┆OO.2
━CASCABELES━
• • •
Solo observaba al chico estar medio inconsciente debido a los golpes que la Hyuga le había dado, quien estaba cruzada de brazos mirando a otro lado.
──Idiota. ─solo los mire sin saber qué decir. ──. Bien lo mejor será comer los tres juntos ya que desde ahora somos un equipo. ─comento con una enorme sonrisa.
──¿Podrían ayudarme? ─mire al pelirrojo en el suelo sin poder moverse.
──Puedes, por favor, morir en silencio. ─pedí sin mirarlo.
──Yumei es mala. ─murmuró.
Rodé mis ojos caminando hacia la puerta con Suki arrastrando a Kenzo.
Antes de salir la puerta se abrió mostrando a quien fue lo peor que me pudo haber pasado hace algunos años.
──Ustedes son el equipo 5, ¿cierto? ─preguntó con una sonrisa fingida.
──Eso a ti no te importa. ─dije, este posó su mirada en mi cruzándose de brazos.
──¿Cuanto tiempo, Yumei? ─sonrió de medio lado. ──. Veo que ya no eres la misma chica problemática de antes.
──Púdrete Banri. ─gire mi cabeza para no mirarlo.
──A partir de ahora seré su sensei. ──soltó de golpe, eso me hizo volver a verlo. ──. Y me deben de tratar con respeto. ─se dirigió a mí.
──Ten tu respeto. ─le mostré mi dedo medio.
De pronto sentí un golpe en mi cabeza, antes de siquiera hablar Suki me cubrió mi boca con su mano.
──Lo siento sensei, es solo que Yumei tiene problemas. ─hablo nerviosa. ──. Seguramente se cayó de bebé, usted sabe cómo son los niños.
Le mordi su mano para que me soltara, algo que funcionó..
──Donde vuelvas a hacer eso. ─la señalé con mi dedo. ──. Te volveré una ciega de verdad.
──Chicas, chicas no se peleen. ─Kenzo pasó sus brazos por nuestros hombros. ──. Las mujeres hermosas no pelean. ─una mirada de parte de ambas bastó para que se separara. ──. Ok, espacio vital. Lo entiendo. ─se alejó de nosotras.
Se escuchó una risa falsa llamando nuestra atención. Los tres observamos al frente a Banri estar de brazos cruzados.
──Bien, mocosos no tengo todo el día. ─restó importancia dando vuelta. ──. Caminen detrás mío.
──¿Caminar? ──hablo Suki. ──. Pero se supone que dentro de 30 minutos es cuando conoceremos a nuestro sensei.
Eso lo hizo voltear con una sonrisa.
──Tienen que acostumbrarse a mis horarios, cuando digan una hora acordada llegarán dos horas antes. ─nosotros nos miramos entre sí. ──. Ahora muevan su pequeño trasero.
──Vaya, pero que educado. ─murmuró Suki.
──Lo peor es que va hacer nuestro sensei. ─comentó Kenzo.
──Es un idiota. ─murmuré para caminar detrás suyo.
Los tres nos detuvimos en el techo de la academia. Nosotros solo estábamos sentados, observando al mayor de pie mirando nuestras personas.
──¿Qué hacemos aquí? ─pregunto el pelirrojo menor después de minutos en silencio.
──Primero que nada hay que conocernos y para eso nos presentaremos. ─se sentó al borde de la barandilla. ──. ¿Quién empieza?
Nos quedamos en silencio total mirándonos entre nosotros, ninguno quería hacer esa estupidez.
──¿Por qué no comienza usted sensei? ─hablo la castaña. ──. Así conoceremos más sobre usted.
──Ya que insisten. ─sonrió de medio lado. ──. Mi nombre es Uzumaki Banri, me gusta pasar tiempo con mi esposa, no me gustan las personas hipócritas, mis pasatiempos son entrenar, leer y dormir y mi sueño para el futuro es tener una gran familia.
Admito que me impresionó el saber que está casado.
──Ahora tú, la ciega. ─señaló a Suki.
──Mi nombre es Hyuga Suki, me gusta el picante, no me gusta el silencio, mis pasatiempos son entrenar para llegar a ser mejor que ninguna mujer en mi clan y mi sueño es poder cambiar el clan Hyuga. ─lo último lo dijo con poca tristeza cosa que me dio igual.
Aunque su tono de voz me decía que mentía.
──Tu turno casanova.
──Soy Hitomi Kenzo, pero para las chicas soy Ken. ─me guiño un ojo al igual que a la castaña. ──. Me gusta ayudar a las chicas en cualquier problema, no me gusta que se peleen por mí, porque hay para todas. ─tanto Suki como yo lo mirábamos con una ceja alzada. ──. Mis pasatiempos son entrenar mientras las chicas me miran y mi sueño es encontrar a la única mujer que pueda soportarme.
Banri lo miró con una gota de sudor en su cien.
──La última. ─me miró.
──Soy Sarutobi Yumei, lo que me gusta y lo que no, es problema mío no de ustedes, mis pasatiempos les importa un carajo y mi sueño... no tengo, no existe y jamás existirá. ─hablé desinteresada.
──Genial, una ciega un casanova y una chica antipática. ─nos miró detalladamente. ──. En pocas palabras un equipo de porqueria. ─a los tres nos sentimos mal, los otros dos lo demostraron más que yo. ──. Mañana a las 5 los quiero en el campo número 10. ─se levantó. ──. Ya saben que son dos horas antes.
──¡¿Será nuestra primera misión?! ─a Kenzo le brillaban los ojos.
──¿Eh? Sí, algo así. ─fruncí mi ceño ante eso. ──. Será mejor que descansen, mocosos. Mañana les espera un duro día.
Dicho eso desapareció sin decir más.
──¿Qué opinan de ir a comer? ─preguntó Suki.
──Iré a donde una chica me invite. ─el castaño rodó los ojos. ──. ¿Tu que dices hermosa Yumei?
──Vayan ustedes, no quiero perder tiempo con los dos. ─di media vuelta dispuesta a marcharme.
──Yumei no seas tan amargada y ven con nosotros. ─ignore las palabras de Kenzo.
──No te preocupes Kenzo ella irá por las buenas o por las malas.
Para cuando escuche eso sentí mi cuerpo siendo sujetado por una cuerda.
──¡Oye Suki! ¡Suéltame! ─comenzó a arrastrarme. ──. ¡¿Que no escuchaste?!
──Claro que escuche, pero no te haré caso.
A pesar de mis gritos y de las miradas de los aldeanos al verme atada y siendo arrastrada, la perra de Suki no me dejaría ir hasta que hayamos comido.
Después de media hora siendo arrastrada llegamos a el BBQ donde Suki seguía tirando de la cuerda con la cual me tenía atada.
──Mira allá hay una mesa.
Pasamos unas cuantas mesas hasta llegar a una y para mi desgracia en frente de la cual será nuestra mesa, se encontraba Asuma junto a Shikamaru, Choji e Ino, quienes voltearon a ver sorprendiendose de como me llevaban mi equipo.
──Si dicen una palabra los voy a golpear. ─les hable.
──Qué fastidio. ─mire a Shikamaru dejar caer su cabeza a su mano.
──Cállate Shikavago.
──¿Cómo me llamaste? ─pregunto acercándose a mí.
──Que no escuchaste. ─acerqué mi rostro retando.
──Te reto a que lo vuelvas a decir, chica problemática. ─acercó su rostro sintiéndolo a pocos centímetros del mío.
──Te llame Shikavago, ¿tienes algún problema con eso, Nara? ─mis ojos inconscientemente pasaron a sus labios y unas inmensas ganas de probarlos me invadieron.
──O creme que no, problemática. ─sus ojos como los míos observaban mis labios.
Jamás había sentido este sentimiento y estas ganas de lanzarme a besarlo, nunca me fije en ningún hombre de esta manera.
Antes de que algo más pasara sentí una mano levantarme de la cuerda separandome del Nara. Miré al responsable topandome con unos ojos cafés que me miraban seriamente.
──Asuma, hola. ─no se porque, pero trate de darle una sonrisa cosa que lo dejó asombrado. ──. ¿Puedes desatarme?
Él me sonrió dejándome sentada en el asiento frente a la mesa.
──Si lo hago te iras golpeando a medio mundo. ─dijo tomando a Shikamaru del cuello de su camisa llevándolo de regreso a su asiento.
──Traidor. ─gire mi cabeza mirando a otro lado.
Eran justo las 3:01 de la madrugada y yo me encontraba llegando al punto de reunión con mi cara como si fuera un zombie, me daba cachetadas para no quedarme dormida en medio camino.
──Llegas tarde. ─mire a Banri señalar el reloj el cual marcaba las tres con dos.
──Solo por dos minutos. ─bostece mirando como Suki y Kenzo se estaban quedando dormidos parados.
──Por llegar tarde dos minutos darás diez vueltas a todo el campo.
Mi sueño de pronto se esfumó.
──¿Qué quieres que cosa?
──Diez vueltas al campo. ─repitió.
──¿Estas jodiendo? ─pregunté ingenuamente. ──. ¿Solo por llegar dos minutos tarde haré 10 vueltas?
──No. ─suspiré. ──. Ahora son 20 vueltas, mocosa. ─me iba a quejar, pero ahora sabía que si decía algo o me quejaba iba a ser el doble.
──Tsk. ─chasqueé con disgusto. ──. Ya que. ─comencé a correr sintiendo el sueño de ir poco a poco.
Media hora después terminé de correr por el terreno. Me dejé caer de rodillas al suelo.
──Bien. ─habló el Uzumaki. ──. Ahora que su compañera terminó el castigo, podemos continuar.
Suki me tendió una botella de agua.
──Gracias. ─agradecí después de beberla toda.
Mire a Banri a colocar una alarma sobre un tronco.
──Está puesto para las siete de la mañana. ──nos volteo a mirar. ──. Quiero que me quiten esto. ─mostró dos cascabeles. ──. Al final de la hora acordada deberán de tener uno en sus manos.
──¿Cascabeles? ─pregunto Kenzo. ──. Pero ahí solo hay dos.
──Es porque solo dos de ustedes serán genin oficialmente.
──Pero ya nos graduamos, ¿cómo es eso posible? ─preguntó Suki.
Este se rió como si le hubieran dicho el mejor chiste de la historia.
──¿Cual es el chiste para reirme también? ─me levanté una vez que me recupere.
──Es que ustedes me hacen reír. ─le lancé la botella, pero él la esquivó. ──. Bien, les diré. ─se puso serio. ──. De los 27 graduados solo doce serán seleccionados oficialmente como genin.
Los tres nos sorprendimos.
──De mi dependerá si ustedes pasan o se quedan en la academia. ─nos miramos entre nosotros. ──. Pueden usar cualquier arma ninja siempre y cuando vengan con intención de matarme.
──Mucho mejor para mi. ─susurró para mi misma.
──Bien. ─nos miró por unos segundos ──. Dispersión.
Los tres nos escondimos pensando en como atacar. De cierta manera sabía que esto no era solo quitarle un cascabel, había algo oculto que Asuma me enseñó desde pequeña.
Escuche hojas moverse a mi lado, lancé un kunai. De entre los árboles salió un Kenzo asustado y una Suki sosteniendo en su mano el kunai a escasos centímetros de su cabeza con el Byakugan activado.
──Casi me matas. ─me susurro para que Banri no nos escuchará.
──Tu lo has dicho "casi" asi que calla. ─mire a Kenzo quien estaba con los ojos cerrados. ──. ¿Dónde está?
──Está a dos metros del árbol que está a nuestra izquierda.
Los mire.
──Tengo un plan.
──¿Plan? ¿Para qué? ─preguntó Kenzo.
──Para cocinar dangos. ─dije sarcástico. ──. ¿Cómo que "para qué", idiota? Para quitarle los cascabeles.
──Ahhh... ─rodé mis ojos ante su estupidez. ──. Pero, cada uno de nosotros debería de tomarlo por su cuenta.
──¿Tú eres tonto, verdad? ─preguntó Suki.
──Un poco, sí. ─dijo con sinceridad.
──Joder. ─me llevé mi mano a mi rostro. ──. Vamos a morir.
──Bien, dejemos eso de lado. ─habló Suki. ──. ¿Cual es el plan?
──Vamos a acorralarlo en ese árbol de allá. ─señale. ──. Lo atamos por sorpresa y le quitamos los cascabeles.
──Pero, solo hay dos cascabeles. ─dijo Kenzo triste.
──Pues te dejo inconsciente y me quedo con el tuyo. ─solté de broma, pero mi expresión no lo era. ──. Kenzo, deja de ser tan estúpido y ve a pelear con Banri directamente. Que crea que estás solo.
──¿Eh? ─se quedó procesando lo que dije.
──Esto será una larga mañana. ─suspiré al ver el humo salir de sus orejas.
Observaba a Kenzo pelear cuerpo a cuerpo con Banri usando taijutsu. Le hice la señal a Suki, quien apareció detrás del pelirrojo mayor usando su taijutsu estilo Hyuga.
Este comenzaba a retroceder creyendo que ambos iban dispuestos a tomar su cascabel. Esté llegó a topar cerca del árbol, esa fue mi oportunidad para atarlo. Lancé shuriken con hilos alrededor del este atrapandolo.
Aparecí a un lado de los chicos quienes sonreían victoriosos.
──¡Tu plan funcionó Yumei! ─el pelirrojo me abrazo uniendo a Suki a este.
──Tengo que admitir que Kenzo tiene razón. ─está rodeo sus brazos a mi cuerpo. ──. ¡Eres increíble!
──Si, si, si sueltenme si aprecian sus vidas. ─ambos lo hicieron. ──. Bien. ─los mire. ──. Esto no hubiera sido posible sin su ayuda, sin trabajar en equipo.
──Me sorprenden. ─Banri nos miraba con una sonrisa. ──. No pensé que trabajaran en equipo. Ni siquiera imaginé que se darían cuenta del verdadero objetivo.
──Gracias por tener fe en nosotros. ─habló el chico a mi lado. ──. Yo lo supe desde el inicio. ─soltó con orgullo.
Nosotras solo lo miramos con una ceja en alto.
──Claro~ ─soltó la castaña alargando la "o".
──Hmp. ─lancé un kunai cortando los hilos desatando al pelirrojo.
──Solo queda una cosa que decir. ─nos sonrió. ──. Están aprobados.
Sonreí de medio lado mientras que mis compañeros soltaron gritos de felicidad.
──Así que pasaron. ─escuchamos la voz de una mujer detrás de nosotros.
Nos giramos observando una mujer de no más de unos 29 - 31 años, era delgada, cabello castaño al igual que sus ojos, su cabello era corto, le llegaba hasta los hombros y traía consigo una canasta con comida.
──Chicos les presento a Kata. ─se acercó a ella. ──. Mi esposa. ─la mujer se acercó a nosotros.
──Es un gusto conocerlos. ─dejó la canasta en el césped. ──. Les traje comida.
──¡Genial! ─exclama Kenzo. ──. ¡Porque no he comido nada!
──Estoy con él. ─los dos se sentaron. ──. Muero de hambre.
La mujer río al verlos pelear por la comida, posó su mirada en mí.
──¿Y tu linda?
──No tengo hambre. ─en eso se escucho mi estomago rugir causando risas de parte de todos.
Gire mi cabeza a otro lugar sintiendo mis mejillas teñirse de color rojizo.
──Pues tu estomago dice otra cosa. ─habló Kenzo con la boca llena ganándose un golpe de parte de Suki.
──No tienes que ser orgullosa y ven comer. ─mire a Banri entregarme un plato de ramen.
──Lo voy a tomar pero me ofende muchísimo. ─todos se rieron.
Tal vez el equipo cinco sea divertido.
━━━. quise hacer algo como los que salen en el opening 3 ;-;
━• • •━
–No hate para mi bella Suki, yo amo por igual a todos mis Oc. Solo lo hago, porque la mayoría sabe porque de esos memes.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top