02| Viaje

Me desperté, por culpa de la alarma del móvil. Eran sobre las 4 de la mañana, ya que íbamos a coger el avión sobre las 7. Ayer por la tarde estuve haciendo la maleta, intenté coger todo lo que podía, pero es que en las dos maletas que me llevaría a Estados Unidos solo me cabían la cuarta parte de la ropa del armario, por lo que cogí la ropa que más me gustaba.

Me duché y me puse la ropa que preparé el día anterior, y empecé a preparar mi bolso/mochila de viaje, que es la que llevo en el avión para no aburrirme.

Tras preparar la bolso/mochila bajé abajo y mis padres me tenían el desayuno preparado. No hablaba con ellos desde que me dijeron la noticia ayer. Y, para vuestra información, todavía no me he atrevido a mandarle ningún mensaje a Mia, supongo que se pondrá fatal al saber que no me volverá a ver hasta dentro de mucho.

—Buenos días Lucía, hoy va a ser un día fantástico—dijo mi madre, intentando subirme los ánimos. Lo único que hice fue coger el desayuno y ponerlo en una bandeja, para poder comérmelo arriba, en mi habitación—. Sé que estás enfadada con nosotros, igual nuestra decisión no fue la correcta, pero ya no podemos hacer nada, iremos a Estados Unidos si o si...

—Lo sé, pero me podrían haber avisado antes para poder despedirme por lo menos de Mia. Además, nada más empieza el verano y nos vamos para allá, donde ni siquiera tengo amigos... ¡Va a ser el peor verano de mi vida por vuestra culpa!—dije y después miré a mis padres. Pude observar que les había hecho sentir mal, y ahora yo me sentía mal por ello... Recordé que ellos no tenían la opción de quedarse o irse de aquí, y si no lo hacían los echaban del trabajo—. Perdón —añadí—. Lo siento mucho, no debería haberles hablado así.

—Tranquila hija, sabemos que estás molesta, y lo sentimos mucho. ¿Nos perdonas?—dijo mi padre abriendo los brazos para que le de un abrazo, y por supuesto que lo hice.

—Claro que os perdono, siempre lo haré, igual que ustedes hacen conmigo—dije y mi madre se unió al abrazo, al fin de al cabo ir para allá no era tan malo, es volver a tener un cambio de ambiente... ¿no?

—¿Y ahora podrías comer con nosotros? Sé tus intenciones pequeñaja...—dijo mi madre, por lo que asentí y me senté con ellos en la mesa.

(...)

Estaba sentada en el avión.

Se me hizo larguísimo el llegar hasta el avión, lo de check-in y esas cosas me aburren demasiado, sobre todo esperar, ya que lo odio. Me encontraba en el avión y el aburrimiento se apoderaba de mí.

Empecé a mirar detalladamente el avión, ya que no tenía otra que hacer, y me fijé que había una pequeña pantalla, y pensé en ver una peli.

Después de un rato buscando una película para poder ver, encontré una que no me hacía mucha ilusión, pero era la mejor de todas las que se encontraban allí.
Como era de esperar me quedé dormida.

(...)

Cuando desperté estaban mis padres alrededor mía, no entendía lo que estaba pasando y mil situaciones venían a mi cabeza.

—¿Qué está pasando?—pregunté—¿El avión se está cayendo?—dije. Lo sé, soy muy pesimista, pero solo a veces.

—No hija—dijo mi padre y soltó una pequeña risa—. Es que te estábamos despertando porque ya hemos llegado.

—¿Ya hemos llegado?—dije sorprendida.

—Si, y más vale que te bajes del avión, porque o si no nos van a echar nada—dijo mi madre, dirigiéndose a la salida. Pasó seguido me levanté, cogí mi bolso y junto con mi padre salimos del avión.

(...)

Después de coger las maletas, buscamos y encontramos un taxi. Tras unos cuantos minutos llegamos a nuestra nueva casa.

Era hermosa. Tenía una pequeña piscina junto con unas 3 hamacas. En la derecha de la piscina se encontraba una especie de escalón y en ellos habían unos pequeños cojines; y para completar una hoguera en el centro.

La casa era literalmente increíble. Tenía unos ventanales gigantes, cosa que me fascina porque así podría entrar la luz solar. También en la segunda planta había un balcón en el que se encontraban unos sillones, igual que en la parte baja.

Además, resaltaba una chimenea de ladrillos con dos tubos en la parte superior. Y el techo de la casa era triangular, del mismo color que la casa en sí, es decir, de blanco.

Y pude apreciar una pequeña casa, que creo que era la de invitados, cerca de la piscina, con muchos ventanales al igual forma que la casa "principal".


—Hija, ¿te gusta?—me preguntó mi madre, que me miraba con una sonrisa en su cara.

—¿Qué si me gusta?—le miré—¡Me encanta!—dije y les di un abrazo enorme a los dos.

—Wow hija, pensaba que estabas molesta todavía—dijo mi padre—. ¿Ya llamaste a Mia?— añadió.

—No, ayer no lo hice porque estaba un poco en shock por la noticia y hoy no me ha dado tiempo... —dije apenada. De repente se creó un silencio incómodo—Esto... ¿Cómo consiguieron esta casa?

—Como nos dijeron hace poco lo de que nos mudásemos aquí le pusimos de excusa de que no teníamos casa, y nos dieron esta—dijo mi padre entrando en la casa.

—Vamos Lucía, tienes que sacar las cosas de la maleta—dijo mi madre entrando a la casa. Yo asentí y entré con ella.

(...)

Estuve como tres horas colocando las cosas en mi nueva habitación, sobre todo la ropa en los armarios y las libretas y materiales en el escritorio.

Colocando la ropa me di cuenta de que me tenía que comprar más, porque la mayoría la dejé en mi otra casa.

La habitación quedó algo así:

Y así el baño:

Después bajé al salón, y vi a mis padres esperándome en la puerta.

—¿Qué pasó?—dije mirándolos.

—Íbamos a salir a comer, pensábamos que lo sabías—dijo mi madre.

1Pues me voy a poner algo más de salir y bajo corriendo—no les di tiempo de contestar y subí corriendo a mi habitación.

Cogí lo primero que vi, ya que estaba básicamente en pijama. Me metí en el baño me puse la ropa y me maquillé muy natural. Cogí mi bolso y bajé corriendo, como había dicho.

—¡Ya estoy!—grité, pero nadie estaba en el salón. Salí de la casa y mi madre y mi padre me estaba esperando dentro del coche.

—¡Vamos Lucía, date prisa!—dijo mi padre, fui corriendo al coche y me monté.

¡Hola hermos@s!
Espero que os haya gustado este nuevo capítulo,
si es así os invito a dejar vuestra estrellita.
¡Hasta el próximo capítulo!

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