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━DOCE NOVATOS━
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──¡Yumei, la puerta!
──¡Ya la escuche, Asuma!
──¡Entonces apurate a abrir!
──¡Voy!
Baje las escaleras corriendo pensando que era la comida ya que tocaba a cada rato.
──¡Qué ya voy! ─abrí la puerta encontrando a Kurenai detrás de ella. ──. Ah, no eras quien creía. ─solté con decepción.
──Siento eso, pequeña. ─sonrió. ──. ¿Esta Asuma?
──¡Asuma, te busca Kurenai! ─grité para hacérselo saber. ──. Ya viene. ─dije con voz baja.
La azabache soltó una pequeña risa.
──Puedes pasar y esperar a mi hermano. ─me hice a un lado para que entrara.
──Gracias. ─se adentro, cerré la puerta detrás de ella. ──. Dime Yumei, ¿qué te tiene tan apurada?
──Pues que llevo más de media hora esperando mi comida. ─me senté en el sillón individual.
──Por lo regular a estas horas suelen tener mucho trabajo. ─solté un suspiro ante lo dicho.
──Lo sé. ─escuche el timbre nuevamente. ──. Por fin.
Me levanté abriendo la puerta, ahí estaba el hijo de la señora del restaurante de BBQ.
──Buenas noches, tengo un pedido para... ─leyó un papel. ──. Saruto...
──Sarutobi Asuma, si soy yo. ─le quité la comida de sus manos. ──. Lo agrega a la cuenta que tengo, ¿sí? Gracias.
──Pero...
──Adiós. ─cerré la puerta en su cara.
Hoy le había dicho Asuma que invitaría la cena, lo que no sabe es que la pedí a su nombre.
──¡La cena está lista! ─anuncié una vez que puse la mesa con el plato de Kurenai.
No tardé en escuchar pasos llegar al comedor.
──¡Sí, carne del BBQ! ─Konohamaru se emocionó al ver la comida.
──Vaya, parece que te ha ido bien en las misiones. ─comentó Asuma sentándose a un lado de Kurenai.
──Emm, sí, algo así. ─murmuré.
──Te debió costar un buen dinero, ¿no? ─preguntó la mujer.
──Pues sí un poco la verdad. ─junté mis manos cerrando mis ojos. ──. Itadakimasu. ─abrí mis ojos una vez que agradecí la comida. ──. Ahora sí, a comer.
Tome mi plato sirviendo la carne ya asada, la había pedido sazonada y de la carne suavecita. Realmente costó, pero no seré yo quien pague.
──¿Y cómo estuvo tu día, Yumei? ─preguntó Kurenai.
──Bueno, amenacé al grupo de chicas enojadas con Kenzo por serles infiel, le rompí la muñeca a un ninja de Sunagakure y firme la solicitud para los exámenes chunin. ─solté de golpe con simpleza mientras seguía comiendo.
──¿Qué? ─Asuma hasta dejó caer sus palillos.
──¿Qué sucede? ─pregunté.
──¿Tú hiciste todo eso?
──Asuma, comé. ─habló Kurenai. ──. Ya es muy tarde para pensar en lo que sucedió en el día.
──Pero, Kutenai...
──Pero nada, come y punto.
Mientras ellos se miraban yo le robaba la comida a mi hermano y le daba las verduras. Konohamaru solo reía al verme hacer eso.
──Pero, ¡¿y mi comida?!
Los días pasaron normalmente llegando el día más esperado, por fin serían los exámenes chunin.
En estos últimos siete días he estado entrenando sola, eran días normales, aunque un día un tipo extraño secuestro a Konohamaru, solo diré que no acabó muy bien.
Ya habíamos llegado a la academia, donde serían los exámenes.
──Estoy tan emocionado, pero a la vez tan asustado. ─expresó Kenzo. ──. ¡Ya quiero saber que me va a pasar! ─soltó con emoción, pero parecía asustado.
──Dale un golpe y andando. ─le dije a Suki quien golpeó al pelirrojo en la cabeza.
──Estate atento, Kenzo.
──Eso dolió, Suki.
Los tres entramos al lugar, teníamos que ir al tercer piso. Caminando tranquilos por los pasillos del segundo piso, escuchamos voces por el corredor por el cual teníamos que pasar, no pudimos sacarle la vuelta porque estaban personas estorbando nuestro paso.
Al acercarnos lo suficiente observamos a un chico de cabello de tazón y grandes cejas detener la patada de Sasuke y de otro chico, pero realmente era Kotetsu transformado ─lo se porque ellos algunas veces me cuidaba de pequeña cuando Asuma tenía misiones─ pero la velocidad en la que se movió fue incluso más rápida que la Kenzo ─quién es el más rápido del equipo─
──Apenas entramos y ya están lloviendo vergazos. ─solté por lo bajo causando risas en mis compañeros.
Todos se sorprendieron de lo hecho por él. Una chica de cabello de dango y un castaño con los ojos color perla, se acercaron a un lado suyo.
──Oye Lee, ¿qué pasó con el plan? ─pregunto el castaño. ──. Tu dijiste que debíamos de pasar inadvertidos y dejar que nadie viera nuestro nivel de habilidades.
──Lo se, pero... ─levantó su puño sin decir más palabras.
──Olvidenlo, se acabó ya todo es historia. ─comento la castaña de su equipo.
El chico se acercó a Sakura brutalmente.
──Mi nombre es Rock Lee. ─se presentó. ──. Tu eres Sakura, ¿cierto? ─este sonrió enseñando su pulgar hacia arriba señalando así mismo. ──. Por favor, se mi novia, yo me abocaré a protegerte con mi vida.
Sakura se quedó mirándolo por unos segundos.
──Definitivamente no. ─eso entristeció a el chico.
──¿Por qué?
──Porque eres muy raro.
──Eso le dolió hasta Kenzo que ya está acostumbrado a ser rechazado por todas. ─susurró a Suki.
──Ni tan rechazado, ¿sabes? ─mire a donde se supone que está el pelirrojo, pero desapareció. ──. ¿Y kenzo? ─Suki y yo miramos a los lados hasta que lo vimos acosando a la castaña.
──Hola hermosa, te han dicho lo linda que eres. ─tomó la barbilla levantando su rostro el cual se miraba sonrojado.
──Pues a decir verdad, no nadie me lo había dicho. ─miraba a otro lado avergonzada.
──Pues los hombres a tu lado son unos idi... ─un golpe fue lo que se escuchó seguido de un grito.
──¡¿Te puedes comportar por un maldito día imbécil?! ─todos miraron a la castaña con miedo menos Sasuke y el otro castaño de cabello largo..
──S-suki... ─miro a esta sin saber qué decir.
Lo tomó del cuello de la camisa ignorando la mirada de odio que le daba el otro Hyuga. Esta camino hacia el tercer piso con un Kenzo medio inconsciente.
──¿Por qué no me toco un equipo normal? ─solté un suspiro comenzando a caminar detrás de ellos, pero me detuve mirando a los dos chicos. ──. Kotetsu, Izumo. Hola.
──Buena suerte en el examen. ─los escuche gritar antes de perderme en el pasillo.
Al entrar al salón este se encontraba lleno de ninjas de otras aldeas, cosa que me dio igual y sintiendo miradas de algunos me recargué en una pared alejada de la mayoría hasta que sentí a alguien acercarse.
──Pero si es la problemática. ─conocía perfectamente esa voz.
──¿Algún problema, Nara? ─lo mire acercarse a mi lado.
──Contigo a mi lado. ─me miró. ──. No hay ninguno.
Me sorprendí de sus palabras, es como si en estos meses sin vernos haya tomado una gran confianza para hablarme de ese modo.
──¿Que dices idiota? ─sentí mi cara arder, pero disimule un poco los nervios que sentí cuando él estaba cerca. ──. Sabes que ahora somos enemigos, ¿no? ─alcé una ceja mirándolo.
──Lo sé, es un fastidio. ─dijo, solté una pequeña risa sin poder evitarlo. ──. Mmm, ¿eso por qué fue? ─pregunto llevando sus manos a los bolsillos de su pantalón.
──Es solo que... ─lo mire formando una casi sonrisa que era más una mueca. ──. Extrañaba tu "que fastidio".
Él sonrió de medio lado.
──Y yo te extrañaba a ti. ─me sorprendí al sentir su cabeza ser recargada en mi hombro.
──¡Estúpido! ─mi cara ardió más que antes. ──. ¡¿Qué haces?! ¡Quítate de encima! ─como estaba recargada en la pared no podía alejarme.
──Quédate quieta problemática, ¿quieres? ─me crucé de brazos, no podía hacer nada para que se quitara. ──. Sabes. ─lo mire de reojo. ──. Eres bastante cómoda.
──Tsk. ─mire a otro lado. ──. Y tú eres un maldito vago.
──Combinación perfecta, ¿no? ─no dije nada, solo me quedé en silencio.
Aunque no lo demuestre o diga, una inmensa felicidad se llenaba en mi corazón sin siquiera saberlo con certeza.
Solté un suspiro. Rendida recargue mi cabeza en la suya sin importar que las personas nos vieran.
Así estuvimos por unos minutos en paz.
La puerta del salón se abrió y de esta entraron el equipo de Naruto con una gran determinación o eso solo lo demostraban los hombres del equipo.
Ino no tardó en correr a encimarse sobre Sasuke y como siempre Sakura gritando que él es suyo.
Shikamaru se separó de mí yendo junto a ellos con Choji a su lado, no tardó mucho en ver a Kiba junto a sus compañeros acercarse a ellos.
──Ustedes también, ¿eh? ─escuche al vago hablar. ──. Todos estamos aquí por esta estupidez.
──Si todos estamos aquí. ─habló Kiba. ──. Los nueve novatos.
──Doce novatos. ─corrigió Kenzo llegando a su lado.
──Sin duda esto será divertido. ─exclamó con una gran sonrisa Suki abrazándonos con fuerza a Kenzo y a mí. ──. ¿O no chicos?
──N-no puedo respirar... ─el pelirrojo se estaba poniendo morado.
──Si aprecias tu vida será mejor que me sueltes. ─mire de la peor forma posible.
──Solo porque amo mi vida, te soltaré. ─en cuanto me soltó le di un golpe en la cabeza. ──. ¡Oye! Eso me dolió.
──Esa era la intención, escoria. ─me crucé de brazos mirando a otro lado.
──Veo que no has cambiado nada, Yumei. Sigues siendo la misma chica de antes. ─ignore el comentario de Kiba. ──. ¡Oye no me ignores!
──Kiba, entiende que ella nunca te va amar. ─soltó Kenzo con burla.
──Mira quien lo dice. El que es rechazado por todas las chicas.
──Por lo menos cuando me rechazan me miran a los ojos y no ignoran mi existencia.
──Tú, maldito.
──Tsk. ─chasqueo el Nara. ──. Qué fastidio.
Decidí ignorar a todos, sus estúpidas voces me sacaban de mis casillas.
──Como dijo antes Suki. ─hablo Kiba con su voz de superioridad después de su pelea. ──. Esto será divertido. O al menos para los que sean suficientemente buenos. ¿O no Sasuke?
──Kiba, ten cuidado de no confiarte demasiado. ─le dijo el azabache.
──Esperen y vamos a deshacernos de todos ustedes. ─rodé mis ojos a las palabras del Inuzuka. ──. Hemos entrenado como locos.
Suki y Kenzo se miraron a punto de reír, pues ellos no saben lo que es un entrenamiento como lo tuvimos nosotros.
──¿Y qué crees que hemos estado haciendo nosotros? ─replicó Naruto. ──. ¿Sentarnos a picar cebolla? ¡Tú no sabes lo que es entrenar!
Y con eso los chicos compañeros míos rompieron en risas. Yo permanecí inexpresiva mirándolos reír como idiotas.
──¿De qué se ríen? ─pregunto Sakura disgustada.
──E-es solo que... ─la castaña seco una lagrima que se le escapó.
──Ustedes no saben lo que es un verdadero entrenamiento. ─termino de hablar Kenzo.
──Como si ustedes lo supieran. ─exclamó Naruto.
──Bueno, siempre nos levantamos a las tres de la madrugada comenzando con nuestro ejercicio matutino.
──¡¿Tres de la madrugada?! ─exclamarón la mayoría.
──¿Ejercicio matutino? ─pregunto Ino confundida. ──. ¿Qué es eso?
──Cien vueltas alrededor del campo, cincuenta lagartijas, sentadillas y abdominales.
──Todos los días a la misma hora.
Los chicos estaban atónitos a lo escuchado.
──Eso no es entrenamiento. ─hablo Naruto. ──. ¡Eso es tortura!
Los chicos rieron un poco.
──Oigan, ustedes... ─todos miramos a un costado nuestro a un chico peligris. ──. Quizás querían bajarle un poco a su escándalo. ─se acercó. ──. Digo, no se ofendan, pero ustedes son los doce novatos, ¿cierto?
──Como si a alguien le importara tu opinión. ─hablé, esté me miro.
──Solo digo que si yo fuera ustedes no me pondría en ridículo. ─dijo suave. ──. Relájense, esto no es un campamento escolar.
──¿Y quien te pregunto? ¿Quién eres tú? ─pregunto Ino.
──Yo soy Yakushi Kabuto. Pero enserio vean a su alrededor. ─dijo, todos nos miraban como un depredador a su presa. ──. Están dando una mala presencia.
──¿Se les perdió algo con nosotros. ─pregunté fríamente, todos los que estaban detrás mío se tensaron a escucharme.
Estos seguían mirándonos o más bien mirándome. Di un golpe al suelo con mi talón causando una gran ráfaga de viento ocasionado que todos voltearon a ver a otro lugar.
El viento es mi protector de todo. Sonara raro y loco, pero cuando era niña él era el único que me ayudaba de los problemas cuando los niños me molestaban una gran ráfaga los empujaba. Él es el único que ha estado conmigo y sé que no me dejará sola, siempre acompañándome a todos lados.
──Yumei, harás que nos maten. ─chilló Sakura junto a Ino.
──Si tienen miedo de ellos, ¿entonces, a qué mierda vinieron a los exámenes? ─las miré sobre mi hombro, estás pasaron saliva al darse cuenta de ello. ──. Eso pensé.
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