37

—¡AUCH!—la deportista se quejaba a medida que Kat limpiaba su labio con un paño húmedo.—¡Ten cuidado, me duele!

Kat frunció su ceño fastidiada ante su actitud quejumbrosa.

—¡Eso intento, quedate quieta!—le pidió la pelirroja molesta.

—¡Pero no me grites!

—¡Entonces ya no te quejes!—la pelirroja tomo aire.—Estoy intentando no provocarte dolor, pero si te sigues quejando vas a fastidiarme.

Lynn arrugó su nariz, no era su intención quejarse tanto pero su labio ardía como el infierno, además que sentía un poco de dolor en la mano.

—Tienes razón, perdón.—espeto apenada.

—No pasa nada.

Siguió limpiando el labio de Lynn intentando no notar lo nerviosa que estaba, su mano casi temblaba entre su cercanía con Lynn, la pelea de hace rato, la cara lastimada y sus quejas.

Lynn noto su mal humor, se guardo sus quejidos de dolor para no seguir frustrando a la pelirroja, además noto la mano blanquecina de la chica en la cual estaba formándose un moretón. Sus ojos se mantuvieron sobre ella, notando sus pecas y su ceño fruncido a medida que limpiaba su labio.

—Deja de mirarme.

Lynn sonrió sabiendo que estaba poniéndola nerviosa algo que era de su gusto.

—¿O que?—sonrió ignorando el ardor que eso le había provocado.

Kat levantó su mirada por unos segundos, lo suficiente para que Lynn se derritiera. Sin pensarlo dos veces se acercó a su rostro para besarla, Kat arqueo sus cejas con una pizca de diversión, pero antes de que Lynn cellara sus labios, Kat puso su mano tapando la boca de la deportista.
Lynn frunció el ceño confundida por su acción, realmente quería besarla.

—Se supone que estás lastimada, ¿no por eso te quejabas?

Lynn suspiro antes de hacer a un lado la mano de la pelirroja y agarrarla de sus mejillas para besarla. Kat cerro sus ojos correspondiendo al beso mientras colocaba sus manos en los hombros de la chica. Realmente se sentía encantada cada vez que probaba los labios de quién había jurado odiar, ¿gracioso, cierto?

Sus emociones se intensificaban a flor de piel, casi olvidando todo hasta que recordó el lugar donde estaban: un baño, donde literalmente cualquier chica podría entrar y verlas.
Eso sería demasiado vergonzoso.

Se separó unos centímetros sin apartar sus manos de los hombros ajenos, Lynn la miraba confundida por su repentina separación, incluso había una pizca de suplica por volver a besarla.

—Estamos en la escuela, Lynn.—le recordó.—Si alguien nos ve, me moriría de la vergüenza.

Lynn frunció el ceño un poco ofendida.

—No porque me vean besarte, cabeza hueca.—le aclaro dándole un golpecito en la frente.—Estamos en un baño, Lynn. No es correcto.

Lynn suspiro muy a su pesar, asintió.

—Bien, tienes razón.

Kat intento no reírse ante la mueca que hizo Lynn al separarse, Kat también quería continuar besándola pero debía ser racional, o bueno, usar la poca razón que le quedaba.
Pues según ella, se haber sido completamente racional jamás se habría enamorado de su enemiga, claramente estaba perdiendo la razón.

Agradeció haberse separado de Lynn al ver a una compañera suya entrar al baño.
































































































































—¿¡Que le paso a tu mano Katherine!?—su hermano miro su manito con furia, odiaba ver a su hermana lastimada.—¿Otra pelea acaso?

La pelirroja miraba al suelo mientras su hermano le regañaba por haberse lastimado.

—¿Cuál fue la razón?—pregunto el mayor.—Por favor, dime que fue una razón coherente.

Debía omitir la pelea estilo mamuts entre Lynn y Jack.

—Jack intentó humillarme.—espeto rascando su nuca, su hermano arqueo las cejas al oírla.—Me vio con Lynn, y me quiso humillar porque me gusta ella y no él.

—¡Que estúpido!—exclamo su hermano enfurecido.—¡Hiciste muy bien en golpearlo! Incluso si quieres me encargaré yo de ese bastardo.

—No hace falta.—la pelirroja sonrió.—No va a acercarse a mi devuelta y además mamá no va a enterarse de la pelea por suerte, si no me mataría.

Su hermano sonrió orgulloso dándole un abrazo.
Su madre entro en la sala justo en ese momento, miro a ambos hermanos notando su gran lazo, en la infancia no eran tan unidos pero a medida que se dedicó más a trabajar noto como su vínculo se fortaleció. Miraba la escena con una pizca de tristeza, amaría que ambos le tuvieran la misma confianza que se tenían entre ambos.

Kat noto la presencia de su madre, se separó un poco de su hermano. Debía decirle sobre Lynn a su madre, ella no estaba enterada de nada. Y realmente que le gustará una chica no le avergonzaba para nada, estaba orgullosa de decir que amaba a la cabeza hueca de Lynn, tenía el apoyo de sus amigos y su hermano mayor.

—Mamá.—la pelirroja miro a la mayor.—Hay algo que te tengo que decir...

Mattheo miro a su hermanita sabiendo de su intención de hablar con su mamá. Apretó sus hombros cariñosamente dándole apoyo.

Su madre la miro con atención, sintiéndose curiosa, se sentó en el sofá notando la seriedad en el rostro de su pequeña hija, su hijo mayor tal parecía estar al tanto de lo que quería decirle.

—Te escucho.

Kat respiro profundamente antes de contarle todo a su madre, sentía sus manos sudar sintiéndose ansiosa y con temor al rechazo de su madre, contaba con el apoyo de todos y le rompería el corazón que su madre, quien le dio la vida la rechazara por amar a una persona.

Su madre espero paciente sin presionarla. Su hija estaba por confiarle algo en tanto tiempo que no quería exasperarla con su impaciencia.

—Me gusta alguien.—le confeso la pelirroja.—Y estoy saliendo con esa persona.

—¿En serio?—su madre sonrió emocionada.—Eso es tan lindo, ¿verdad, Matt?¿por qué tenías miedo a decírmelo? Créeme hija es la cosa más normal y bella que puede pasarte...

Kat sonrió ligeramente ante sus palabras. Miro a su hermano en un corto lapso.

—Es Lynn.—termino de decir, su corazón casi salía de su pecho con ansias.

La mayor se quedó estática, ¿acaso oí bien? se cuestiono la mujer sin creerlo.

—¿Lynn...?

—Estoy saliendo con ella.

Su corazón latía con furor, trago saliva esperando cualquier respuesta por parte de su madre, realmente estaba deseando que su madre no le gritara o la obligará a alejarse de Lynn.
Quizás hace meses atrás alejarse de Lynn y no verla jamás sería la mejor cosa que podría pasarle, pero no, no ahora, ya no imaginaba no ver a aquella deportista que a pesar de que la hiciera enojar todo el tiempo tenía su corazón en sus manos.

Su madre pestañeo, poco a poco ingiriendo la noticia.

—Bueno...no es algo que me esperaba.—solto la mujer.—Especialmente cuando te has peleado con ella desde que nos mudamos aquí, acabas de sorprenderme.

Kat y Mattheo se miraron entre si, ¿estaba diciendo algo bueno o malo? la pelirroja no entendía si la estaba aceptando o no.
Su madre miro ambas caras confundidas, se acercó y tomo la mano de su hija, tomo aire antes de volver a hablar.

—No me importa si sales con un chico o una chica.—le dijo, la pelirroja se sintió aliviada.—Solo me importa que seas feliz, que tu hermano y tu sean felices.

La pelirroja sonrió casi sintiendo las lágrimas brotar en sus ojos, su madre la miraba con amor, no había una pizca de asco u odio en su mirada.

—Los amo, sin importar qué.—les dijo su madre mirando a ambos pelirroja.

El dúo de hermanos se contenían las lágrimas, ambos no muy acostumbrados a llorar.
Su madre los abrazo a ambos dándoles un beso en la frente a cada uno, los hermanos dejaron caer algunas lágrimas mientras se limpiaban intentando no nublar su vista.

No habían estado así con su madre desde muchísimo tiempo y aunque fingeran que no les afectaba al final del día una pequeña parte de su corazón deseaba aquel acercamiento con su progenitora.

Secaron sus lágrimas y sonrieron felices, Kat estaba más tranquila ahora.

—Lo único que si me llamo la atención es que sea Lynn, no me malinterpretes cielo, pensé que se odiaban muchísimo.—rió su madre limpiando algunos rastros de lágrimas.—Me he perdido de mucho...

—Bueno, ahora tienes tiempo para ponerte al corriente, ¿verdad?—el mayor la miro, su madre asintió.

—¿Y que hay de ti?¿sales con alguien?

Su hijo hizo una mueca ante la pregunta, ojalá pensó el mayor.
Su hermana menor rió.

—No mamá.

—No te preocupes bello Matt, aún hay tiempo.

—Que gran consuelo.

La pelirroja miro a su madre y a su hermano mayor sintiéndose afortunada de todo, de tenerlos como familia, sus amigos también formaban parte de su familia. Y Lynn, no había palabras que explicarán lo que su corazón sentía tan solo de pensar en su nombre y su maldita sonrisa encantadora.
Kat se estaba enamorando, estaba cayendo profundamente.
Enamorarse de Lynn fue como dormirse prácticamente, lentamente y luego cayó profundo. Diablos, nunca pensó que alguien podría tomar un lugar tan importante en su corazón, mucho menos a quien odiaba con toda su alma y ahora estaba completamente rendida y enamorada.


















ㅤ♡๋࣭ ⭑⚝ aylu's note...
Holaa, paso a dar señales de vida en este fanfic, perdonen es que anduve con poca inspiración.
El próximo capítulo será más larguito, i promise.
Besos.
💖‼️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top