𝑯𝒐𝒚 𝒑𝒓𝒆𝒔𝒆𝒏𝒕𝒂𝒎𝒐𝒔
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¿Estoy vivo?
╰───⌲Cap. 𝟏𝟗. ༣. . 

📍Hospital Universitario
Nueve quince de la mañana

Por otro lado, los heridos fueron trasladados a un hospital universitario cercano.

—¿Cómo están los demás?

—Fui a verlos -entró a la habitación.

—¡Profesor! ¿Estás bien?

—Me dieron diez puntos. Ven conmigo

Una vez termino con su chequeo, fue con Aizawa.

—Siento no haber podido estar en el momento clave

—No importa. ¿Cómo están los demás?

—Kirishima tiene laceraciones y golpes por todo el cuerpo, pero sobrevivirá. Amajiki tiene fisuras en los huesos de la cara, pero dicen que no le quedará marca. Fat Gum tiene varios huesos rotos, pero parecía estar bien. Por suerte, a Rock Lock no le dañaron los órganos. No es una herida muy grave

—Qué alivio. ¿Y Eri?

—Sigue durmiendo y con fiebre. La tienen aislada

—¿Aislada? No... ¿No podemos visitarla?

—Se decidió con base a la información que conseguiste sobre ella. No puede controlar su quirk que rebobina a la gente. Si vuelve a activarlo, soy el único que puede pararla. Tú estuviste en contacto con ella destruyendo tu cuerpo constantemente

—Sí -comprendió.

—No hay muchos que puedan hacer lo mismo. Y aunque los hubiera, si el quirk de la niña supera esos daños...

—Es verdad. No sé qué hubiera pasado si no hubieras eliminado su poder -sale del elevador junto con Aizawa.

—No afecta ni edificios ni al piso, solo a la gente. Lo que hace difícil que pueda practicar. Tanto por la falta de datos como por su estado, lo mejor es aislarla. También por su bien. En resumen, no podemos contar con su quirk

—¿Eh?

—Hay que aceptarlo

La puerta se abre.

—Él también llegó hace poco

—¡All Might! ¡Y Recovery Girl! ¿Que hacen aquí?

—Los llamé yo. Porque él siempre pensaba en All Might y... -comienza a llorar.

—Awata -le entrega un pañuelo.

—No podemos hacer nada. Lo cierto es que es un milagro que aún viva

—Ni siquiera mi quirk de sanación puede ayudarlo. Y las frutas curativas de ___ podrían ayudarlo, pero aún está durmiendo como para hacer algo

—Lo lamento, pero no llegará a mañana

Todos entraron a la habitación donde se encontraba Sir Nighteye, con varios cables en su cuerpo.

—Nighteye...

—All Might. ¿Por fin te decidiste a venir a verme?

—No sé qué decir. Te hice algo horrible

—¡Nighteye! ¡Vive! ¡Pelea!

—Qué cara más seria. No te guardo rencor. Solo quería que fueras feliz. Si decidiste resistirte...

—¡Resístete tú también! Deja que te compense por lo que hice

—No necesitas hacerlo. Quería cambiar el futuro en el que te mataban. Buscaba una forma de hacerlo. Aunque no conseguí ninguna. Pero hoy Midoriya me mostró que sí se puede. Creo que es la energía. Una visión sólida y sin ninguna duda. Energía del deseo de un futuro. No solo de Midoriya. Todos creían en un futuro y esa energía se concentró en Midoriya, quien acabó expulsándola. El futuro es incierto. Tú me hiciste cambiar de parecer. Me conformo con eso. Solo me arrepiento de una cosa

—¡Sir!

—Mirio-sempai...

—¡No! -se acerca a la camilla- ¡Tienes que vivir! ¡No puedes morirte!

—Mirio. Siento ponerte en tantos aprietos. Si fuera más...

—¡Me hice fuerte porque tú me enseñaste a serlo! ¡Sigo vivo porque aprendí de ti! ¡Tienes que seguir enseñándome! -sollozó.

—Mirio, tú...

Nighteye llevó una mano a la mejilla de su alumno.

—No te preocupes. Eres un héroe mejor que ningún otro. Este futuro no puede cambiarlo nadie -sonríe- Así que sonrían... Sonriamos. Una sociedad sin ánimos ni humor no tendrá un futuro resplandeciente

• • •

El sonido de los pájaros cantando fuera de la ventana de la habitación, el sonido de los coches yendo de un lado a otro, las voces que se escuchaban fuera de la habitación, y el insoportable dolor de cabeza causó que abrieras los ojos.

Escaneaste lentamente el techo. El olor a medicina inundó tus fosas nasales, causando un ligero desagrado en tu cuerpo. Con cuidado fuiste sentándote en la camilla. Viste a tu alrededor, notando que estabas completamente sola. Sentías que te estabas olvidando de algo, pero ¿qué era? ¡Mierda! ¡Es cierto! ¡Sir Nighteye y Eri! ¡¿Cómo pudiste olvidarlo?!

Dirigiste tu mano hacia tu brazo, el cual estaba lleno de cables. Poco a poco, comenzó a desvanecerse, por lo que los cables cayeron sin más.

—De verdad estoy desapareciendo -tu respiración comenzó a acelerarse y a entrecortarse- ¿Acaso estoy regresando a mi mundo? No, es imposible. No me he encontrado con "mi padre", como para volver con él -niegas- Aunque él me dijo que tarde o temprano lo haría

Volviste al tema principal, y al darte cuenta de la hora, dedujiste que posiblemente Nighteye ya estuviera muerto. Dirigiste tu mirada hacia la ventana y rápidamente te levantaste para dirigirte a la puerta.

Comenzaste a caminar sin rumbo alguno por los largos pasillos del hospital. Dirigiste tu mirada hacia una de las habitaciones para notar una pequeña figura en la camilla removiéndose incómodamente; dudaste de si entrar o no, pero abriste la puerta y rápidamente te dirigiste a aquella pequeña que estaba ahí.

—Eri... -acariciaste con cariño y lentitud los ondulados y largos cabellos celestes de la menor, quien inmediatamente quitó su ceño fruncido y dejó de moverse. Enfriaste un poco tu mano y la colocaste en su pequeña frente, bajándole un poco la fiebre. Ella sonrió entre sueños y se acomodó cerca de ti. Sonreíste por esa actitud, pero tu cara cambió rápidamente al darte cuenta de que si tardabas más, no podías traer a la vida a Sir Nighteye.

• • •

Todos los presentes se encontraban llorando de manera desconsolada. No era fácil superar la muerte de alguien, y más si ese alguien era especial para una persona.

—¡Doctor! -una enfermera entró corriendo a la sala, respirando de manera agitada.

—¿Sucede algo? -pregunta sin voltear a verla.

—La paciente de la habitación quinientos tres, la señorita Aizawa Yamada ___, no está en su habitación

—¡¿Cómo que no está?! -tu padre y tu pareja exclamaron al unísono.

—Cuando fui a revisar su estado, encontré todos los cables tirados en la camilla -respiró más calmada- Pregunté a los demás, pero dijeron que no la habían visto

—Tenemos que encontrarla

• • •

Saliendo fuera del baño, con los ojos rojos y unas pequeñas ojeras debajo de los ojos, te dirigiste hacia la habitación donde se encontraba Sir Nighteye. Al llegar pudiste darte cuenta de que se encontraba solo el lugar. Te dirigiste rápidamente hacia la camilla. Sir Nighteye se veía como si estuviera dormido, tan pacíficamente.

De tus manos, comenzó a aparecer la fruta curadora. Con un cuchillo de hielo, cortaste en pedazos pequeños la fruta y la aplastaste un poco para que salga el jugo de la fruta y lo colocaste en un vaso de hielo.

Abriste la boca de Nighteyey pasó por su garganta. Unos segundos después, el estómago de Nighteye comenzó a brillar. Las otras heridas en el cuerpo de Nighteye también comenzaron a desaparecer. El monitor cardiaco comenzó a sonar nuevamente, registrando el latido cardiaco del mayor.

Sonreíste al ver cómo Nigtheye comenzaba a respirar nuevamente, causando que pequeñas lágrimas comenzaran a salir de tus ojos. Por fin sentía que había sido de utilidad.

Unas voces comenzaron a escucharse fuera de la habitación, por lo que sonreíste sin más al ver a todos viéndote con sorpresa desde la puerta. Dirigieron rápidamente su mirada hacia Nighteye, quien estaba durmiendo pacíficamente.

—___...

—Hey... -sonríes, aun con lágrimas cayendo de tus ojos.

Recovery Girl se acercó a él, revisando su estado. Volteó a verte sorprendida, para después sonreírte.

—Nighteye está vivo -voltea a ver a los demás.

—Sir... -Mirio se coloca a tu lado.

—Hay que dejarlo descansar -dijo- Pasó por un muy mal momento. Lleven a ___ a su habitación para que la revisen

Izuku asintió y se acercó a ti para ayudarte a caminar hacia tu habitación. Antes de irte, Mirio formuló un "Gracias" apenas perceptible. Asentiste con una sonrisa y te fuiste con tu pareja, tu padre, el doctor y la enfermera. Izuku y tú iban más adelantados que los demás.

—Gracias... -murmuró.

—¿Por qué?

—Por traer a la vida nuevamente a Sir Nighteye -sonríe.

—No podía estar tranquila sabiendo que Nighteye había muerto, y yo, teniendo las posibilidades de salvarlo, no era capaz de hacer nada

• • •

Después de que te hayan dado de alta, mandaron a llamarte a la habitación a la que había sido llevado Nighteye. Al abrir la puerta, te encontraste con Nighteye sentado, viendo fuera de la ventana.

Él, al escuchar el sonido de la puerta abrirse, dirigió su mirada hacia la puerta. Al verte, sonrió.

—___... -con lágrimas en los ojos, saliste corriendo hacia él.

Lo abrazaste y te aferraste a él como si lo vieras por última vez. Sonreíste al sentir cómo comenzaba a acariciar tus orejas de gato. Tu cola comenzó a moverse frenéticamente. Te separaste con lentitud de él y volteaste a verlo.

—Muchas gracias por traerme nuevamente... -sonríe- Me contaron que gracias a tus frutas curativas fuiste capaz de traerme a la vida de nuevo. De verdad, no tengo como agradecerte -suspiró.

—La única forma de agradecerme, es que se cuide mejor -sonríes.