CHAPTER FIVE     ⁄      real life

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📍 LAS VEGAS, NEVADA.
🗓️ 18 de abril, 2019.

Alya no quiere admitir lo vergonzosamente fácil que se dejó influenciar y convencer por los tontos que tiene como compañeros de reparto. Supone que uno podía volverse sentimental cuando ha pasado al menos cuatro meses conviviendo y grabando por horas durante noches y días.

⸻Si me llego a embriagar, ustedes me van a cargar hasta el hotel, trío de idiotas ⸻ gritó Alya, debido a que la música parecía estar a todo volumen y no dejaba escuchar bien.

⸻Oh vamos, rubiecita. Necesitas disfrutar un poco ⸻ habló Aaron, enganchándose del brazo de la única chica del pequeño grupo.

Se suponía que uno de los capítulos de la serie estaba relacionado con los Merodeadores visitando Salem por Halloween. La producción no tenía tiempo para esperar hasta el mes de octubre por lo que al menos tenían que conformarse con viajar a la ciudad famosa por sus brujas.

Mientras ambientaban el set, se les había indicado que podían descansar o recorrer la ciudad. Claro que, sus queridos amigos habían decidido hacer un viaje improvisado de casi cuatro horas hasta Las Vegas, en el cual literalmente habían secuestrado a Alya. Como si no hubiera sido suficiente el largo viaje desde Inglaterra. Y ahora la rubia se encontraba sentada en la barra de un club en Nevada, sin su celular.

⸻Al menos tengan la decencia de devolverme mi celular, neandertales ⸻ reclamó Alya, empujando a Aaron lejos de ella y cruzándose de brazos.

⸻ ¿Para qué llames a un taxi? ⸻ inquirió Jamie ⸻. No, señor.

⸻Prueba esto ⸻ Ben le tendió un pequeño vaso de cristal cuyo liquido era de color morado. No iba a negar que poseía una presentación bonita, pero aún así parecía ser bastante cuestionable.

⸻ ¿Qué es eso?

⸻Tú solo bebe ⸻ demandó Ben.

Evans pasó su vista al que se suponía que era el más responsable del grupo.

⸻Andrew, se supone que tú eres la mamá gallina del grupo ⸻ ella se quejó mirando al ojimiel, incluso dándole pequeños golpes en el brazo.

⸻Lo lamento, rubia. Me han sobornado ⸻ se encogió de hombros el castaño y le dio un trago a su propia bebida.

Traidor.

Suspiró, frustrada al ver que no tenía escapatoria. Dándose por vencida, agarró el trago que le ofrecía el británico, y lo tomó de un trago, sintiendo un ligero ardor en la garganta seguido de un sabor dulce.

⸻Está rico ⸻ tuvo que admitir a regaña dientes, después de unos segundos de verlos observándola con anticipación.

Los cuatro chicos soltaron una pequeña exclamación de victoria, y pidieron otra ronda.

Dos horas y muchos tragos después, Alya ya se encontraba encima de una mesa bailando al ritmo de la música, mientras Ben, Aaron, Jamie y Andrew alejaban a cualquier idiota que quisiera acercarse a ella.

⸻Alya Evans, baja de la mesa en este instante ⸻ le ordenó seriamente Andrew. Sin embargo la rubia no le hizo caso. Hasta que soltó un chillido de sorpresa cuando alguien la tomó de la cintura, bajándola de la mesa. Al aclararse la mente durante unos segundos, vio aquellos bonitos ojos marrones que la volvían loca.

⸻Beniboo, me quiero ir al hotel ⸻ le pidió un poco desorientada, sintiendo como la cabeza le daba vueltas.

Al escuchar el apodo cariñoso, las mejillas de Ben se coloraron un poco, provocando burlas de sus amigos.

Después de menos de una hora, una muy mareada Alya y un cansado Ben, entraban a la habitación de hotel de la rubia. El castaño llevaba los tacones de la mujer en una mano mientras que con el otro brazo la agarraba fuertemente de la cintura para evitar que la contraria se cayera.

Alya se soltó del agarre, y comenzó a caminar torpemente hasta llegar a la mullida cama y sentarse en ella.

⸻Muchas gracias por todo, Ben ⸻ mascullo la Evans, regalándole una cansada sonrisa.

⸻No hay de que, rubia ⸻ se sentó a su lado.

Alya posó su cabeza en el hombro del mayor, mientras el aroma de su colonia inundaba sus fosas nasales. Dios, olía tan bien.

Levantó la mirada y lo vio a los ojos, perdiéndose en ellos. Los ojos oscuros podían ser los más comunes del mundo, pero había algo en los de Ben que la hacían sentir como nadie. Ambos no notaron cuando la distancia entre ellos había disminuido.

⸻ ¿Por qué tienes que ser tan lindo? ⸻ balbuceó la chica, completamente encantada.

Ambos dirigieron su vista hacia los labios del contrario, deseando, anhelando el momento. Alya fue quien dio el primer paso, uniendo sus labios con los de él, comenzando un beso torpe, que luego que volvió en uno dulce y sincronizado.

De un momento a otro, ambos se encontraban acostados en la cama, el castaño encima de la rubia, besándose apasionadamente, los brazos de Ben se encontraban enrollando la pequeña cintura de la menor, pasando sus labios hacia el cuello de la rubia, y luego... y luego, Alya se quedo profundamente dormida.

Ben soltó un suspiro, para luego soltar una leve risa por la cómica situación. Se quitó de encima de Alya y la acomodó en una posición más cómoda para dormir y le dio un beso en la frente, antes de salir de la habitación.