┆O. 43
━RELAJADA━
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Otra misión más completada.
Habían pasado algunos días desde aquella misión de rescatar al Kazekage. Nuestras misiones siguieron y hoy por fin terminamos para mañana tener vacaciones.
Hoy a diferencia de otras ocasiones me encontraba más cansada que de costumbre, la misión fue muy pesada.
──Estoy cansada. ─expresó Tenten cuando salimos de entregar el reporte a la Hokage. ──. Pero terminamos con esta misión larga y a partir de mañana estamos de vacaciones.
──Nunca creí que me alegraría escuchar eso. ─dije cerrando mi ojo.
──Hola, Kakashi. ─saludo el sensei mirando al nombrado, este todavía seguía débil, pero parecía poder caminar. ──. ¡Te encargo el resto de la misión!
──Si, si. ─se apuró a decir. ──. Entendido.
──¡Vayamos a refrescarnos! ─propuso la castaña. ──. Vayamos a un balneario.
──Suena bien para mí. ─dije mirando a la chica. ──. Sirve para que me relaje un poco.
──Lee, ¿vienes con nosotros? ─preguntó el Hyuga.
──No, gracias. ─negó la invitación. ──. Estoy pensando en ir a entrenar ahora.
──Qué admirable. ─soltó el Hatake sin creer la energía que tenía a pesar de venir de una misión. ──. Pero, si te esfuerzas demasiado, tu cuerpo no podrá seguirte el ritmo.
──¡Lee, de verdad no tienes comparación! ─gritó Gai-sensei con lágrimas interrumpiendo al Hatake. ──. ¡A disfrutar al máximo la juventud! ¡Te acompañaré en ese entrenamiento! ─ahora Lee lloraba por igual. ──. ¡Vamos, Lee!
──¡A pelear!
──¡Juventud al máximo poder! ─gritó corriendo, pero se tropezó con su pie cayendo inconsciente al suelo, su cuerpo necesitaba descansar.
──¡Gai-sensei! ─Lee lloró creyendo que se murió. ──. ¡Levántese, por favor! ¡Diríjase hacia el mañana!
──Lee, ya hace un tiempo que el cuerpo no le sigue el ritmo a Gai. ─le comentó el Hatake acercándose a él.
──Gai-sensei, no se muera. ─ignoro al mayor. ──. Usted prometió que haría de mi un excelente shinobi.
──Lee, yo me haré cargo de él. ─le dijo el Hatake al ver su drama. ──. ¿A cambio de eso le podrías encárgate de darle un mensaje a Naruto y Sakura? ─elevó su voz al ver como este no le hacía caso.
Lee se quedó callado mirando a Kakashi.
──Mejor vámonos. ─dije pasando de ellos para dirigirme a las aguas termales.
──Si, no creo soportar otro minuto más. ─susurró Tenten caminando a mi lado.
El Hyuga no dijo nada, solo caminó junto a nosotras.
──Por cierto, Hyuga. ─lo miré de reojo. ──. Ni se te ocurra espiarnos. ─entrecerré mis ojos mirando los suyos.
──¿Por quién me tomas? ─miró a otro lado. ──. Además no habría nada interesante de ver.
──Sí, claro ─lo miré con notable recelo. ──. ¿Quién sabe qué haces con tu Byakugan fuera de las misiones?
──La pregunta es, ¿qué haces tú con el Byakugan fuera de las misiones? ─ahora era él quien me miraba con recelo. ──. Tal vez yo debería de estar preocupado, ¿no?
──No habría nada interesante que ver, Hyuga. ─miré al frente ignorando su mala mirada.
Tenten solo nos miraba con una gota de sudor bajando sobre su cabeza.
──Ustedes sí que son raros. ─susurró la castaña.
Ya habíamos llegado a los baños termales. Todo estaba genial, pues estábamos solo el lugar para nosotras dos, así que no tardé en deshacerme de mi ropa acomodando está en su lugar bien tendida mientras me hacía una coleta para no mojar cabello.
Todo estaba de maravilla hasta que de pronto llegaron Sakura, Ino y Hinata entrando en las aguas. No me molestaba, lo que se me molestaba era escuchar las voces de los demás integrantes masculinos de sus equipos.
De solo pensar que el Nara está prácticamente a unos metros de distancia, en mis mismas condiciones, y que solo nos separa una delgada pared me pone un poco nerviosa.
Me sumergí un poco al pensar en aquello. Estaba a un lado de Hinata, quien estaba avergonzada sosteniendo sus pechos mirando al agua. Sabía la razón por la cual lo hacía, a diferencia de ella, a mi no me importara que flotaran. No es como si fuera mi culpa que eso sucediera.
──Estar en en la tina luego de estar en una misión hace que sienta como si mis órganos se relajaran. ─soltó Tenten apoyada en la orilla de la tina.
──Tenten, suenas como una anciana. ─comentó Ino.
──Mejor reserva tus comentarios. ─dije mirándola de reojo. ──. Me das pena ajena.
Sakura soltó una risita hasta que su mirada cayó en la Hyuga quien de inmediato se hizo a un lado avergonzada.
──Hinata, no tienes por qué estar avergonzada. ─comentó. ──. Estamos entre mujeres, ponte cómoda.
──S-sí. ─susurró extendiendo sus manos, pero de inmediato las volvió a colocar.
Sakura casi se queda sin ojos al sorprenderse del tamaño de sus pechos.
──Este... me están flotando. ─comentó sonrojada.
Un aura negra envolvió a la pelirroja, pero a los segundos regresó, como si pensara en tenerle envidia por sus pechos, pero no por su fuerza.
──Déjalos que floten y tengan libertad. ─dije mirando a la chica dejando de estar sumergida. ──. Puede que al principio se sienta raro, pero te acostumbras.
Antes mis palabras las chicas me miraron, todas se sorprendieron, menos Tenten quien ya me había visto hace tiempo.
──Ay, Yumei... ─Sakura se sumergió y esta vez no salió.
Con mi brazo izquierdo oculte parte de mis pechos ante su intensa mirada de muerte. Esta vez no se había alivianado como con Hinata.
──Tsk. ─chasqueé con disgusto por su mirada. ──. Qué estupidez. ─creo que lo dije bastante alto ya que escuche mi nombre ser pronunciado por parte de los chicos.
──No pienses en Yumei mientras estás en la tina. ─miré a otro lado escuchando la voz del Nara.
¿Por qué a mi? ─pensé en un suspiro al escuchar a Kiba gritarle.
Deje de escuchar sus gritos, hasta que se escuchó un fuerte estruendo proveniente del lado de los chicos.
──Por lo visto no pueden quedarse quietos. ─murmuré tentada a usar el Byakugan por mera curiosidad, pero no iba hacerlo, no creo que valiera la pena hacerlo y no soy esa clase de persona.
──Están muy entretenidos. ─dijo Sakura al escuchar todos los gritos sobre Chouji haber reducido el agua por la mitad.
──Por cierto, me sorprende que hayas podido venir. ─habló Ino mirando a la chica. ──. Tú mamá es muy peleona.
──¡Es muy fastidiosa!
Miré a otro lado, a mi me hubiera encantado conocer a mi madre, y siento mal cuando ella habla de esa forma de la mujer que nunca la ha dejado sola.
──Cuando tengo días libres, me pone a trabajar mucho. ─murmuró Ino. ──. Y si me niego, mi padre también se pone intenso.
Nosotras tres la miramos ante la forma en la que colocó sus dedos en la cabeza.
──Me da un poco de envidia. ─dijo por lo bajo Sakura mirándome con sonrojo y un brillo en sus ojos.
──No creo que mirándome mis pechos se irán, ¿sabes? ─la miré con mis ojos entrecerrados.
Ella solo bajo su cabeza sumergiendo parte de esta haciendo burbujas sin dejar de mirarme. Harta de ello, di un zarpazo al agua echando agua en su cara.
──¡Oye! ─se quejó haciendo lo mismo, pero use el viento para que le diera a Ino. ──. No es justo.
──No veo que haya reglas. ─me encogí de hombros mientras que Ino le lanzaba agua a Sakura.
Tenten no tardó en lanzarme a mí cosa que le regrese, pero con el doble de fuerza. Hinata solo se quedaba viendo por miedo a dañarnos con los zarpazos.
──Bien, suficiente. ─dije parando esto. ──. Creo que ya pasé mucho tiempo en la tina. ─comenté levantándome haciendo que Sakura se deprima más. ──. Voy a salir.
──No solo tiene pechos... ─ignore su susurro deprimente.
──También yo. ─dijo Tenten imitando mi acción.
Salí envolviendo mi cuerpo en una toalla.
──Sí, creo que ya pase suficiente tiempo. ─comentó Ino saliendo por igual.
──Yo estaré unos segundos más. ─susurró Sakura sin dejar de verme con esos extraños ojos.
La ignoré yendo al lugar de la ropa donde la chicas ya se estaban vistiendo. Me había terminado de colocar mis bragas junto a un short de licra que uso debajo de la falda. No me gusta usarla sin ponerme algo que cubra más que mi ropa interior.
Me quite la toalla para colocarme mi sostén negro y justo cuando termine de abrocharlo el techo de los baños cayó a unos cuantos centímetros míos.
Me sorprendí al ver a Lee. Según lo que había dicho era que estaría entrenando, pero ahora cayó del techo.
──¡¿Lee?! ─Tenten a diferencia mía solo le faltaba abrochar su camisa y no casi toda la ropa.
──¿Qué hace Lee aquí? ─preguntó Sakura envuelta en su bata, solo ella y Hinata estaban en toallas.
──Lee, no creí que fueras esa clase de hombres. ─susurré decepcionada de eso, aunque no me hacía la idea de que él hubiera hecho aquello.
──¡Maldito, Rock Lee! ─Ino era la más enojada, por suerte estaba en las mismas condiciones que Tenten. ──. ¡¿Acaso nos estabas espiando?!
Para cuando me di cuenta ya lo tenía sujetado del cuello de su chaleco.
──¡T-te equivocas! ─habló. ──. Estaba entrenando y me enganche a algo... ─intentó explicar. ──. Fue un casual accidente.
──Oh, ¿precisamente en el techo del balneario? ─preguntó Tenten con recelo.
──Me resulta extraño. ─murmuró la rubia con el puño en alto. ──. ¡Te mataré!
──No... no... ─balbuceó mirando lo enojada de Ino. ──. En serio no lo hice con esa intención.
──¡No te hagas el inocente, Rock Lee! ─gritó la rubia.
──¿Qué pasó? ─me tense al escuchar al Hyuga junto a los demás entrando al lugar solamente en toallas.
──N-naruto-kun... ─Hinata se cubrió con mi cuerpo al ver al rubio.
──Escucha, Lee nos estaba espiando. ─señaló Tenten al azabache.
──¡¿Cómo?! ─pregunto el castaño sin creerlo. ──. ¡Qué insolente!
──Por favor, Kiba, limpia tu baba. ─escuche al Nara hablar con molestia mientras sentía dos casi tres miradas.
No quería voltear a ver a ningún chico, mis ojos no los verían a la cara exactamente.
──¡Vamos, vamos, no te hagas el inocente! ─gruño Ino sacudiendo al chico.
──Cejas grandes... tú... ─murmuró Naruto mirando a este sin creerlo.
Lee soltó unas lágrimas mirando al de ojos azules. A los segundos se soltó de Ino saliendo corriendo.
──Huyo. ─dijo Ino. ──. ¡Desgraciado, el huir te hace más sospechoso!
──¡Chicas, vamos a seguirlo! ─soltó Tenten saliendo junto con Ino y Sakura detrás de Lee.
Tanto Hinata como yo nos quedamos y lo peor de todo es que los idiotas aún no salían de aquí. Era la primera vez en mi vida que sentía tanta pena para voltear a ver a alguien.
──Yumei, ¿te encuentras bien? ─escuche la voz del Nara.
──Ustedes... ─mi mirada se oscureció, y dejando la pena los vi, una vena resalto en mi frente al ver como me miraban y no a los ojos. ──. Mis ojos están arriba, Inozuka, Nara... Hyuga. ─troné mis dedos mientras ellos se tensaban. ──. ¿Por qué carajo siguen haciendo en el baño de chicas? ─el viento me envolvió. ──. ¡Váyanse!
Dicho eso, una fuerte brisa los sacó del lugar dejando ver cosas muy potentes que ahora no creo olvidar.
──G-gracias... ─Hinata agradeció por sacarlos para poder cambiarnos.
Sin decir nada más me coloqué mi blusa de manga larga hasta llegar a mi dedo del medio, la blusa era negra entallada de cuello largo y dejaba ver mis hombros. Abroche mi falda que era igual que la blusa; negra y entubada. Me llegaba tres centímetros arriba de la rodillas hasta mi cintura donde tenía que abrochar seis botones después de fajarme la blusa por dentro.
Encima de ella me coloque mi faja que eran más un soporte para mis pechos junto a los lazos que pasaban por mis hombros, la faja era blanca y el lazo rojo. Siempre me colocaba mis medias hasta mis muslos, para, por último colocar mis sandalias con plataforma.
Esta ropa me la regalo Kurenai cuando la anterior se hizo pedazos por tantos entrenamientos, fue una sorpresa, de lo contrario hubiera comprado algo más holgado.
Me deshice de la liga para dejar mi cabello suelto hasta la cintura ocultando con un mechón mi lado izquierdo.
Salí de los baños directo al escándalo que había todavía por lo de Lee. Al parecer a los chicos no les importaba estar en toalla en la calle.
──¡Me has decepcionado, Lee! ─escuché al Hyuga mientras llegaba con Hinata a unos pasos detrás míos.
──¡T-te equivocas! ─tartamudeo tirado en el suelo. ──. Estaba practicando saltando de un techo a otro. Miren, ¿ven que está roto? ─nos enseñó su brazo donde estaba roto. ──. Lo que pasó fue que me enganché con algo y perdí el equilibrio y caí de casualidad en el vestuario de mujeres.
Me crucé de brazos. Sus palabras sonaban muy sinceras, además de que él no parecía ser el tipo de hombres que espía a las mujeres.
──¡No discutas! ─Ino parecía no creerle ninguna palabra.
──Cálmense todos. ─Sakura llegó a un lado de Ino. ──. Puede que en verdad haya sido una coincidencia.
──¡Cállate! ─suspiré al ver que Ino no parecía ceder. ──. ¡Golpearé al sospechoso!
Antes de que su puño impactará en Lee un cuerpo se interpuso.
──¡Un momento! ─era Naruto defendiendo al chico. ──. ¡Cejas grandes no es así!
──N-naruto-kun... ─me aleje un poco de Hinata al ver su sonrojo observando al rubio o lo que cubre su toalla.
Por haber caminado sin fijarme choque con un cuerpo o con el torso de alguien. Giré quedando cara a cara con el Nara que seguía solamente en toalla. Me alejé sin decir nada, pero me acordé que las chicas estaban ahí así que me puse enfrente suyo pegando mi espalda con su pecho.
──Qué fastidio. ─susurró abrazando con firmeza mi cintura recargando su cabeza en mi hombro siguiendo escuchando a Naruto.
──¡Cejas grandes es nuestro compañero! Si dijo que no lo hizo, es porque es así. ─nadie dijo nada, solo seguimos escuchando. ──. Dejen de desconfiar de su compañero sin tener prueba. ¡Confíen en su compañero!
──Puede que tengas razón. ─susurró Ino cabizbaja.
──Yo también me deje llevar. ─murmuró la castaña.
──N-naruto-kun... ─llamó Lee sin dejar de mirar su espalda.
──Hay que tener un corazón más grande. ─soltó Naruto dando media vuelta dejando ver un pequeño sostén rosa enganchado a su toalla.
──Con el sostén más pequeño en su corazón... ─murmuró Shino. ──. Sin duda ese sostén es...
Todas las miradas fueron a parar en Sakura quien estaba sonrojada.
──Mío. ─dijo por lo bajo.
Entrecerré mis ojos mirando asesinamente al Nara quien no dejaba de ver a la pelirrosa.
¿Acaso le gustan como Sakura? ─pensé mirando mi cuerpo que no se acercaba en nada al de ella.
──¿No te gustan las mías...? ─pregunté por lo bajo atrayendo su atención.
──¿Eh? ─me miró sin entender.
──Te gustan pequeñas y yo... ─miré a otro lado, una parte mía estaba decaída, no pensé sentir celos de Sakura nunca.
──Me encantan las tuyas. ─lo miré sorprendida y sonrojada, él se sonrojo al darse cuenta que lo dijo y no lo pensó. ──. Todo de ti me encanta. ─se rasco su cabeza.
Lo miré de reojo, él miraba a otro lado sonrojado.
El sonido de los huesos tronando me hizo regresar la mirada al frente. Era Sakura y estaba muy molesta.
──¡Maldito...!
──¿Qué pasa? ─preguntó Naruto sin tener idea de lo que sucedía.
──¡Ladrón de sostenes!
──¡¿Q-qué?! ─se asustó al ver el aura oscura salir de su compañera.
──¡No te hagas el tonto, Uzumaki Naruto! ─para cuando nos dimos cuenta, Naruto ya no estaba con nosotros gracias al golpe de Sakura.
──Yo solo quería relajarme. ─susurré cerrando mis ojos.
Nunca podré tener un día normal.
──Auch. ─se quejó por quinta vez mientras terminaba de vendar su golpe en la mejilla que Sakura le dejó.
──Cielos, ¿por qué siempre tengo que curarte cada vez que Sakura te mata? ─llevé mis manos a la cintura mirando al rubio.
──Ni yo lo sé, "ttebayo. ─susurró. ──. Yo lo único que hice fue espiar... ¡defender a Lee! ─cambio lo último rápidamente.
Le tiré un golpe en la cabeza midiendo mi fuerza.
──Sabía que Jiraiya te influenciaría. ─tome los primeros auxilios guardandolos en el botiquín. ──. Y lo peor es que tú influencias a Konohamaru.
──Este día fue de lo peor. ─murmuró sobando su cabeza. ──. ¿Por qué me tiene que pasar esto? Sin dudas fue un error de mi parte haber ido con ellos por pensar que me sentía vacío por la soledad.
Lo golpeé nuevamente.
──Duele. ─se quejó.
──No digas estupideces, Naruto. ─él me miró al escuchar el tono de mi voz. ──. A nadie le molesta tu presencia, aunque no lo digas se que lo piensas. Además, somos amigos, ¿no? No estás siempre en soledad.
──Tú tienes siempre misiones y cuando estás descanso yo soy el que tiene misiones. ─soltó deprimido con la cabeza baja. ──. Y cuando ninguno tiene misiones estás con Shikamaru.
──No creas que por no vernos no significa que dejemos de ser amigos. ─me miró. ──. Mientras me recuerdes con eso basta.
Él cambió su expresión por una sonrisa.
──Gracias por permanecer conmigo en todos estos años, Yumei.
Le pellizque la nariz como lo hacía con Konohamaru dando una ligera sonrisa. Él se sonrojo llevando su mano a su nariz.
──Iré a ver el ramen. ─tomé el botiquín. ──. Seguro ya debe de estar listo.
Camine a la cocina sin antes dejar el botiquín en el baño. Escuché el sonido de la puerta ser tocada.
──¡Lee nos dijo que salieramos y vivamos! ─distinguí la voz de Kiba.
De reojo observé al rubio mirar por el picaporte, parecía sorprendido. Deje de prestarle atención para centrarme en la olla con la comida.
──Rayos, ¿qué quieren ustedes? ─lo escuche preguntar, creo que alguien habló del otro lado de la puerta porqué me miró con una sonrisa traviesa. ──. Estaba apunto de iniciar mi cita con una bella mujer.
Alcé una ceja mirando al rubio quién no dejaba de aguantar la risa hasta que abrió la puerta.
──Pero, no pasa nada. ─dijo sin dejar de sonreír. ──. No creo que a ella le moleste.
──No necesitas bromear sobre tener una cita, Naruto. ─escuche la voz del Nara.
──Además, ¿quién aceptaría una cita en una casa? ─dijo Kiba con gracia. ──. Las mujeres prefieren ir a lugares lujosos.
──A ella le encanta estar en casa en lugar de cenar en otro lado. ─Naruto los dejó pasar.
──Deja de bromear... ─el Nara se quedó en silencio en cuanto me vio.
De hecho, todos se quedaron estáticos en su mismo lugar mientras Naruto soltaba una risa.
──Ven, no bromeaba. ─dijo el rubio.
──¿Y-yumei...? ─Kiba no creía que fuera real. ──. ¡Maldita sea, Naruto! ─lo miró mal. ──. Primero Shikamaru, luego Sasuke y ahora tú también.
──¿De qué hablas? ─preguntó al verlo enojado.
──Que fastidio. ─susurró el Nara. ──. No creo que esto sea verdad.
──Estás celoso por eso lo dices, Shikamaru. ─expresó Naruto.
──Bien, suficiente. ─hablé cruzando mis brazos. ──. Naruto, por lo que veo ya no necesitas de mi ayuda. ─dije al ver como ya lo había curado y el ramen ya estaba. ──. He hecho suficiente ramen para todos. ─aclaré apagando la estufa. ──. Yo ya me tengo que ir.
──¿Ya te vas? ─preguntó el rubio.
──Sí, mi hermano me espera. ─aclaré. ──. Quiere hablar conmigo sobre un asunto familiar o eso dijo.
──Ya veo. ─sonrió. ──. Entonces, gracias de nuevo.
──No hagas nada, ¿quieres? ─golpeé su frente. ──. Y ustedes. ─los miré. ──. No lo inciten a hacer algo.
──Claro, nosotros lo incitamos. ─susurró el castaño.
──Estará bien, no te preocupes, Yumei. ─Lee me sonrió.
──Eso espero. ─suspiré. ──. Y tú quita esa cara, Nara. Lo que dijo Naruto solo fue para fastidiarte.
Me miró.
──Que fastidio. ─miró a otro lado.
Golpeé su frente antes de salir por la puerta. Solté una risa al escuchar al Nara reclamarle al rubio sobre por qué mintió sobre una cita conmigo.
Camine por las calles de la aldea hasta llegar a mi casa.
──Tadaima. ─anuncié dejando mis sandalias en su lugar correspondiente.
──¿Cómo estuvo tu día? ─escuché a mi hermano, estaba recargado en la pared de la sala.
──No quieres saberlo, lo digo por el bien de todos. ─susurré caminando al sillón donde me deje caer. ──. ¿Y Konohamaru?
──Está en una misión. ─respondió sentándose a mi lado, aproveche eso para dejar mis piernas sobre las suyas.
──Cuánto ha crecido, ¿eh? ─murmuré mirando un retrato en la repisa junto a la tele, era de él recién nacido.──. Y pensar que era ese pequeño enano que lloraba cuando no lo cargaban.
──Eso mismo me pregunto yo cuando te veo, ¿sabes? ─lo miré. ──. Es como si fuera ayer cuando te cargue por primera vez. ─soltó una risa. ──. Eras tan pequeña y apenas respirabas.
──Era un bebé prematuro, ¿no? ─pregunté, él asintió.
──Se supone que mamá ya no estaba en edad de tener hijos.
──Lo sé. ─estaba consciente de eso, fue algo extraño cuando se enteraron de mi existencia. ──. Pero, aún así... aquí estoy. Ella decidió continuar a pesar de saber que podía morir o incluso ambas podíamos morir.
──Ambas, ¿eh? ─murmuró como si el número no fuera el preciso. ──. Ella pareció muy feliz cuando se enteró que era niña.
──Me hubiera gustado conocerla. ─solté lo que jamás en mi vida le había dicho, él se quedó en silencio sin saber qué decir. ──. Por cierto, ¿de que querías hablar?
Me miró por unos segundos, como si pensara si es el mejor momento.
──Puede esperar. ─despeinó mi cabello. ──. No te preocupes. Tengo todo el tiempo que quiera. ─sonrió.
──Supongo que esperare. ─me crucé de brazos. ──. Presiento que tiene que ver con tu repentino cambio de dejar de fumar.
──Te diste cuenta, ¿eh? ─me miró de reojo. ──. Me alegra saber que tu también fumas menos.
──Si, bueno... ─miré a otro lado. ──. Me di cuenta que fumar una caja al día te alenta en las peleas.
──Me alegra escuchar eso.
──¿Hacemos comida o pedimos? ─pregunté.
──Yo pido y tú pagas.
──O tú pides y tú pagas.
──Eso no tiene sentido.
──Lo tiene para mí. ─él rodó sus ojos. ──. O al menos eso pasaba cuando Kakashi me cuida. ─miré a otro lado. ──. Él pedía y pagaba, decía que una mujer jamás paga cuando un hombre está bajo su techo.
──Bien, hoy me toca a mí. ─bufó.
Sonreí para mis adentros al ver cómo cayó en mi arte de palabra.
──Eres el mejor hermano. ─besé su mejilla levantándome del sillón. ──. Estaré en mi habitación leyendo algo.
──Te llamaré cuando llegue.
Lo escuche antes de subir adentrándome a mi dormitorio. Me tiré sobre mi cama levantando un poco el colchón para sacar el Icha Icha.
Sin pensarlo dos veces abrí el libro continuando con la lectura.
Como amo este libro.
Pueden usarlas como icon's, no me molesta♡ Todos los edit's los hago para que se vea más realista, espero y lo disfruten.
Pd: este capitulo va dedicado a Iv_Min por haber pedido que escribiera sobre el episodio del anime, ya tenía en mente hacerlo y ver que tenias ansias de ello, hice edits para ser más real.
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