Narrador omnisciente.

No fue la única vez que Gaizka bajaba a las costas para poder hablar unos minutos con ella. Era algo agradable para el (aunque no lo demostrará jamás) poder hablar con alguien que no fuera Gehena. Pues _________ era más de hablar y Gehena no, mucho menos lo era Gaizka que siempre fue un muchacho muy cayado, serio y apartado. La única que sabía de la existencia de Gaizka aparte de __________ era Nya no estaba muy de acuerdo con esa amistad que estaban forjando. Claro que con el pasar de los días, los demás se daban cuenta de la ausencia de la castaña por las noches, aunque se fuera no más de media hora algo hacia por aya afuera. Ella no salía todas las noches, pero si dos o tres veces por semana. Tal vez Gaizka sentía tenía una amiga, por primera vez.

— Estuve pensando en algo. — dijo la castaña mostrándole a Zane la figura de un soldado echo completamente de hielo. Llevaba una lanza y un escudo pero bien pulido en los detalles —. Hacer muchos de estos para que nos ayuden en la batalla.

— Es una exelente idea, ¿Pero cuántos crees poder hacer, y cuánto pueden aguantar en combate?. — pregunto curioso Zane mirando el soldado de hielo.

— Podría hacer unos ciento cincuenta como estos, y necesito todas las bodegas internas del navío para resguardarlos mientras tanto. Cómo sabes solamente tu puedes deshacerlos al ser el único portador de hielo como yo, sabes que mi hielo no se puede deshacer hasta que tú no hagas contacto con el. — explico —. Y aguantan golpes muy fuertes, eso creo. No serán indestructibles como los de piedra pero, nos darán gran ventaja, solo hay un problema.

— ¿Cuál es?. — pregunto Misako llegando, estaba asombrada con la creación de la castaña y estaba feliz de tener una carta más para que su hijo pudiera ganar —. Esto es maravilloso, es bueno tener también armamento de este tipo.

— Desgraciadamente estos Snowman no tienen vida. — dijo tocando el frío escudo del soldado —. No sé de qué forma, pueda hacer que se muevan. De qué forma podría yo programarlos para que entren en combate, solo son estatuas inanimadas por el momento.

— Tranquila que yo voy a solucionar eso. — le respondió Misako —. Ya pensaré en algo.

Durante el día habían entrenado todos sin excepción hasta que les cayó la noche. La castaña quería salir de nuevo, pero está vez ella misma quería saber de dónde salía Gaizka, le daba mucha curiosidad, quería también saber, de ser posible, como era el Gran Tirano.
Pensó en decirle a Nya, que ambas se coloran por la noche para ir a investigar, y de paso obtendrían información de primera mano. Pero está última de había quedado profundamente dormida en el sillón junto a Jay después de jugar un rato con video juegos, así que pensó en ir sola.
Se apresuró en tomar ropa cómoda, y armas, solo esperaba que nadie la viera y no morir en el intento, de ser así _________ quería ser recordada como un grande en la historia de Ninjago, que dió su vida por obtener información para así ganar la segunda guerra contra el mal.

— ¿A dónde vas a esta hora?. — le escucho decir a Kai detrás de ella en cuanto estuvo por salir por una ventana del navío.

— ¿Yo?. — pregunto bajando de la ventana —. Yo iba al baño.

— El baño no está afuera. — dijo el castaño incrédulo, casi regañandola —. Ya todos aquí sabemos que sales por las noches y que regresas hasta una hora después, pero nadie a querido decir nada. ¿No confías en nosostros?, dime a dónde vas.

— No, yo si confío en ustedes. — respondió ella mirando detrás de Kai para asegurarse de que nadie los viera —. Pero, no sé si ustedes confíen en el ....

— ¿El, hablas de un hombre?. — pregunto y entonces la tomo del hombro —. Si me dices dónde vas, yo te acompaño y regresamos antes de que amanezca.

— ¿Tu que me acompañarias?. — Kai asintió —. Bueno, entonces te platicaré en el camino.

Ambos esperaron a que todos se quedarán dormidos y salieron del navío ocultándose entre las sombras del bosque. Kai era mucho más rápido y a __________ le costaba algo de trabajo seguirle el paso. Saltaban de rama en rama para llegar hasta el objetivo, __________ entonces entrando en confianza con Kai le contó lo que le había pasado esa noche y que también ya se lo había dicho a Nya, su hermana. Sobre aquel general y de como este "amiguito" nuevo la había ayudado. Kai por otro lado no sabía que decir, todo lo que decía ___________ era una locura total, ¿Cómo podrían alisarse con un enemigo así de peligroso? y pero aún ¿El sería capaz de apoyarlos?.

— Estamos yendo a la fortaleza del Gran Tirano. — dijo Kai algo inseguro —. Es tan peligroso como ir directamente a enfrentarlo.

Cuando pasaban serca de un gran campo abierto a unos metros al sur Kai escucho algo y le hizo a su compañera también detenerse. El, escucha a los lejos muchos gritos, como si se estuviera librando una batalla por aya. Decidieron cambiar los planes e ir a investigar aya donde se escuchaba todo ese ruido. Al llegar hasta el lugar se habían dado cuenta que ellos estaban en alto, a unos cien metros sobre el nivel de ese campo donde si se estaba librando una masacre, más que batalla. Ambos se ocultaron detrás lo que parecían ser antiguas estatuas de piedra muy grandes.
En el campo ahí estaba aquella criatura que había visto __________ la noche en que conoció a Gaizka, ella no se había equivocado, el tenía alas y unos enormes cuernos que salían de su cabello. Kai miraba no muy emocionado, al contrario aquella cosa le había causado un terror horrible, el solo ver cómo cortaba las cabezas de aquellos inquilinos como si fueran nada le hacían comprender que el, era muy fuerte. Muchos hombres corrieran por todo el campo tratando de huir inútilmente de su verdugo, no solo eso, aquel joven también cortaba en pedazos la carne de sus víctimas con esa gran lanza. Tenía un estilo de combate rápido y certero. En pocos minutos se habían cesado todos esos gritos entre la espesa neblina que comenzaba a cubrir la isla. Todo el césped había quedado manchado de sangre, como si un animal salvaje hubiera descuartizado todo un ganado sin compasión.

— ¿Es ese. — le susurro Kai aterrado a la castaña quien tenía aun lado, ambos estaban ocultos tras esas ruinas y habían dejado de ver a aquella criatura para solo verse entre ellos —. Ese el amigo que querías ver?.

— No .... — le susurro _________ también temblando de miedo a que los fuera a escuchar —. No era el .... No era el.

— Largemonos de aquí. — sugirió —. O aquí mismo nos van a asesinar, a los dos.

Cuando ambos estaban por levantarse del suelo e irse en silencio ya había sido demasiado tarde. El fuerte aleteo y el fuerte ruido de algo caer frente a ellos los hizo quedarse en su lugar. Aquella cosa ya los había escuchado y peor aún, ya los tenía frente a el, apuntando con su lanza sus frágiles cuerpos por debajo de su enorme presencia. No pudieron decir nada, ni siquiera gritar por ayuda, así que Kai solamente abrazo con fuerza del cuerpo __________ para al menos tratar de tranquilizar sus muertes. La castaña también abrazo a su amigo y por última vez quiso mirar sus bellos ojos grises, levantando un poco la vista para ver mejor a Gaizka.
Pero frente a ella no estaba aquel joven que la había salvado, no estaba aquel joven que le contó sobre el mineral que anulaba los poderes elementales, no estaba el joven que le regaló su nombre como ella le había dado el suyo. En su lugar solamente había una criatura, un demonio tal vez salido del mismo infierno manchado de sangre y vidas humanas sobre su cuerpo y alas. Un ángel que venía por sus jóvenes vidas.
Tras unos segundos de profundo terror y cólera, y al ver los ojos de la mujer Gaizka les miró como si fueran simples hormigas, como solía ver normalmente a sus víctimas antes de mandarlas al otro mundo, las observo detalladamente y bajo el arma. No dijo nada, dió la vuelta y se fue volando, desapareciendo entre la neblina y la penumbra de la noche.
Kai y __________ se quedaron así unos minutos hasta que pudieron moverse y apartarse el uno del otro. Durante su regreso al navío, ninguno de los dijo nada, aun seguían con el miedo atorado en sus gargantas y cuando finalmente habían llegado al navío Kai hablo por fin, mas tranquilo.

— No se porque siento algo extraño. — dijo el castaño —. Cómo si, el nos hubiera perdonado la vida, o como si no valiera la pena matarnos.

— Vale toda la pena matarnos. — respondió ella —. Porque seremos nosotros quienes derrotemos al Gran Tirano. Creo que como dices, el nos perdono la vida.

— ¿El no es humano verdad?. — se atrevió a preguntar recordando su aspecto —. Cuando estaba niño papá me contó sobre extrañas criaturas esculpidas en piedra que se posaban sobre las esquinas de los grandes palacios antiguos, y que vivían una vez se les permitieran.

— ¿Cómo las gargolas?. — Kai asintió —. Está es real, muy real. No sé si sea humano o no, cuando hablo conmigo no tenía esas alas ni esas cosas en su cabeza.

— Si quieres mi sincera opinión. — dijo seriamente mientras se despedían en el pasillo —. Te sugiero ya no ver a esa cosa o lo que el sea, porque para la otra te puede lastimar o incluso matar y no vamos a permitir eso. No le diré de esto a nadie pero, deberías hacerme caso.

La castaña no dijo nada y solamente asintió dirigiéndose a su habitación para poder tratar de dormir.
Durante su aterrador y extraño sueño lo veía a el, a lo lejos en lo que parecía un lago repleto de sangre y cadáveres. Al acercarse más a él, noto bajo sus pies los cuerpos sin vida de sus compañeros, en sus rostros había angustia y terror, incluso en cuerpo sin vida de Lloyd había sido devorado por la gárgola, por un aterrador angel que portada una lanza, Gaizka y peor aún, la había dejado a ella para el final.

La castaña de levantó de golpe de su cama. Son mirar a su ventana descubrió que era ya era más de medio día. Salto de la cama y salió corriendo a ver a los demás, pero no había nadie. Al entrar al taller, ahí estaban Lloyd y el Dr Julien.

— Buenas, ¿Los demás dónde están?. — pregunté desde la entrada

— Salieron. — dijo el Dr —. Deben de apresurarse a buscar el templo, llevamos aquí muchos días y no han encontrado nada.

— Si entiendo. — susurro —. Gracias doctor.

La experiencia de la noche anterior no le había ayudado en nada a descansar, aún se sentía muy mal. Ya no tenía miedo, ahora tenía de nuevo esa curiosidad por saber que estaba pasando, por saber que era el y si tarde o temprano terminarían matándose unos contra otros.