: : :*ೃ࿔୭ 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐎𝐎𝟏 ミ
➤ Capítulo 1: Amigos.
Narra ______:
—E-entonces... ¿Están todos muertos? —inquirió una voz masculina con cierto deje de sorpresa, seguido de un silencio abrumador— ¡¡Dime!! ¿¡Qué demonios fue lo que sucedió aquí!?
Unos brazos fuertes me tomaron por los hombros y me zarandearon para que intentase reaccionar, sin embargo, me había quedado prácticamente congelada en mi lugar sin poder hacer nada.
De repente, un olor horripilante se instaló en mis fosas nasales y fue ahí cuando reaccioné. Mis ojos se abrieron más de lo normal ante la cachetada que había recibido en mi mejilla izquierda y mi rostro ahora se encontraba en dirección hacia el suelo, observando algunos cuerpos inmóviles a mi alrededor.
—¡Reacciona! —Un fuerte movimiento me sacudió y esta vez recibí un fuerte golpe en mi nariz— ¡Despierta, ______!
Mis ojos se abrieron de par en par y me incorporé en la cama de forma abrupta, sobresaltando un poco a mi compañera. Mi pecho subía y bajaba considerablemente debido a aquel momento y no pude evitar pasarme la mano sobre mi nariz, la cual quedó un poco adolorida.
—Oye, Annie, eso dolió —hice una mueca al tocar el puente de mi nariz, a lo que ella rodó los ojos.
—Levántate, no tenemos todo el día —su voz era tan distante que bufé por lo aburrida que era, más aun así, lo mejor era hacerle caso puesto que tenía razón—. En diez minutos partiremos, no lo arruines.
La rubia salió de la habitación con su equipo de maniobras puesto y me dispuse a prepararme lo más pronto posible para llegar con el resto, sin embargo, mis pensamientos aun estaban estancados en aquel extraño sueño que había tenido.
Esa extraña sensación... ¿Por qué se me hacía tan familiar...?
—¡Hola, ______! —la amable voz de Marco me saludó cuando salí de la cabaña en la que me encontraba, ya preparado junto a Armin quien parecía querer colapsar ahí mismo— Parece ser que tu cama te atrapó —se rió.
—Y que lo digas —solté un bostezo mientras me estiraba un poco, preparada para la aventura que se aproximaba dentro de poco en la tropa de reclutas—. ¿Sucede algo, Armin?
—¡N-no es nada, ______! —se asustó cuando puse una mano en su hombro y casi deja caer el mapa que llevaba entre sus manos, se le notaba bastante nervioso— Solo estoy memorizando los mapas en caso de que algo suceda...
Un sonrojo se instaló en sus mejillas cuando cruzamos miradas y rápidamente volvió a aquellos mapas.
¿Y a este qué le pasaba?
—Pero creía que el líder del grupo sería Eren —comenté mientras caminaba junto con los chicos hacia donde ya deberían estar los demás miembros de nuestro grupo, arreglando los caballos.
—Lo es, pero también sabes quién será el segundo al mando... —decía Marco pero una cuarta persona nos interrumpió, soltando una gran carcajada sarcástica.
—¿Aún pueden creer que ese idiota será el líder en esta misión? —Jean apareció detrás del pecoso ya con su caballo preparado, pero esa cara de fastidio no se la quitaba nadie— No creo poder soportar esto.
—Y yo no creo poder soportarlos a los dos juntos en esto —sonreí intentando imaginar el centenar de cosas que harían este par, puesto que no se llevaban nada bien desde el primer momento en el que se vieron—. ¿En qué diablos estaba pensando el instructor?
—Mandarlos a la muerte, eso es seguro —añadió Connie seguido de una risa burlona para disgusto del rubio.
En el día de hoy tendríamos que ir a una misión en los terrenos dentro de la muralla Rose, en la cual, tendríamos que recoger una especie de paquete el cual deberíamos entregar a nuestro superior. Sin embargo, solo habría uno de estos y los equipos eran varios, por lo cual solo uno ganaría y obtendría una recompensa.
Los grupos fueron divididos de a seis personas cada uno y los líderes del nuestro no eran nada más ni nada menos que Eren y Jean, lo cual claramente era una desventaja para nosotros por el simple hecho de que se llevaban fatal.
Y las peleas entre estos dos no se hicieron esperar, claro que no.
Narrador Omnisciente:
—¡TE DIGO QUE ES POR AQUÍ! —señaló Jean uno de los dos caminos que estaban separados por un gran pino verdoso, más precisamente el de la izquierda.
—¡TE EQUIVOCAS, ES EL DE LA DERECHA! —contradijo el de orbes verdosos encarando al más alto, junto a un aura prepotente.
Ambos chicos se miraron con un odio profundo y la tensión no pudo verse peor en ese grupo, el cual estaba partido por la mitad sin que nadie lo pudiese evitar.
—¡Ya, calmados! —los separó ______ interponiéndose entre aquel par, el cual seguía forcejeando a pesar de ella estar en el medio— ¡No estaríamos en esta situación si no fuese culpa suya!
—¡Fue ese cara de caballo el que hizo que el mapa cayese al río! —Eren señaló al rubio en forma de reproche, ya que ahora mismo los seis se encontraban perdidos en medio del bosque.
—¿¡A quién llamas cara de caballo, desgraciado!? —gritó Jean enfadado.
La tensión en el grupo no daba más y aquella chica de cabellos rojizos tampoco podía soportar la fuerza que ambos jóvenes estaban ejerciendo sobre su cuerpo entre sus forcejeos, por lo que le pidió ayuda al resto del grupo.
—¡Tranquilízate, Jean! Pelear no nos llevará a nada —intervino su mejor amigo a la vez que Mikasa le decía algo a Eren para que se calme.
—Si serán idiotas —murmuró ______, ya dando por perdido aquel desafío al no tener con qué ubicarse, pero luego recordó algo—. ¿Tú que dices, Armin? Estabas mirando el mapa antes de salir con los caballos —todos miraron en su dirección y este no hizo menos que intimidarse ante sus miradas.
—Y-yo, bueno... No sabría decirlo puesto que nos desviamos del camino principal hace unos momentos al escuchar el río —se lamentó queriendo que la tierra lo tragase, ya que su mente se había quedado en blanco ante aquel momento.
—No te culpes por esto, Armin, tú no fuiste el que perdió el mapa —enfatizó el azabache mirando de reojo al rubio— Yo digo que vayamos por ahí.
—¡Bien, si tanto quieres ir por ahí, vete! —volvió a tomar la palabra Kirstein sin más, claramente no tenía la intención de ceder ante Eren cueste lo que cueste— Vamos, Marco, nosotros encontraremos el paquete solos. No necesitamos al perdedor de Eren.
Y dicho eso aquel rubio se fue por su propio camino, junto a un Marco bastante preocupado e intentando hacerle entrar en razón.
—¿Quién demonios se cree ese? —habló el de ojos verdosos, sin ninguna intención de ir tras él— Le demostraré que yo tenía razón, ¡vamos, chicos! —sonrió y dicho eso empezó a correr hacia el otro camino a todo dar, seguido de una Mikasa un poco preocupada por la decisión que había tomado.
Al final solo quedaron parados ______ y Armin en el medio de los dos caminos, estupefactos al no saber qué hacer en aquel momento inesperado.
—Esto no podía salir peor —suspiró la chica frustrada—. Será mejor que tú vayas con tus amigos, yo iré con el idiota de Jean, ¿de acuerdo? Oe, ¿Armin? —volvió a llamarlo pero este estaba sumido en sus propios pensamientos.
—Asegúrense de encontrar a alguien que sí tenga un mapa para que no nos quedemos perdidos aquí —el rubio habló por fin—. Conozco bien a Eren, preferiría hacer equipo con cualquier persona que no sea Jean, ya sabes, por su... actitud. Los caballos los dejamos atrás hace bastante tiempo junto al resto y la misión ahora es lo de menos... ¡Asegúrense de encontrar a alguien para volver sanos y salvos! —alzó la voz y se echó a correr siguiendo a sus amigos, dejando a la contraria sola en aquel lugar.
______ soltó un suspiro frustrado al encontrarse en la situación en la que estaban y no tuvo de otra que seguir a sus compañeros a donde quiera que hayan ido.
—Te tardaste mucho, enana —habló Jean cuando la fémina llegó corriendo hacia ellos, un poco agitada por el recorrido—. Por un momento pensé que te irías con el idiota de Eren.
—La duda ofende —sonrió ampliamente hacia su compañero.
—Yo pensé que te irías con Armin, los veo muy unidos últimamente —comentó Marco empezando a caminar junto a los otros dos, puesto que habían pactado no gastar mucho gas ya que aún era de día—. ¡Q-quiero decir, no es que los esté mirando! —se trabó con las palabras ante aquella intensa mirada peculiar que le mandaba la más baja— E-es solo que...
—Le gustas al enano ese —admitió Jean a su otro lado como si nada, con ambas manos detrás de su cabeza—. Se le nota a kilómetros cuando están juntos.
—¿Gustar...? ¿A qué te refieres, Jean Boy? —dudó.
—¡No me digas así, tonta! —se quejó avergonzado por aquel peculiar apodo, odiando a su madre por haberlo llamado así frente a sus amigos— Ya sabes, estoy casi seguro de que el nerd ese siente algo por ti.
—Ya veo —se lo pensó la fémina un poco extrañada, puesto que no tenía idea de que Armin era ese tipo de persona—. Pero yo no siento nada por él.
—¿Ah? Pero siempre están juntos... —se extrañó Marco ante aquella confesión, mirando de reojo a Jean.
—Es porque me ha estado ayudando con algunas cosas, pero ni siquiera somos amigos, al menos no para mí —dijo con sinceridad buscando algunas huellas en el suelo, intentando saber si alguien había pasado antes que ellos para saber si iban en la dirección correcta.
—Eres buena persona, pero he notado que no consideras a nadie tu amigo, ¿no es así? —preguntó el cara de caballo recibiendo una respuesta afirmativa por su parte— Es una pena, creí que al menos nosotros dos éramos algo —lamentó con burla.
______ detuvo su búsqueda en el suelo y se puso a pensar en lo que le estaban planteando. Los miró ladeando la cabeza analizándolos y luego bajó la mirada, sabiendo que la mayoría de sus palabras eran ciertas.
En los dos años que llevaba en la tropa de reclutas junto a los demás, no se había molestado tanto en ser amiga de ninguno sus compañeros. ¿Si era amable? Se podría decir que lo justo y necesario, a veces ayudaba a los demás pero su amabilidad era confundida con la amistad, por lo cual varios pensaban que eran amigos o algo por el estilo.
Pero para ella no eran nada, o al menos eso había intentado todo eso tiempo.
—Te equivocas, Jean —carraspeó la joven de catorce años caminando en su dirección, mirándolo a los ojos fijamente—. Tú no eres como los demás... —admitió para sorpresa de ambos, sobre todo al tener una sensación pacífica cuando miraban aquellos orbes de color rojo— Tú eres un idiota.
Ella no hizo más que reírse ante la cara descolocada del rubio ante lo que le había dicho y le palmeó el hombro intentando contener un poco su risa, pues ambos estaban un poco cerca y el chico se había avergonzado.
—Y Marco es un buen chico, claro que sí —le sonrió tocando su cabellera azabache de forma despreocupada, incomodando un poco al más alto.
—¿¡Pero a quién llamas idiota!? ¡La idiota aquí eres tú! Además de enana y torpe —la acusó de mala gana iniciando una nueva discusión en el equipo.
—Al menos a mí no me dejaron en la zona de amigos —sacó el tema, recordándole aquel bochornoso momento al rubio de hace un año atrás—. Mikasa, ¡por favor sal conmigo y olvida a Eren! —intentó imitarlo fingiendo voz varonil.
—¡¡A mí ya no me gusta Mikasa!! —le gritó para que lo dejara de molestar con eso, sintiendo la vergüenza hacia sus orejas.
Ambos jóvenes se encontraban discutiendo de nueva cuenta sin sentido y por puro capricho con el afán de pasar el rato. Si había algo que ambos admitían que era divertido, era discutir el uno con el otro de tonterías sin sentido, tal y como siempre solían hacerlo.
A pesar de ser reclutas para luego formar parte de la policía militar —en la cual ambos estaban seguros de asistir—, no se podía negar que aún eran unos adolescentes, los cuales no podían evitar ser un poco llamativos.
Tanto a Jean como a ______ les gustaba entrenar con el propósito de ser los mejores para poder así aspirar a la policía militar. Ellos habían pegado cierto deje de amistad con el pasar del tiempo y ni siquiera ellos se habían dado cuenta de aquello debido a sus constantes desacuerdos sin sentido.
Y ahí es cuando entra Marco en acción, intentando apaciguar el ambiente entre ese torbellino de emociones y palabras. Siempre procuró ser la voz de la razón y una especie de mediador entre los chicos, tomando esa responsabilidad y uniéndose a ellos poco a poco.
Ambos chicos se consideraban buenos amigos y también lo hacían con ______, puesto que prácticamente se la pasaban juntos casi todos los entrenamientos y los ratos libres, creando un tipo de amistad entre los tres.
Más aun así, a aquella chica de ojos color rojizos parecía no importarle mucho aquello.
—Entonces... ¿Ni siquiera nosotros somos tus amigos? —Marco hizo una mueca pero aun así no dejó que la tristeza lo invadiera, levantando la cabeza firmemente.
La pelirroja frunció levemente el ceño y los miró a los dos deteniéndose en aquella caminata, buscando las palabras correctas para decirlo. Generalmente, ella solía decir que no tenía amigos y listo, siempre caracterizándose por ser alguien directa y sin dejarse llevar por sus emociones.
Pero ahora... Debía admitir que, quiera o no, esos dos chicos habían logrado llamar su atención.
—Se los dejo a su imaginación —dijo después de unos minutos en silencio, dándoles una sonrisa de medio lado.
Claramente, aquel par de reclutas habían tocado fondo sin que ella se diese cuenta.
Capítulo bien kk y basura :v literal, no sabía cómo hacerlo e incluso hasta pensé en enviar a borradores este fanfic xD
En fin, este es un poco el "inicio" de esta vaina, en el cual, algunas cosas se irán explicando conforme pasen los capítulos(¿
Aunque algunas cosas ya son predecibles, sorry u.u
En fin, ¡nos vemos! ♡
Bч: ᥒoᥣxᥒgᥱrhᥙmᥲᥒ 🌺
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top