a la castaña.

𝐏𝐨𝐯 𝐘𝐞𝐢

Cuando salimos del aeropuerto después de el amoroso reencuentro con Take el nos indicó donde estaba un taxi el cuál había sido solicitado especialmente para nosotras.

Él nos llevó hasta nuestro nuevo apartamento que se encontraba en el último piso de un edificio de 9 plantas, el cuál pertenece a un vecindario tranquilo y amigable.

─Bien este es vuestro nuevo apartamento ^^─ Nos abrió la puerta rápidamente en forma de sorpresa y luego prendió la luz. ─¡Espero les guste!─

─¡Woah!─ Dije emocionada. ─¡Se ve espacioso!─ Entré rápidamente dentro de dicho apartamento y comencé a recorrerlo con curiosidad sin perderme ni el más mínimo detalle.

─Es hermoso Take-Kun ^^─ Habló Shio ayudando a entrar el equipaje, maletas y demás dentro del departamento. ─¡Eres el mejor!─

─Jaja no exageres Shio-Chan─ Habló mientras entraba al apartamento las últimas cajas que quedaban. ─Todo lo hago por ustedes ^^─

─¡Aw eres tan tierno Take-Kun >\<!─ Shio volvió a hablar y luego se abalanzó sobre el abrazándolo fuerte.

─¡¡¡Yo también quiero abrazoooo!!!─ Me lanze sobre ellos y caímos los tres al suelo.

Por un segundo hubo silencio, pero luego los tres nos vimos y reímos a carcajadas de nuestra tragedia.

─Las extrañé mucho chicas─

─Nosotras también Take-Kun─

─¡Pero ya estamos aquí Take!─ Dije volviendo a nuestro abrazo. ─Y no nos iremos ^^─

─Me alegro chicas <3─

Después de lo acontecido, estuvimos toda la maldita noche cargando cajas desde la calle hasta el 9no piso de nuestro ahora nuevo hogar.

Take se quedó con nosotras y luego se marchó cuando terminamos a las 3 am, eso fue muy amable de su parte, aunque fue muy feo que rechazara nuestra oferta de que se quedase a dormir con nosotras.

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A la mañana siguiente me desperté en el sofá de la sala y fue porque cierta aroma llegó hasta la zona de mi nariz.

─Que bien huele─ A continuación de eso bostezé.

Me puse de pie y froté mis manos sobre mi cara. Observé todo con detenimiento y pude ver a Shio en la cocina.

─Me alegro, estoy recalentado unos trozos de pizza de anoche─ Comentó frente al microondas, con su mirada fija en su teléfono.

─Mmm ya veo─ Me puse frente a ella.

─Deberías haber dormido más Shio─ Dije un poco triste pues ya comenzaban a aparecerle ojeras bajo sus hermosos ojos castaños.

─Yo estoy bien así─ Me observó por unos segundos y le sonreí un poco. ─No te preocupes tanto Yei─ Comenzó a sobar mi cabeza, cosa que siempre me ha gustado que me hagan.

Un rato después de eso comenzamos a organizar, cosa que nos mantuvo ocupadas todo el día.

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En la tarde recibimos una llamada de el rector de la escuela para corroborar nuestra cita de mañana, vamos a tener una pequeña entrevista y aclarar ciertos asuntos importantes para comenzar en una nueva preparatoria un tanto lejos de nuestro apartamento.

─Claro Sr. ahí estaremos─ Hablé al teléfono mientras Shio estaba a mi lado viéndome con curiosidad ─Bien, entonces nos vemos mañana a las nueve, buen día─

Colgué el teléfono seguido de eso y Shio inmediatamente me habló.

─¿Y bien?─ Se acercó un poco

─Mañana a las nueve de la mañana tenemos una cita con el rector en la escuela─

─Excelente, procura estar lista a tiempo─ Se volteó de espalda y comenzó a organizar nuevamente ─Y presta más atención que has puesto los cepillos de dientes en la cocina Yei─

─So... aniways─

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Apenas pude abrir mis ojos, ya que sentí que el mismo olor de ayer estaba presente en mis fosas nasales.

Me había vuelto a quedar dormida en el mismo sofá de ayer que esta en la sala, y al igual que ayer mi prima ya estaba recalentando nuestro "desayuno".

─Buenos días Yei-Hime─ Se acercó a ella y se inclinó como si de una princesa se tratase.

─Buenos días perra esclava─ Bostezé y me senté en el sillón.

─Aquí tiene su desayuno Yei-Sama─

─¡¡¡Es el mismo de ayer sirvienta!!─

─Es el que tenemos mi señora─

Ambas nos vimos y procedimos a nuestra intensa y larga risa debido a nuestro pequeño juego de roles de hace unos segundos.

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Luego de unas horas y quizás algo menos de tiempo, al fin partimos hacia nuestra cita con el director o rector de la escuela, fuimos en un bus para ahorrar, dicen que pasan cosas raras en los buses de Japón y me dió un poco de miedito, pero cuando solicitamos un taxi ninguno estaba libre.

Apenas estuvimos frente a la puerta de el director, Shio tocó la puerta con suavidad, pero que se escuchara.

─Adelante─ Se escuchó una voz al otro lado de la puerta.

Cuando la chica a mi lado abrió la puerta, pudimos visualizar una oficina muy hermosa con algunos sofás que iban a juego con el diseño marrón oscuro y la madera que hay en la habitación.

El rector estaba sentado en una mesa bastante amplia y con algunos papeles ordenados encima de dicha mesa, un poco más a la derecha hay una computadora moderna de color negro, había también una bella lámpara dorada y marrón, por último había un par de bolígrafos.

─Adelante tomen asiento─ Dijo con amabilidad.

─Con permiso─ Dijimos ambas al unísono.

Apenas entramos me senté en la silla de la izquierda y Shio cerró la puerta, para luego después sentarse a mi lado. Ambas estábamos en un par de sillas de cuero frente al escritorio del rector.

El se puso de pie y fue hasta un aparador que había pegado a una pared y habló.

─¿Beben café?─ Nos miró con la cafetera en manos.

─Claro con triple de azúcar─ Sonreí, de verdad me encanta el café extra dulce.

─Lo agradecería, sírvalo a su gusto─ Shio lo dijo neutral, creo que quiere parecer seria nmms.

Luego de servir el café y darle algunos sorbos, comenzaron las preguntas.

─¿Y díganme, que creen de Japón?─

─¡Es una hermosa ciudad!─ Hablé con entusiasmo ─Quisiera seguir conociéndola─

─Me alegro muchísimo de eso─ Le devolvió la sonrisa.

─No hemos podido verla aún en todo su esplendor, pero puedo asegurarle que nos ah gustado todo lo que hemos alcanzado a ver─ Shio habló, y bebió ─Aunque me han comentado nuestros nuevos vecinos que hay barrios que son, ciertamente un tanto peligrosos y eso me tiene inquieta─

─Oh si, tengan cuidado de a donde van, no todos los barrios son buenos y no todas las personas son amables─

─...─ Ella pensó algo al parecer ─ Gracias rector, es un alivio que usted esté entre las buenas personas─ Sonrió.

Las preguntas siguieron y siguieron, hasta que el nos dio a ambas una bolsa con nuestro uniforme y las cosas necesarias para la escuela.

Nos acompañó hasta la puerta y nos mostró un taxi que había llamado para nosotras, la próxima semana, lunes 8 am ¡empezamos la escuela!.

─Me pareció muy amable─ La miré ─¿Y a ti, Shio?─

─Igual me pareció amable─ Sonríe ─Es bueno saber que te puedes encontrar con personas así─

─Tienes razón─ La mire a los ojos y volví a hablar. ─Por cierto, ya te dije que tienes que dormir más Shio─

─Jaja venga Yei sabes que tengo problemas para dormir aveces─

─¡Pero te están saliendo ojeras!─ Hize un mohín ─¡No te diré más nada haz lo que quieras!─

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Luego de eso todos los días siguieron siendo igual de aburridos, organizando la casa.

El viernes en el mediodía terminamos de organizar todo ,fue demasiado agotador, así que decidimos y a una piscina pública mañana sábado para relajarnos y descansar.

─Espero que hoy puedas descansar bien─ Cerré mis ojos.

─Yo también jeje... Hasta mañana─ Cierra los ojos igual.

─Sa-yo-na-ra─ Le contesté.

─Jajaja.... we... ¿sabes?─

─¡No empieces y duérmete!─

Solo se molestó a contestarme con el silencio. A ella le encanta conversar cada noche antes de dormir y a mi igual, pero esta vez ella necesita descansar.

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Los rayos mañaneros del sol se posaban en mi cara, procedí a hacer un estiramiento mientras abría mis ojos, le di gracias al cielo ya que por fin dormí en mi cama y no en el sofá.

Me puse de pie y observé mi entorno, pude divisar la silueta de mi prima recojiendo cosas y echándolas en una mochila.

─Buenooossss díaaasss Shiiiooo─ Me lanzé sobre ella y la abracé.

─Buenos días amor de mi vida─ Correspondió el abrazo y sonrió.

─¡Hoy iremos a la piscina!─ Comencé a saltar de la emoción. ─¡Me vestiré rápido─

─Tu desayuno está sobre la mesa Yei, ¡no demores que se enfría!─

─¡Si mamá!─ Me reí ─Vengo rápidoo~

─¡Oye!─

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Después de un rato estábamos a punto de salir de casa, ya listas.

─¿Tomaste el bloqueador solar?─ Poniéndose la mochila habló.

─Sip─

─¿Las toallas?─

─Sip─

─¿Las gafas?─

─¡Que siiiiiii!─

─¿Y el-─ No la dejé terminar de hablar.

─¡Que si ya lo eché todo, vamos!─ La jalé del brazo fuerte y me la llevé cerrando la puerta con las llaves y metiéndolas en su bolso.

Nos montamos en un bus que iba todos los sábados al parecer a la piscina pública, todos ahí dentro iban con conjuntos y accesorios de playa, fue muy afortunado no ser las únicas, pero ninguna de las dos les presto atención a eso.

De un momento a otro pude ver como Shio se quedó dormida sentada, esto me sorprendió ya que nunca pasaba eso, al contrario, era yo la que todas las veces se quedaba dormida y ella me cuidaba.

Así que puse mi mano en su mentón y la acerqué con suavidad y suma delicadeza hacia mi, recordándola en mi hombro derecho, espero descanse, creo que ayer logró dormir bastante, sus ojeras ya no se ven tanto, me alegro por eso.

¡Ya llegamos! La piscina esta a una hora de casa, no tan lejos. Bajamos del bus y entramos al sitio, habían bastantes personas, pero por suerte pudimos alquilar algunas tumbonas cerca de la piscina y también encontramos una mesa y algunas sillas con una enorme sombrilla en el centro, dejamos nuestras cosas encima de ella.

─Iré a comprar algunas dorayakis, ahora vengo Yei─ Caminando

─¡Vale aquí te espero no tardes!─

𝐏𝐨𝐯 𝐒𝐡𝐢𝐨

─¡Menuda fila hay aquí para comprar!─ Pensé mientras estaba en LITERALMENTE lo último de la fila.

Al sentir que algunas personas se colocaron detrás de mi, me volteé para verlos.

Eran dos chicos.

Ambos de cabello rubio, el que se encontraba atrás era más alto, parecía un poste, el de alante era más bajo, aunque yo lo era más por unos centímetros. El grande tenía un tatuaje de dragón en su cabeza lo cual me pareció cool y el más bajito tenía el cabello atado con una coleta, bueno esa fue mi primera impresión, y seguí en lo mío.

─Neee neeee Kenchin─ El chico atrás de mi habló. ─¡Hay muchísima filaa!─

─Tranquilo Mikey, ya vas a comer─ Respondió el de atrás con cara de fastidio.

─¡Pero no voy a alcanzar dorayakis!─ Hizo puchero.

─Ya Mikey, estamos haciendo lo que podemos─

─Pero que kwaii >\\\<─ Pensé pues la actitud de el chico de la coleta me pareció muy tierna.

Seguí en mis pensamientos y ellos en su discusión, cuando de repente alguien me hablo.

─Oye señorita─ Sentí como una mano tocó mi hombro.

─Emm si..?─ Me volteé y el chico kwaii era la persona que se dirigía hacia mí.

─¿Vas a comprar dorayakis?─

─Si... son los favoritos de mi prima─ Me volteé por completo.

─¡Pero con toda esta gente nunca alcanzaremos!─ Hace puchero.

─Kwaii >\\\<─ Volví a pensar

Después de un rato discutiendo con los desconocidos al fin llegó mi turno de comprar.

─Y dígame hermosa señorita, ¿que necesita?─ Habló el dependiente.

─¿Me puede dar un paquete de dorayakis? porfavor─

─Emm claro que si─ El se alejó brevemente y busco un paquete de dorayakis dentro de una heladera y lo trajo. ─Esta de suerte señorita, este es el último que queda─ Me lo alcanzó.

─¡¿Qué?!─ El chico de antes habló atrás de mi ─¡No puede seeeerrrr!─ Exclamó como si de algo demasiado grave se tratase.

─Emm lo siento es el último─

─Ya Mikey luego comerás algo más─

─¿Lo llevará?─Volvió a hablar el dependiente.

─Si porfavor─

Pagué el paquete, lo sostuve en mis manos, me volteé y pude ver a ambos chicos a lo lejos caminando. El más pequeño estaba con un berrinche, haciendo un mohín con sus labios. Corrí donde ellos y les grité.

─¡¡Oee!!─ Fui corriendo hacia ellos.

─¿Eh?─ El más bajo se volteó y me vió confundido.

Llegué corriendo hacia donde los dos que me veían confundidos.

Jadeé un poco ─Toma ─ Le ofrecí los dorayakis

─¿Eh?─ Ve los dorayakis ─Jaja ¡¿enserió me los darás?!─

─¡Si!, ten─ Sonreí con sinceridad, pues la verdad me agradó bastante.

─¿Y tu prima?─ Habló el más alto.

─Oh... ¡ella estará bien!─ Dije. ─Seguro me mata, mejor le digo que me perdí en el sendero de la vida, eso siempre funciona. Naaa mejor le digo la verdad─ Pensé.

─¿Segura?─ Habló el anterior

─Por supuesto─ Se los doy al chico kwaii. ─Disfrútalo mucho─

Me marché y fui a hacer la fila de nuevo para ahora comprar algo más, pues al irme había perdido mi turno.

─Se fue...─ Habló el de coleta.

─Si..─

─Va a volver a hacer la fila...─

─Si...─

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