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━NUEVO COMIENZO━
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Ya habían pasado unas cuantas horas, Chouji ya se encontraba despierto y los demás estaban mejorando. Deje al Nara con su mejor amigo y me fui a ver como estaba Naruto.
No entré a su habitación porque él estaba hablando con Jiraiya, uno de los Legendarios Sannin. Por lo poco que escuche era de que se iría con él en un viaje de entrenamiento por tres años, decidí no entrar, preferí dejarlo a solas.
En cambio fui a despedir a los ninjas de Sunagakure, en lugar del Nara. Le quise hacer el favor de despedirlos para que él se quedara más tiempo con Chouji.
Me alegraba saber que todos estaban bien, y me siento un poco mal porque Sasuke se fue de la aldea, eso de alguna forma u otra me recordaba a la traición de Suki. Solo que esta vez la Hokage no lo declaró renegado, no se sus motivos pero él tarde o temprano lo será, aún así eso no me interesa en lo más mínimo.
Caminaba entre las calles de Konoha con un destino en mente, realmente necesitaba verlo y hablar con él. Lo he estado evitando desde que lo abrace con fuerza aquel día, no tenía el valor de enfrentarlo.
Llegué a mi destino, el campo de entrenamiento número 10. Aquí fue donde oficialmente el equipo 5 se integró. Sabía que Banri venía a este lugar para despejar su mente y entrenar un poco.
──¿Yumei? ─gire mi cabeza mirando al pelirrojo con su traje ANBU, ahora él y su esposa trabajan juntos como antes, su escuadrón era diferente en el que estaba por eso no nos vimos. ──. Qué sorpresa verte. Usualmente me evitas.
──Vine a disculparme. ─solté mirando el pasto.
──¿Por qué? No has hecho nada. ─dijo confundió.
──Por mi culpa Kenzo murió. ─lo mire con mi único ojo visible. ──. Si yo hubiera estado más al pendiente de todo. Él posiblemente estaría vivo.
──Eso no lo sabes con certeza. ─dijo sentándose en el árbol donde siempre descansa. ──. Tu hiciste todo lo posible por hacer que ambos estuvieran vivos, pero él dio su vida por ti. ─me miró. ──. No tienes culpa de nada, si él lo hizo es porque quería que tú vivieras recordando todos los momentos que pasaron. No te sigas haciendo más daño del que ya tienes.
No dije nada solo me senté de su lado mirando el paisaje. Nos quedamos en silencio, era uno cómodo lo cual nunca había experimentado o por lo menos no con él.
──Escuché que dejaste el ANBU. ─habló después de minutos.
──Me di cuenta que me estaba alejando de todos. ─confesé. ──. Comenzaba a sentir miedo de volver a confiar.
──Me alegra mucho saber que aceptaste unirte al equipo nuevo que te asignaron. ─mire su perfil, los rayos del sol chocaban contra su rostro y él como siempre seguía con su enorme sonrisa.
──¿No estás molesto? ─pregunté.
──Jamás lo estaría. Es lo mejor, así tu herida sanará más rápido. ─me miró con esos ojos azules. ──. Pero eso sí, ningún sensei será como yo.
──Nunca te he considerado un sensei. ¿O es que acaso recuerdas una sola vez que te haya llamado sensei? ─pregunté alzando una ceja.
──Ahora que lo veo de ese modo nunca me había parado a pensar en eso. ─me miró con una tristeza fingida. ──. Eso lastima mi frágil corazón. ─se llevó una mano al pecho. ──. Y yo que te quiero mucho.
──¿Sabes por qué nunca te llame sensei?
──Porque me odias y me quieres quemar mi hermoso rostro. ─dijo burlón.
──La razón era porque te veía como una figura paternal. ─confesé sorprendiendo al pelirrojo. ──. Cuando Asuma se fue no le importó dejarme sabiendo que mi padre nunca me prestaba atención, en cambio tú me llevaste a vivir a tu casa y me cuidadas. Claro que vivía a bases de regaños y mucha disciplina, pero me educaste y enseñaste lo que un padre debía de hacer. Siempre me decía a mi misma que te odiaba porque me hiciste madurar a la edad de una niña, aunque esa maduración estaba verde todavía. Mi corazón siempre te ha tenido cariño considerandote como un padre o lo más cercano a ello.
Termine de hablar sin despegar mi vista del paisaje que tenía al frente. Se sentía bien desahogarte y decir lo que apenas me di cuenta de cómo lo considero, el porque nunca lo llame sensei.
──Y quiero agradecer todo los años que sufriste cuando me cuidabas. ─sinceré. ──. Se que fui un dolor de trasero.
──¿Dolor? Si eras un grano que jamás se irá. ─solté una pequeña risa a la vez que él lo hacía. ──. Cuando te cuide, mi hermana pequeña había fallecido. ─lo miré, no sabía de eso. ──. Me culpo por estar tan despreocupado con ella, y eso la llevó a la muerte. Se había graduado de la academia y unas pocas misiones ella falleció. Cuando me entere de la muerte de Kenzo me culpe por ser un estúpido y no haber ido con ustedes.
──No eres un estúpido. ─me miró. ──. Eres un tomate estúpido. ─soltó una pequeña risa. ──. La muerte es algo que no podemos evitar y es lo único que todos compartimos. Solo nos queda vivir nuestras vidas con un "recuerdas" a un "me hubiera".
Le di una palmada en su espalda antes de levantarme del suelo.
──Gracias, Yumei. ─me sonrió. ──. Espero verte pronto.
──Lo haremos como siempre. ─me miró. ──. A las cinco como todos los días, que no se te olvide que tú supervisas mi entrenamiento.
──¿Quieres entrenar conmigo aún cuando no soy tu sensei?
──Eres el único que me conoce mejor que nadie. ─dije. ──. Solo tú puedes hacerme una kunoichi hecha y derecha. ─le sonreí antes de desaparecer en una nube de humo.
Observaba la piedra memorial. Leía un nombre en especifico "Hitomi Kenzo". No he tenido la oportunidad de venir a ver su nombre en la piedra. Recuerdo que el muy estúpido dijo que quería estar en esta piedra, que si iba a morir iba a ser salvando a una persona como un héroe.
──No te equivocaste en eso. ─solté en un suspiro pesado. ──. Me dije a mi misma que vendría a esta piedra cuando por fin te deje ir. ─sentí el suave movimiento que hacía mi cabello cuando el viento jugaba con él. ──. He aceptado la realidad y... se siente bien.
Suspiré cerrando mis ojos por unos segundos sintiendo la brisa golpear mi rostro levemente.
──Realmente siento que puedo respirar nuevamente y si lo hago es por que tu me salvaste. ─lo abrí mirando el nombre. ──. Eres mi héroe, ¿recuerdas que siempre decías que una vez me ibas a salvar en lugar de yo a ti? Pues lo hiciste, Kenzo.
Mire el cielo inhalando una gran cantidad de aire, podía sentir mi pecho inflarse para después soltar el aire.
Cerré mis ojos unos segundos, nuevamente.
──Solo vengo a decirte... ─los abrí mirando la piedra. ──, Feliz cumpleaños. ─el viento se movió levemente dejando flores en la piedra. ──. Espero y estés contento, ahora eres un año más grande que yo. ─sonreí dando media vuelta. ──. Deséame suerte con lo que se avecina justo ahora. ─levanté mi mano en forma de despedida.
Rómpete una pierna, es de
buena suerte.
Me detuve al escuchar su voz, gire mi cabeza esperando a verlo, pero no encontré nada, ni a nadie. Sonreí de medio lado regresando mi caminata.
──Gracias. ─dije mirando la piedra por última vez.
Hoy era el día.
Después de unos pocos días haciendo misiones por mi cuenta a petición de la Hokage. Hoy por fin me dirá cuál será mi nuevo equipo, dijo que lo escogió con base al estilo que llevaba con mi equipo anterior.
Algo que me preocupaba ya que Banri siempre nos ponía a dar vueltas hasta por toda la aldea a las tres de la madrugada. Lo que tranquiliza es que no hay nadie que haga más tortura como lo hace Banri, ¿verdad?
La Hokage me dijo que tenía que ir al campo de entrenamiento número 3, según ahí me encontraría con ellos. Dijo que llegará a las doce del medio día y como se me hizo tarde salí de casa sin almorzar.
Llegue al campo de entrenamiento y a lo lejos mire a mi equipo en cuanto me vieron el sensei se acercó con una sonrisa radiante.
──Mierda... ─solté al ver a...
──¡Llegas justo a tiempo, pequeña Yumei! ─dijo llegando al frente mío. ──. A partir de hoy formarás parte del equipo 6. Siéntete afortunada de serlo, nadie tiene la capacidad de formar parte de nosotros. ─sonrió orgulloso de eso. ──. Déjame presentarme como es debido. Mi nombre es Maito Gai, la Sublime Bestia Verde de Konoha. ─mostró su pulgar arriba. ──. Ahora te dejare conocer a los demás.
──Hola, me llamo Rock Lee. ¡Encantado de conocerte! ─ya sabía su nombre, pero nunca tuve la oportunidad de tener una conversación. ──. Kenzo siempre hablaba de ti y ahora que él no esta yo te protegeré.
Lo miré por unos segundos. Mi mirada se suavizo e hice una leve sonrisa por sus palabras.
──Yo soy Tenten y una gran admiradora tuya. ─alcé una ceja al verla muy feliz de hablarme o eso es oo que veo.
──¿Admiradora? ─pregunte extrañada por eso.
──He visto tus encuentros en los exámenes chunin y tu forma de pelear es muy extravagante. ─dijo casi gritando. ──. Cuando invocaste a ese mono y se convirtió en un abanico y acabaste con tu oponente fue simplemente... ¡asombroso!
──Ok. ─dije alejándome un poco. ──. Supongo que gracias. ─miré al último integrante. ──. Hyuga.
──Ya me conoces no veo porque perder mi tiempo en algo completamente inútil. ─dijo a lo que estuve de acuerdo.
──Bueno como ahora saben, Yumei es parte del equipo 6. ─hablo Gai. ──. Así que dinos algo sobre ti.
Los cuatro me miraron, Tenten con mucha atención, Gai-sensei y Lee con entusiasmo y el Hyuga miraba sin darle importancia.
──Bueno, me gustan los Takoyakis, me disgusta el Katon ya que daña al viento. Mis pasatiempos son entrenar y dormir, mi sueño... no tengo uno, supongo que es llegar a ser una buena kunoichi. ─hable más de lo que siempre hablo, esto de comenzar de nuevo si que es difícil.
Quise omitir la parte en la que quiero matar a Suki porque lo veía innecesario mencionar.
──Eso es muy interesante. ─dijo Gai. ──. ¿Qué les parece ir a comer en honor a Yumei?
──¡Esa es la mejor idea que ha tenido sensei! ─gritó Lee entusiasmado.
──Mientras usted invite yo me apunto. ─aclaró Tenten con una sonrisa.
──¿Qué dicen, chicos? ─los tres nos miraron.
──Hmp, pasó. /Qué estupidez. ─dijimos ambos mirando a otro lado, pero nuestro estómago rugió a la vez.
──¿En serio? Su estómago dice otra cosa. ─dijo Tenten riendo.
──Hmp/Tsk. ─volvimos a decir a la vez.
──¡Todos siganme, que la llama de la juventud brille! ─lo miramos comenzar a caminar con Lee detrás suyo.
──¿Así es siempre? ─pregunté.
──Te acostumbras. ─dijo Tenten.
──Si tu lo dices. ─solté un suspiro comenzando a caminar.
Llegamos al BBQ, según Gai-sensei pagará la cuenta. Nos sentamos en una mesa retirada de la mayoría de las personas. Ya habíamos pedido la carne para asarla, Tenten estaba sentada a un lado mío mientras que los chicos al frente nuestro y Gai-sensei a un lado nuestro.
──Banri era tu maestro antes, ¿no es cierto, Yumei? ─preguntó Gai.
──Sí, él era mi maestro. ─dije inexpresiva cruzada de brazos.
──Eso facilitará las cosas. ─sonrió. ──. Ya que su modo de entrenamiento es un poco parecido al mío.
──Me temía eso. ─susurre.
──Aquí tienen, disfrútenlo. ─llegó el mesero dejando la orden para después retirarse.
──¿Y cómo se siente? ─miré a Tenten.
──¿Cómo se siente que? ─pregunté sin entender mientras colocaba pedazos de carne en la parrilla.
──Que el viento te proteja.
──Hum... pues se siente cálido y tranquilo sabiendo que él siempre estará apoyándome. ─comenté indiferente, pero lo decía muy enserio.
──¡Eso es increíble! ─soltó Lee. ──. ¿Es cómo la arena de Gaara?
──Es similar, sí. ─afirme. ──. Solo que la mía no es visible al ojo humano, solo personas con un Dojutsu pueden verlo.
──Neji dice que es como una persona que siempre está rodeando tu cuerpo. ─hablo Gai-sensei. ──. ¿Tienes idea de por qué eso?
──No, pero siempre lo he sentido como, de una extraña manera, estuviera conectado conmigo. ─expresé volteando la carne. ──. Es una estupidez, supongo.
──Claro que no, es lo contrario a eso. ¡Es asombroso! ─dijo Tenten con un brillo en sus ojos. ──. ¿Y desde cuando te enteraste de que el viento está contigo?
──De pequeña, cuando los niños me lanzaban me molestaban una ráfaga de aire los impulsaba lejos de mi. ─conté sin expresión alguna sirviendo mi carne al recordar aquello.
──Oh... ─fue lo único que emitió Tenten.
──Bueno, todos aquí sabemos que Yumei es de rango chunin. ─hablo Gai quitando la poca tensión. ──. Mi trabajo es ayudarles a convertirse en chunin y a ella en Jounin, aunque confío en que ustedes llegarán a más. ¡Y si entrenamos todos los días lo podemos lograr!
──¡Claro que sí, sensei! ─gritó Lee eufórico apretando su puño con llamas saliendo de sus ojos.
──¡Esa es la actitud, Lee! ─le sonrió mostrando su radiante sonrisa.
Nosotros tres miramos con los ojos entrecerrados a los dos.
──En donde vine a caer. ─solté mientras comía un poco de carne.
Lee tomó un poco de lo que supongo era té, porque se supone que le pedimos té al mesero. El chico se quedó en silencio mientras su cuerpo comenzaba a tambalearse.
──Lee, ¿te encuentras bien? ─pregunté al mirar sus mejillas sonrojadas.
──¿Y tú qué me ves, babosa~? ─preguntó ¿ebrio? Sí, estaba ebrio, se levantó colocando su posición de pelea.
──No puede ser... ─habló Tenten con horror. ──. No de nuevo.
──Ay no, Lee. ¡Te bebiste algo que no era tuyo! ─gritó Gai.
──¿Qué le pasa? ─pregunté mirándolo balanceándose a los lados.
──Tenemos que sacarlo antes de que destruya el lugar. ─dijo el Hyuga.
──Te pregunte que me ves babosa~.
Esquive el golpe que venía para mí, este destruyó el asiento donde estaba sentada.
──¡Lee, no! ─gritó el sensei.
──Gai~sensei. Acabaré con el enemigo yo solo~.
Este me comenzaba a lanzar golpes que lograba esquivar, pero le daba a las cosas del restaurante.
──¡Lee, soy tu compañera no tu enemigo! ─grité para que entrara en razón.
──Rápido, Neji. ¡Sosténlo! ─ordenó Gai-sensei.
Entre los dos logramos tomar a Lee quien peleaba por liberarse, Gai-sensei lo tomó de los brazos.
──¡Lee tienes que calmarte! ─gritó el mayor.
──¡¿Cómo demonios terminé así?! ─grité soltando un golpe en su nuca dejándolo inconsciente.
──Bien pensado, Yumei. ─dijo Tenten.
Todos miramos el lugar, estaba destruido, literalmente, Lee lo destruyó.
──Lo bueno es que usted paga, ¿no es cierto, sensei? ─dijo Tenten.
──Lee... ¡¿Qué has hecho?! ─dijo llorando a mares.
──Bienvenida al equipo 6. ─soltó el Hyuga al verme observar alrededor.
Lo miré.
──He lidiado con peores cosas, Hyuga. ─miré el cielo sintiendo el viento jugar con mi cabello. ──. Me puedo acostumbrar a esto.
Giré mi cabeza mirando sus ojos con una leve sonrisa justo el viento movió mis cabellos dejando ver mi cicatriz junto a la perla. Él se quedó observando sin disimulo mi lado izquierdo, era la primera vez que lo miraba.
──Podemos enseñarte a usarlo. ─murmuró mirando a otro lado.
──Lo pensaré. ─dije imitando su acción.
Supongo que no estaba de más poder tener un Dojutsu como un as bajo la manga.
Sentada en el rostro Hokage de mi padre miraba a Naruto caminar a la par de Jiraiya.
Hoy por fin partiría y no volvería a verlo hasta dentro de tres largos años. Lo mire alzar su mano a los rostros Hokage y sabía que estaba haciendo una promesa de hacerse más fuerte para no solo llegar a ser Hokage, sino para traer a Sasuke de vuelta.
──Suerte, Naruto. ─lo mire perderse de la entrada de la aldea. ──. La necesitarás.
De un saltó baje de los rostros con un destino en mente. Si Naruto se iba de la aldea a entrenar yo no me quedaré atrás de brazos cruzados mirándolo convertirse en un gran Hokage. Necesitaba entrenar mis nuevas habilidades y necesitaba a personas capacitadas que me ayuden.
Me detuve mirando las puertas del clan que buscaba. Tomando una gran bocanada de aire entre siendo la atención de todos. Muchos me saludan y cuando tenían oportunidad se disculpaban, solo les sonreía y decía que estaba bien.
Llegué al lugar donde se encontraba la persona que me ayudaría, él se encontraba entrenando con Neji. En cuanto me vieron dejaron de lado lo que estaban haciendo.
──Yumei. ─mire al padre de Hinata. ──. No esperaba verla. ─parecía ligeramente sorprendido. ──. ¿Hay algo que necesite? Podemos ayudarle, no dude en pedirlo. ─se mostró muy cortes por lo de su sobrina.
──Sí hay algo que necesito. ─lo miré a sus ojos. ──. Necesito de su ayuda. ─solté intentando suavizar el asunto. ──. Quiero que me entrene y me enseñe a utilizar el Byakugan al tope de mi resistencia. ─dije haciendo una reverencia.
──Si es lo que deseas. No tenemos problemas con eso. ─levante mi cabeza al escucharlo. ──. Cuenta con el apoyo de nosotros.
──Muchas gracias, Hiashi-sama. ─agradecí con otra reverencia. ──. Eso será de mucha ayuda.
──De una vez te advierto que los entrenamientos serán pesados.
──Lo soportaré. ─habló con determinación. ──. Haré todo lo que esté en mis manos para recuperar lo que me fue robado. ─el viento movió mi cabello dejando ver mi cicatriz. ──. No descansaré hasta acabar con la vida de ella. ─abrí mi ojo izquierdo dejando ver el Byakugan.
━━❝ este solo es el final
de mi comienzo ❞━━
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