004. a step closer

JULES MIRABA LA VENTANA CON ABURRIMIENTO, veía a sus pequeños amigos corretear por el jardín, aún no se acostumbraba tanto al ambiente lleno de alegría y niños por doquier y Jules seguía requiriendo sus momentos de soledad y paz. Estiro sus brazos agotada y entumecida, sabía que encontrar un lugar en aquel inmenso hogar le sería un poco difícil, pero esperaba que fuese pronto.

Con pasos lentos salió de la habitación suspirando, las paredes de colores apagados le agradaban y diseño de las ventanas también, cada puerta estaba decorada con el cartel de su dueño, Claire era el que más resaltaba con sus colores brillantes y sus enormes corazones por todos lados, el de Olive estaba escrito con una letra cursiva muy delicada en color lila...y luego estaba la puerta de Enoch, un simple cartel marrón con las enormes letras de su nombre escritas y por debajo un "no pasar".

Uf, como si alguien quisiera.

La puerta estaba abierta, Jules diviso en un segundo a Enoch sentado frente a su escritorio, pudo distinguir varios muñecos sobre esta. Y claro, no iba a mentir, eso le causó un poquito de curiosidad.

—¿Quieres ver más de cerca?—preguntó Enoch con su noto tosco, su mirada se clavo en la chica parada en la puerta—. Desde ahí ni creo que puedas ver más.

Jules arqueo una ceja por su tono de voz, era obvio que intentaba ofenderla, pero en ese momento no le importo mucho. Quitando el tedioso tono de voz, la había invitado a ver su cuarto y claro que aprovecharía la oportunidad para saciar su sed de curiosidad.

Enoch se cruzo de brazos cuando la vio cruzar la puerta, pensó que Jules se daría la vuelta enfadada y se quitaría del camino, pero no, obtuvo una respuesta completamente contraria, sin embargo no tuvo objeción alguna.

La castaña miro cada detalle de la habitación, paredes oscuras y el ambiente era lúgubre, apenas había un poco de sol entrando por la ventana, Enoch tenía muchos libros apilados en orden, su cama estaba perfectamente extendida y no había rastro de suciedad, todo parecía meticulamente ordenado. Sin dudas, la habitación reflejaba mucho la personalidad de este.

Tal y como él.

Su mirada finalmente se poso en Enoch y su escritorio lleno de muñecos, había pinzas y frascos con contenidos de dudosa procedencia.

No sería novedad alguna que le quite las cabezas a las muñecas.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—Ya la estas haciendo.

—¿Que haces con los muñecos?

—Acércate y verás.

Jules frunció el ceño mientras lo miró tomar una pinza y sacar lo que parecía...un corazón del frasco. Trago saliva acercándose con curiosidad, él introdujo el corazón dentro de la muñeca con sus pinzas, era cuidadoso y su mirada se clavaba en su trabajo, Jules admiro eso secretamente.
Solo basto un segundo para que el muñeco moviera sus ojos cobrando vida. Jules dio un paso hacia atrás al verlo levantarse.

—Eso es...

Terrorífico.
Completo Enoch desde su perspectiva, cruzándose de brazos.

—Increíble.

Alzó sus cejas, Jules relamió sus labios y se animó a dar un paso adelante, admirando al muñeco sacarse su sombrerito y hacer una pequeña reverencia hacia ella.

Ja, es más educado que él.

Sonrió por su repentino pensamiento, y finalmente su mirada se topo con la de Enoch.

—Es increíble—volvió a repetir la castaña sonriendole por primera vez—. Es como en un libro que leí, puedes hacer que los muñecos cobren vida...es tétrico y genial a la vez.

Él no esperaba oír esas palabras de ella, menos después de que le dijera idiota.

—Y no solo puedo hacerlo con muñecos—le dijo con un tono más calmado, incluso presumido—. Una vez hice una batalla de muertos en la funeraria de mis padres.

Bueno...eso si esta loco.

—¿Puedes revivir cualquier cosa?

—Revivir es un término alejado...no puedo devolverles sus almas aún, así que solo los controlo como mis marionetas, hacen todo lo que les digo.

La castaña asintió asombrada, incluso por un segundo le pareció agradable el momento.
Enoch desde su asiento la observo sin descaro alguno, centrando su atención en los ojos violetas que observaban todo con curiosidad y asombro, de alguna manera le pareció linda. Aunque claro, ninguno de los dos diría eso, aún era palpable la tensión entre ambos.

—¡Jules vamos a jugar a las princesas!

La voz de la pequeña rubia resonó con alegría buscando a su amiga.
Jules apretó sus labios y miró a Enoch por última vez.

—Me buscan, adiós.

Enoch asintió manteniendo su aura desinteresada, pero una vez que la castaña cruzo la puerta un suspiro nervioso escapo de sus labios.
De alguna manera le agrado su compañía aunque fuese por unos segundos, y le agrado la manera en la que a Jules le brillaban sus intensos ojos violetas, pero aún mantenía su enojo con ella por llamarlo idiota, que fuese un poco linda no le quitaba lo grosera y tal vez lo demasiado sincera que era.




















































































࣪ ִֶָ☾.


















































































—Entonces la doncella Enola dijo que yo era demasiado egoísta...

La pequeña rubia sostenía su tacita de porcelana relatando un hecho ocurrido con su osita de felpa Enola.

—¿Egoísta, tu?—la castaña negó sosteniendo de la misma manera la tacita—. Tu no eres egoísta, eres muy adorable para serlo.

—¡Si, eso mismo pienso yo!

Soltó una risita viendo a su pequeña amiga tan indignada con su peluche. Acomodó su tiara y siguió bebiendo té con la pequeña Claire.

—¿Estabas con Enoch?—preguntó la pequeña sutilmente curiosa.

—Si, pero estaba enseñándome sus muñecos.

—Ugh, a mi me dan miedo—espeto la pequeña disgustada—. A él le fascinan, no sé como, le faltan extremidades a todos los muñecos, jamás dejaría que eso le pasen a mis muñecas.

–Yo tampoco.

—Pero bueno, al menos te dejo entrar a su cuarto—rió la pequeña–. Una vez, Millard intento hacerlo y le dio una patada en las pompis.

Jules rió divertida.

—¿Tan malo es?

—Solo un poquito—contesto la pequeña con sinceridad—. Él dice que debemos respetar su...¿espacio personal? Pero es un buen hermano.

—¿Hermano?

—Bueno...no es mi hermano de sangre pero yo lo considero mi hermano mayor, cuando llegue aquí él me animo todos los días, antes no me gustaba este lugar...—suspiro la pequeña—. Pero Enoch siempre estuvo animandome, incluso una vez uso una tiara para tomar el té conmigo cuando estaba muy triste.

La chica quedo un poco sorprendida por lo que decía la pequeña Claire, le era difícil imaginar a un patán como Enoch siendo tan lindo con la pequeña y alegre Claire. No imagino que tuviera un vínculo tan fuerte con alguien.

Quizás me apresure un poco con lo que dije...pero sigue siendo un idiota.

Una cosa no quitaba la otra, si, quizás se había equivocado al juzgarlo por su actitud poco social, pero eso no contra restaba que fuese grosero y un cascarrabias.

—En fin, me alegra mucho que sean amigos.

Estamos lejos de serlo.

Le sonrió a la pequeña y ambas chocaron sus tazas provocando un pequeño tintineo. Desde la puerta, Enoch observaba la escena, causandole un pequeño cosquilleo interno, incómodo por aquella sensación se apresuró a alejarse de la tierna escena.

Después de una larga hora de chismes con peluches y muñecas la hora del almuerzo llego. Cada uno se sentó en su correspondiente lugar, Enoch en una punta tal y como la señorita Peregrine y a su derecha estaba Jules, ella no había decidido donde sentarse, de hacerlo se habría sentado mil metros alejada de él.

Jules mantenía su mirada en el plato de carne con verduras, por alguna razón estaba inquieta y no entendía por qué, Emma pareció notarlo en un segundo.

—July—la rubia la miro con una pizca de preocupación—. ¿Está todo en orden?

La castaña levanto la mirada del plato, borro su mala cara y sonrió con sinceridad.

—Si, todo esta bien—le contesto asintiendo.

Emma le sonrió tranquila, la señorita Peregrine observo al chico que estaba en el otro extremo de la mesa, él tenía su mirada clavada en el plato y por nada del mundo apartaba la vista como si el plato con carne fuera la cosa más importante de su vida.

—Jules—la señorita la llamo, la castaña la miro poniendo atención—. Después del almuerzo necesito hablar contigo.

Los demás se miraron con curiosidad, Enoch despego la mirada del plato y miró a Jules asentir, podía notarse que estaba nerviosa. Ambas miradas se encontraron, Enoch pareció preguntarle si había pasado algo pero ella simplemente alzó sus hombros sin saber la razón de la señorita Peregrine.

Cuando terminaron cada uno se retiro, Enoch paso a un lado de la mujer.

—Señorita, ¿no pasa nada malo, no?

La mujer sonrió con tranquilidad.

—No, Enoch—le contesto—. No hay de que preocuparse.

Él asintió y abandono el comedor, Jules se sentó a un lado de la mujer esperando saber de que quería hablar.

—Jules, tranquila cariño—le tranquilizo con calma la mujer al notarla tensa—. No has echo nada malo como para que te asustes.

La castaña suspiro aliviada.

—¿Entonces que sucede?

El rostro de la mujer cambió de gesto, ya no se la notaba tan tranquila, Jules supo que trataba de un tema serio.

—Bueno como sabes, yo me dedico a cuidar niños peculiares, niños únicos como tu, las ymbryne de nuestra especie nos dedicamos a protegerlos a ustedes de todo riesgo—explicó la mujer siendo atentamente escuchada por la joven, antes de proseguir tomo una ligera bocanada de aire—. En especial de un riesgo inmenso.

Jules se alertó al ver como la mirada de la mujer se entristeció.

—Hay una especie llamada Huecos, ellos no son visibles para todo el mundo, su especie se creo a base de un experimento fallido—relato la mujer, los nervios de la castaña incrementaron—. Los Huecos se alimentan de ojos, ojos de niños peculiares...

Y si alguno viera el rostro de Jules pensaría qué está muerta, pálida cual papel con sus cuencas abiertas de par en par.

—Es la razón por la cual esta limitada nuestra salida fuera de este hogar, estamos protegidos aquí adentro—le dijo la mujer con calma, volvió a retomar su compostura fuerte—. No hay nada de lo que tu debas preocuparte, yo siempre estaré aquí para protegerlos, pero necesito sumo cuidado de tu parte, no hemos corrido el riesgo con un Hueco desde hace un año, desde aquel fatídico día nos comenzamos a cuidar mucho más. Mi razón de contarte sobre esto no es para asustarte, es por tu cuidado, no soportaría otra pérdida más por un descuido.

Y entonces comprendió en un segundo la razón, Victor...el amigo de Enoch al que nombraban con tristeza cada vez.

Mal momento para tener un par de ojos llamativos.

La mujer la tranquilizo y luego le permitió retirarse, al subir las escaleras se topo con la figura de Enoch, quien podría interpretarse qué la estaba esperando.

—¿Estabas esperándome?

Enoch trago saliva antes de negar cruzado de brazos.

—Pf, claro que no, ¿por qué te esperaría?—cuestiono con indiferente—. Solo quería saber si no te has metido en problemas.

—Mh, no—negó—. Solo me dijo que debía cuidarme de esas cosas...los Huecos.

La mirada de Enoch pareció relajarse y por un segundo entristeció. Jules entendió el motivo.

—Escucha...—carraspeó la chica con un poco de culpa—. Yo me quería disculpar contigo.

El chico la miro manteniendo su postura seria y de brazos cruzados, fingiendo su distancia.

—¿Disculparte, por qué?

—Por haberte dicho idiota.

Él trago saliva sintiendo una ola eléctrica recorrer su cuerpo, quizás se debía a la mirada apenada qué Jules expresaba con aquellos ojos...

Suspiro antes de hablar, si Jules se había disculpado, él como buen hombre debía tragar un poco su orgullo.

—Esta bien—acepto sus disculpas—. Tu perdóname a mi por haber sido tan...idiota contigo.

Jules le sonrió, sintiendo sus manos sudar de los nervios, nuevamente sin comprender el porqué de su reacción interna.
Ella asintió aceptando sus disculpas.

—Esta bien, no pasa nada—le dijo ella—. Lo mejor sería intentar llevarnos bien, ¿no crees?

El asintió dándole una pequeña sonrisa inconscientemente.

—Claro—aceptó el chico con menos frialdad que antes.

Bien Jules, tienes un corazón muy grande y puedes perdonarle que sea un idiota a veces.













































𖹭 aylu's note !
¡Tanto tiempo!
Literalmente no actualizo desde el año pasado, perdón mi gente.

Espero les guste mucho este capítulo, sería de gran apoyo que voten y comenten plis, hasta la próxima!
💐

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