┆𝐀𝐂𝐓 𝐓𝐖𝐎

❝  No, no soy anti-social

soy anti-estupidez  ❞

¿Saben lo que se siente ser ignorada? 

Ya lo he preguntado antes y sé que todos conocemos ese sentimiento. 

Para las personas que nos rodean eso no les interesa, nunca se ponen a pensar en cómo nos sentimos cuando eso sucede. Ellos simplemente lo dejan pasar porque no es problema suyo y siendo sincera yo haría lo mismo con los demás. 

Con el tiempo la importancia de saber si todas las personas estaban bien se fue esfumando junto con mis emociones. Y no me arrepiento de lo que ahora soy. 

¿Una chica antipática? ¿A la persona que no le interesa nada en la vida? ¿Sin ningún sueño o meta a seguir? 

Solo soy... una Kunoichi. 

Una que daría todo por su aldea, aquella que nunca la trató bien por lo que era, sino por lo que era su padre. 

Aún cuando cierro mis ojos puedo sentir las malas miradas de los aldeanos. 

Se preguntan. ¿Por qué? 

Y bueno. Digamos que el viento en varias ocasiones les ha destruido sus casas o ha mandado al hospital a los niños e incluso algunos ANBU que no sabían tratarme bien. Por esas pequeñas cosas me fui ganando el miedo de los aldeanos. Claramente no podían decir mucho porque el Hokage era mi progenitor, para mi desgracia. 

Pero aún con todas esas miradas y el cómo me ignoraban, encontré a una pequeña persona que sufría peor que yo. Lo que más admiré de él fue verlo sonreí contra la adversidad sin temerle a nada. Eso me hizo fuerte y me hizo tomar la decisión de proteger a las personas que simplemente no podían hacerlo. 

Y no solo por ellos, sino por mi hermano mayor. A él nunca le importó tener la atención de nuestro padre como era el caso de Asuma y mío. Él solo quería proteger a la aldea más a los niños de las futuras generaciones, y nunca entendí el porqué. 

O fue hace poco que lo entendí. 

Aún recuerdo la vez que le grite cuando él se fue a una misión de rescate. Alguien había secuestrado a la princesa del clan Hyuga, y nadie quería mover un solo dedo para salvarla, los ancianos del mismo clan querían que ella no volviera por el simple hecho de ser huérfana, o por quien fueron sus padres. 

Su padre, quien fue el sensei de mi hermano, se "suicidó" cuando la aldea y su clan lo marginaron por algo que cometió, mientras que su esposa no resistió al parto, cabe decir que no era una Hyuga y no era muy bien recibida. 

Pero, para desgracia de ellos, esa niña sería la heredera para ser el próximo líder, ya que su padre lo era por ser el mayor de los tres hermanos. Pero por alguna razón los ancianos del clan no querían eso, tal vez por todo lo que sus padres pasaron. 

O por la sangre que llevaba de su madre.

Sin embargo, Isuma salió junto a su esposa a salvarla sin importarle nada. Según ellos lo hacían porque era la hija de su sensei. 

¿Y qué consigo a cambio? 

Salvarla a costa de su vida y de su esposa dejando a un pequeño sin padres. Mientras que la princesa del clan jamás supo con certeza qué sucedió, por lo que tengo entendió, Hinata es ahora quien debe ser la que debe encabezar el clan mientras su padre era el líder y no su hermano.

La otra quien se supone que era la princesa simplemente desapareció, después de que por su culpa mi hermano pereció. 

Los rumores dicen que murió, otros que la engañaron y la hicieron pasar por ser parte de la segunda familia para que no fuera la heredera. 

Algo que sin duda nunca me importó. Salvo que por culpa de ella mi hermano mayor murió. 

Lo peor de todo es que siempre que peleo con alguien y le digo cosas hirientes sucede lo mismo. Una vez que me tranquilizo y razonó, tomó la decisión de disculparme... y es ese momento que me entero que murió. 

Lo único que pienso es en que murió pensando que lo odiaba. 

Siempre ha sido así. 

Y siempre lo será. 

¿Nunca ha tenido ese sentimiento de que algo pasara? 

De que en cualquier momento todas las personas que una vez amaste se irán de este mundo sin pedir permiso. Sientes que solo mueren si están cerca tuya, que por tu culpan mueren.

Ese mismo sentimiento lo llevo conmigo en muchas ocasiones. Lo peor para mi es que solo son pocas personas a las cuales quiero y aprecio. 

Pero son las misma que mueren.

En ciertos momento me paro a pensar que en un segundo cualquiera de las personas que me rodean morirá y no sabré quién será. 

Y aunque me esfuerce y entrene para hacerme fuerte no significa que puedo salvarlos de lo que su destino les dicta. Aunque suene muy Hyuga: pero, todos compartimos el mismo destino, la muerte. 

¿Y eso es lo peor? 

Pues no lo creo. 

Porque hay algo peor que la muerte, peor que el sufrimiento... y es cuando uno pierde el amor propio. 

De tanto sufrir y perderlo todo mi amor se fue esfumando y me di cuenta de que todo lo que amo parecía.

Y en ese momento, se formó un solo túnel, oscuro y solitario: el mío. 

Y al ser tan oscuro no podía ver la sombra que me buscaba con desespero, que estaba perdida entre la oscuridad y sabía que si no me encontraba pronto jamás lo haría. 

Mientras yo solo estabas tirada mirando la nada, encadenada a la oscuridad esperando... nada

Cuando lo creí perdido todo. 

Cuando ya nada me quedaba. 

Cuando me estaba dando por vencida. 

Cuando... morí

Fue ahí, que una fuerte ventisca se llevó toda la oscuridad ayudando a la sombra a encontrarme. 

Fue en ese momento que entendí que aún con toda la mierda que había pasado. Tenía a personas que velaban y se preocupaban por mi. Comprendí que con ellos a mis lados estaré bien, porque no los he perdido. 

Y solo ellos sanarán el dolor que en mi pecho se había alojado. 

Comprendí que toda esta mierda solo era una estupidez más. 

Miraba la luna encima nuestro brillando más que las estrellas a su alrededor. 

Encendí mi cigarro, el primero de todo el día. No había podido probar uno por estar saltando de árbol en árbol y por el simple hecho de que Hyuga me había quitado mi cajetilla. 

Según él son una chimenea andante. 

Me senté en la rama del árbol cerrando mis ojos mientras disfrutaba el viento golpear mi rostro y mi deseado cigarro. Tal vez dentro de años termine sin pulmones por ello, pero no me arrepentiré de eso, el cigarro era lo único que me relajaba. 

Escuché unos leves pasos llegar hasta la rama donde yacía sentada. No tenía necesidad de abrir mis ojos para saber quién era. 

──Sabía que te habías rodado la cajetilla. ─dijo sentándose a mi lado.

──No es robar si tomo lo que era mío desde principio. ─exhale el humo por mi nariz ganando una mirada curiosa del oji-perla.

──¿Cómo haces eso? ¿No te arde? ─cerré mis ojos negando con la cabeza. ──. Pues se mira lo contrario. 

──¿Quieres intentar? ─le extendí el cigarro, él se alejó. 

──No, gracias. Yo si quiero vivir con mis pulmones sanos. ─rodé mis ojos ante eso.

──Una jalada no destruirá tus pulmones, Hyuga. ─le puse el cigarro más cerca de sus labios. ──. No seas miedoso y fuma. 

──En serio no quiero, Yumei. ─lo miré sin expresión alejando el cigarro.

──Tsk. ─llevé el cigarro a mis labios. ──. Qué miedoso. ─le di una calada sintiendo el humo raspar mi garganta. 

──Dentro de unos pocos días, ya habremos llegado a Konoha. ─dijo mirando a lo lejos ignorando mis palabras.

──No pregunte, ¿sabes? ─sentí su mala mirada. 

──Solo quise decirlo. ─no dije nada solo me quedé en silencio disfrutando de lo último de mi cigarro. ──. Deberías descansar. Me toca hacer guardia. 

──No tengo sueño. ─dije levantándome. ──. Así que haré guardia. 

──Eres terca. ─solo me crucé de brazos mirando los árboles. 

──Espero y haya pasado algo interesante en Konoha en nuestros días de ausencia. ─comenté. ──. Últimamente todo ha estado tranquilo. 

──Posiblemente Naruto ya haya regresado a la aldea. 

──En el mejor de los casos tal vez Jiraiya lo vendió por unas mujerzuelas. ─sentí la mirada del Hyuga. ──. Es una estupidez. 

──Para ti todo es una estupidez. 

──Obvio. 

Mi vista se enfocó en la noche. 

De cierta forma sentía que algo estaba pasando, como si alguien estuviera peleando. 

Y si así fuera, no es mi problema. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top