La tercera luna superior miraba todo desconcertado mientras había esquivado un ataque del pilar de la flama. 

Sintió un escalofrió al escuchar la vos de Muzan diciéndole que se regresara a la fortaleza infinita al instante.

—(¿Que?, ¿Por qué me ha ordenado que regrese si me mando a matar al mocoso...)—pensó el demonio mucho mas confundido

Pero sin esperar mas tiempo salió corriendo al bosque, estabas apunto de seguirlo si no fuera que escuchaste un quejido de dolor por parte de Tanjiro haciendo que fueras hacia a el preocupada.

—¡Tanjiro!; ¿Qué te sucede?—preguntaste inspeccionándolo

Encontraste una herida abierta, parecía que lo habían acuchillado. Te sacaste la chaqueta que tenias encima y la rompiste en dos para atarlo en el abdomen del peli-carmesí.

Rengoku al verte así se sonrojo, se notaban mucho mas tus pechos atreves de tu camiseta que era un poco transparente, aparto sus ojos rápidamente al ver como te volteabas para verlo.

—Rengoku, ¿Te encuentras bien?—

—Si...estoy un poco adolorido—

—Entiendo...—

Luego de un tiempo los Kaskushis aparecieron para ayudar a los heridos, miraste a uno que se llevaba a Tanjiro, así que fuiste detrás de el para supervisar que no le suceda nada mientras que tenias la caja de Nezuko en tu espalda.

Ingresaste a la finca mariposa para ver como estaba tu hermano, fuiste recibida por la pequeña Kanao que se exalto por su presencia al verte ahí.

—Hola Kanao, ¿Sabes en que habitación esta reposando Tanjiro?—

Kanao te miro unos segundo y te señalo una habitación al fondo, le agradeciste para después dirigirte a donde te había dicho.

La peli-negro al ver que desapareciste de su vista, pego un brinquito ya que le dirigiste la palabra, Y si, tenia un Crush contigo desde hace un tiempo, aun que sabia que no le harías caso, pero aun así no perdía las esperanzas.

Por tu lado estabas apunto de abrir la puerta donde supuestamente estaba tu hermano menor, pero un chica mas bajita que tu apareció a tu lado.

—__-san~, no creo que se buena idea molestarlo, esta descansando.—

—Pero Kocho, quiero verlo—

—No te preocupes por eso, el esta en perfectas condiciones, así que...¿Qué te parece si vamos a tomar un te?, yo invito—

No te alzando a responder ya que te agarro del brazo y te llevo hacia su consultorio, según ella, era para que no molestaran.