Dany, emocionada y un poco nerviosa se acomodaba en el asiento del copiloto del auto.

Alex, con la mirada nerviosa, hacia una melodía para tratar de calmar sus nervios al estar tocando sus dedos en el cuero del manubrio.

Mientras que Pau y Ale se entretenían en los asientos de atrás; Pau grababa todo Petunia, capturando cada momento de la experiencia. El ambiente era ligero, lleno de risas, pero también de una expectativa palpable en ese estacionamiento vacío que Dany habia arrendado para enseñarle a su hermanita menor a manejar.

Alex tragó saliva, sintiendo una mezcla de emoción y terror. Con el encanto de un gato asustado, presionó el embrague y movió la palanca hacia primera. Así como Dany le había dicho.

─── ¡Lo logré! ─── exclamó, más sorprendida que satisfecha.

Dany sonrió, pero su mirada no dejó de ser nerviosa.

─── Ahora, suavemente, suelta el embrague y acelera un poco.

Alex, con una concentración digna de un astronauta, comenzó a soltar el embrague.

Pero en su nerviosismo, pisó el acelerador como si estuviera en una carrera de Fórmula 1.

El motor rugió, y Pau y Ale en los asientos de atrás se aferraron a sus cinturones como si fuera la montaña rusa más aterradora.

─── ¡Aaaah! ¡Eres un peligro! ─── gritó Pau, mientras Ale se doblaba de risa.

Dany trató de mantener la calma.

─── ¡Alex, no es una carrera! Suéltalo despacio... ¡Despacito!

Pero en lugar de eso, Alex, más adrenalínica que nunca, pisó el acelerador aún más. El auto avanzó unos metros como un cohete y luego se detuvo de golpe, haciendo que todos se chocaran entre sí en una explosión de risas y gritos.

─── ¡Oye! ¡Los frenos! ─── exclamó Ale, mientras Pau cubría su rostro con las manos, como si así pudiera protegerse de la inminente catástrofe.

Dany, riendo entre dientes, suspiró.

─── Bueno, al menos sabes cómo hacer que nos dé un subidón de adrenalina...

Alex se giró a mirarla, sonriendo de manera traviesa.

─── ¿Es así cómo se conduce? ¿O ya me morí? Siento que me voy a morir.

Los tres mayores estallaron en risas al ver el rostro pálido de Alex mientras que sus manos temblaban ligeramente.

Dany se dio cuenta de que enseñar a su hermana a conducir iba a ser un recuerdo que jamás olvidaría.

Tal vez necesitarían más que una lección para sobrevivir a esa clase de conducción.

NOTA:

No miento. Sí fui yo cuando me enseñaron a manejar 😔
Pero ahora, Toretto queda como tonto al lado mío (mentira)

Nada, medio desabrido, lo sé.
Pido perdón 🙏🏻

Atte: Gabi;)