21
Lunes por la mañana, la tediosa rutina de ir a la escuela volvía a repetirse, como todas las mañanas Kat caminaba hacia la escuela mirando mal a todo lo que se le cruzara, oyó la bocina de los Loud cerca suyo, vio como todos los Loud bajaban de la van celeste, los padres Loud saludaron al verla y ella devolvió el saludo con una sonrisa. Lynn bajo y la miro como si la esperara.
—¿Te vas a quedar ahí?
Arrugó su frente y camino junto a ella para buscar a sus amigos, vio primeramente a Sam, rápidamente se acercó a él.
—Buenos días Sammy.
El chico le sonrió acercándose con un fuerte abrazo. Sam comenzó a hablar sobre el día anterior, cuando ellas estuvieron de pijamada, Jace y él habían jugado videojuegos toda la tarde, la emoción que traía el peli-negro era muy evidente.
—Oh, y...
—¿Haz visto a Emily?—Lynn interrumpió a ambos con seriedad.
—No, no la he visto.
Ella les dio una última mirada antes de irse, Sam miro rápidamente a su amiga.
—Paso algo.—afirmo.—¿Que paso?
—Nada, o no sé, ayer tuve que disculparme con ella por...
—¿Tu?¿Disculparte?
—Si. Bueno, y no lo sé está todo muy raro.—suspiro.—No hemos peleado en 2 días.
—Un gran record.—rió Sam.—¿Y por qué no intentar llevarse bien?
Kat por primera vez lo pensó, de haber sido meses atrás habría dicho rotundamente que no, pero ahora se daba la oportunidad de pensarlo al menos.
—No.
—P-pero...
—No, me gusta pelear con ella.
Sam suspiro, Kat tenía una sonrisa burlona en su rostro cada vez que veía a Lynn, algo que lo mantenía confundido es que últimamente no se quejaba de ella a cada rato, no desde aquel día en el evento de vídeo juegos.
—¿Por qué?
—Es divertido, ella se enoja y comienza a gritar, frunce su ceño, arruga su nariz, usa el sarcasmo, es divertido cada vez que se contiene a soltar una maldición porque no suele decirlas y...
—Hablas como si la odiaras pero de una manera enamorada.
Ella se detuvo, claro que no.
—Pff, claro que no.—nego sintiéndose extraña, Sam alzó sus cejas mirándola fijo.—Yo la odio.
—Hace un año si, ahora es confuso eso de que la odias.—dijo Sam, Kat lo miro confundida. Suspiro y volvió a hablar.—¿No notas algo extraño? Digo, peleaban de costumbre todo el tiempo, solías quejarte de ella todo el tiempo, evitabas su presencia y ahora se que te disculpaste con ella porque te ignoraba, ¿eso es normal?
La pelirroja se detuvo a pensarlo sintiéndose algo rara, era cierto pero...¿pero? No tenía excusa para responder a que le había pedido disculpas solo para que Lynn volviera a mirarla, quería pensar que solamente era porque ella estuvo triste cuando oyó lo mismo de Lynn hace un año, pero más que ello solo se disculpo por sentirse incómoda y extraña al ser ignorada por la castaña, y si, ya no se quejaba de todo lo que se relacionaba con la deportista solamente dejo de hacerlo.
Sam sonrió de lado cuando noto a la chica perdida en sus pensamientos, estaba buscando una buena excusa para decir que todavía la odiaba con toda su alma.
—¿Realmente sería tan malo llevarse bien con ella?
No contesto, volvió a pensarlo, ¿sería tan malo? Quizás no, pero no sabría cómo estar con ella sin pelear, no sabría que decirle para llevarse bien y realmente le gustaba pelear con ella y hacerla enojar.
—No lo sería, pero nos llevamos mal desde hace casi 2 años y sería rarísimo llevarse bien con ella de un día para otro.—contesto la pelirroja.
—Pues, no digo que se lleven bien de un día a otro pero sería un avance ir paso a pasito, ¿no?
—No lo sé.
Antes de que pudiera seguir hablando Emma se acercó a ellos con una sonrisa, saludo con su característico buen humor y amabilidad, el tema cambio de rumbo y rato después se les unió Jace.
—¿Han visto a Emily?—pregunto la rubia.
Kat suspiro y apuntó a una dirección, Emily y Lynn estaban hablando felizmente de quién sabe que.
Sam noto la mueca inconciente de Kat al verlas, sonrió y paso un brazo por su hombro acercándose a su oído.
—¿Celosa?
Kat lo miro horrorizada.
Jamás, pensó negándolo rotundamente.
—Que asco.
Sam soltó una carcajada, llamando la atención de Emma y Jace, él último los miro incómodo por su acercamiento.
—Yo diría que el celoso es otro.
Sam frunció sus cejas y miro en dirección a Jace, quien estaba cruzado de brazos mientras los ignoraba y hablaba con Emma.
—No lo creo, me ilusionas.
—Por favor Sam, soy su amiga desde los ocho años, se reconocer lo que le pasa, ve con tu amorcito.
Sam sonrió emocionado y se acercó a Jace quien al verlo sonrió. Y Kat lo puso, porque a veces cuando lo sabes solo lo sabes, sabía perfectamente que su amigo comenzaba a sentir algo por Sam y eso lo emocionada, el que comenzará a jugar con su pulsera lo hacía más evidente para la pelirroja, conocía perfectamente a su amigo.
Su mirada volvió a Lynn y Emily, ahora la rubia parecía estar regañando a la castaña, le incomodaba verlas ciertamente y no entendía porque.
¿Celosa?
Recordó a Sam. No, ni en un millón de años, eso jamás podría ser posible.
Sin embargo ahí estaba mirándolas, incluso sus tres amigos se percataron de ello.
Luego de una extensa clase de matemáticas finalmente llego el receso, Kat caminaba con prisa hacia el baño, desde hace más de media hora se estaba aguantando gracias a que la profesora no le había dejado ir en su clase. Por suerte el baño no estaba tan lleno, salió del cubículo para lavar sus manos, noto como algunas chicas allí se miraban entre si y se reían.
¿Y ahora que les pasa?¿Acaso traigo la camiseta al revés?
Se miro en el espejo pero su ropa estaba bien, su cabello en ordenó y su cara limpia, ¿de que reían?
—¿Que?—pregunto bruscamente al no aguantar más.
—Nada, chispitas.
Iugh, recordó como en primaria la llamaban así por sus pecas, también le hacían burla por su cabello y sus pecas, recordándole su imagen a un personaje de South Park, aunque no le molestaba realmente.
La pelirroja suspiro restándole importancia, la puerta de uno de los baños se abrió, Lynn salió de allí y se dirigió a un lado de Kat para lavar sus manos.
Las chicas rápidamente quisieron huir.
—Si vuelven a llamarla así les voy a patear el trasero.—solto Lynn contra las chicas.
Kat se quedó estática, ¿desde cuándo Lynn la defendía?
Las chicas asintieron rápidamente y salieron del baño.
Lynn no dijo nada más, tenía su vista en lavar sus manos como si eso fuera lo más importante del mundo, Kat la miro y carraspeo antes de hablar.
—Gracias por eso.
—No es nada.—le sonrió.
¿Desde cuándo le sonreía?
No importaba, Kat también le sonrió.
¿Realmente sería mala idea llevarse bien con ella? Ya no sentía tantoo odio hacia Lynn, pero estaba acostumbrada a pelear con ella por cualquier cosa que era un poco inimaginable llevarse bien y ser su amiga. Pero algo le decía que valía la pena intentarlo.
—Tengo que decirte algo.—menciono Lynn antes de que ella hablara. La pelirroja la miro atenta.—Creo que...estas semanas me hicieron pensar en algunas cosas sobre nosotras, y realmente creo que es agotador pelear contigo aunque es mi actividad favorita.
—Ve al punto por favor.
—Quiero llevarme bien contigo, zanahoria.—expresó.—No te creas mucho, solo digo que sería bueno...
Vaya, le alegraba no ser la única de pensar en llevarse bien con ella.
—Si, está bien.—sonrió, Lynn le miró sorprendida.—¿Que? Después de todo tambien eres agotadora Lynn.
—Wow, gracias.
Ambas rieron, se miraron por un segundo esperando a llevarse bien.
Quizás no sería tan malo ser amigas.
Para Lynn le sería un trabajo muy difícil no hacerla enojar, pues amaba el rostro de la más bajita cuando se enojaba, pero por primera vez pensaba que era mil veces mejor que ella le sonriera a que le amenazara de muerte como de costumbre.
Sus amigos se habían puesto de acuerdo en plantearles lo mismo de llevarse bien durante unos días y finalmente las habían convencido a ambas, lo primero era llevarse bien para dar paso a lo siguiente.
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