Final 🔞

Cuando Soobin retiró el apretado boxer negro que cubría su hinchado pene, Yeonjun sintió que empezaría a babear, al tener nuevamente aquel magnífico cuerpo completamente desnudo frente a él.

Pecho musculoso, brazos fuertes y tatuados, aquellos gruesos muslos... aquel enorme pene que deseaba más que a nada en el mundo, babeando ante la perspectiva de tenerlo en su interior, tragándolo por completo.

Sintiéndose nuevamente excitado, hizo que Soobin se quedara acostado sobre la cama. Dejó un camino de besos sobre aquel trabajado pecho, delineando los duros abdominales con su lengua, hasta llegar finalmente a su gran objetivo.

Los ojos de Soobin brillaban ante la excitación que sentía al ver a su mayor agarrando su miembro erecto con una mano, empezando a masturbarlo lentamente. Sin poder evitarlo, soltó un sonoro jadeo cuando el pelirosa lamió la cabeza de su miembro, antes de deslizarla por todo el tronco, lamiendo cada vena, hasta llegar a sus testículos.

Yeonjun complacido ante las reacciones de Soobin, subió nuevamente hasta envolver el grueso glande entre sus labios, deleitándose con los suspiros que soltaba el contrario, saboreando el líquido preseminal regarse lentamente en su boca, amando aquel sabor.

Bajó su boca lentamente por la dura polla hasta donde pudo, envolviendo con su mano lo que no alcanzaba con su boca. Comenzó a chupar cuando sintió las manos de Soobin acariciar su cabello, lo que lo incitó a acelerar su ritmo, gimiendo de excitación mientras seguía chupando aquel grueso y delicioso falo.

Amaba la sensación del pene de su novio llenando su boca, añoraba el hecho de que fuera tan grande que no podía tomarlo entero. Aumentó sus movimientos de manera brusca, acariciando con su mano libre los hinchados y cargados testículos del menor. Quería sentir la esencia de Soobin llenando su boca con abundancia, hasta dejarlo seco.

—Yeontto... me voy a correr — intentó advertirle Soobin, pero éste hizo caso omiso, acelerando sus movimientos hasta que escuchó al menor gemir fuertemente su nombre.

Yeonjun percibió el pene de Soobin vibrar en su boca, descargando a chorros su esperma, directo en su garganta. Gimió de placer mientras continuaba chupando, tragando con gusto todo lo que pudo de aquella deliciosa esencia.

Cuando el mas alto disparó toda su carga, gimió ante la hipersensibilidad que apreciaba mientras Yeonjun seguía chupando su miembro.

—Hyung...

Yeonjun sacó lentamente el miembro de su boca luego de tragar todo, limpiando con su dedo un pequeño hilo de semen, el cual se había escapado de su boca, antes de chuparlo, ante la mirada lujuriosa y penetrante del menor.

Soobin agarró el rostro de su mayor con ambas manos para unir sus labios en un caliente beso, importándole poco el hecho de que Yeonjun acababa de tragarse su esencia. El mayor se deshacía en gemidos mientras adentraba su lengua en la cavidad ajena, acarreando que el castaño sintiera su pene endurecerse nuevamente ante aquella acción.

Soobin cambió nuevamente sus posiciones, dejando esta vez a Yeonjun recostado sobre la cama, totalmente expuesto frente a él.

Se tomó su tiempo para besar todo el torso de su amado, bajando hasta llegar a su dureza. Tomó aquella erección en su boca durante un par de minutos, ya que deseaba que Yeon se corriera con él en su interior, provocándole al mayor una serie de gemidos. Y luego de un rato, Soobin separó las piernas de su amante con ambas manos, dejando su entrada expuesta frente a él.

Yeonjun soltó un sonoro gemido cuando sintió la lengua del menor dar una lamida sobre su agujero, humedeciéndolo.

—Amor... ¡Soobin! — sollozó de placer, al sentir aquel húmedo músculo adentrándose lentamente en su interior — Ya estoy listo, por favor...

Pero el castaño hizo caso omiso, continuando con lo suyo, penetrándolo con su lengua a la vez que chupaba su resbaladizo interior, hasta tener a Yeonjun temblando de placer, a punto de correrse.

—Amor, ¿esto es lo que deseas? — murmuró mientras se posicionaba entre sus piernas, presionando la punta de su pene (el cual estaba empalmado nuevamente) contra la resbaladiza entrada de Yeonjun — ¿Me deseas aquí? — preguntó con su voz ronca debido a la excitación, a la vez que dejaba un chupetón en el cuello del mayor, moviendo sus caderas en círculos, sacándole una serie de gemidos al pelirosa al sentir el glande chocar sin cesar contra su estirada entrada.

—Es lo que más quiero... eres lo que más quiero — suspiró Yeonjun mientras envolvía la cintura de Soobin con ambas piernas —. Quiero todo de ti.

Dejando a un lado la situación en la que se encontraban, Soobin besó a su amado profundamente a la vez que acariciaba su rostro con ambas manos de manera delicada, creyendo estar soñando en aquel momento.

—Y yo quiero todo de ti, bebé — murmuró contra sus labios hinchados por los besos.

La mirada del mayor era un poema en aquel momento, sintiendo que su corazón saldría de su pecho en cualquier momento ante las sensaciones que le causaban las palabras de su Soobin.

Lo amaba. Era la palabra justa. Se sentía correcto, tan correcto, como si Soobin fuera la pieza de rompecabezas que faltaba en su vida. De hecho siempre estuvo allí, solo que no de la manera adecuada. Ahora lo sabía.

—Hazme tuyo, hazme el amor — dijo Yeonjun con una deslumbrante sonrisa adornando su rostro antes de juntar sus labios en otro beso lleno de amor y necesidad. Era la primera vez que decía aquello, y esperaba que Soobin fuera la única persona a la que se lo diría.

Había follado varias veces con otros tipos, pero nada se comparaba a esto, nada se comparaba a Soobin. El mas alto no era como los demás, él era el dueño de su corazón. El hombre de sus sueños. Y Yeonjun no deseaba hacer el amor con nadie más que con él.

—Yo nunca podré follar contigo. Siempre te haré el amor — respondió Soo con una hermosa sonrisa, antes de adentrarse lentamente en su húmedo y caliente interior —. Te amo Yeonie.

Ambos se sentían en el paraíso. Nada de lo que habían experimentado antes se comparaba con aquella sensación.

Mientras soltaban leves gemidos contra la boca del otro, Soobin siguió adentrándose hasta que sus testículos chocaron contra el culo de Yeonjun, alcanzando directamente su próstata, el mayor soltó un chillido ante la placentera sensación que recorrió su cuerpo entero. El pesado falo de Soobin extendía su interior deliciosamente, haciéndolo temblar de placer.

Y cuando el castaño sacó su miembro hasta la punta, antes de adentrarse de nuevo y tocar otra vez su próstata, Yeonjun juró ver estrellas. El menor besó nuevamente sus labios mientras empezaba un lento vaivén, agarrando las caderas del contrario con ambas manos mientras pisoteaba su interior en todos los lugares correctos con su verga.

—B-Bin — gimió Yeonjun, al sentirlo tan profundo dentro de él.

—Aquí estoy mi amor — murmuró Soobin contra su boca mientras aumentaba el ritmo de sus caderas, saliendo lentamente de aquel apretado calor antes de estrellarse con fuerza nuevamente, masajeando su próstata una y otra vez con su chorreante glande.

El sudor empezó a formarse sobre sus cuerpos mientras el menor lo penetraba sin cesar.

—Amor... más... te necesito... AH — gritó Yeonjun al sentirlo tan profundo en su interior, la sensación era indescriptible.

Soobin envolvió sus brazos alrededor de la cintura del mayor, atrayéndolo con él hasta quedar en posición sentada sobre la cama, con Yeonjun sobre su regazo. La nueva posición arrancó un gemido gutural por parte de ambos.

Ahora el pelirosa podía sentir el pene de Soobin más profundo en su interior, disfrutando mejor la manera en la que se sentía en su interior, grueso, largo, sintiendo cada vena, cada chorro de presemen que se disparaba en su interior. El menor gruñó, la entrada de Yeonjun apretar su verga era la jodida gloria, tomó delicadamente el gran culo de su mayor y separó sus nalgas con satisfacción.

Yeonjun sonrió mientras mecía sus caderas en movimientos circulares, aferrándose al cuello de su amado, el cual tomó posesión de sus labios nuevamente. Era exquisito. Sus cuerpos parecían encajar entre ellos perfectamente, como piezas de rompecabezas.

—Binnie... — gimió Yeon contra sus labios mientras se alzaba ligeramente, dejando únicamente el glande de Soobin en su interior —. Lléname — murmuró mientras mordía ligeramente el labio inferior del menor, a la vez que dirigía su mano hacia la conexión entre ambos cuerpos, agarrando los cargados testículos de Soobin, dándoles un ligero apretón, antes de dejarse caer nuevamente, tragando por completo su chorreante polla.

El castaño sonreía, borracho de placer, mientras echaba la cabeza hacia atrás. Yeonjun lo iba a volver loco. Mandando todo su autocontrol a la mierda, agarró nuevamente el culo de Yeonjun con ambas manos, apretándolo a su gusto, abriéndolo para él, antes de arremeter una y otra vez en su resbaladizo interior con estocadas potentes y precisas, chocando sin cesar sus testículos contra sus nalgas.

El mayor intentó seguirle el ritmo, pero el intenso placer que recorría su cuerpo no se lo permitía. Se sentía en el paraíso, tan lleno, con el pene de Soobin pisoteando su interior una y otra vez, chocando contra aquel punto sensible que lo hacía ver estrellas. Así que se limitó a aferrarse al cuello del menor, recibiendo con gusto cada embestida.

La habitación entera estaba inundada por los gruñidos y gemidos de ambos, acompañado por el sonido del choque de los testículos de Soo contra su trasero cada vez que se adentraba en él con fuertes embestidas. El interior caliente y húmedo de Yeonjun lo recibía tan bien, apretaba deliciosamente su polla, llevándolo al mismísimo cielo.

Soobin los volvió a cambiar de posición, acostando nuevamente al pequeño pelirosa sobre la cama sin salirse de él en ningún momento.

Situado entre las piernas extendidas del mayor, Soobin dejó un mar de chupetones sobre la piel de su cuello, marcándolo, haciendo que Yeonjun gimiera nuevamente el nombre de su amante mientras se aferraba con ambas manos al duro y musculoso trasero de Soobin, enterrando sus dedos en la piel llena de sudor. Se sentía tan correcta la forma en la que el pesado cuerpo del contrario lo cubría mientras dejaba marcas de amor y posesión sobre la suave piel de su cuello.

Soobin retomó sus embestidas, sintiendo el calor acumularse en la parte baja de su estómago, anunciando que un devastador orgasmo se acercaba con fuerza y rapidez. Yeonjun parecía estar igualmente al borde de su orgasmo, desecho en gemidos mientras se aferraba a la musculosa espalda de Soobin, clavándole las uñas debido a la intensidad de las envestidas, a la vez que rodeaba nuevamente su cintura con ambas piernas, sin querer separar sus cuerpos ni por un segundo.

—Amor, estoy cerca... — gruñó el menor contra su cuello mientras seguía adentrándose sin cesar en su interior, sus testículos a punto de estallar.

—Hazlo, lléname — gimió Yeon mientras apretaba más las caderas del menor con sus piernas, su orgasmo aproximándose rápidamente a la vez que sentía el pene de su novio temblar en su interior, anunciando su inminente descarga —. Córrete conmigo BinBin, amor, lléname de ti, por favor... ¡AH!

Con una última estocada, Soobin vació su carga con fuerza y abundancia en su interior mientras dejaba escapar un fuerte grito de placer, siendo ordeñado deliciosamente por el caliente interior del mayor, ahora lleno de su esperma, el cual se disparaba en grandes chorros en su interior.

Y aquella sensación del semen caliente y pesado del castaño, inundando su interior, llenándolo por completo, fue todo lo que necesitó Yeonjun para dejarse venir igualmente, llegando a un devastador orgasmo, eyaculando desordenadamente entre sus cuerpos, mojando ambos torsos con su corrida.

•••

Buenas noches bubus, mañana subo el epílogo.

Espero les haya ido bien en su dia y se hayan cuidado bien,, ❤

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