𝐕𝐄𝐍𝐓𝐈𝐐𝐔𝐀𝐓𝐓𝐑𝐎. ORA, ASSASSINO

Capítulo 24. Ahora, asesina

Pandora sonríe a las personas alrededor suyo a medida que camina por el recinto saludando a todo aquel que reconozca. Su jefa planeó una exposición de una obra de arte, la cual claramente debe asistir, ya que será publicado en primera plana de la revista y necesita estar al pendiente de cada detalle.

— Oyee ¿cuándo me vas a llevar a conocer el bufete donde ayudas al señor Cassano? ahora que son adolescentes enamorados yo debería conocer a mi cuñado — habla Min-joon al mismo tiempo que come uvas

— Vincenzo no es muy sociable que digamos, sin embargo... Intentaré que se lleve bien contigo.

— No me digas, te cela hasta si la brisa te choca en el rostro — ríen — ¡por favor, Pandora! eres mi mejor amiga desde hace 5 años y sé que no soportas ese tipo de tratos aunque tú seas así.

— Digamos que olvidé fijarme en ese detalle.

— UUHH, interesante. Es la primera vez que estás en una relación oficial luego de Park-jon ¿cierto? estoy muy feliz por tí, Pandy.

Sonríe levemente. El rosadito se retira a ayudar con la repartición de los bocadillos y de paso a encontrar alguien con quién hablar. Durante 3 años estuvo esperando a alguien. Vincenzo se encuentra a su lado, se le hace extraño el hecho de tener pareja. Se acostumbró a estar sola y cambiar de chico cada día, pero ahora sólo tiene 1 que la hace feliz.

Hace una mueca sentándose un momento para descansar sus pues debido a sus tacones. Saca su teléfono marcándole a su novio pero este no contesta. 《 ¿Qué estará haciendo? siempre me contesta enseguida 》 hace un puchero volviendo a marcar pero de repente se queda sin señal.

— Maldita chatarra... ¿Enserio tenías que morir ahora?

Alza su vista al escuchar pasos, aprieta su mandíbula al ver a varios hombres acercándose a ella. Se levanta de su asiento mirando alrededor para buscar ayuda pero no encuentra ni a 1 persona. Traga en seco y decide retirarse de aquel lugar, regresando con la multitud.

— Min-joon, ya me iré a casa— avisa a su mejor amigo

— ¿Quieres que te lleve?

— No, tranquilo, tú sigue. Te aviso cuando llegue. — él asiente.

Pandora sale del edificio parándose en la acera de la calle, donde espera a que su uber pase por ella. Revisa su teléfono el cual continúa en su mismo estado, lo guarda y mira alrededor suyo por precaución. Aquellas personas de hace rato le dieron una mala espina. Se apresura en subir al automóvil una vez que le da una mirada a su placa para asegurarse de que sea el correcto.

— Hola, puede llevarme por favor a... — corta las palabras al notar que el hombre le pone seguro a las puertas. La expresión de su rostro cambia a una seria al igual que la del conductor y se gira hacia atrás notando que más autos vienen.

En un movimiento rápido, activa el aparato de su bolso, el cual el hombre le quita y comienza a pelear con él en el auto antes de que más gente llegue.




Unos momentos antes...

— Estoy dispuesto a que hables sobre trabajo por sé que realmente te preocupas por mí — exclama Min-seong al frente de Vincenzo, quien lo mira tratando de ocultar su aburrimiento. Contra su voluntad, reposa su mano en su mejilla — Tae-ho, dame un consejo sobre la ceremonia de la firma ¿qué debo hacer? Tendré en cuenta todo lo que me digas.

— Min-seong ¿y si lo haces en un teatro de ópera? eso le daría un toque dramático.

— Siempre se te ocurren las mejores ideas, Tae-ho.

— Min-seong, lo que realmente deseo es otra cosa — lo mira fijamente — quiero que me demuestres tu amor al no firmar ese contrato.

— ¿Qué? pero... Depende de mi banco, no sé si pueda hacer eso

— Si realmente me amas, no lo dudarías.

— No, no, ¡por supuesto que te amo! — lo abraza efusivamente— haré todo lo que me pidas.

El italiano sonríe de lado orgulloso de su logro y se da la vuelta yéndos, dejando al chico bajo la lluvia. Vincenzo escucha la alarma de su teléfono sonando y lo saca con rapidez observando la pantalla. Se va corriendo a su auto sabiendo que debe llegar a tiempo.

Conduce por las calles de la ciudad con rapidez, con la preocupación a tope sobre qué le estará pasando a ella. Detiene el auto en medio de una calle y se baja con su paraguas acercándose a los 3 autos.

— Pandora, cielo — la llama viéndola de espaldas.

La rubia se da la vuelta lentamente dejándola ver con sangre en su ropa y en algunas partes de su rostro, eso sin contar el arma en su mano y los cuerpos dentro de uno de los coches.

— ¿Qué hiciste?

— Sólo hice lo que siempre hago — susurra con la mirada al suelo, sube su vista a sus ojos, los cuales expresan asombro y preocupación a la vez

La policía no tardará mucho en llegar, Vincenzo lo sabe. Aprieta la comisura de sus labios indeciso. Sabe que es un delito, uno muy grave, despues de todo asesinar gente es lo peor que puede haber porque lo sabe muy bien y si Babel está involucrado, será mucho peor.

ESCOGE

🍒 A. ENTREGAR A PANDORA A LAS AUTORIDADES

🍒 B. FUGARSE








SI HAS ESCOGIDO LA OPCIÓN B, CONTINÚA CON EL JUEGO.










Vincenzo y Pandora escarban la tierra pasándola al hueco el cual recientemente han metido los cuerpos. La rubia decide detenerse y sentarse en uno de los tantos árboles que tienen alrededor para limpiar la sangre en sus manos. Él no ha dicho nada, todavía no puede asimilar lo que acaba de ocurrir, probablemente pensó que ella era pura, lo cual fue un completo error. Suspira profundamente con miedo a decepcionarlo y lo mira con tristeza desde su lugar.

— Vincenzo, perdóname — toma el valor para hablar — si me permites opinar, el que debería estar menos sorprendido eres tú. Después de todo, has hecho esto toda tu vida y estoy segura de que cosas mucho peores.

— Que yo lo haga no significa que tú también debas hacerlo— niega rotundamente.

— Entiendo que estés molesto.

— No estoy enojado, simplemente... No entiendo cómo no pudiste contarme algo con esta magnitud. Se supone que deberías sentirte identificada conmigo porque compartimos el mismo sentimiento. Matar gente sin razón es peligroso y lo sabes, Pandora.

— No le hago daño a inocentes, sólo lo hago a quienes realmente lo hacen — corrige.

— ¿Hace cuánto tiempo lo haces? dime— pide observándola de una vez

— Desde que Park-jon murió— Vincenzo frunce su ceño abriendo su boca para decir algo — pero te juro que no ha pasado a mayores, la policía ni siquiera sabe que soy yo. 

— ¿Sabes las consecuencias que puede traer si te atrapan? te meten a la cárcel ¿y qué pasará con Seong-jin? lo enviarían a un orfanato ¡es sólo un niño, Pandora! — grita preocupado.

Ella se pone de pie y baja su mirada — admito que no quería decírtelo porque sé cómo eres. Perdóname por ocultartelo durante todo este tiempo. Necesitaba descargar mi ira y supe que esa era la única forma sin lastimar a los que no lo merecen.

— Espero no lo vuelvas a hacer, ya tenemos suficientes problemas.

Pandora rueda los ojos cansada y decide irse a la camioneta. Vincenzo no tarda mucho en terminar con su deber y se sube al asiento de piloto.

— No deberíamos dejar que Seong-jin te vea así. Dormiremos en mi casa — murmura Vincenzo. Ella ni siquiera voltea y sigue con su mirada en la ventana.

Al llegar al apartamento, Pandora va directamente al baño encerrándose allí. Lava su rostro y sus manos retirando las manchas restantes y se quita la falda quedándose en su camisa larga para dormir así. Bufa enojada consigo misma por haber activado aquella alarma. Si no lo hubiese hecho, probablemente Vincenzo no sabría nada de lo que pasó y estarían bien. Sin embargo, no la habría ayudado con los muertos y quizás la policía la atrapara. Hay pros y contras en todo lo que pasó y en ambas partes pierde.

—  Oye... — el italiano la toma del brazo cuando camina por la sala, le da un abrazo — lo siento por tratarte así hace rato, no quise echarte la culpa de nada.

— Somos una carga para tí, no lo dices pero yo sé que es verdad — se separa mirándolo — me siento fatal de que lidies con nosotros, no somos nada para tí.

— Sí lo son. Son mi familia — afirma tomándola de los hombros— sé que las cosas cosas difíciles pero si estamos juntos estaremos bien. Sólo... No hay que tener secretos.

La rubia suspira profundamente — sin secretos, entonces... ¿Tú no tienes ninguno que deba saber?

— Bueno... Quizás... Vine a Corea a buscar oro — ella frunce su ceño — el señor Cho, el dueño de la plaza Geumga, y yo, escondimos oro abajo de ella.

— ¿QUÉ? — exclama abriendo los ojos en grande — ¿CÓMO NO ME CONTASTE DE ALGO TAN GRANDE?

— A ver, a ver, lo tuyo es peor ¿Cuánto llevamos saliendo? ¿1 mes? no lo sé. Pero aún así, no voy contándole a todos que tengo oro escondido. En realidad no es de nuestro, es de un cliente pero está muerto así que va a ser de nosotros.

— ¿Qué... QUÉ? — da un paso atrás sorprendida a más no poder — guau, Cassano, sí que eres un mafioso discreto ¿No contarle esto a TU NOVIA? ¿acaso no confiabas en mí?

— Tú tampoco confiaste en mí para contarme lo que hacías asi que estamos a mano— rueda sus ojos enojado.

— ¿Alguien más sabe de esto? — pregunta cruzándose de brazos

— No, eres la primera.

— Sí que estoy enojada. Ambos lo estamos. No puedo creerlo.

— Al menos yo sí tuve la valentía de decirlo cara a cara— murmura con molestia.

— ¿Qué dijiste? — cuestiona entre dientes apretando sus puños — ¡eres un imbécil, Vincenzo!

— Ah, ahora yo soy el imbecil. Genial. Ti ricordo che tutto è iniziato grazie a te, Pandora! (Te recuerdo que todo esto empezó por tu culpa, Pandora)

— ¡No pensé que fuera tan grave! después de todo, tú eres un MAFIOSO ¡LITERALMENTE MATAS CASI TODOS LOS DÍAS Y YO SOLO LO HAGO UNA VEZ A LA SEMANA, TENGO MÁS DERECHO QUE TÚ!

Non sgridarmi così (no me grites así) — se acerca amenazante hacia ella, mirándose a los ojos con enojo— Non cercare di manipolarmi (no intentes manipularme)

— No se puede ser un personaje que lleva una vida secreta con éxito, si no se manipula a veces— susurra. Se da la vuelta hacia la habitación y se coloca en el marco cuando el italiano le chifla llamándola.

Posso vivere senza di te, Pandora! (puedo vivir sin ti, Pandora)

La rubia aprieta su mandíbula mientras sus ojos se cristalizan ante esas palabras tan hirientes.

— ¡y yo desearía nunca haberte conocido, Cassano!

Cierra la puerta de un puertazo. Vincenzo jala su cabello estresado y decide irse a tomar soju en soledad, dejando sola a su amor en el apartamento.













¡HA OCURRIDO UN ERROR!
¿DESEAS CONTINUAR CON LA HISTORIA?

🍒 SI

🍒 NO

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