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━RELIQUIA━
• • •
Scarlett P.O.V.
Por fin después de una larga pelea me encuentro comiendo y bebiendo mientras miraba a los demás hablar.
──Oye, Ban. ¿Tienes varios trajes como ese? ─le preguntó King a el zorro quien en la pelea se había destruido su camiseta.
──Sí, los conseguí al pasar por la aldea~. ─alce una ceja al saber que no era cierto.
──Son robados. ─aclaré bebiendo de mi tarra de cerveza.
Hawk estaba comiendo sobras, se veía feliz de hacerlo, no dejaba de repetir la palabra "comida" mientras comía con la boca llena.
──Qué feos modales, Hawk. ─le riño Diane.
──No eres la indicada precisamente en decirlo. ─comenté mirándola con las piernas cruzadas en el césped y se le miraba todo.
──Lady Scarlett tiene razón. No te sientes de ese modo, Diane. ─le dijo la princesa.
Esta se sentó en mejor forma. La princesa Elizabeth camino llegando al lado mío justo al frente de Gowther, los demás se colocaron a sus lados.
──Es un placer conocerlo, Sr. Gowther. Mi nombre es Elizabeth, la tercer princesa de Liones. ─se presentó amablemente. ──Disculpe, ¿me otorgaría su apoyo para salvar a el reino de los caballeros sacros?
──No. ─dijo sin expresión.
──¡¿No?! ─gritaron sorprendidos, yo solo comía.
──No acabas de conocerme. ─aclaró.
──¿Cómo? ─preguntó confundida la princesa.
──Ya nos habíamos encontrado en Ordan. Y tú solías reunirte con nosotros cuando era solo una niña. ─comentó, sin embargo no tenía recuerdo de ello.
──Ahora que lo dices, era la niña que todo el tiempo estaba con el rey. ─dijo Ban rascando su cabeza.
──¿Saben qué? La verdad yo no me acuerdo de eso... ─expreso Diane.
──Dirigirse de esa forma a su majestad es grosero. Scarlett hizo lo mismo pero ella es una reina. ─escuche el susurro de King.
──Me disculpo por mi error. ─se disculpo mirando a Elizabeth.
──Entonces... ¿también conocía a el Sr. Meliodas durante mi infancia? ─preguntó. ──No recuerdo eso.
──¡Es correcto! ─afirmó el capitán apareciendo a un lado de ella. ──No importa, Gowther. ¿La ayudarás o qué?
──Voy ayudarla. ─contesto. ──Porque fue el rey quien me nombro uno de los Ocho Pecados Capitales. Si es una petición proveniente de su hija, no puedo negarme.
──¡Muy bien! ─expresó el capitán. ──Ahora que somos seis miembros, ¡bebamos algo para celebrar!
──Yo ya me adelante. ─dije bebiendo de un barril. ──Aunque no haya nada que celebrar.
Los demás celebrarlo por que habrá un banquete, cosa que me encanta porque hay mucha comida.
Todos se sentaron en la mesa donde yo estaba comiendo, el capitán y Ban estaban en su mundo de competencia. Mientras que la princesa le dio un plato de comida a Gowther.
──Detecto algo bizarro. ─dijo mirando a Hawk comer sus sobras.
──¡Oye, Gowther! ─dijo mientras comía. ──¡Soy Sir. Hawk, capitán de la Orden de las Sobras! ¡Si tienes alguna duda, puedes preguntarme lo que quieras!
──¿Por qué un cerdo habla la lengua humana? ─preguntó.
──Ni idea. ─contestó mientras comía.
──¿Por qué estas ingiriendo sobras?
──¡Porque son ricas!
──Es todo. ─dijo mirándome.
──¿Cómo que es todo? ─le gritó pero el chico lo ignoro.
──¿Qué tanto me miras? ─dije mientras comía y bebía, iba por mi quinto plato y mi segundo barril.
──Leí en un libro que las personas que comen mayormente al dia, es porque trata de ocultar una gran tristeza. ─deje mi comida de lado al escuchar sus palabras, no fui la único todos miraron a Gowther para después mirarme a mi.
──No soy un humano, es normal que la cantidad de comida que ingiero es muy diferente. ─dije sin expresión alguna mirando a otro lado.
Sentí unos brazos rodear mi cuerpo, no entendía con exactitud porque Gowther me abrazada. Los demás se quedaron confusos al ver la acción del chico.
──También leí que un abrazo son una muestra de cariño efectivas para calmar la tristeza.
──Gowther... ─murmure.
──Sabes que porque es el pecado de la tristeza, no significa que esta...
Envolvi mis brazos alrededor de su espalda dejando las palabras del capitán en el aire. Cerré mis ojos, se sentía bien recibir un abrazo, hace años que no sentía uno de este modo cargado de calma. La calma que no existe en mi alma. Se sentía bien esta sensación, Gowther siempre ha sido la persona a la que le cuento como me siento, es bueno escuchando pero no dando consejos.
──Gracias, Gowther. ─me separé de él. ──Aprecio que hayas recordado lo que leíste cuando me viste. ─sonreí pero salió una mueca, relativamente no sonrió desde hace tiempo.
──Lo leí pensando en ti. Su titulo decía, "pasos para entender a las personas con tristeza". Solo hice lo que el libro decía. ─soltó una pequeña risa.
Mi hambre se esfumó, solo estaba en la mesa bebiendo en una tarra mientras escuchaba a los demás hablando.
──Me siento feliz. ─expresó el capitán. ──No creí reunirme con el resto del grupo otra vez. ─llego en medio de Gowther y yo. ──Apuesto a que piensas lo mismo que yo.
──Ninguno de nosotros es de la misma especie. ─dijo.
──¿Eso pensabas? ─preguntó el capitán.
──Correcto.
──No cambias, Gowther. ─susurre.
──¿Por qué? ¿Debería? ─preguntó ladiando su cabeza.
──No, solo olvida lo que dije. ─negué con mi cabeza bebiendo de mi tarro, el capitán se sentó en medio de ambos.
──Oye, Gowther. ─la voz del capitán cambio a una seria. ──Hace diez años, cuando los Ocho Pecados Capitales fuimos culpados intentando derrocar a el reino, puedes recordar quien.. ─antes de terminar Gowther lo pico con una luz de su magia.
──Ya sé que pretendes preguntar. ─dijo esté. ──El sonido e imagen son algo confusos e inconclusas. Dime capitán, quieres saber quien te dejo inconsciente antes de irse, ¿no?
──¿Lo sabes? ─preguntó.
──Sí, lo se capitán. ─un escalofrío recorrió mi espalda. ──Quien te golpe fue... el Delfín de la Tristeza, Scarlett.
Me sorprendí, al igual que el capitán.
──¿Scarlett? ¿Por qué? ─gritó.
──No lo sé. ─confesé. ──No tengo ningún recuerdo de como salí de ahí. Lo ultimo que entiendo era que estaba comiendo un helado y después de eso... desperté en el océano sin mi tesoro sagrado y por una extraña razón desnuda. ─nunca entendi eso.
──Ni yo comprendo el porqué. ─dijo Gowther utilizando su magia en mi. ──Sus recuerdos son borrosos pero logre ver a alguien robando tus recuerdos.
──¿Qué dices? ─gritamos a la vez el capitán y yo. ──¿Quien robo mis recuerdos? ─pregunté.
──La persona que los robo fue. El Jabalí de la Gula, Merlín.
──¿Por qué mierda lo haría? ─grité.
──No se el motivo. ─dijo tranquilo. ──He escuchado muchos rumores de ella y su paradero desde entonces, pero esa información no era confiable, y siempre desaparecía antes de encontrarla.
Antes de hablar Gowther su tomado de los hombros por un Ban ebrio.
──¡Oigan todos~! ¡Esto es importante!─todos le prestamos atención. ──¿Sabían que aparentemente, Gowther puede identificar a King por su hedor?
──También por su tono y estructura ósea. ─agregó el de lentes.
──¿Hedor? ─preguntó Diane intrigada.
──¿Se refiere a el olor de su cuerpo? ─preguntó de igual forma la princesa.
──¡Más o menos, déjanos olerte, King! ─Ban lo tomo colocándolo en medio de todos.
Logre olfatear un dulce aroma a dulce.
──Es parecido a un dulce, ¿no? ─preguntó el zorro.
──Sí. Sin duda es un dulce. ─dije aspirando más.
──¡Huele a flores! ─comentó Hawk.
──¡Ya basta! ─gritó pero se dio cuanta de que todos lo olían incluido Diane.
──Es un olor algo familiar. ─hablo Diane.
──¡Justo lo que esperarías del rey Hada! ─expresó la princesa.
──¡Ya basta! Con tanta gente alrededor me pongo... ─su forma humana se hizo presente. ──, así.
El dulce aroma comenzó a desaparecer por uno amargo y podrido.
──¡De pronto huele agrio! ─dijo el zorro.
──Yo digo que esta podrido. ─comenté alejándome.
──¡Huele a sudor! ─aclaró Hawk.
──¡Eso solo debe de ser por su imaginación! ─dijo nervioso el rey hada.
──¡Es un olor algo... familiar! ─dijo disgustada Diane.
King volvió a su forma llorando.
──Qué llorón~. ─dijo el zorrito.
──¡Sr. King, defiendasé! ─le hablo Elizabeth.
──¿Ves lo que provocas? ¡Ya cállate, ¿quieres?! ─le dijo llorando a Gowther.
──¿Acaso te hice algo malo? ─le preguntó.
──Sí, claro que sí. Esto es insoportable, ¡ahora compensalo! ─gritó.
──Muy bien. ─sentí un pequeño piquete en mi cuello. ──Diane, mides 9.14 m, normalmente dices que mides 8.14. ─la gigante se hizo para atrás avergonzada. ──Y la diferencia en tu peso es aun mayor...
──¡Qué cruel eres! ¡Te odio, Gowther! ─dijo tirando golpes al suelo justo donde esta Gowther. ──¡Porque revelas secretos de una mujer frente a todos!
──Pues un metro no es mucha diferencia desde aquí. ─comentó el capitán.
──Pero es importante para ella. ─le aclaró Elizabeth.
──En cuanto a ti, Ban. ─dijo el chico sin importar los golpes. ──Hace 12 años durante la batalla con los vampiros, de Edimburgo, caíste por la ebriedad.
──Ah, sí~. Ese dia me sentí tan mal que no participe en la misión. ¡Cierto~! ¡Dije que lo sentía! ─dijo sin pena alguna.
──Además de eso, usaste Acoso Físico para robar el poder de Diane y King para que Scarlett peleara. Y reías a carcajadas al verlos verlos pelear y ver a los vampiros rogarles piedad a Scarlett por estar enojada mientras tu te tomabas su cerveza. ─agregó.
Ban escupió su cerveza en cuanto este lo revelo, nosotros tres lo miramos asesinamente.
──Eso explica porque no pude reunir nada de fuerza ese dia. ─comentó Diane.
──¿Así que esa fue la razón? ─preguntó King con las lanzas a sus espaldas apuntando a Ban.
──Solo querías que yo peleara para tomarte mi cerveza de siempre, ¿eh? ─lo mire lista para acabar con él.
──¡Oigan, eso fue hace 12 años! ¡No se enojen! ─Diane lo tomo entre sus manos aplastando. ──¡Este castigo es un crimen, abusiva! ─dijo saliendo de la mano.
Gowther uso su magia con King quien se dio cuenta.
──¡Ya basta! ¡Siempre tratando de causar problemas! ─le gritó.
──Sí, todos queremos esconder la culpa se algún modo. ─comentó el capitán.
──¡Así es! ─estuvo de acuerdo, después se dio cuenta y miro a el rubio. ──Yo no me siento culpable por nada.
──Si, Gowther. Deja Harlequín en paz. ─dije despeinado a el hada.
──¿Quien es Estarossa? ─ante la pregunta de Gowther todos lo miraron en especial yo y el capitán. ──Es la pregunta que invade tu mente, Scarlett. ─los presentes me miraron confundidos de saber quien es, mientras que el capitán se le notaba enojado. ──Tienes la leve sospecha de que él es el pa...
──¡CÁLLATE! ─grite impulsando su cuerpo por una ráfaga de agua.
──Scarlett... ─susurro Diane ante mi extraña reacción.
──No te vuelvas a meter en mi mente, y no hables de él. ─sentencie caminado directo a la taberna. Nadie lo sabe solo Meliodas y pretendo dejarlo así.
Llegue a mi habitación azotando la puerta, me senté en la cama llevando mi cabello hacia atrás frustrada. La puerta se abrió, no necesitaba levantar mi cabeza para mirar a la persona.
──¿Cuando me lo ibas a decir?
──¿Decir qué? No tengo nada que decir. ─le dije.
──Claro que sí. Cuando me ibas a decir que comenzabas a recordar.
──No comienzo a recordar. ─levante mi cabeza mirando la seria mirada del rubio. ──Ese nombre me llego solo a la cabeza, y después uno donde alguien me dijo que me casé con alguien y pensé que él podia ser...
──Solo es tu imaginación. ─dijo antes de terminar. ──No hay nadie con ese nombre.
──¿Por qué te empeñas en decir que no existe? ¿Acaso me estas ocultado algo, Meliodas? ─pregunté levantandome de la cama.
──Solo olvidate de él. No existe o por lo menos no en este tiempo. ─dijo dando media vuelta saliendo. ──Y no quiero volver a escuchar que mencionas su nombre o simplemente lo piensas. De lo contrario...
──¿Es una amenaza? ─alce una ceja.
──Es una advertencia, linda. ─dicho eso se fue.
Desde que lo conozco el aveces llega ganando mi amistad, después lo celos de verme con hombres se apoderan de él. Pero siempre lo he visto como un gran y mejor amigo, no como algo más.
「• • •」
Nuevo dia, yo ya estaba relajada, tranquila y como nueva sin sentir odio o rencor hacia Gowther. Justo ahora nos dirigíamos a un nuevo lugar, podía escuchar a Diane hablar con la mamá de Hawk. Mientras nosotros estábamos en la barra, yo comiendo un pay de manzana. Mientras comía sentía la mano de Gowther masajear mi pecho izquierdo.
──Por qué haces eso, ¿eh? ─le pregunte mirándolo.
──Es el saludo que el capitán expreso ayer.
──¡Te dije que no es un saludo! ─le gritó Hawk.
──Eres raro. ─dije comiendo.
──¿Adónde nos dirigimos ahora? ─preguntó el zorro.
──¿Alguien tiene idea de donde podrían estar los demás? Scarlett, ¿tienes idea de donde se encuentra Escanor? ─preguntó un King con una enorme resaca.
──¿Por qué debería de saberlo? ─pregunte ingiriendo un pedazo de pay.
──Porque eres muy unida a él. ─contestó.
──No tengo idea. ─me encogi de hombros sin ponerle importancia. ──Aunque me siento incompleta sin sentir la magia de Escanor.
No entendía el porque, cada vez que estaba cerca de él me sentía protegida y en paz. Como si ese poder y orgullo fueran algo que anteriormente amaba.
──No... ─miramos a el capitán. ──Primero pienso ir a la capital para recupera mi espada. ─nos sorprendimos al escuchar la seriedad de sus palabras.
──¿Espada? Te refieres a la empuñadura de dragón que perdiste. ─preguntó Ban.
──¿Para qué quieres arriesgarte por esa espada? ─pregunte teniendo una gran necesidad por que no la recupere.
──No puedo dejarlo así como así. ─golpeo con sus puños la barra. ──Ustedes vendrán conmigo, ¿verdad?
──Olvídalo. ─dije comiendo más pay.
──¡Suena aburrido, así que paso! ─le dijo Ban recargando su cabeza en ni hombro.
──Sí, fue tu culpa el haberla perdido. ─aclaró King acostado en la barra.
──¡Respozabilizate! ─le dijo Gowther.
──¡Consuelame! ─dijo deprimido debajo de la falda de Elizabeth.
Esta le acariciaba la cabeza sin importarle donde estaba metido el rubio.
──¡Capitán! ─gritó Diane rompiendo la ventana con su cabeza.
. . .
Llevaba mi segundo y último pay mientras miraba a el capitán arreglar la ventana con Diane mirando y escuchando lo que decía el enano.
──Así es . El Cofre de la Eterna Oscuridad y la empuñadura es uno de los fragmentos de sus reliquias. ─nos contó mientras clavaba un clavo en la madera.
──¿Esa espada es...?
──Sí, de acuerdo a una antigua leyenda es uno de los fragmentos de una reliquia para sellar a la raza demoníaca y a más de la mitad de los Siren. ─todo esto me daba un mal sabor de boca. ──Fue cuando las Diosas, Gigantes, Hadas y Humanos, unieron fuerzas hace mucho tiempo.
Recuerdo que escuche a mi madre hablar sobre que más de la mitad de nuestra raza fue sellada mientras que otros cuantos masacrados. Solo sobrevivieron los niños y mujeres que no tenían nada que ver con la guerra. Claramente que algunos soldados y la realeza también logro salvarse. Es por eso que el clan no era muy conocido porque se creía extinto hace tiempo, los que habían quedado se ocultaron en lo profundo de los océanos. Al ser aliados de los Demonios, no eramos bien recibidos.
──¿Qué planean hacer los caballeros sacros con eso? ─preguntó la princesa.
──Temo que resucitar a los Demonios y los Siren.
──¡Odio a esa maldita raza! ─exclamó Ban.
──El sentimiento es mutuo... humano. ─dije mirándolo de reojo.
──No sabia que tu eras un aliado de los demonios. ─me miro. ──¿También tienen dos corazones?
──No, imbécil... ─deje mi comida de lado. ──Tenemos tres. ─aclaré. ──Y no tengo recuerdo alguno de haber convivido con los demonios. ─confesé. ──Pero si rompen el sello tendré que lidiar con mi hermano menor.
──¿Tienes un hermano? ─preguntó King.
──Sí, pero no se quien es. ─dije. ──Solo sabia que mi madre enfermo porque su querido hijo fue sellado, él era el orgullo y adoración de ella. Si se libera y se entera que mate a todos... posiblemente me mate. ─comente indiferente.
──Tu familia es rara. ─dijo Ban.
──Ahora que lo pienso. ─King cambio de tema. ──El maestro Hendrickson fue quien convirtió a Dale en ese horrible monstruo, ¿cierto?
──Sí. Ahora es evidente. ─afirmó Gowther.
──Hendrickson... ─murmuró la princesa lejos de nosotros. ──Pero él es el protector de Liones, junto con el maestro Dreyfus, es que no lo entiendo. ¿Díganme por qué querría resucitar algo tan terrorífico? Sin ofender, Lady Scarlett, se que la mayor parte de su clan esta en el sello.
──Da igual. ─dije, aunque muy dentro mio quería golpearla. Solo los demonios y los Siren son terroríficos, cuando los verdaderos monstruo son ellos.
──¿Entonces quiere hacer las pases con ellos? ─preguntó Hawk comiendo sobras a un lado de ella.
──¡No tiene sentido! ─expresó la albina.
──Entonces, ¿qué quieren? ─preguntó el cerdito.
──¡A ver, a ver! ─dijo Diane desde afuera cambiando un poco el tema. ──Entonces, ¿crees que usaron tu espada rota para poder resucitar a los demonios y los siren? ¿Estás completamente seguro? ─le preguntó a el capitán.
──No tanto... ese es un sello muy poderoso ─aclaró. ──, así que si logran romperlo, lo notaremos de inmediato. En especial Scarlett, quien sentirá a los suyos ya que es la reina.
Se escucho un enorme ruido, todos giramos la cabeza mirando a Hawk sudando frio mientras retenía algo en su estómago.
──El sello... ¡el sello se rompe! ─gritó.
──¿Tienes qué ir al baño? ─pregunto Ban.
──¡El sello está a punto de romperse! ─Elizabeth fue ayudarlo para saber que es lo que pasaba.
──Ahora que lo pienso. ─dije atrayendo la atención de todos. ──Ellos no solo iba por la espada. También iba detrás de Elizabeth. ¿Por qué la querían?
──Eso es sencillo... ─nos tensamos al escuchar una voz detrás de la princesa. ──Ella es la última pieza para romper el sello.
──¡Elizabeth! ¡Aléjate de ella! ¡Ahora! ─gritó el capitán saltando directo a ellas. Pero fue demasiado tarde cuando llego a su lado, ella desapareció llevándose a la princesa y a el cerdito. ──¡Maldita sea!
Nos sorprendimos al escuchar un enorme gritó de parte del capitán desprendiendo un gran poder mágico. Ahora se confirma que la princesa es más que importante para el. Tomo su espada saliendo de la taberna sin decir nada.
──¿Qué sucede? ─preguntó el zorro al ver la reacción del capitán.
──Eso fue poder mágico. ─aclaró Gowther mientras saliamos de la taberna. ──Puede aparecer en un lugar y después desaparecer. Se le llama teletransportación.
──¡Capitán! ─le llamo Diane.
──¡A la capital! ¡Y debe ser de inmediato para salvar a Elizabeth! ─gritó eufórico.
──Pero está a más de 60 kilómetros de aquí. ─le aclaró.
──¡Diane!
──¡Sí, capitán! ─entre las miradas se entendió lo que quería hacer.
──¡Espera! ─le hablo Ban cargando a él capitán como un bebé. ──Cambie de parecer~. ¡Iré contigo!
──Ban, no es momento para bromas. ─le reprimió King.
──Tengo una razón para ir. ¡En serio~! ─aclaró.
──Yo también voy. ─dijo Gowther abrazando por la espalda a Ban.
──¿También tú, Gowther? ¿En serio? ─le preguntó King.
Yo me senté en el cojín de King comiendo lo ultimo de el pay mirando a Diane tomarlos en su mano.
──El capitán y Ban siempre pelean. Me gustaría aprender, mediante la observación. ─contesto.
──Suerte, supongo. ─dije sin expresión alguna.
──Están listos. Disculpen si me desvió un poco. ─habla la gigantona.
──Mientras sea la dirección correcta, no hay problema. ─le dijo el capitán.
──Tengan cuidado y rescaten a Elizabeth. ─les dijo la castaña.
Mire a la gigante tomar vuelo para lanzar a una gran velocidad a los chicos. Me hubiera gustado verlos quemados por tanta velocidad.
──¡Increíble! ─exclamó King.
──No es la gran cosa. ─dije terminando el último pedazo de pay. ──Solo una perdida de tiempo. ─susurre. ──Te aseguró que los Demonios y los Siren serán liberados. ─mire por última vez la dirección e la capital. ──Y será la perdición... o al menos para algunos.
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