La sala estaba llena de luces tenues y cámaras enfocando a las chicas de The Warning, que se preparaban para la gran noche en el Pepsi Center. La entrevistadora sonreía con pretensión, pero en sus ojos había una chispa insidiosa. Alex, la pequeña de las cuatro, observaba a sus hermanas con orgullo. Mientras que a su lado, estaba Rudy revisando el sonido.

──Así que, Alex ─── comenzó la entrevistadora, su tono casi afilado─── . ¿Cómo te sientes al saber que tus hermanas tocarán en el Pepsi Center?

Te sorprendiste, ya que la entrevista era con tus hermanas, y tú estabas atrás junto a Rudy.

─── Es increíble ─── respondió Alex asomándose mientras se iluminándose con orgullo. ─── Se han esforzado mucho por llegar a donde están, y estoy muy orgullosa por eso.

La entrevistadora sonrió de una manera que podía leer entre líneas.

─── ¿Por qué no estás en la banda junto a ellas? Si sabes tocar los mismos instrumentos. Aparte del violín, ¿verdad?

─── ¿Dígame usted qué haría un violín en una banda de rock? ─── respondió, riendo para quitarle tensión a la pregunta.

Sin embargo, la entrevistadora no dejó que el momento se desvaneciera.

─── ¿No te sientes menos por eso?─── -preguntó, levantando una ceja con un aire de desafío───. Digo, solo estás tomándoles fotografías admirándolas a lo lejos.

Alex se quedó en silencio, la sonrisa desvaneciéndose de su rostro. Aunque sabía que ni ella ni sus hermanas pensaban así, las palabras calaron profundo.

Su corazón latía con fuerza, intentando procesar lo que acababa de oír, mientras la mirada de sus hermanas se intensificaba, preocupadas.

Entonces, Pau, la segunda de las cuatro, no pudo contenerse más. Se levantó con firmeza, su voz resonando en el aire con una mezcla de defensa y rabia.

─── ¡Eso no tiene nada que ver! ─── exclamó, mirando fijamente a la entrevistadora ─── Si Alex quisiera participar en alguna canción, lo haría. Pero no necesitas atreverte a dar juicios sobre lo que ella es o no es para nosotras.

Dany y Ale, aún sentadas, asintieron en respaldo, creando un fuerte muro de unidad entre ellas.

La atmósfera se volvió tensa, pero también poderosa, rebosante de la hermandad que compartían y el orgullo que sentían por cada uno de sus logros, ya sea en el escenario o tras la cámara.

─── Así que, gracias, pero no vamos a seguir con esta entrevista ─── dijo Pau con determinación, llevando la conversación en una nueva dirección,

La expresión de la entrevistadora cambió de insidiosa a una mezcla de sorpresa y vergüenza al darse cuenta de que su intento de desacreditar a Alex había quedado en evidencia, especialmente en vivo.

Se le notaba el rubor en las mejillas, mientras el estudio permanecía en un tenso silencio, la cámara capturando cada instante de la confrontación.

Dany, que había estado observando atentamente, se posicionó al lado de Alex, su presencia un símbolo de apoyo inquebrantable. Pau hizo lo mismo, colocando su mano en el hombro de Alex, transmitiendo un mensaje claro: estaban juntas en esto.

Ale, con los ojos ardientes de indignación, la miraba. La entrevistadora mentiría si dijera que ni tenía miedo de la mirada de Alejandra.

entrevistadora con un tono helado. ─── ¡No pueden irse! ─── chilló, frustrada.

Pau giró su atención hacia ella, con una sonrisa despectiva que delataba su firmeza.

── ¿Ah, sí? ─── preguntó, sin ocultar su sarcasmo ─── Qué pena, ya nos vamos.

El ambiente se volvió electrico. La mirada fulminante de Ale fue suficiente para que los demás en el estudio se sintieran incómodos, sabiendo que tenían en frente a un grupo de mujeres poderosas que no se dejarían intimidar.

Las cuatro tomaron sus pertenencias y salieron del lugar con determinación. Dany se puso al volante, mientras que Ale se acomodó en el asiento del copiloto.

Alex se sentó atrás junto a Pau, quien la abrazó contra su pecho, besando su cabeza repetidamente en un gesto cálido que transmitía todo el amor fraternal.

Mientras el coche se ponía en marcha, Alex reflexionó sobre lo que había pasado. Sabía que muchos hacían comentarios despectivos, pero sus hermanas siempre supieron hacerla sentir segura y valorada.

En el fondo, te encantaba estar detrás de la cámara, capturando esos momentos especiales durante los ensayos y en el escenario.

Cuestionarse sobre unirse a la banda no era algo que te llenara de inquietud, porque sabía que, si alguna vez decidía dar ese paso, sus hermanas la aceptarían con los brazos abiertos.

── No debieron irse ── susurró Alex, sinceramente ── Podrían haber seguido con la entrevista.

───Estás loca si crees que nos quedaríamos más tiempo con ella después de lo que dijo ──replicó Dany, echándole una mirada rápida por el espejo retrovisor.

─── Eres nuestra hermana, Samy -dijo Ale, girando la cabeza para mirarla con seriedad ─── No nos quedaríamos más tiempo con ella tras la estupidez que dijo.

─── Eres nuestra prioridad ─── afirmó Pau, mirándola con tanto amor que Alex sintió una calidez dentro de su pecho ─── Nadie va a hacerte sentir menos cuando estemos contigo. ¿Okay? Ahora iremos a casa, veremos una película y olvidaremos a esa pendeja entrevistadora.

───Gracias, chicas ─── respondió Alex, sintiéndose profundamente agradecida.

Mientras el coche se movía por las calles, el sonido del motor ejercía una cálida melodía de fondo, y la risa de sus hermanas llenaba el aire.

A medida que se alejaban del bullicio de la entrevista, Alex se dio cuenta de que, aunque el camino podría estar lleno de críticas y dudas, siempre tendría a sus hermanas a su lado para recordarle quién era realmente y lo que significaba para ellas. Juntas, podían superar cualquier obstáculo.