Lucy sentía el silencio que había en la habitación y la frialdad que había en él. Se recostó en la cama y comenzó a recordar a todos causando más dolor en su pecho, y sobre todo cuando recordó el rostro de su amado, su sonrisa o sus hermosas palabras que siempre tenía para ella.

— Hubiese preferido irme de tu lado en vez de Steve...— Confesó Raksha con culpa.

— Ya basta Raksha, por favor — Dijo la chica con sus ojos cristalizados —. Nunca rompería nuestro lazo, Steve lo comprendió y acepto esto. Deja de culparte por que en verdad no ayudas.

Raksha solo miró a su humana con tristeza y dejó que el silencio invadirá otra vez aquella habitación. Lucy soltó un suspiro tembloroso y cerró sus ojos intentando dormir.

***

Una alarma que siempre sonaba a las 7:00a.m. despertó a Lucy, sin siquiera mirar a su guía se levantó de la cama y camino hacia el baño para darse una ducha antes de comenzar con el primer día en Dorgert.

Ambos salieron de la habitación sin pronunciar ninguna palabra pero se sentían sensibles por lo ocurrido en el día de ayer.

— Lista para tu primer día de trabajo? — Pregunto Alicia cuando se acercó a ella.

— Sí — Eso fue solo lo que acotó Lucy para luego irse hacia su nueva oficina.

Se concentró en los manuales y archivos que la comunidad poseía, conociendo más partes de Dorgert y sus reglamentos que jamás había oído.

— Se puede? — Se oyó desde la puerta causando que Lucy levantará su mirada de aquellos archivos y viera a Arion junto a Lonnie.

— Adelante — Dijo con suavidad y volvió su concentración a esos importes archivos.

El sonido de una bandeja resonar en la mesa se oyó en los oídos de Lucy, miró a Arion confundida y este solo le acercó la comida.

— No te ví en el comedor y supuse que no has comido nada — Dijo Arion y Lucy negó.

— Te lo agradezco pero estoy bien así — Respondió Lucy mientras corría la bandeja.

Arion negó y soltó un bufido para acercarle otra vez la bandeja a Lucy, ella insistió en que no pero él logro salirse con la suya y así lograr que la chica desayunara.

— Y cómo estás llevando todo esto? — Pregunto Arion.

— Es algo complicado, pero sé que lograré entender todo y mejorar este lugar.

Mientras Lucy desayunaba, ella y Arion establecieron una conversación para dejar el trabajo a un lado al menos por unos minutos.

— En el otro planeta...todo es diferente, no es así? — Se atrevió a preguntar causando un nudo en la garganta por parte de Lucy.

Ella asintió y con una pequeña sonrisa recordó los momentos que pasó en el planeta tierra.

— Es un planeta lleno de felicidad. Claro tiene sus dificultades pero si la maldad no existiese creeme que sería el mejor lugar de todos — Ambos sonrieron.

— Katherine nos enseñó un poco de ese mundo — La mirada confusa de Lucy se posó en Arion —. Y de otros.

— Entonces ella sabía dónde estaba — Dijo Lucy muy pensativa —. Y por que no fue a buscarme si sabía que estaba allí?

— No lo sé, ni siquiera salía de su oficina y se mantenía allí encerrada por horas, sin hablar con nadie — Explicó Arion —. Realmente se veía demasiado extraña desde que te fuiste.

— Nadie la conocía realmente — Dijo Lucy.

Arion y ella se mantuvieron en silencio por unos segundos hasta que él volvió hablar preguntando por Steve y Natasha.

— Ellos son especiales para mí, Natasha siempre me ayudó y cuido de mí, y Steve — Soltó un suspiro —. Steve lo es todo. Estamos enamorados e íbamos a casarnos, pero creo que esos planes han desaparecido.

— Katherine nos hable de ese sentimiento y nos dijo que era malo enamorarse — Lucy negó.

— Es lo mejor que te puede suceder, espero que algún día lo sientas y logres cambiar de idea...

[...]

Corría sin siquiera tomar un respiro, no se detenía por que cada vez que lo hacia ella regresaba a su mente. Además lograba huir de aquel departamento que ahora permanecía vacío y silencioso sin su presencia.

— Pensé, uff pensé que no te detendrías — Dijo Sam apoyando sus manos a sus rodillas y recuperando el aire perdido solo por seguir a Steve —. Qué vas hacer?

— Con qué?

— Con tu amada, que harás con ella? Por qué no me dirás qué te quedarás de brazos cruzados. Digo eres el Capitán América y quien nos ha enseñado que no debemos rendirnos con facilidad — Dijo Sam mirando a Steve.

— Lo sé, pero es más complicado de lo que pensé — Confesó Steve y Sam solo negó sonriendo.

— Lo será pero no es imposible...