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━NUEVOS EXÁMENES━
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Dos años.
Han pasado dos años desde que Naruto se fue de la aldea y para que mentir diciendo que todo sigue igual. Siendo honesta la aldea no es la misma sin él. Aunque bueno, ahora, es un poco más pacífica sin los gritos de los aldeanos por las travesuras del hiperactivo rubio cabeza hueca.
Mi vida no ha sido la gran cosa, hace poco presenté el examen para convertirme en un Jounin y lo pase gracias al entrenamiento que Banri me dio y claro que también al de Gai.
A decir verdad estos años he estado entrenando duro y sin descanso, descansando solo lo requerido. Dominar el Byakugan era mil veces más difícil y agotador de lo que tenía pensado, pero no tanto como las primeras veces.
Justo ahora me encontraba con mi equipo dando vueltas por toda la aldea, un entrenamiento que Gai-sensei nos puso. Antes pensaba que Banri era de lo peor, pero era porque no conocía a Gai, él es otro punto y aparte.
El Hyuga y Lee iban a delante de nosotras, yo iba a la par de Tenten o eso era antes de que ella se parara, acción que imite.
──¿Estás bien? ─pregunte haciendo que los chicos se detuvieran mirando a la castaña recargando su peso en sus rodillas.
──Ya no puedo más. ─dijo mirándonos, de los cuatro ella era la que más sudaba y cansada estaba.
──¡Faltan diez vueltas! ─comunicó Lee. ──. ¡Naruto-kun se reiría si te viera agitada tan pronto!
Neji y yo lo miramos sabiendo que eso jamás pasaría, él ya estuviera en el piso muerto a la quinta vuelta y no a la vuelta número 490. Pero aún así, él solo mencionar su nombre hace que los demás entrenen más.
Llevaba alrededor de casi una hora esperando a los de Sunagakure. Por suerte mi sufrimiento también lo vive el Nara quien estaba recargado en mi pecho, ahora era un poco más incómodo para él, ya que antes era más bajo que yo de estatura.
──¿Qué tan importante son los tres en la reunión? ─pregunte jugando con su cabello.
──Mucho, así que tienes que seguir esperando. ─aclaró abrazando mi cintura.
──Qué estupidez. ─solté escondiendo mi rostro en el hueco de su cuello. ──. Me encanta tu olor. ─aspiré su perfume. ──. Hueles a hombre. ─solté una pequeña risa al escuchar su bufido.
──Qué fastidio.
Me separé al escuchar pasos venir a nuestra dirección, ambos miramos a los dos hermanos del actual Kazekage.
──Por fin, estaba cansada de esperar. ─solté llegando al frente suyo.
──¿Vinieron a buscarnos? ─preguntó Temari. ──. Muchas gracias.
──Es una estupidez. ─dije inexpresiva.
──Es un fastidio, pero se trata del Kazekage, así que... ─se puso firme. ──, Los estábamos esperando.
Mire al pelirrojo llegar junto a sus hermanos. Ahora que lo miraba mejor había crecido y era más lindo.
──Bien, terminemos con esto y caminemos. ─dije dando media vuelta.
──Sigues igual de antipática desde que te conocí. ─habló Kankuro.
──No, he cambiado. ─aclaré. ──. Sino lo hiciera te hubiera roto otra vez tu muñeca.
──Que bueno que cambiaste. ─dijo sudando frío.
──Amo a esta chica. ─escuche a Temari reír.
Llegamos a la torre Hokage donde se encontraba Lady Tsunade junto a los consejeros, solo faltaba uno de ellos el cual era Danzō. Gaara tomó asiento al frente de Tsunade con sus hermanos a sus lados mientras que el Nara y yo a unas sillas retirados de ellos.
Shizune nos repartió unos papeles a todos nosotros.
──La información del examen chunin de hace dos años. ─aclaró la pelinegra. ──. Hubo 153 en total. En la primera parte están los porcentajes de la distribución de participantes por aldea, y de cuantos pasaron las pruebas 1, 2 y 3, etc., de forma resumida. Supongo que están al tanto de los motivos por los que se suspendió la prueba principal.
Me limité a ver la hoja como si fuera lo más importante en la vida ignorando las miradas de todos ya que el motivo causó la muerte de mi padre.
──Necesito un cigarro. ─susurré.
──Ahora no. ─me susurró Shikamaru mientras entrelazaba su mano con la mía por debajo de la mesa.
──Estoy pensando que Konoha vuelva a organizar el examen conjunto de chunin que tuvo que ser cancelado la última vez. ─comentó la Hokage.
──Konoha tiene influencia, y en estos dos años han recuperado estabilidad. ─comentó Temari. ──. En particular, el currículo especial dio unos resultados magníficos, además tenemos gennin preparados para presentar el examen chunin.
──Entonces, ¿no hay objeciones para la organización del examen de chunin? ─preguntó Lady Tsunade.
──Antes de eso, quiero saber cuáles son sus verdaderos motivos, Hokage-sama. ─habló Kankuro con desconfianza.
──Te puedo asegurar que no planeamos atacar Sunagakure. ─dije con mi típico sonido indiferente. ──. Si te hace sentir alivio, nosotros no caemos tan bajo.
Él miró a otro lado al igual que la rubia, la Hokage carraspeo para llamar la atención y quitar el ambiente tenso.
──De acuerdo, hablaré con franqueza. ─la mirada de todos cayó en la rubia. ──. Primero, porque quiero ver la reacción de los cinco grandes países, que aparentan estar con calma.
──El segundo y más importante es investigar el movimiento de los Akatsuki. ─hable, antiguamente la Hokage y yo habíamos tenido esta charla. ──. Se dice que su objetivo son los Jinchurikis de todas las aldeas, y no les digo eso solo porque tú seas el Kazekage ahora, Gaara. ─él me miró atentamente. ──. Sino porque eres de pocas palabras, atractivo, sexy, y me agradas.
Ignore sus miradas en especial la de Shikamaru quien apretó mi mano.
──Pero en estos dos años no pudimos captar sus movimientos. ─termine de hablar con notable desagrado, pues nunca encontré algo relacionado con ella.
──¿Así que pretende crear una oportunidad abriendo la aldea con el pretexto del examen chunin para atraer a Akatsuki? ─preguntó Kankuro un poco sorprendido.
──Así es, será el momento de que la gente de Akatsuki, intranquila se ponga en marcha. ─dijo la Hokage.
Los tres hermanos se miraron mientras que el Nara no dejaba de hacer presión en mi mano o hasta que la recargue en su pierna.
──En una situación peligrosa... ─iba seguir hablando, pero su hermano lo interrumpió.
──Espera. ─miramos a Gaara ponerse de pie. ──. En ese examen chunin, también se celebrará mi posesión como Kazekage. Sunagakure lo organizará.
Sus hermanos se sorprendieron.
──Imposible. ─dijo el anciano.
──Cierto. ─le dio la razón la anciana. ──. Para que el plan funcione, debe ser Konoha quien organicé el examen chunin anterior.
──Así es. ─dijo el anciano de nuevo.
──Eso es una estúpidez. ─dije atrayendo la atención de todos. ──. Mientras que los Akatsuki vayan detrás de los Jinchurikis, vendrán a cualquier lugar donde uno esté. ─todos sabíamos que sería muy arriesgado en especial para Gaara. ──. Pero no es mi decisión. ─dije recargando mi espalda contra el respaldo.
──Esto no puede decidirlo solamente el Kazekage. ─argumentó Temari mirando a su hermano pequeño. ──. Debemos consultar a la asamblea de altos cargos de la aldea.
──Sí, necesitamos tiempo para contactar con ellos. ─afirmó el Kanguro. ──. Deseamos volver hablar sobre este asunto en una siguiente reunión. ─declaró.
──Está bien. ─sentenció la Hokage levantándose de su lugar. ──. Este será el asunto principal de la próxima reunión.
Solté un suspiro.
Caminaba por las calles de la aldea con mi cigarro en mano. Comencé a fumar hace poco, mi hermano no me puede regañar porque él fuma desde que yo estaba en pañales. Además crecí mirando a casi todo el clan Sarutobi fumar y es algo que tenía que pasar algún día.
En una de las calles logré divisar al Nara hablando feliz con Temari, no le di importancia y caminé lejos de ellos. Sentí un nudo en mi pecho, posiblemente por fumar dos cigarrillos seguidos.
──Sí, eso debe ser. ─dije dando la última calada.
Quise despejar mi mente y decidí ir a el lugar donde lo lograba, los rostros Hokages. Allí podía estar por horas sin ser molestada. Me senté en el rostro de mi padre mirando el atardecer que se apoderaba de la aldea, el viento movía mi cabello queriendo jugar conmigo.
──¡Ahora no, quiero estar sola sin que me fastidies! ─le grité, el viento dejó de soplar.
No entendía porque estaba enojada. Tal vez era todo el estrés que he tenido por el trabajo que me han dado estos días. Resulta que convertirte en Jounin es mucho más agotador. No encontraba otra razón por la cual esté estresada... así, por el estúpido vago que esta a media calle coqueteando.
──Tsk. ─moví mi cabeza en negación despejando mi mente.
Las horas pasaron y pase de ver el atardecer a ver la luna. No tenía ganas de ir a ningún lado, ni siquiera a mi casa. Me encantaba estar aquí sintiendo el fresco viento golpear mi rostro, disfrutando el silencio de la noche.
──Aquí estás. ─escuche una voz a mi espalda.
──No quiero hablar con nadie. Lárgate. ─dije con mi vista en la luna.
──Tu hermano está preocupado por ti, fue a mi casa preguntado si estabas conmigo. ─esté, sin que yo le diera permiso, se sentó a mi lado.
──Le hubieras dicho que me canse de entrenar y me dormí en tu habitación o en la de tu prima. ─dije sin preocupación. ──. No sería la primera vez.
──Le dije que te quedaste dormida en la habitación de Hinata-sama.
──Es muy inusual que me cubras, ¿qué te traes entre manos, Hyuga? ─lo mire desconfiada.
──Vi cuando pasaste a un lado de Shikamaru y Temari. ─rodé mis ojos mirando al frente.
──Como si eso me importara. ─comenté. ──. Shikamaru y yo solo somos... amigos. Él puede hacer lo que guste con su vida.
──Creo que estás celosa. ─soltó de golpe.
──Disculpa, ¿qué dijiste? ─pregunte mirándolo.
──Dije que creo que estás celosa. ─volvió a repetir.
──¿Celosa? ¿Yo? No me hagas reír, ¿por qué lo estaría? No somos nada más que amigos.
──Pues aparentan lo contrario. ─aclaró. ──. Siempre se les ha visto muy juntos.
──Justo ahora estoy a solas contigo, en un lugar lejos de todos, en la noche y no veo que seamos novios. ¿O es que acaso lo somos y no me entere? ─pregunté.
──Sabes de lo que hablo, no tienes que ponerte celosa solo porque estaba hablando con otra chica.
──No estoy celosa, solo estoy estresada. ─me levante. ──. Y mejor ni digas nada sobre esta conversación.
──Eres terca, ¿cierto?
No conteste solo me fui de ahí dejando al Hyuga solo. Yo no estaría celosa, ¿o si?
Habían pasado unos días desde que se llevó a cabo la otra reunión. Ahora estamos en una nueva reunión, en estos días he estado evitando a Shikamaru ya que cuando quiero hablar con él, aparentemente interrumpo su gustosa platica con la rubia.
──Estudiamos la propuesta del Kazekage hace unos días... ─habló la Hokage mirando a los tres. ──. ¿Qué les parece? Será una prueba conjunta entre Konoha y Sunagakure. La primera prueba del examen se celebrará aquí, en la aldea de Konoha. Proponemos que el lugar de la prueba de supervivencia sea en Sunagakure.
──Mi guardería o como todos lo conocemos como el bosque de la muerta ya es demasiado conocido. ─comenté. ──. Pensamos que necesitamos un nuevo lugar. ─aclaré. ──. ¿Tiene alguna objeción, Kazekage-sama? ─le pregunté al pelirrojo.
Sus hermanos se miraron entre sí para después mirarlo.
──No tenemos ninguna objeción. ─declaró.
Salí de la torre Hokage con el Nara y los de Sunagakure siguiendo mis pasos. El viento jugaba con mi cabello tratando de quitarme el estrés, pero solo provocaba que me enojara.
──No comiences de nuevo. ─di un manotazo al viento como si retirara a una persona. ──. No estoy de humor.
──¿Con quién habla? ─escuche a Kankuro preguntar.
──Con el viento. ─dijo simple, él también ha sufrido los constantes juguetes. ──. Literalmente con él.
Nadie comentó nada lo cual me agradaba, mientras caminaba por las calles saque mi cajetilla de cigarro llevando uno a la boca. Intenté prenderlo, pero la mecha no salía cosa que me desespero y termine lanzándolo contra una pared.
──Estúpida porquería. ─solté inexpresiva.
Seguí mi camino sin mi cigarro ignorando las miradas de los que vienen detrás mía. Lo soporte hasta que llegamos a la puerta principal para despedir a los de Suna.
──Bueno, nos volveremos a encontrar en los exámenes. ─habló Shikamaru.
──Sí. ─Kankuro y Gaara dieron media vuelta.
──Si ocurre cualquier cosa, solo consúltennos, nosotros haremos algo, señor llorón, señora antipática. ─nos dijo Temari antes de irse.
Los mire marcharse hasta perderse de mi vista, di media vuelta largándome de allí.
──Yumei, espera. ─ignore los gritos del Nara y seguí mi camino. ──. ¡Oye! ─llegó a un lado mío. ──. ¿Qué sucede contigo? Te veo enojada, ¿pasó algo?
──Nada que sea de tu interés, Nara. ─musité indiferente.
──Te conozco lo suficiente para saber que estás enojada conmigo. ─no dije nada, solo seguí mi camino. ──. Qué fastidio. ─murmuró. ──. Al menos puedo saber qué hice.
──No tengo humor para hablar... ─lo mire. ──, señor llorón. ─le dije como Temari lo llamó. ──. Estaré entrenando en la mansión Hyuga. No quiero que me molestes.
Antes de que hablara desaparecí en una bola de humo. No tarde en llegar a la mansión. Fui al lugar donde siempre entreno encontrando a los primos Hyuga entrenando.
──Hyuga tengo mucha ira y quiero desquitarme. ─ambos me miraron. ──. Así que te quiero al frente mío, ahora.
──Es por lo de la otra noche, ¿cierto? ─mire a Neji acercarse a mí colocándose en su posición.
──Cállate, Hyuga. ─imité su postura.
El viento movió mi cabello retirando el fleco que ocultaba mi ojo izquierdo. Cerré mis ojos al mismo tiempo que él.
──¡Byakugan! ─dijimos a la vez activando el Dojutsu.
Realmente sentía fuego arder dentro de mi cuerpo, no sabia con certeza porque me molestó el hecho de que el estúpido de Shikamaru hablara entre risas con la rubia hermana del Kazekage. Es decir, ¿qué tiene ella que yo no? Será porque es rubia o porque tiene sus dos ojos intactos con sus hermosas esmeraldas.
Tal vez sea eso.
Entre más pensaba en eso los golpes que tiraba eran retenidos muy apenas por el castaño, quien ya está acostumbrado a recibir duros golpes cuando tengo coraje. Siempre me desquitó con él pobre castaño.
──Hakkeshō Kaiten. ─utilice mi rotación creando un gran hoyo en el suelo.
Tire unos golpes más y en lugar de estar al pendiente de la pelea, solo me sumergí en mis pensamientos. Cuando reaccioné ya era tarde.
──Jūken. ─me tiro un gran golpe en mi pecho impulsando mi cuerpo contra la tierra.
──Yumei-chan. ─Hinata vino hacia mí ayudando a ponerme de pie. Tosí sangre gracias al gran golpe.
──Estás muy distraída, ¿qué sucede contigo? ─preguntó desactivando su Byakugan.
──Estoy bien. ─dije tomando asiento en donde siempre lo hago para tomar el té de Hinata. ──. Solo pensaba en cosas sin importancia.
──Toma el té, Yumei. Te hará sentir mejor. ─Hinata me dio el té.
──Gracias, Hinata. ─le agradecí tomando un sorbo. ──. Solo necesito descansar un rato y estaré como nueva. O bueno, la mitad de mi rostro no lo estará. ─dije por lo bajo.
──¿Eso te está molestando? ─mire al castaño. ──. Te molesta el que Shikamaru ya no te quiera porque tienes esa cicatriz junto con el Byakugan.
Mire a otro lado bebiendo más té, él me conocía incluso mejor que yo misma. Se podría decir que él era mi confidente y mejor amigo.
En pocas palabras un hermano.
──Él siempre decía que tenía ojos hermosos. Qué se perdía en ellos en cuanto me miraba. ─hable sintiendo libertad en mi pecho. ──. Ahora me temo que se pierda en los ojos de otra persona. ─confesé.
──Eso no pasará. ─lo mire. ──. Él siempre se perderá en tus ojos sean iguales esmeralda o perlas e incluso ambos.
Sonreí haciendo más una mueca mientras recargaba mi cabeza en su hombro.
──Eres tan patético y cursi, Hyuga. ─solté levantando mi trasero.
──Hmp. ─dijo mirando a otro lado.
──Todo esto es una tonteria. ─dije mirando el atardecer. ──. Tengo problemas más grandes que sentir miedo de una rubia que vive a tres días y tres noches de aquí. ─me reí ante mis antiguos pensamientos. ──. Además... soy el mejor fastidio del vago. ─cerré mis ojos sintiendo el viento golpear mi rostro. ──. Y él es, el fastidio más estúpido de mi vida.
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