𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐔́𝐍𝐈𝐂𝐎
Habían pasado diez años desde que aquel par de mejores amigos lograron convertirse en mayores de edad, teniendo una apariencia más madura y reluciente, como una manzana al madurar en la rama de un árbol.
Jungkook ya no tenía el cuerpo de un niño de secundaria, ahora era un hombre con rasgos finos y delicados, logrando un atractivo inigualable que no era nada indiferente para las mujeres de su alrededor, llamando la atención sin siquiera notarlo, sin embargo, existía algo que le impedía tomar enserio a las chicas que se acercaban para intentar cortejarlo o lograr meterse bajo sus sábanas negras que adornaban su recámara, su mejor amiga.
Brielle Cooper, una hermosa castaña que al igual que él, había crecido, teniendo un cambio que lograba hipnotizarlo.
El pelinegro vivía enamorado de ella desde sus 12 años, lo cual era difícil de notar por parte de la fémina. Ambos se habían conocido en la secundaria, ninguno tenía amigos con quien compartir los recesos o hacer los simples trabajos que les otorgaban sus maestros. Es así como Jeon podía recordar detalladamente aquel día donde Cooper se acercó para poder hacer un trabajo en parejas.
No fue amor a primera vista, pero no negaba que era la niña más bonita que había visto en la vida, por lo que no dudó ni un segundo en aceptar hacer el trabajo con ella, desde ese momento, la relación de ellos fortalecía un lazo muy importante que cambiaría sus vidas, naciendo de esta una linda amistad.
Así como los años fueron pasando y con ello, su relación floreció aún más, aunque el pelinegro luchaba constantemente por no dejar salir a flote sus sentimientos. Ahora se encontraba en la casa de su mejor amiga, su madre lo había invitado a una cena en familia, la señora Lenah adoraba a Jungkook como a un hijo más, pero deseaba qué él fuera el hombre para su hija, tenía la certeza de que así fuera.
Bien dicen: Ojo de loca jamás se equivoca.
— ¡Jungkook! —grita Brielle desde su habitación. — ¿Puedes venir por favor? ¡Necesito tu ayuda!
Jungkook quién yacía sentado en el sofá con la compañía de la madre de su amiga, se levantó del lugar rápidamente no sin antes pedir permiso a la mujer, la cual no tuvo problema en aceptar.
Al llegar frente a la puerta blanca que lo adornaba una foto de Pucca y Garu, tomó la manija de esta y la abrió con sigilo, buscaba a la castaña por todo el cuarto pues no veía la presencia de ella en el lugar.
— ¡Jeon Jungkook! —gritó aquella voz aguda cerca de su oído detrás suyo causándole un susto.
— ¡Joder Cooper, me asustaste! —exclamó con enfado mientras entraba a su habitación seguido de la fémina. —Mi corazón casi sale por mi boca con tus chistes.
La chica tan sólo soltó una leve risita, lo que ocasionó que su amigo la viera aún más molesto, aunque por dentro sentía mariposas volar en su estómago.
—Lo siento Nochu, pero fue inevitable no hacerlo. —mencionó para acercarse a él y abrazar su espalda. — ¿Me perdonas?—dice mientras lo mira con ternura.
—Sí, lo que sea, mejor dime para qué me llamaste. —exclama mientras la miraba con intriga.
—Necesito subir el cierre de mi vestido, no alcanzo a cerrar yo misma.
La castaña da vuelta mostrando su espalda desnuda, Jungkook traga saliva al verla, pues cada vez que ella actuaba con total normalidad mostrando un poco de su piel lo hacía sentir inestable, por lo que tenía que soportar todo con tal de no hacer caso a sus pensamientos intrusivos.
Así que con toda la valentía del mundo, rozó sus dedos en la espalda de la chica causándole un leve cosquilleo que la hizo brincar y reír por el acto, en cambio, Jungkook tomó el cierre de aquel vestido y subió el cierre lentamente hasta llegar al final de este.
— ¡Gracias, te quiero mucho! —soltó de repente mientras volteaba a encararlo, mirándolo con una sonrisa. —Ahora sí, estoy lista.
El pelinegro asintió y salió de su habitación, escuchando sus pasos. Al bajar de las escaleras, el olor de la comida llegó en las fosas nasales de ambos, deleitando el sabor de este.
—Muero de hambre. —exclama Brielle, tomando asiento y palmeando el lugar a su lado, incitando a Jeon para que se sentara junto a ella, a lo cual este no se negó.
La señora Lenah terminó de servir e indicó que podían degustar de la comida. Pronto todo se tornó en un silencio tranquilo, solo el sonido de los cubiertos se hacía presente y el de sus bocas al masticar la comida, un tipo de ASMR que hacía enriquecedora la tarde y la cena.
Al terminar la cena, la madre de Lenah los dejó solos buscando la pequeña excusa que se iría a descansar, una mentira piadosa que ayudaría a ambos a sacar a flote sus emociones, además confiaba en Jungkook, era un chico respetuoso y muy amable, lleno de buenos valores y cualidades.
— ¿Irás a la fiesta del viernes? —pregunta la castaña, sacándolo de sus pensamientos.
—Tal vez…aunque debo terminar de hacer los proyectos que dejaron en la materia de Química.
Brielle rió divertida y se acercó a él, Jeon sintió nervios debido a la cercanía de su amiga, podía oler su dulce aroma a fresa y como sus orbes mieles lo miraban con intriga.
—Tú irás conmigo, quiero que te diviertas un poco, tu cerebro necesita relajarse Jeon. —ella tomó aquella mano tatuada y lo acarició levemente. —Te quiero mucho y contigo quiero asistir a esa fiesta, además, sirve que consigas a una linda chica. —comenta con picardía.
—Y-yo…
— ¡No hay marcha atrás Jeon Jungkook! Ahora ayúdame a recoger porque tendremos una tarde de películas. —exclama emocionada.
El tatuado simplemente asintió y le brindó una cálida sonrisa. Después de todo, le alegraba compartir más momentos junto a ella, aunque solo fuera por su amistad.
⋅•⋅⊰∙∘☽༓☾∘∙⊱⋅•⋅
Ambos amigos iban en el auto de Jungkook directo a la Universidad, Cooper iba viéndose en el espejo que tenía el coche especialmente para ella, según Jeon, era un regalo para la fémina y no escuchar sus quejas sobre no poder maquillarse bien o colocarse el labial correctamente.
—Te tengo una noticia. —dice la castaña, recibiendo un <<Mmh>> por parte de su amigo. — ¡Taehyung me invitó a una cita! —soltó.
El pelinegro sintió que la sangre subía a su cabeza y sus manos las sentía sudadas, apretó el volante y soltó un suspiro, después de todo no podía reclamarle nada, solo eran mejores amigos y los amigos se apoyaban en todo, aún cuando uno sentía más allá que una simple amistad.
—Felicidades Cooper. —mencionó tajante, arrepintiéndose al instante.
La castaña lo miró confundida pero solo negó con la cabeza, pensaba que tal vez había amanecido de mal humor, así que solo asintió y se dispuso a observarlo, viendo a detalle cada facción de él.
Recorría con la mirada las clavículas marcadas de su rostro, como los pequeños lunares que tenía en este, sus pestañas eran grandes pero no tan exageradas, sus ojos eran grandes y redondos, algo que le hacía ver tierno, eso siempre se lo recalcaba. No sabía que le mosca le picó al detenerse a observarlo, pero era inevitable negar que su mejor amigo era hermoso tanto por dentro por fuera, así que la mujer con la que él se enamoraría sería la más afortunada de tenerlo como pareja.
— ¡¿Brielle?!—grita el antes mencionado, asustándola un poco. —Ya llegamos, ¿está todo bien?
Él la miraba curioso, sus ojos brillaban al verla pero para Jeon era triste que no se diera cuenta del gran efecto que ella le causaba. Ambos estaban perdidos en sus miradas, mirando cada uno las facciones del otro, en especial, los labios.
—C-creo que ya debo irme…—menciona la chica, saliendo del auto y del trance en el que ambos quedaron. —Por cierto, hoy no podré irme contigo,
Jungkook quedó confundido, aunque ya se estaba dando una idea del por qué.
—Iré con Taehyung, a la cita. —el pelinegro asintió y salió del auto, cerrando este y pasando de largo.
¿Estaba furioso? Claro que sí.
¿Estaba en su derecho? Obviamente no.
Pero en el corazón no se mandaba, mucho menos cuando sentía que poco a poco este se rompía a causa de la mujer por la cual vivía enamorado y añoraba tenerla en sus brazos, mostrándole todo el amor que sentía, recordándole que era la indicada, que podía hacer con él lo que quisiera.
Nadie podía mandar en su corazón, mucho menos elegir de quién enamorarse, algunos pueden sentir esa emoción a base del físico, el trato o solo un leve gusto, pero para Jungkook era distinto, porque él mismo sabía que el sentimiento que sentía por Brielle Cooper, era más fuerte cada día.
— ¿Qué le sucede? —susurra para sí misma.
Ahora ya no entendía que le pasaba realmente a su mejor amigo, en la cena había estado tranquilo y sereno, pero ahora su actitud era fría y tajante.
Decidió que era mejor darle su espacio, tenía que estar tranquilo y esta segura que pronto le pasaría aquel enojo donde desconocía la razón acerca de ello.
Así que durante el día en la Universidad la pasó tranquila, había una que otra clase donde coincidía con el tatuado, pero para su suerte hoy había decidido no sentarse con ella, evitaba su mirada y para colmo, no quiso hacer equipo para el trabajo.
Lo veía desde su lugar como reía con Samantha, una rubia que a decir verdad, no era fea, tenía un cuerpo proporcionado y era hermosa. Si lo pensaba bien, era el tipo ideal para su mejor amigo, pero no entendía porque sentía un sabor amargo en su boca al verlo hablar con otra chica que no fuera ella.
¿Por qué reía con otra?
¿Se le hace atractiva?
¿Es su tipo ideal?
¿Le brillan los ojos al verla?
¡No! —se dijo así misma, no debía sentirse así, Jungkook tenía todo el derecho de conocer a más chicas, poder tener una novia que lo hiciera feliz, no tenía porque ser egoísta.
— ¿Por qué aprietas el lápiz así? ¿Bri, está todo bien? —pregunta Lisa, amiga. —Es por Jungkook, ¿no? No dejas de mirarlo y apretar el lápiz con fuerza. ¡Chica, te harás daño si sigues haciendo eso!
La fémina la miró vergonzosa, miro el puño que hacía sosteniendo aquel lápiz. Era cierto, no supo el momento exacto en que desquitó su coraje con aquel objeto.
—Enserio parece que estás celosa, no deberías estarlo, después de todo, solo son amigos.
Cooper asintió.
—Tienes razón, disculpa.
— ¡Hey! No tienes que disculparte, no es algo malo, mejor cuéntame sobre Taehyung. —dijo divertida.
Ella rió al ver cómo su mejor amiga se acomodaba en la silla acercándose a ella, intentando saber sobre lo que tenían el rubio y ella. Así fue como en toda la clase, mientras hacían el trabajo la castaña le platicaba acerca de Taehyung, como habló con ella y le invitó a una cita.
Desde que había entrado a la Universidad y lo vió por primera vez en aquel juego de Básquetbol, su corazón latió desenfrenado, como si fuera un clic, no creía en el amor a primera vista, pero ver al rubio como jugaba tan bien y sus músculos se tensaban al hacer cualquier movimiento, la hizo derretir de emoción.
Jungkook sabia de su enamoramiento sobre él, ella le contaba sobre lo que pensaba de Taehyung, como le gustaba cada día más con algo insignificante que hiciera, hasta le pedía consejos sobre como acercarse a él.
Muchos dicen que por amor, las personas serían capaz de hacer cualquier cosa para satisfacer a la persona de quien estaban enamorados, Jungkook era ejemplo de ello, y es que no es fácil escuchar todos los días sobre como la chica que te gusta plática sobre su crush, pero él lo soportaba, tenía que hacerlo si aún quería tenerla cerca y cuidar de su amistad.
Lisa mientras tanto, estaba encantada de escuchar a su amiga hablar del chico que le gustaba, pero a pesar de estar feliz por ella, tenía una pequeña intuición de algo, no quería ser pesimista, pero en los pasillos de la Universidad se escuchan rumores sobre Kim Taehyung, donde la mayoría no eran cosas maravillosas, en ese momento pensó si era correcto decírselo a la castaña, pero al verla tan feliz no quiso arruinarle el momento.
¿Seria correcto decírselo? —eso siempre rondaba en su mente, había 50% de probabilidad que todos esos rumores fueran ciertos, pero el otro 50% podría alegarse a que sea un intento de difamación y envidia.
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¿Cómo definirían la mejor cita que quisieran tener en algún momento de su vida con la persona de sus sueños?
Las personas del mundo entero anhelan vivir una tarde llena de alegría en la ciudad del amor, París. Otros, en la gran Venecia, navegando en barco viendo cómo cada día las casas viven inundadas por la elevada agua que aumenta sin razón alguna. Cada uno de nosotros tiene un pensamiento distinto, pero viviendo de la ilusión de que se cumpla cada una de nuestras expectativas.
Lamentablemente, para Brielle Cooper era algo terrible. ¿Cómo es posible que al chico que tenías tan idealizado, termine siendo un patán de mierda? En toda la tarde hablaba de su ex novia, incluso la terminaba comparando con ella.
—¿Se podría ser tan imbécil? —eso es lo que pensaba.
Ahora es cuando se rectifica que nunca terminamos de conocer a esa persona que quieres o anhelas, lo más doloroso de ello, es llevarte una decepción muy grande, sintiéndote en un abismo tan bajo, que ya no tienes esperanza de salir.
Así que, con toda la dignidad que tenía, vació su batido de fresa que había pedido y se lo vacío en la cara, humillándolo frente a los clientes de la cafetería, no le importó cómo el rubio le gritó un sinfín de groserías y majaderías, solo quería huir de ahí y jamás fijarse en hombres como él.
— ¡Ese imbécil me las va a pagar! Mira que trataste así, esto no… ¡Joder! —un Jungkook furioso re sopla, apretando sus nudillos con fuerza, sus venas se marcaban con la fuerza aplicada.
Al escuchar la experiencia que tuvo de esa cita su querida amiga, sintió la sangre hervir de rabia, no entendía como un chico como Taehyung actuaba así de inmaduro, muchos hubiera querido estar en su lugar, gustar de esa bella castaña que con una sonrisa transmitía calidez y latir su corazón con rapidez. Él no era como aquel montón, quería vivir más que una cita con la fémina que tenía sobre su cama, llorando sobre su almohada y sus manos sobre su cabeza.
— ¡¿Cómo pude ser tan estúpida Nochu?! ¡¿Porque confíe en que sería el chico perfecto?! ¡Soy una idiota! —grita la castaña, mientras se levantaba de la cama y volteaba a ver a su mejor amigo con sus ojos inyectados de sangre e hinchados por haber llorado. — ¿Jamás tendré un amor bonito? —soltó con tristeza.
Jungkook la miró dolido, quería demostrarle que él podía hacerla feliz, que daría todo por ella, incluso le compraría aquella moto que pedía desde niña frente al árbol de Navidad, con la esperanza que Santa Claus cumpliera ese deseo. No lo pensó dos veces y se acercó a ella, su respiración era débil conforme se acercaba y tomaba su rostro con delicadeza, temiendo de hacerle daño.
—Aún existe el hombre que morirá por tenerte como mujer, Bri. —susurra bajo con la voz ronca. — ¿Tienes idea que hay miles de chicos queriendo estar contigo? —ella negó. —Pues yo te mostraré que hay mejores que aquel imbécil.
La castaña quedó confundida, frunciendo sus cejas al no tener idea de porque Jungkook le dijo eso, justo en el momento en que preguntaría la razón, sintió unos labios suaves besar los suyos.
¡Jungkook la estaba besando! Su mejor amigo la estaba besando y ella no se negaba en absoluto, le estaba gustando como tomaba su cintura y la acercaba es él para tener mejor acceso de su boca, ella aún no cerraba sus ojos para disfrutar la sensación, pues estaba deleitándose con sus pestañas largas y los pequeños lunares que tenía en su nariz.
Ninguno dijo nada, pues estaban absortos al sabor de sus labios y como sus lenguas jugaban una lucha interna, así fue como en toda la tarde la pasaron dándose besos, hasta que llegó el cansancio y se fundieron en un hermoso sueño.
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Había llegado el esperado viernes, donde se buscaba el mejor lugar para que los universitarios pudieran desestresarse haciendo una fiesta, donde cada uno de ellos disfrutaba de manera alocada y podían expresarse a lo loco, digno de una película como “¿Qué pasó ayer?”.
— ¿Entonces nada de sexo? —pregunta la pelinegra, mientras veía a su mejor amiga colocarse aquel vestido azul marino de tirantes y que se ajustaba a su cuerpo perfectamente.
Cooper la había invitado a su casa, para poder pasar el tiempo juntas antes de ir a la fiesta, Jackson Wang realizaba las mejores fiestas, era un chico muy agradable y guapo, algo que le gustaba a Lisa, pues vivía enamorada del castaño y aprovecharía esa fiesta para tener tiempo a solas y divertirse un poco.
Pero estaba tan entretenida escuchando lo que su amiga había pasado con Jeon Jungkook, así que era el momento perfecto para orillarla a que se diera una oportunidad con él, porque así como la madre de la castaña, Lisa sabía sobre los sentimientos del tatuado, por lo que no dudaría en admitir que estaba dentro de su team, más aún que Kim Taehyung resultó ser un idiota y estaba fuera del alcance de Brielle.
—Solo nos besamos Lili, no pasó nada, aunque… —la fémina lo pensó mucho para soltar lo que su mente estaba delirando ese momento, pues esperaba que su amigo fuera más allá que unos besos calurosos.
— ¿Aunque? ¡Habla!—grita Lisa, desesperada por saber lo que ella sentía.
—Qué tal vez hubiera deseado que me hiciera suya en ese momento. ¡Revivió los sentimientos que tenía guardados sobre él Lili! —exclamó afligida.
Porque sí, ella también había estado enamorada de él cuando lo vió en aquella clase, con sus lentes que lo hacían ver tan adorable y sus dientes de conejo que cuando sonreía, podía ver lo hermoso que era.
— ¡¿Entonces… eso quiere decir que aún vives enamorada de tu mejor amigo?! —pregunta la pelinegra con curiosidad mientras se colocaba a su lado y le sonreía picara.
— Mejor apresúrate o te dejaré aquí y me iré sola.
Lisa sonrió divertida y se levantó de la cama para poder arreglarse, ambas iban con un vestido pegado al cuerpo que resaltaba sus curvas, ambas eran altas pero bonitas, sus rostros eran bellos lo cual, hacía que algunas chicas las envidiaran, pero a ellas no les importaba, pues al contrario de ellas, nunca se tomaron la libertad de opinar del físico de los demás, una parte más atractiva de sus personalidades.
Los minutos pasaron rápidamente, así que ambas chicas estaban listas, Jungkook estaba esperándolas en su Mercedez Benz, así que no demoraron en salir, una vez que este las vió, sintió su corazón latir al ver a Brielle, el vestido era blanco y ligero, mostrando sus atributos, tampoco negaba que Lisa se veía bonita, pero siempre, siempre pondría en primer lugar a la chica de sus sueños.
— ¡Estamos listas! —exclama la pelinegra con emoción, sin embargo, fue ignorada por aquel par que seguían mirándose como si el mundo no existiera para ellos. — ¡Les estoy hablando!, después vuelven a verse como tontos enamorados, yo también quiero ir a la fiesta. —gritó, asustándolos un poco.
—Lo siento, vámonos.
Los tres subieron al carro, no sin antes, Jeon abrirles la puerta para poder llegar a la casa de Jackson, no estaba tan lejos ya que quedaba a 20 min en carro y 15 caminando, así que el pelinegro no tenía problema de usar su Mercedez para prevenir cualquier incidente con aquel par de amigas.
Al llegar a la casa del anfitrión de la fiesta, observaron como el sonido de la música retumbaba las ventanas de aquella casa, a pesar de que era grande, miles de estudiantes llenaban el lugar, algunos bebían a fuera, otros comiéndose a besos y a punto de tener sexo. El lugar era un completo caos, repleto de jóvenes disfrutando de la vida.
— ¡Esto es de locos! —dice con emoción la amiga de Cooper, quién no dudó en bajar del auto de Jeon y correr con aquellos tacones de 12 cm hacia la fiesta.
Jungkook y Brielle rieron al verla tan entusiasmada, pero después el silencio se tornó un poco incómodo, así que la segunda en bajar fue la fémina, siendo seguida por el tatuado, quien al verse tan atractivo con aquella chaqueta negra teniendo una playera blanca debajo de esta y sus vaqueros negros pegado a sus muslos con sus botas militares, acaparó muchas miradas de las chicas que habitaban el lugar.
— ¡Amigaaa, Jackson me invitó a pasar la fiesta con él a su lado! —exclama una Lisa emocionada, tomando su brazo y jalándola hacia la pista de baile.
El sonido de un micrófono captó la atención de los chicos, era el anfitrión quien con unos lentes grandes de color verde y una camisa abierta que mostraba sus pectorales como parte de su abdomen, gritaba feliz dándoles la bienvenida a todos sus invitados, finalizando con una auténtica frase…
— ¡Hasta el amanecer!
Todos rieron y continuaron bailando o jugando con bebidas llenas de alcohol en la mesa además de frituras para que pudieran disgustar.
Jungkook buscaba intranquilo a su mejor amiga, quería hablar con ella sobre el beso que le había dado, y si lo veía necesario, disculparse por habérselo dado, pero tragó saliva al verla bailar de manera sensual, sola rodeada de diversas parejas y diferentes personas, se movía al ritmo de la música, parecía todo en cámara lenta que Jeon sentía sus manos picar por ir hacia ella y poder tomar su cintura. Al terminar de recorrer su cuerpo con un deseo inigualable, levantó la mirada y se topó con la de ella, quién mientras seguía bailando eróticamente, mordía su labio inferior tratando de provocarlo, algo que había logrado hace unos minutos atrás. Jungkook se acercó a ella rápidamente, sintiendo la respiración agitada de su acompañante por haber bailado tanto.
“Moth to a flame” de The Weeknd había puesto aquel Dj, por lo que ellos sonrieron como unos tontos, bailando como nunca antes, siendo los protagonistas del momento. No dejaban de sonreír, mientras se acercaban aún más, sintiendo el calor de sus cuerpos. Jungkook tomó la cintura de la castaña y se acercó a su oído, susurrándole con la voz profunda algo que la dejaría desorientada.
—Dime que no éramos solo amigos.
Cooper sintió que como si un balde de agua fría cayera sobre ella, pero no pudo replicar pues este agarró su cuello con una fuerza mínima para estampar sus labios. La chica cerró los ojos y se dejó llevar por aquellos labios suaves que tocaban los suyo con pudor, sintiendo el pequeño piercing que tenía en el labio inferior el pelinegro.
El beso se hacía cada vez más intenso, como si quisieran poder fundirse en uno mismo, optando porque la castaña se separa de los labios de su mejor amigo y tomara sus manos para subir a una de las habitaciones que estaban en el segundo piso, chocando con varios cuerpos en el trayecto hasta encontrar el lugar indicado.
La fémina abrió la puerta y suspiró de alivio al verlo vació, jalando a su acompañante para cerrar con seguro, impidiendo la entrada a cualquiera sin que nadie los interrumpiera.
No quería que nadie arruinara esa noche, donde podía tener al pelinegro a su merced.
— ¿Bri? —preguntó el pelinegro a sus espaldas, pues la castaña había quedado estática viendo la puerta, haciéndola ver graciosa. — ¿Todo bien?
—S-sí, lo siento. Estoy emocionada y nerviosa, ¿sabes?
— ¿Por qué?
Ella no respondió, tan solo lo observó unos segundos, contemplando su bello rostro confundido.
Sin previo aviso, se acercó a él y colocó sus manos en sus pectorales para después empujarlo hacia la cama, haciendo que cayera en esta, aprovechó su momento de debilidad para subirse a él, colocándose sobre su regazo.
— Esta noche, fóllame como si fuera una famosa. —murmuró cerca de sus labios para besarlo.
⋅•⋅⊰∙∘☽༓☾∘∙⊱⋅•⋅
Jungkook podía pensar que su mente estaba jugando con él y solo era un sueño el tener a su amiga lista para ser follada por él, pero no era así, no cuando después de besarlo, fue desnudándolo por completo al igual que ella, ahora solo podía gemir por como ella le daba una buena mamada, sus hermosos labios rodeaban su miembro con agusticidad, como si fuera la comida más rica que pudiera probar en la vida mientras masajeaba sus testículos.
Él agarró su cabello con una coleta para que ella no tuviera problema en darle el mejor sexo oral que pudo tener por primera vez.
—Ufff, s-sigue así nena, lo haces muy bien. —murmuró bajo, viendo como metía su pene hasta su garganta, causándole pequeñas arcadas y sacándole lagrimitas.
Quiso retenerla, pues pensaba que estaba siendo brusco, pero la castaña se lo impidió, sin quitarle la mirada de encima aumentando sus movimientos.
— ¡Ah, me voy a correr, lo tomas tan bien!
Los espasmos del orgasmo arrasaron en su sistema, liberando su esencia dentro su boca, Brielle lo tomó gustosa, saboreando su semen y pasando su dedo en la esquina de su boca, tomando la pequeña gota con su dedo índice para después chuparlo.
Era la imagen más erótica que pudo deleitar Jungkook, su mirada se había vuelto oscura, llena de deseo, teniendo en mente las miles de posiciones sexuales que podía hacer con Brielle.
Cooper se levantó del lugar y como si leyera la mente del pelinegro, se subió en la cama para después abrirle las piernas y comenzar a masturbarse frente a él, volviendo loco de placer, sintiendo su miembro erecto de nuevo, así que optó por masturbarse igualmente frente a ella, masajeando su miembro de arriba abajo, hasta que observó como la fémina metía un dedo en su interior y echaba su cabeza hacía atrás, frunciendo sus cejas mientras abría su boca para gemir por darse auto placer.
Jungkook aumentó el ritmo de su mano, mientras arrugaba la nariz y soltaba suspiros, su rostro estaba sudado por el orgasmo anterior, su cabello lo tenía pegado al rostro, fruncía su cejas por sentir que podía correrse, pero no quería, no ahora que podía follar a su amiga con tanto añoraba.
Dejó de masturbarse para acercarse a ella con pasos sigilosos y tomar sus piernas para acercarla a él, logrando sobresaltarla, pero no le importó. Quitó ambas manos de ella y guío su polla a su intimidad, dando golpecitos leves que hacia morder su labio inferior y el arito de su labio.
Veía como pequeños fluidos que salía de él, combinaban con las de su chica, sin esperar más, entró en ella de una estocada, haciendo que ambos gimieran por el contacto.
Sus miradas conectaron, así que al esperar un poco para que la fémina pudiera adaptarse a su hombría, comenzó a moverse lentamente.
— ¡Mmm, Jungkook! —gemía la castaña viéndolo con ojos borrosos, sus sentidos se agudizaron y escuchaba los latidos de su corazón por la actividad sexual que estaba cometiendo con su mejor amigo.
—Estás tan apretada Bri…—murmuró con su voz profunda para posteriormente aumentar sus estocadas.
Los testículos de Jungkook golpeaban su trasero logrando un sonido lascivo, su pene entraba y salía de ella con rapidez de forma brusca, ella gritaba de placer, en ningún momento dejaban de verse, se les hacía excitante verse así, sudados mientras sus cuerpos chocaban.
La cabecera de la cama chocaba contra la pared, agradecían que el ruido de la música se oyera fuerte y así nadie pudiera escucharlos.
— ¡Ah, sí sí, dame más Jungkook!
— ¿Así?
Ella no entendió en ese momento hasta que en un rápido movimiento, el tatuado la volteó, inclinando su espalda mientras alzaba su trasero, dándole un azote, otro y otro hasta dejarlo rojizo. Introdujo su miembro de nuevo, tocando aquel punto dulce que la estaba volviendo loca de placer, volvió a tomar su cabello en una coleta haciendo la posición más satisfactoria.
— ¡Sí, así!
—Te ves jodidamente hermosa así. —dice con orgullo mientras reía divertido. — Dios, me voy a correr y como una buena chica recibirás mi semen, ¿sí?
Ella tan solo asintió, pero la tomó desprevenida cuando la pegó a su pecho y con su mano tatuada tomaba su cuello, penetrándola con fuerza, el golpeteo de sus pieles hacían eco en la habitación y el olor a sexo inundaba sus fosas nasales.
Jeon gruñía y arrugaba su nariz al sentir como la vagina de Cooper lo apretaba tan bien, lo que con tres estocadas más, desató el orgasmo de ambos y logrando que sus cuerpo cayeran rendidos en la cama con las respiraciones agitadas.
Jungkook se levantó cuando pudo regular su respiración, buscando algo para poder limpiar a la fémina, una vez que las encontró, se acercó a ella, limpiando su cuerpo con delicadeza, notando como leves moretones se formaban en su cuello y parte de su cuerpo por las mordidas que le había dado sin darse cuenta.
— Perdóname si fui muy brusco contigo. —murmuró apenado.
— A mí me gustó que lo fueras, así que no te preocupes. —sonrió levemente para acariciar su rostro y besar sus labios.
— Me gustas mucho Brielle Cooper. —dijo viéndola con un hermoso brillo en sus ojos.
— Y tú a mi Jeon Jungkook. —él abrió su boca sorprendido. —Mucho antes me gustabas pero fui una tonta que solo trataba de engañarse creyendo que te olvidaría con alguien más, pero estoy dispuesta a enamorarte más y quedarme contigo.
— ¿Puedo ser tu novio entonces? —preguntó con ilusión.
—Claro que puedes, Nochu.
—Gracias, gracias, siempre haré sentir bien, no sabes lo feliz que me haces.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y acercó su rostro a la de ella para besarla con amor, como tanto quería. Después de todo, el sexo y ser mejor amigos pudieron lograr que ambos llegaran a su cometido, en especial Jungkook.
FIN
¡Hola! Les traigo una nueva historia, espero les guste, fue realizado para una dinámica 🥰.
Nos leemos pronto, cuídense mucho 💗.
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