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─CENA─
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Toda la aldea estaba feliz. Por fin, después de semanas, la Godaime Hokage había despertado así que estos últimos hemos estado muy ocupados con cosas de la guerra.
Y por eso mismo, me encontraba aquí frente a ella viéndola comer como si no hubiese un mañana. A pesar de que han pasado días, sigue comiendo para reponer su chakra.
──Y-yumei... ─habló después de comer, su semblante cambió a uno serio. ──. Cuando sentí tu chakra desaparecer y darme cuenta que habías muerto... me sentí mal.
Sus ojos miraban al suelo, supongo que fue duro aquello.
──Pero me alegro que Naruto haya cambiado a Nagato. ─suavizó su mirada. ──. Sin él, había perdido a más de uno. ─sabía que se refería a Kakashi y Shizune. ──. Por eso mismo, a partir de hoy... ¡quedás fuera total del ANBU!
De cierta forma me lo veía venir.
──Está bien. No tengo ninguna inconveniencia. ─aseguró.
──Se que tienes tus motivos y eres excelente en lo que haces, pero– ... ─se quedó en silencio al escucharme. ──. ¿Qué? ¿Lo aceptas así de fácil?
──Sí, ya no necesito esconderme en el ANBU. ─aclaré sonriendo levemente. ──. Ya estoy mejor.
Lady Tsunade suavizó la mirada.
──Me alegro escuchar eso. ─comió de su plato. ──. Aún así, hay que prepararse para la guerra que se aproxima. Así que disfruta este día libre, mañana comienza lo duro.
Asentí con la cabeza saliendo de aquella habitación. Solté un leve suspiró mirando el cielo irse nublando. Emprendí camino hacía la casa, Konohamaru dijo que se iba a quedar a dormir con Udon, así que tenía casa sola.
──¡Yumei! ─me detuve al escuchar a Tenten correr hacía mí.
──¿Sucede algo? ─pregunté cuando se detuvo a mi lado.
──Sí, con las chicas estamos pensando en ir a comer al BBQ que acaban de abrir para pasar una buena noche. ─comentó pasando su brazo por el mío. ──. Qué dices, ¿te animas a venir?
Lo pensé un poco.
──¿Es una salida de chicas?
──Sí, nada de chicos. ─aclaró. ──. Tenemos que pasar tiempo entre nosotras.
──Está bien. ─acepte. ──. No pierdo nada.
Ella sonrió en grande y aún abrazada a mi brazo, comenzamos a caminar directo a aquel restaurante. Una vez adentro saludamos a las demás chicas, notando que había otra chica con la que no he tenido mucho contacto.
──Yumei, ella es Shiho del escuadrón de Criptoanálisis. ─presentó Sakura. ──. Shiho, ella es Yumei un jounin de élite.
Ella se arregló los lentes mirándome de pies a cabeza.
──Oh, eres la chica muerta.
──Supongo que lo soy. ─dije para tomar asiento a un lado de Hinata. ──. Es un gusto conocer a gente nueva.
──Lo mismo digo.
No le di tanta importancia a su mirada.
──Me alegra que hayan abierto el BBQ. ─alegó Ino.
Tomé el menú notando las distintas carnes.
──Me sorprende lo silencioso. ─dije leyendo la carta.
──Es por qué ha hecho una reservación. ─aclaró Tenten con baba saliendo de su boca al ver el menú. ──. ¡Ternera! ¡Ternera! ─balbuceaba feliz.
──Tenten, la baba. ─dije para que la limpiara.
──¡El menú tiene una combinación especial para chicas! ─resaltó Ino.
──No puedo resistirme a las ofertas. ─murmuró Sakura.
──¡A mí me encantan los menudillos! ─comentó Shiho arreglando sus lentes.
Yo prefería filete de ternera y costillitas.
──¿Ya pensaron que van a beber? ─preguntó la castaña, asentimos. ──. Bien. ¡Disculpe! ¡Ya estamos listas para pedir! ─anunció al mesero.
Un joven tomó nuestra orden, yo pedí dos filetes y costillas junto a un té frío. Para nuestra sorpresa, no tardaron en traer nuestra orden.
──¡Salud! ─brindamos a petición de la castaña.
──Entonces, ¿porqué nos hemos reunido? ─cuestionó la rubia.
──Todas hemos estado muy ocupadas todos los días preparándonos para la guerra, ¿verdad? ─inquirió mi compañera. ──. Tenemos que liberar ese estrés.
──Sí, tienes razón, una vez no hace daño. ─estuvo de acuerdo la pelirrosa.
──Ya se han acabado las misiones normales. ─expresó Ino. ──. Ahora todo se centra en las preparaciones.
──Y pensar que en unos días estaremos en campo de guerra. ─dije sin mucha expresión. ──. Supongo, que relajarnos nos viene bien.
Hinata asintió al igual que las demás.
──En realidad, apreció que me hayan invitado. ─agradeció Shiho. ──. Pero, ¿cómo es que todas se conocen?
──Ahora que lo mencionas, ¿por qué siempre acabamos saliendo con los demás? ─cuestionó Tenten.
──Quizás porque todos pasamos el examen chunin a la vez. ─respondió Sakura.
──Oh, cierto. Es verdad. ─recordó la rubia. ──. Aunque, Yumei se convirtió en chunnin la primera vez.
──¡Cierto! Después fue asignada a nuestro equipo. ─expresó Tenten. ──. Por eso nos comenzamos a juntar con los de su generación.
──¿Su generación? ─Shiho me miró. ──. ¿Acaso tu equipo se desintegró o por qué te asignaron a uno de otra generación?
Las chicas se tensaron y dejaron de hacer lo que hacían al escuchar esa pregunta. Por mi parte, coloque mi carne en el asador.
──Mi equipo se desintegró por la falta de miembros. ─volteé la carne. ──. De los cuatro solo quedamos yo y mi ex-compañera, pero ella está fuera de la aldea. La Hokage me asignó al equipo de Tenten por qué su ritmo es parecido al mío.
Contesté sin ningún problema sorprendiendo a las chicas. Ellas respiraron con alivio.
──¿Y qué le pasó a tu otro compañero y maestro? ─inquirió.
Saqué la carne para colocarla en mi plato y poner asar otra.
──Están muertos. ─le aclaré sin problema alguno, se sentía bien no sentir remordimiento ni ganas de matar a quien me preguntara aquello.
Ella ya no dijo nada por educación. Las chicas recordaron nuestro primer examen chunin y los retos que nos enfrentamos. Reímos al recordar esos viejos tiempos.
──¡Ahora es nuestro turno de proteger a Naruto! ─ante las palabras de Sakura, me detuve a punto de beber mi té.
Inconscientemente recordé la vez que lo conocí, él me protegió de aquellos niños que me molestaban. Ahora era mi turno de protegerlo.
──Aunque a veces sigue siendo un idiota. ─soltó la Yamanaka.
──Cierto.
Creo que eso no se podía negar. Miré por la ventana observando el cielo oscuro, me preguntaba cómo le estaría yendo a Naruto en su "misión" clase S, claramente no era misión, tenían que llevar lejos a Naruto para que Akatsuki no lo encontrara. Aunque estaba segura que no iba a durar mucho tiempo aquella mentira.
Lo que sí sé, es que Gai-sensei debe de estar medio muerto.
──Oh, ¿qué te parece esto? Se han reunido todas las chicas. ─escuchamos una voz llegar.
──¡Tsunade-sama!
Parecía que la mayor estaba medio ebria y Shizune la cuidaba.
──Etto... solo es una reunión de chicas. ─aclaró Tenten.
──¿Reunión de chicas? ─sonrió. ──. Yo también. Yo también. ─dicho eso, se sentó a mi lado.
──Pero, Tsunade-sama... ya no es una chica.
──¿Es por mi pecho? ─se tocó su pecho. ──. ¿Estás diciendo que sin demasiados grandes? ¿Y los de Yumei no son iguales? ─me señaló.
──Aún así, los de usted son más grandes. ─le aclaré sin darle tanta importancia, Ino también tenía aunque eran un poco más los míos.
──Tráeme algo de sake. ─pidió a la pelinegra.
──Esto ya es más que una copa. ─susurró Shizune.
──¿Y bien? ¿Están hablando de los chicos que les gustan? ─Tsunade me abrazo mirándome con una sonrisa.
──Estábamos hablando de los días del examen chunin. ─le aclaró Sakura.
──Solo estamos recordando. ─dijo Ino.
──Con las cosas como están ahora, pensamos en reunirnos todas y divertirnos un poco estaría bien. ─comentó Tenten.
──Ya veo.
Recordé mis días de los exámenes y casi me ahogaba cuando recordé que ese día di mi primer beso. Las chicas me miraron un poco preocupadas.
──Lo siento. ─pedí. ──. Es que recordé algo de esos tiempos.
──¿Y qué fue? ─la Hokage comió de mi plato. ──. ¡Cuenta! ¡Cuenta!
Miré a otro lado intentando no avergonzarme.
──Puede que en la tercera fase del examen... di mi primer beso. ─susurré lo último.
──¿Eh? No te escucho. ─habló Sakura. ──. ¿Puedes repetirlo?
Suspiré y me arme de valor para decirlo.
──Dije que ese día di mi primer beso. ─solté por fin.
Las chicas quedaron en silencio por unos segundos para después gritar felices, después se deprimerón al notar que no tenían una vida amorosa.
──Sabía que eras suertuda. ─la rubia me golpeó la espalda. ──. ¿Y quién fue el afortunado?
──Alguien. ─bebí de mi té.
──Es obvio que fue nada más y nada menos que... Shikamaru. ─soltó Ino con una leve sonrisa. ──. Papá me contó sobre aquella memoria, Yumei.
No tenía nada que decir ante eso.
──S-shikamaru-kun. ─tartamudeo Shiho. ──. ¿Eres novia de Shikamaru-kun? ─preguntó con seriedad.
──Soy lo que él quiere que sea. ─aclaré mirandola. ──. Así que sí, soy su novia.
──No pareces el tipo de Shikamaru-kun. ─expresó con leve disgusto. ──. Él es alguien inteligente, educado y amable. Merece a alguien igual que él.
Sonreí para mis adentros.
──Al Nara le gustan las grandes y de malos tratos. ─aunque no lo parecía, era mayor que él por un año aunque no me refería a eso de grande. ──. Si no me crees, pregúntale.
──Le preguntaré. ─alcé una ceja al verla ponerse de pie.
Las chicas estaban intrigadas, así que se levantaron levemente para ver la escena. Tanto Tsunade como Shizune, aprovecharon para comer. Yo por mi parte deje dinero en la mesa y me levante.
──S-shikamaru-kun. ─llamó Shiho al pelinegro.
──Oh, hola, Shiho. ─saludo a la chica. ──. ¿Necesitas algo?
La chica se quedó en silencio al no saber qué decir, pues se puso nerviosa por qué el pelinegro la miraba.
──Y-yo... b-bueno... etto. ─balbuceaba.
No le di tanta importancia y baje de la madera para colocar mis sandalias. El pequeño sonido, que producía cuando golpeaba el suelo para ajustarlas, hizo que los chicos me mirarán.
──¿Ya te vas Yumei? ─preguntó tenten.
──Sí, tengo que hacer unas cosas para mañana. ─las miré. ──. Deje mi dinero en la mesa. Gracias por la invitación. ─agradecí.
Estaba por irme, pero una voz me detuvo.
──Espera, Yumei. ─me giré al escuchar al Nara. ──. Te acompaño a tu casa.
──No tienes por qué. ─dije viendo como se levantaba.
──No me molesta. ─miró a los chicos. ──. Los veo después. ─miró a Shiho. ──. Si es algo importante, dímelo mañana Shiho.
──¿Eh? ─la chica lo miró llegar a mi lado.
──¿Nos vamos? ─preguntó tomando mi mano entrelazando nuestros dedos.
──Supongo. ─apreté mi mano sintiendo la suya en ella.
El camino a mi casa fue bastante tranquilo y entre pequeñas pláticas sobre la cena que acabamos de hacer.
──Recordamos los exámenes chunin y fue muy nostálgico. ─dije mirando las estrellas en la oscura noche.
──Cómo olvidar los exámenes. ─soltó una leve risa. ──. Pasaron buenos momentos.
──Como ustedes que se escondieron en los arbustos hasta encontrar a un equipo patético para quitarles el pergamino. ─le recordé con cierta burla.
──Oh, cállate. ─rodó sus ojos. ──. No fue mi mejor recuerdo.
──¿Así? ¿Y cual lo fue? ─inquirí con curiosidad.
──¿Quieres saberlo? ─asentí con mi cabeza. ──. El mejor recuerdo... es este.
Me tomó con firmeza de mi cintura y sin darme tiempo a reaccionar, me besó. Al principio fue suave, pero sentía su necesidad por tenerme más cerca suyo, que se hizo intenso. Mi mano se apoyó levemente en su hombro, mientras que la otra aún estaba presa entre sus dedos.
A los segundos, se separó de mis labios terminando de juntar su frente con la mía.
──¿Sabes cual es mi recuerdo favorito? ─le pregunté.
──No.
──Cuando Asuma te exploto con los entrenamientos cuando se enteró del beso. ─solté una ligera sonrisa al escuchar su bufido.
──Ni me lo recuerdes. ─escondió su cabeza en mi cuello.
Acaricie tu cabello sintiendo como se iba quedando dormido.
──Ni se te ocurra dormirte. ─alejé mi mano de él. ──. Qué no estamos en mi cama. Aún seguimos a merced de la calle.
──Qué fastidio. ─murmuró levantando su cabeza. ──. Tan cómoda que eres.
──Es una pena que aún no somos novios, de lo contrario, te dejaría dormir conmigo. ─dije una vez que comenzamos a caminar directo a mi casa.
──Qué graciosa. ─suspiró. ──. Sí recuerdas que te pedí ser mi novia hace meses, ¿no?
──Claro que me acuerdo. ─me divertí al recordarlo. ──. Ese día te dije que estaba confundida y creí que me atraía Neji.
Él rodó sus ojos.
──No fue gracioso. ─aclaró.
──Lo hice para que sintieras lo que sentí esa vez. ─le recordé. ──. Así que no te quejes.
Di unos cuantos pasos más hasta que sentí como me jalaron del brazo hasta que una mano me tomó con firmeza mi cintura. Levante mi mirada para encontrarme sus ojos.
──Sarutobi Yumei, ¿serías tan amable de ser mi hermosa novia? ─preguntó con un tono serio.
──Con gusto. ─acepte acariciando su cuello con mi mano libre.
Él sonrió antes de juntar sus labios con los míos, sellando nuestra primera etapa.
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