La llegada
Estabamos por abordar el avión mi padre y yo. Él y mamá se habían divorciado hace poco, y yo decidí ir con papá a Alemania, le ofrecieron un mejor empleo ahí, a lo que él aceptó.
Mi madre estaba enojada y triste ya que su hija de 15 años la iba a abandonar, pero esque ella también lo arruinó. ¿Para qué se acuesta con otro? Nunca lo ví venir de ella. Nos inventaba excusas de que no tenía de otra, que si no lo hacía perdería su empleo, entre otras. Pero era bastane obvio.
Mi padre trabaja tan duro en su empresa que cuando llegaba a casa se aventaba en el sillón a dormir, no nos hacía caso, se perdía de muchas cosas por trabajar, no pasaba tiempo con nosotras, mi madre se sentía sola y buscaba que alguien le hiciera caso, y lo consiguió.
Vivíamos en Los Ángeles, papá era de Nueva York, con ascendencia Mexicana y Americana, y mi madre era Británica, yo nací en Texas, por un tiempo vivímos en Mexico y me hice amiga de Raul Jimenez, pero nuestra amistad duró poco ya que mi madre decidió que nos mudaramos a EUA y me separé de él.
No me molestó tanto la idea, ya que sabía que mi equipo favorito de Basquetbol se encontraba en Los Ángeles, yo juego Basquet y me siento orgullosa de ser una gran jugadora.
Ahora mismo nos encontramos en el avión, me tocó estar del lado de la ventana y veía el aereopuerto de Los Ángeles, mi madre no nos acompaño, ja por qué lo haría, !Traicionó a papá! Aún me siento mal por aquello, pero se que lo superaré una vez que me instale bien en Alemania.
-Todo bien Kara?- pregunta papá.
-Si, descuida, solo saco mi computadora y veo mi serie favorita- respondí.
-Pero tenía ganas de hablar contigo- dice mi papá con un puchero en su rostro.
-Jaja, esta bien pa' hablaremos- dije y le pregunté -oye ¿Es cierto que vas a dirijir una nueva empresa?-
-Asi es peque, voy a hacer el dueño de la empresa. Al parecer mi jefe vió lo bien que he trabajado estos 15 años ¡y me promovió! Algo que nunca esperé. Lo malo era que tenía que venir hasta acá- explica.
-¡Wow eso es genial pa'!- me alegré.
-¡Lo se! Ahora podré trabajar desde casa, estar más tiempo contigo y ser el papá que necesitaste estos años de tu vida- dijo.
-No digas eso. Tenías tus razones para no estar presente, yo lo entiendo- expliqué.
-¿Qué hice para merecerte?- dicho eso nos damos un abrazo.
Mi padre se durmió cuando hablamos durante una hora, el viaje iba a durar mucho. La verdad ni escuché cuanto ya que me quedé viendo mi serie favorita The OC.
Estaba viendo la cuarta temporada (mi favorita) el episodio 7 cuando van a Las Vegas Ryan, Seth, Summer y Taylor. Cuando veía a Ryan mi corazón latía mil por hora ya que estaba enamorada de él, si ya se que es solo un personaje, pero es simplemente encantador. Me gustaría tener un novio como Ryan Atwood.
Nada más he estado en una sola relación, se llamaba Raymond, era alto, cabello negro, ojos verdes, y sobreprotector. Él dijo que yo le gustaba y claro, yo no lo iba a rechazar, él también me gustaba, pero como dije, era sobreprotector.
No me dejaba estar con chicos, cada vez que ibamos al cine u otro lado, miraba a los empleados muy mal, hasta uno casi sale corriendo, cuando lo corté, él se enojó y empezó un chisme en la escuela de que yo lo había engañado con otro, y así nadie me invitara a salir.
Duré con él como unos cuatro meses, la verdad era algo lindo conmigo, pero a cada rato estaba con el ceño fruncido. Ni si quiera me dejaba hablar con mis compañeros de basquet.
-Es el basquet o yo?- me preguntó la noche en que lo corté.
-¡Ja! ¡Fácil! El basquet- le respondí y me fuí lejos.
No iba a dejar el basquet por un simple chico, el Basquet es mi vida, simplemente lo dejaría todo por el Basquet.
Cuando acabo de ver la temporada completa el avión ya estaba en posición de aterrizar a lo que desperté a papá.
-Papá, ya llegamos- dije en un susurro.
-¡Wow, tan rápido!- decía.
-Si, espero llegar a nuestra casa- decía con ansias.
-Calma peque, que todavía falta-.
-Ya estamos en Alemania- recordé.
-Ya lo se, hija. Aguanta tus expectativas- mi padre se levantaba de malas siempre.
-Ok-
Bajamos del avión, fuimos por nuestras maletas, pedimos un taxi y condujo hasta mi futura casa.
Veía el paisaje de la ciudad en la que estabamos, muy diferente a Los Ángeles, más callado, ordenado y limpio. Este lugar ya empezaba a agradarme.
Llegamos y bajamos nuestras maletas. Nos acercamos a la puerts de la casa, visualizé mi nuevo hogar: blanca con naranja, dos ventanas, y lo mejor: era grande.
Al parecer ser el dueño de la empresa es genial.
-Bueno Kars llegamos- dijo papá cuando abrió la puerta y entramos.
Admiraba todo el lugar, era bastante moderno, el piso de madera, los muebles modernos, cocina elegante, ¡esto era un palacio!
-Iré a dejar nuestras cosas a nuestros cuartos- dijo mi papá y se fue.
Corrí a la cocina y ví lo elegante que era: la alacena era de unas puertas rojas, la isla era de marmol, estufa moderna, refri también.
Fuí a la sala: sillónes cómodos, televisión moderne y el tapete de color verde.
Inspeccioné más la casa, caminé por todos los cuartos y siempre me llevaba una gran sopresa, hasta que llegué al mio: ¡era simplemente el mejor! La cama era cómoda, mi tocador era moderno, mis posters de mis jugadores favoritos estaban ahí, mi armario era más grande que el que tenía. Incluso tenía mi propio baño ¡increíble!
-Hija, mañana irás a la escuela, yo te llevaré y te recogeré, asi que a dormir- ordenó mi papá.
Me tomé un baño, me cambié de pijama y me fui a dormir. Mañana iba a ser un gran día.
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