3 | 𝗦𝗜𝗫

El club audio-visual, juntó a los demás, se encontraban entrando al hospital, en dónde se encontraba Sia Windsor.

Nancy era sujetada por Steve y por Robin, aunque realmente se le había bajado por completo el alcohol al saber que su novia se encontraba en tal lugar.

— ¿Dónde está? — cuestionó la castaña lagrimiando al ver a un doctor, rápidamente se soltó de sus amigos.

— ¿En dónde está Sia? — cuestionó ahora hacía el doctor — ¿En qué habitación está?

Los chicos rápidamente se acercaron, el hombre al ver a todos, habló — ¿Quién es el familiar de la joven? — interrogó, ignorando las preguntas de Wheeler.

Los más mayores, se miraron entre sí, Robin tomó el valor de alzar la mano, a lo que todas las miradas fueron a ella — Soy su prima, tengo 19 años — mintió, a lo que Nancy suspiró calmada por su ayuda.

— Puede pasar usted, y alguien más — explicó — Ella se encuentra en la habitación 14, adelante — permitío para sólo después retirarse.

Robin y Nancy sin perder tiempo, se dirijeron hacía tal habitación, la cuál no se encontraba muy lejos, al estar enfrente de tal puerta, Buckley decidió quedarse afuera.

La castaña abrió la puerta de inmediato, a lo que causó que la enfermera que estaba adentro, se sobresaltara, para después, sólo soltar un suspiro con alivió.

La chica al ver a Windsor en la camilla, se acercó rápidamente, visualizando varios golpes en su rostro, como también en todo su cuerpo. Aunque, lo que pudo apreciar mas, era que tenía un vendaje en la cabeza, como también un collarín.

Aunque lo más que le había dolido en ese instante, era verla que estaba intubada.

Nancy limpió sus lágrimas, para después pasar su vista a aquella enfermera — ¿Estará bien? — cuestionó con su voz en hilo, tomando la mano fría de su novia.

— Ella se encuentra en un estado crítico — confesó — Recibió muchos golpes, no muestra señales de querés despertar, intubarla fue la única opción — terminó, al ver a la chica asentir, aquella señora salió de la habitación.

No tardó mucho tiempo cuando la puerta volvió a abrirse, está vez dejando ver al chico pelirrojo, llamado Dean, el cual había avisado a Max de la situación.

— Disculpa si molesto — se adentro más a la habitación — Steve me mandó a avisarte que le marcaron a la señora Windsor, tomará un vuelo lo más rápido posible.

Nancy parecía no reaccionar, sólo podía llorar mientras tomaba la mano de la chica.

— Nancy — La llamó — Se como pasó todo ésto — confesó, a lo que la mirada de la castaña se fue directo a el.

— ¿De qué hablas? — cuestionó, pues no podía pensar bien ante tantos sentimientos.

— En esa camilla realmente no estaría Sia, si no, tú — explicó, causando más confusión ante Wheeler — Los chicos que le hicieron esto, realmente te estaban esperando a ti afuera en cualquier momento que salieras, Sia lo notó y salió para confrontarlos — contaba lentamente — Ellos se enojaron demasiado, empezaron a golpearla, ella solo pudo correr por la colina hasta llegar a un callejón que esta a un lado de un edificio, ahí fue cuando la encontré en el suelo inconciente, vi a un chico con un bat en su mano — termino, dejando la idea de que fue golpeada con el bat para no tener que decirlo directamente.

Por una vez más, la castaña no podía hacer más que llorar por impotencia, pues ahora se sentía culpable de lo sucedido.

El chico al ver que ella quería estar sola, salió sin decir mas, ya que también Dean aguantaba algunas lágrimas, no la conocía mucho, pero ver a tantos adolescentes preocupados por ella, daba a dar una buena impresión de la rubia.

La castaña pasó sus manos por su rostro, cansada totalmente.

Los minutos pasaron, mientras que algunas personas más llegaron a ver a la adolescente.

Entre ellas, Chrissy Cunningham, Eddie Munson, y para Windsor, su figura materna, la señora Berenice, la bibliotecaria del pueblo.

Berenice se encontraba entrando a la habitación, viendo como la chica que había cuidado desde niña, se encontraba débil en esa camilla, sus lágrimas no tardaron en resbalar por sus mejillas.

De inmediato, Nancy la abrazó, ya que ella había estado todo el tiempo en aquella habitación, al separarse, Berenice visualizó con atención a la ojiverde, cada vez acercandose más.

— Prefiero morir yo que ya viví lo suficiente, tu eres muy joven para ésto — hablaba directo a hacía Sia, causando más lágrimas en Nancy.

Berenice aún no podía creer que la madre de Sia la descuidara tanto, desde la niñez hasta su ahora adolescencia.

La castaña se preocupó al ver que Berenice parecía recordar algo, mientras llevaba su mano a su frente, de inmediato se acercó a ayudarla. No le preguntaría de que se trataba, pero sabía perfectamente que tal vez había recordado algo de su adolescencia, junto con aquella chica que había mencionado días atrás.

— Tengo que ir a mi casa por mis pastillas, se me olvidaron por completo — habló, mientras caminó hacía la puerta — Cualquier cosa que los doctores te digan, llámame, por favor Nancy — pidió, la castaña asintió varias veces, a lo que salió de la habitación.

Nancy al ver salir a bibliotecaria, de su pequeño bolso que se encontraba en su pantalón, sacó un pedazo de papel. Antes de abrirlo, una voz hizo que lo volviera a guardar enseguida.

— Nancy ¿Cómo te encuentras? — Chrissy se asomó por la puerta, ella ya había visitado a Sia.

— Te mentiría si te digo que bien — confesó, limpió una lágrima de su mejilla — Pero ¿Y Eddie? el no ha venido para ver a Sia.

Cunningham formó una mueca — El está muy alterado, dice que no puede verla de este modo, pero quiere estar almenos algo cercas de su mejor amiga — contó, haciendo que la culpa vuelva a Wheeler.

Chrissy observó con atención la habitación, notando que además de la camilla en dónde está Windsor, sólo había un sillón incómodo.

— Los doctores dijeron que puedes descansar, todos irnos a nuestras casas, ellos estarán atento a cualquier cosa — comentó, ya que notaba cansada a la chica.

Ella negó de inmediato — No puedo irme, no puedo dejarla sola — respondió.

< Eso hubieras hecho antes de que le pasará ésto > su conciencia parecía traicionarla.

Chrissy asintió entendiendo a la castaña, finalmente se retiró, dejando la habitación en completo silencio.



















Despierta, por favor,
házlo, no podría vivir sin tu perdón,
y sin tenerte a mi lado.

— Nancy Wheeler 👤

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