𝑯𝒐𝒚 𝒑𝒓𝒆𝒔𝒆𝒏𝒕𝒂𝒎𝒐𝒔
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Igual a él
╰───⌲Cap. 𝟏𝟔. ༣. . 

Habías regresado de entrenar a la U.A junto con tus padres y Yuuto. Al bajar, pudiste notar un arreglo de rosas en la puerta.

—¿Y estas rosas? -pregunta Aizawa.

—No lo sé -contestó Mic.

—Déjenme ver -te acercas al arreglo, lo tomas y ves una nota- Tiene una nota, déjenme leerla

Al leer la nota no pudiste ocultar tu sorpresa, algo que no pasó desapercibido por tus padres y Yuuto.

—¿Qué dice la nota? -pregunta Aizawa, acercándose a ti.

—N-Nada -nerviosa, entras corriendo a la casa para dirigirte rápidamente a tu habitación, dejando desconcertados a tus padres.

En tu habitación, le mandaste de inmediato una foto a Izuku, y segundos después te contestó.

No pudiste contestarle más debido a que tus padres entraron a la habitación.

—Bien, ahora dinos que sucedió allá abajo -Aizawa estaba cruzado de brazos esperando una respuesta.

—L-Les juro que no es nada -nerviosa.

—Yuuto -dijo Mic.

Yuuto se dirigió hacia ti y te sujetó fuertemente para evitar que te movieras. Aizawa rápidamente tomó la nota de entre tus manos y comenzó a leerla, por lo que Yuuto te soltó

—Las flores que ves representan la ternura, calidez y belleza que mi corazón encuentra en ti -voltea a verte sorprendido- ¿___, quién te lo dio? -pregunta.

Estabas cabizbaja debido a que no sabías qué decirle.

—¡___ responde! ¡¿Quién es Bakugo Katsuki?! -Aizawa gritó.

Por el susto, diste un pequeño brinco.

—E-Es un regalo de mi pareja -contestaste.

—¡¿Qué?! -gritaron.

—Los dejo solos -dijo Yuuto, antes de salir de la habitación.

—___, ¿Sabes que ahorita debes de estar concentrada nada más en tus estudios? -enojado.

—Shota, I think that's enough (Shota, creo que es suficiente) -trata de detenerlo.

—¡No, lo único que debes de hacer es enfocarte en tus estudios! -gritó- ¡Es lo único que debes de hacer! ¡No te mandamos a la escuela para conseguir novio, sino para que fueras a estudiar! ¡¿Qué caso tiene ir a la escuela si solo vas a ir a conseguir novio?!

—¡Shota, that's enough! (¡Shota, es suficiente!)

Esas palabras te recordaban a tu padre de tu dimensión. Lágrimas comenzar a salir de tus ojos, y con dolor le dijiste.

—Eres igual a él -dices, corriendo fuera de tu habitación.

—¡Princess! (¡Princesa!) -gritó Mic, tratando de detenerte.

Antes de que Yuuto pudiera hacer algo también, ya habías salido corriendo fuera de la casa.

Aizawa se había quedado pasmado en su lugar. Se supone te había prometido que no sería como tu antiguo padre, pero esa promesa se rompió al hablarte de esa manera.

Se sentía decepcionado de sí mismo, tanto que las lágrimas no tardaron en salir. Se sentía una mierda de persona, se sentía del asco por haberte tratado de esa manera.

Mientras contigo, corrías como si tu vida dependiera de ello, ya que habías visto la camioneta del gobierno cerca de ti, por lo que decidiste correr hacia otro lugar que no fuera el parque, debido a que sería el primer lugar que tus padres elegirían para buscarte.

Ibas a moverte de lugar, pero de repente comenzó a llover.

—Mierda -susurraste.

Unos pasos se escucharon cerca de ti, por lo que guardaste silencio.

—¿___-chan? -dijo una voz preocupada.

—¿Izuku? -mascullaste, por lo que saliste de tu escondite.

Al salir, Izuku se acercó rápidamente hacia ti tapándote con la sombrilla.

—¿Qué sucedió? Te mandé mensajes, pero no contestabas como lo haces normalmente, por lo que me preocupé y salí a buscarte -dijo.

Estabas cabizbaja y no dijiste nada.

—Ey ¿Sucedió algo? -preguntó.

—N-No, no paso nada -trataste de no hablar demasiado.

—___-chan, mírame -ordenó.

Te negaste, por lo que tomó tu rostro entre sus manos e hizo que lo miraras a los ojos.

—¿Por qué lloras? -preocupado limpia tus lágrimas.

—M-Mi padre -sollozaste- Tenía razón, mi padre me iba a regañar -tratas de limpiar tus lágrimas.

—Ey, ey -sonríe- No te preocupes, es más, vamos a mi casa, estoy seguro de que a mi madre le encantará tenerte ahí -toma delicadamente tu mano y comienza a caminar en dirección a su casa.

Agradecías el que Izuku no hablara más del tema.

Al llegar a la residencia, ambos fueron recibidos por Inko, quien asustada por verte algo mojada, corrió a alcanzarte una toalla para secarte.

—Lamento ser una molestia para ustedes -susurras.

—No mi niña, no eres una molestia -acaricia tu mejilla.

—Vamos a mi habitación, necesitas dormir -Izuku sonríe.

—De acuerdo

Ambos se retiraron a la habitación de Izuku. Al entrar, Izuku se dirige a su armario y saca ropa tuya que tenía guardada debido a días que te quedabas a dormir en su casa.

—Toma, ve al baño y yo acomodo las cosas -sonríe.

Tomaste tu ropa y te dirigiste al baño para cambiarte de ropa. Tardaste unos quince minutos en cambiarte por completo. Al finalizar, saliste y notaste como había una fortaleza con cobijas, con la computadora en medio, comida en platos y demasiadas almohadas y cobijas en el suelo.

Izuku te veía con una hermosa y enorme sonrisa, la cual se te contagió y corriste hacia él para abrazarlo; abrazo el cual no dudó en corresponder ni un segundo.

—¿Ya estás mejor? -su voz sonaba preocupada.

—Claro que sí -sonríes.

—¿Segura? -no sonaba muy convencido.

—Me siento mejor, porque tú estás aquí

Él acarició tu mejilla con una pequeña sonrisa.

—Gracias, de verdad -sonríes.

—No hay nada que agradecer -sonríe- Vamos a ver películas -entra a la fortaleza.

Feliz y emocionada, le hiciste caso.

• • •

Varias horas habían pasado, y tus padres estaban demasiado preocupados por ti, ya que ya eran las diez de la noche, y todavía no sabían nada de ti.

—Ella tiene razón -susurró Aizawa- Soy un mal padre -dijo.

—Ey, Shota, todo está bien -sonríe- Solamente querías que nuestra hija se enfocara en sus estudios, pero también deberías de haber dejado que comience a relacionarse con otras personas, tanto de manera amistosa como de manera romántica -le da un beso en la cabeza.

Antes de poder decir algo más, el sonido de la ventana de tu cuarto cerrarse los puso alerta. Rápidamente, se dirigieron a tu habitación, sin embargo, al entrar pudieron notar la ventana medio abierta, tu mochila ya no estaba y tu armario ya no tenía un par de prendas tuyas. Tu cargador, computadora y audífonos ya no estaban.

—¿Ella vino? -pregunta Mic en un susurro.

Aizawa salió corriendo de la habitación a buscar a Yuuto para contarle lo sucedido.

Mientras contigo, te encontrabas corriendo a la residencia Midoriya, ya que pasarías una semana en la residencia por petición de Inko, por lo que pediste permiso para ir a casa y recoger un par de cosas necesarias.

Al llegar, fuiste recibida por Inko e Izuku. Ella te dijo que Izuku te esperaba en su habitación para terminar los deberes de la escuela. Le agradeciste y te dirigiste a la habitación de Izuku.

—Ya regresé -sonríes, sentándote en la silla que tenías ahí.

—Qué bueno, mira, ya tengo parte de la investigación -te señala su computadora.

—Vaya, es demasiada, pero bastante buena -sonríe.

—Lo bueno que solo lo debemos de imprimir y listo -sonríe.

—Es la ventaja -sonríes.

• • •

Ya estaban por terminar de hacer los deberes, pero cuando Izuku estaba a punto de preguntarte algo, notó que estabas dormida. Tus brazos en el escritorio y tu cabeza sobre ellos usándolos de almohada.

Izuku sonríe y con cuidado te toma en brazos para dirigirse a la cama y dejarte sobre ella. Te tapó con las cobijas y dudando, te dejó un pequeño beso en tu frente.

Con el rostro sonrojado se aleja de ti y rápidamente se dirige a la puerta de su habitación para salir, para sorpresa de él, su madre había visto todo debido a que la puerta estaba abierta.

—Ella te gusta ¿No es así? -sonríe.

—M-Mamá -dijo sonrojado.

Rápidamente, cerró la puerta para que en caso de que te despertaras, no escucharas nada.

—Dime Izuku, no me molesta para nada -acaricia su mejilla.

Izuku infló sus cachetes, demostrando su vergüenza por haber sido descubierto.

—La verdad, ella me gustaría para que fuera tu pareja -ríe.

—Eso será imposible mamá -susurró.

—¿Por qué? -desconcertada.

—Ella jamás se enamoraría de alguien como yo -dijo.

—Izuku, cariñom mírame -Izuku hizo lo indicado- Si ella de verdad te gusta, lucha por ella -sonríe.

Él se quedó callado durante un par de segundos, hasta que volteó a ver a su madre con determinación.

—Eso haré

Hará todo lo posible para que te fijes en él, sin siquiera pensar, que tu corazón ya era suyo desde antes de conocerse.