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ENEMIGAS

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Los encuentros siguieron lentamente. A decir verdad no me interesaban en lo más mínimo, pero el que sin duda alguna fue el más aburrido, patético y lamentable ─o al menos para mí─ fue el de Ino y Sakura. Realmente no entiendo a esas chicas, Sakura por un motivo se corto el cabello e Ino hizo lo mismo, solo que la chicle lo hizo durante la pelea con los del sonido ─estúpido, si me lo preguntan─

Yo solo me quedé recargada en la barandilla observando lo que estaba pasando ahora mismo.

"Hyuga Suki vs Hitomi Kenzo"

Era el turno de mis compañeros, solo que en la tabla colocaba ambos nombres y ahora los dos estaban frente a frente observándose.

──Esto es interesante. ─hable para mi misma.

──Jamás creí que esos dos se fueran a enfrentar. ─Banri se encontraba serio, cosa que es difícil de ver aunque lo entendiendo pues ambos son sus alumnos y sabe sus capacidades. ──. Pobre Kenzo.

No era mentira saber que Banri tenía un favorito y aunque no lo diga abiertamente, Suki y él mantenían una buena relación. En muchas ocasiones nos manda a nosotros dos a correr mientras entrenaba todo el día a la castaña. La cuidaba y protegía en las misiones como si fuera una reliquia frágil. Tanto Kenzo como yo nos damos cuenta de su favoritismo, pero nunca demostramos algo por ello.

Y ahora sabía que Kenzo no era rival para ella.

──Kenzo es fuerte y con el mejor taijutsu del todo el equipo. ─comente atrayendo la atención de todos en especial el equipo que tiene un sensor extraño de cejas pobladas.

──¿Ese chico se especializa en taijutsu? ─pregunto el chico parecido al sensor.

──Su clan se especializa en taijutsu y en los jutsu de Doton. ─informé cruzando mis brazos. ──. Pero, digamos que toda su vida no fue el orgullo de su clan precisamente. De pequeño era pésimo en el taijutsu y en los jutsus. Sin embargo, Kenzo nunca se rindió y siguió hasta llegar a lo que es hoy en día. ─hable sin mirarlo, pero sentía su mirada de sorpresa. ──. Pero... si hablamos del más fuerte de los dos. ─gire mirándolos. ──. Hyuga Suki es mucho más fuerte que él.

──Ella, es realmente fuerte. ─murmuró mirando a la castaña.

La mirada del Hyuga no era precisamente de admiración tampoco de odio, sinceramente no sabía la relación de ellos, tampoco es como si me importara, por otra parte Hinata la miraba con admiración como si aspirara a ser como ella.

──Odio decirlo pero. ─solté un suspiro. ──. Esta pelea será una clara evidencia de que el trabajo arduo no podrá vencer a un prodigio y menos a quien es llamado genio.

──¡No estés tan segura! ─me gritó el chico de corte de tazón. ──. ¡El trabajo arduo supera por mucho el talento natural!

──Abre los ojos Lee, ella tiene razón. Un fracasado siempre será fracasado, nadie puede cambiar el destino. ─la voz fría del castaño se hizo escuchar.

Lo mire unos segundos para después concentrarme en la pelea. Los dos estaban serios, cosa que era difícil de ver en ambos.

──Eso no me importa. ─le gritó al Hyuga. ──. Yo sé que ese chico podrá ganar. ─miró a Kenzo. ──. ¡Tú puedes chico de cabello rojo! ¡Demuestra lo fuerte que eres! ─Kenzo lo miró para levantarle el pulgar y guiñar un ojo a su compañera de al lado.

──Este chico no cambia. ─susurró Banri.

──Sabes que no podrás ganarme, Kenzo. ─la voz de Suki se escuchó. ──. Rindente y dejemos esta pelea de lado.

──Sabes que no lo haré, Suki. ─soltó levemente. ──. Todos los días me la paso entrenando sin importarme nada y ahora que tengo la oportunidad de demostrar a mi clan en lo que me he convertido. No me rendiré y ten por seguro Suki que no me contendré. ─se colocó en su posición de pelea.

──Yo te lo advertí Kenzo. ─adoptó la postura Hyuga cerrando sus ojos. ──. ¡Byakugan! ─las venas se marcaban a sus costados de los ojos.

Y con eso ambos comenzaron a pelear, él tiraba patadas y ella los esquivaba sin problema alguno con una gran velocidad que sorprendió a la mayoría.

──Debo de admitir que la velocidad de ese chico es impresionante. ─habló el sensei de cejas pobladas. ──. Incluso diría que está a nivel de Lee.

──Y eso que no has visto nada, Gai. ─Banri le dio una sonrisa.

──Si bueno, se les olvida que Suki es la primera en nuestra generación. ─habló el Nara. ──. Se que no es fácil de vencer, está peleando con una genio de su clan.

──¿Como sabes tanto de ella? ─le pregunté cruzándome de brazos. ──. Nunca le tomas importancia y ahora sí.

──Que problemática. ─él me miró, pero yo voltee mi cabeza mirando la pelea. ──. Ay, no. Te enojaste. ─lo ignore. ──. Que fastidio.

El encuentro siguió. Kenzo daba todo en la pelea, pero eso no fue suficiente ante el Hakke Rokujūyon Shō de Suki. A pesar de que Kenzo siempre se mantuviera de pie y con su voluntad intacta, el ataque de Suki lo hizo caer. Esté sonrió levantando su pulgar con unas últimas palabras.

──Cada derrota es una victoria para mí. ─murmuró con sus ojos pesados.

──Oh, chico de cabello rojo. ─murmuró el de cejas pobladas, estaba sorprendido por sus palabras.

──Cada vez que caigo, me hago más fuerte. ─murmuró nuevamente. ──. Y cada que caigo al suelo, tu eres la razón por la cual me levanto.

Sabía que las palabras las decía para llegar a superarla, pero casi todos notamos el doble sentido haciendo que ella se sonrojara.

──Ya está, Kenuki es real. ─hablé soltando una pequeña risa. ──. Esos dos terminarán juntos si porque si.

──Y qué hay de Shikamei. ─escuche su voz a mi espalda. ──. Eso si es real.

──No se a que te refieres. ─me crucé de brazos mirando a otro lugar sintiendo mi cara arder.

La pantalla mostró el siguiente encuentro, este era de la compañera del castaño y la de la arena. La ganadora fue la rubia, aunque la castaña dio todo, las armas no son buenas contra el viento.

A decir verdad la rubia no me da buena espina o mejor dicho los de la arena no me dan buena espina, decidí dejar de pensar en esas cosas y ponerle atención a la pantalla.

"Nara Shikamaru vs Tsuchi Kin"

──Creo que soy yo. ─habló caminando a la arena.

──No es el otro Nara Shikamaru. ─este me miro con cara de fastidio. ──. Quita esa cara y gana de una vez.

──Qué fastidio eres. ─sonreí ante eso.

──Pero soy tu mejor fastidio, ¿no? ─recargue mi rostro en mi mano apoyada en la barandilla.

Él me miró con una pequeña sonrisa antes de ir a pelear. El encuentro comenzó, al principio parecía que ella había ganado, pero los papeles se invirtieron haciendo que mi vago terminará con la victoria.

Sin darme cuenta estaba sonriendo como una boba mirando a Shikamaru, reaccione cuando escuché un carraspeo en mi espalda, giré lentamente encontrándome con la mirada seria de mi hermano.

──Asuma. Hola. ─levanté mi mano saludando. ──. ¿Cómo te va?

──Te quiero a veinte metros de Shikamaru. ─en eso Kurenai se acercó.

──Asuma, dejala ya no es una niña ella es lo suficientemente grande para llevar su vida amorosa.

──Pero Kurenai, es mi bebé. ─me abrazo fuertemente. ──. Y nadie es digno de ella.

──Asuma. ─le llamo con sus brazos en la cintura. ──. Yumei ya no es una bebé, déjala que haga su vida y en lugar de fastidiar su vida, apoyala.

──¿Quieres que la apoye a estar con mi pupilo? Eso sobre mi cadáver. ─la pelinegra suspiro para tomar a mi hermano de la oreja alejándose de mí. ──. Espera, Kurenai. ¡Duele!

──Es la única forma de alejarte de tu hermana. ─yo solo los mire alejarse.

──Nunca cambias, hermano. ─solté un suspiro. Mire al Nara acercarse a mí. ──. Felicidades por pasar.

──Todo esto es un fastidio. ─rodé mis ojos al verlo recargar su cara en mi hombro. ──. Vuelvo a decir que estás cómoda.

──Te aseguró que Asuma te hará sufrir en los entrenamientos. ─observe al pelinegro ser retenido por Kurenai para no venir hacia acá.

──Pero valdrá la pena.

──Si tu lo dices.

Aun con el recargado en mi hombro miré la pantalla la cual mostró los nombres del siguiente encuentro estos eran Naruto contra Kiba. A pesar de que el rubio cayó al suelo muchas veces seguía levantándose y cada vez más fuerte llegando a vencer a Kiba con una técnica parecida a la de Sasuke solo que cambió su nombre.

El encuentro que venía puso a Suki tensa, pues era de los Hyuga's al parecer el chico tiene un gran rencor contra la familia principal de la cual proviene Hinata. La daño tanto psicológicamente y físicamente hasta el punto de hacer que casi entra en un paro cardiaco y solo se detuvo porque los Jounin's intervinieron.

Naruto le dijo palabras y prometió hacerle pagar lo que le hizo a Hinata, pero para el castaño sus palabras no fueron de interés alguno, según él, un fracasado siempre será un fracasado.

El penúltimo encuentro fue sobre el pelirrojo de la arena y el compañero del chico Hyuga que si no mal recuerdo sus nombres eran Lee y Neji. La arena protegía al chico de los ataques de Lee, quien carecía de ninjutsu y genjutsu solo se especializada en el arte del taijutsu. A pesar de dar un gran encuentro demostrando todo su poder llegando a sorprendernos a todos, y aún así el de la arena era mucho más fuerte.

Y por último se llevó el encuentro que menos duro, el del ninja del sonido contra Chouji. El ganador fue el del sonido.

──Felicito a todos los que avanzaron a las finales del tercer nivel de los exámenes chunin. ─habló el sensor de la preliminar una vez que todos nos colocamos en fila frente al Hokage y sensores. ──. Aunque hay una persona ausente, quisiera felicitarlos.

Permanecía cruzada de brazos mirando a un punto muerto del lugar.

──A continuación les explicaré las reglas de las rondas finales. ─anunció mi padre.

──Hmp. ─emití. ──. Por fin.

Después de eso el Hokage nos explico de lo que se trata el tercer y último examen dándonos un mes para entrenar, nuestros rivales fueron elegidos por unos papeles donde sacabamos un número.

──En calma y de modo ordenado, cada uno de ustedes va a tomar un pedazo de papel de la caja que Anko está sosteniendo. ─comunicó el Hokage.

──Nadie se mueva, yo me acerco. ─la loca fue pasando por cada uno de nosotros. ──. Solo tomen uno.

Metí la mano sacando el papel con el número ocho.

──De izquierda a derecha diganme el número que está escrito en el papel que escogieron. ─ordenó Ibiki.

──Ocho. ─dije sin mucha importancia sin prestarle atención a los números de los demás.

──Muy bien, ahora les diré cómo se llevará a cabo el torneo final de selección. ─me tensé un poco ante eso.

──¿Para eso son los números? ¿Para jugar lotería? ─soltó Shikamaru sin mucho gusto.

──Ibiki, muestra que ninja será contrincante de quien.

──Sí, señor. ─nos mostró una hoja con los encuentros.

Mi mirada se volvió seria mientras que la sonrisa de Suki cambiaba por una perversa al ver nuestros nombres.

A partir de ahora, somos enemigas.

──Fue un placer conocerte, Yumei. ─susurró con arrogancia. ──. No te preocupes, trataré de no dejarte muy mal herida.

──Tsk. ─simplemente la ignore, de cierta forma ahora no me fiaba de ella, es como si hubiera anhelado una batalla contra mí.

Mi mirada pasó a la Banri, esté no tenía su sonrisa típica. Ahora sabía que los exámenes nunca eran una buena acción de su parte.

──Les agradezco su paciencia. ─observe a mi padre. ──. El examen se pospone hasta el próximo mes.

Suspiré observando el enorme hospital frente a mí.

──Aquí vamos. ─tomé con fuerzas las dos flores en mi mano, no tanta para dañar sus pétalos.

Entré al hospital sin mirar mucho alrededor. Camine hasta llegar al mostrador.

──Disculpen. ─llamé a las enfermeras. ──. Busco la habitación de Hitomi Kenzo.

──Emm. ─observó una tabla. ──. El joven Hitomi está fuera de peligro, puedes pasar a verlo. Su habitación es 2-204.

──Hmp. ─di medía vuelta. ──. Gracias.

Sin perder tiempo comencé a caminar a la habitación correspondiente. Una vez en la puerta toque.

──Adelante. ─escuche su voz. ──. Yumei. ─sonrió al verme.

──Escuche que sigues robando oxigeno. ─cerré la puerta pasando a la habitación. ──. Es una lastima.

──Sí, estoy mejor. El paro cardiaco no pudo contra mí. ─soltó con sarcasmo al no preguntarle por su salud. ──. Y yo también te quiero.

──Mejor calla que me debes mucho. ─me acerqué a la mesa tomando el florero donde coloque las dos flores. ──. Te traje esto.

──Muchas gracias, Yumei. ─sonrió. ──. ¿Pero no crees que dos son demasiadas?

──Había una promoción, si compraba una la otra iba a mitad de precio. ─me encogí de hombros.

──Entonces puedes darle una al chico de la habitación contigua. ─lo miré con una ceja en alto.

──Llevas unas horas y ya haces amigos. ─dije mirando por la ventana.

──Pues estuvimos platicando un rato y hasta no hicimos amigos. ─sonrió en grande. ──. Él se llama Rock Lee.

──No me interesa. ─me crucé de brazos. ──. Pero si quieres que le lleve una flor, lo haré antes de irme.

──¡Gracias!

Me quedé en silencio unos segundos.

──¿Ha venido alguien? ─pregunté.

──Eres la única que se preocupa por mí. ─aunque no lo demostrara, le dolía. ──. Posiblemente Banri venga después y pida disculpas por lo de Suki.

──Hmp. ─me crucé de brazos. ──. Hablando de Suki, voy a pelear con ella en la final.

──¡¿Qué?! ─casi se cae de la camilla. ──. Pero... ─sus palabras se quedaron en el viento.

──Iba a rendirme, ya que me daba igual si me convierto en chunin o no. ─abrí la ventana para que el viento entrara.

──Pero...

──Pero Suki no conoce su lugar. ─lo miré de reojo. ──. Y es momento de que alguien la baje de su supuesto trono.

El viento se hizo presente, la brisa de este despeinaba mi cabello a su gusto. Sabía que esto no iba a terminar bien, para ninguno.

──Ten cuidado Yumei. ─habló con seriedad. ──. Suki siempre ha sido la número uno en todo, por eso Sasuke y ella no se toleran. Si tienes pensado ganarle, no creo que a ella le agrade.

──Ahórrate eso. ─lo miré. ──. Ella está buscando lo que quiere. ─di media vuelta con la flor en mano. ──. Además, no creo que por algo tan insignificante se moleste.

──Supongo. ─susurró. ──. Hasta luego, Yumei.

Solo le di una mirada de despedida antes de salir e ir a la habitación contigua. Toqué la puerta, pero nadie respondió. Sin pensar abrí la puerta, el chico estaba dormido en la camilla.

──Así que es él. ─susurré al ver al chico de cejas grandes.

Caminé a la mesa para colocar la flor en el jarrón con un poco de agua, abrí la ventana para que el viento entrara un poco. Lo vi por última vez antes de salir, no iba a despertarlo.

Salí del hospital. Solté un suspiro mientras observaba el cielo, las nubes se movían lentamente sin problemas algunos.

──Que día. ─cerré mis ojos por unos segundos.

Ahora solo tenía que ir por Konohamaru a la academia e ir a casa a descansar aunque sea un día.

Porque si quiere vencer a Suki, tendré que entrenar sí porque sí.

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