𝐓𝐑𝐄𝐂𝐄. UN AUGURI DI COMPLEANNO

Capítulo 13. Un deseo de cumpleaños

Seong-jin apaga la alarma una vez que suena, indicándole que es hora de ir a la escuela. Es lunes, el primer día de la semana, donde tiene más ganas de morir que de vivir. Coloca sus pantuflas y camina a regañadientes al baño, donde cepilla sus dientes y arregla su cabello para verse menos como un vagabundo. Rueda la cortina de la ducha.

— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, JIN! — grita Gaeul haciéndolo caer al suelo de la impresión. La chica camina a su lado con una sonrisa gigantesca — se nota que no te acordaste de tu cumple.

— Digamos que yo sí estoy intentando mantener el promedio de mi beca y no tengo tiempo para pensar en mi cumpleaños número 16. — rueda sus ojos levantándose con dificultad. 

— Cada día creces más, no puedo creerlo — chilla Pandora entrando a la pequeña habitación con una bolsa decorativa en sus manos. Abraza al rubio. — feliz cumpleaños, hijito, te amo tanto.

— Gracias, ma.

— Te compré un regalo.

— ¡Un disco de AC/DC edición limitada! Me encanta, gracias mamá.

El teléfono de la mujer suena distrayéndola, sale del baño un momento hacia su cuarto.

— Buenos días, supuse que estaría despierta. — habla Vincenzo dando vueltas en su silla giratoria y se detiene observando varios papeles en la mesa — ¿Cómo ha estado, señorita Myeong? tenemos días sin vernos.

— Muy bien, gracias ¿y usted?

— Igual. Llamaba para preguntarle si puede venir en la tarde a ayudarnos.

— Mmmm, no creo que pueda...

— ¡Mamá! ¿podemos ir a desayunar a la cafetería de la esquina? — grita Seong-jin desde la sala.

— ¡Sí, cariño! — vuelve al celular.

— ¿Hay algo especial para hoy?

— Es el cumpleaños de Seong-jin y tomé el día para pasarlo con él, espero no le moleste... ¿Le gustaría venir a comer pastel en la noche? 

— Desafortunadamente tampoco puedo. Mañana es el juicio y debemos prepararnos lo mejor que podamos, pero felicite a Seong-jin por mí.

— De acuerdo, adiós.

El italiano cuelga tumbándose en asiento. El señor Lee sale corriendo de su escondite yéndose de inmediato del bufete, entra al salón de baile encontrando a sus demás amigos.

— ¡Oigan! ¡acabo de escuchar al señor Cassano hablando con la señorita Myeong! — grita, todos se levantan interesados en el tema — hoy es el cumpleaños de su hijo y el señor Cassano no puede asistir porque tiene trabajo como abogado.

— ¡Ay, no puede ser! ¿Cómo no va a asistir? él sí que es lento.

— Debemos hacer algo ¿no? es decir... Ha hecho muchas cosas buenas por nosotros, hay que recompensarlo de alguna manera. — habla la señora Kwak decidida.

— ¿Y si le hacemos una fiesta aquí en el edificio? ¡podría ser en mi restaurante! El otro día no pudieron probar mi comida por culpa de esos matones.

— Buena idea, yo le compraré un hermoso pastel de cumpleaños. — presume Mi-ri.

— Todos debemos darle un regalo estupendo. Por lo que he oído, es increíble academicamente y puede que le den una beca para la universidad. Se lo merece. Y estoy segura de que así haremos feliz a la señorita Myeong.

— ¡El que no le dé nada, lo golpeamos!

— Qué agresivo.

— El problema es ¿Cómo vamos a atraer a la señorita Myeong para que venga sin que sepa de la sorpresa?

— Tengo una idea. — Larry sonríe malicioso.






— ¿Quieren un pastel de mora como postre? — pregunta Pandora hacia los adolescentes, ambos asienten.

Se dirigen hacia una mesa en donde los tres se sientan a comer sus bocadillos. Pasaron el día en el parque de diversiones, en tiendas de té, jugaron láser tag, etc. Ya es de noche y estan un poco cansados, pero eso no quita que sus estómagos sigan hambrientos.

— Oh, se me había olvidado preguntarte Gaeul, ¿esos chicos de la escuela siguen molestando a Seong-jin?— pregunta la rubia alzando una ceja.

— Mmmm, últimamente no demasiado, sin embargo, han dejado muchos frases horribles en su casillero amenazándolo. No sé qué tienen contra él. — admite.

— Voy a tener que quejarme de nuevo con la directora. Tú nunca me cuentas nada, Jin.

— Si lo hago es peor. Olvidemos ese tema.

— ¿Señorita Myeong? — la señora Kwak y Mi-ri aparecen al lado de su mesa. — ¡Oh, es usted, qué alivio!

— ¡Hola! las noto extrañas... ¿Ha sucedido algo? — frunce su ceño.

— ¡Los matones de la última vez regresaron e hirieron al señor Cassano! ¡debe venir con nosotras! — dice la más joven preocupada.

— ¿QUÉEEEEEEEEE? ¡NO INVENTES, HAY QUE IR! — exclama Gaeul en shock.

La chica no duda ni un segundo en levantarse y ponerse su chaqueta. Los demás hacen lo mismo siguiendo a las mujeres para ir al edificio. Por fortuna, no se encuentra tan lejos de su lugar, por lo que pudieron ir en el auto en menos de 5 minutos. La señorita Mi-ri envió un mensaje de texto con disimulo avisando que ya iban a llegar. La familia entra al restaurante italiano.

— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! — gritan todos juntos.

— ¿No se supone que estaban los matones? — pregunta Seong-jin confundido. Gaeul golpea su frente.

— Es una fiesta sorpresa, Jin. Es para tí.

— No entiendo por qué me traen, se supone que íbamos a trabajar toda la noche.

— ¡No sea así de terco, muévase!

La señorita Hong, el señor Nam y Cassano entran al restaurante. Vincenzo al notar la presencia de la mujer se queda callado y sonríe levemente. La gente se mira entre sí curiosos.

— Y bueno... aquí estamos — habla Cha-young contenta, le da un codazo al italiano — ¿Cómo ha estado, señorita Myeong? ¡espero que bien!

— Pensé que tenía que trabajar. — le habla a Vincenzo.

— Así es, pero surgió un problema — la rubia frunce su ceño — no me refiero a usted, es decir... El señor Nam se le olvidó buscar la comida así que aprovechamos para venir y comer.

— ¿Qué? ¡yo no dije eso! además, a usted no le gusta la comida de este res...

— ¡Señor Nam! ¿qué le parece si ayudamos a servir bocadillos para todos? — lo jala la abogada interrumpiéndolo.

— Jin, mira, tienes muchos regalos. — Gaeul sonríe llevándose a su novio.

Pandora le sonríe al mafioso. La esposa del señor Lee se acerca con una bandeja de comida.

— No me gustan la bruschetta— niega el italiano.

— A mí sí, son deliciosos — acepta uno sin problema. Vincenzo duda antes de tomar uno y comerlo como si nada. — no creo que podamos quedarnos tanto tiempo, mañana Seong-jin y Gae tienen clases y ya son pasadas de las 8.

— En ese caso ¡es hora de cantar el cumpleaños!

Colocan un pastel gigantesco en la mesa cantando.

— ¡Pide un deseo, Seong-jin!

El adolescente cierra sus ojos 《 deseo que mamá sea feliz 》sopla la vela y todos aplauden.

Pandora ayuda a Larry a repartir las rebanadas de la tarta de chocolate, iba a darle una a Vincenzo pero de repente ya no está allí. Frunce su ceño confusa. La fiesta terminó una vez que la familia Myeong se fueron a su hogar. Cha-young y el señor Nam ayudaron a acomodar todo, terminaron tarde, así que fueron directamente al bufete a buscar sus pertenencias para irse. Entran encontrando a Vincenzo en su silla con la mirada fija.

— Oiga, usted sí que es un tonto ¿Cómo pudo irse así? La señorita Myeong le iba a dar pastel — se queja la abogada. No contesta. — ¿Y a este que le pasó?

— Señor Cassano, reaccione— truena sus dedos frente a él.

— ¡Vincenzo!

— Mmm tengo sospechas de que quedó en estado de shock ¿deberíamos llamar a una ambulancia?

— Nah, hagamos algo para que se le pase... ¿Acaso estará enamorado y por eso está así?

El señor Nam asiente varias veces.

— ¡Seremos cupido! — celebra. — Debemos hacer algo romántico después de este desastre de hoy. La señorita Myeong se merece un buen trato.

— ¡Vamos a dedicarle una canción!

— Buena idea señor Nam, esas citas que está teniendo están dando sus frutos. A ver, señor Cassano ¿que cancion le dedicaría? — pregunta la abogada emocionada.

Vincenzo saca su teléfono y entra a YouTube, luego de unos segundos coloca una canción de opera disfrutando la música. La chica y el hombre fruncen su ceño.

— ¡Dios mío! ¿Cómo le va a dedicar eso? No tiene melodía. Debe ser algo increíble que le llegue al corazón y diga "este es el hombre de mi vida" ¿que más tiene en su playlist?

— Es el único género musical que escucho— responde.

— A ver, deme eso. — le arrebata el celular. Ambos buscan canciones hasta hallar una que consideraron aceptable. — listo, problema resuelto. Qué rabia, usted solamente prende el fuego pero no mete la mano. Nada que ver, eh.

Vincenzo quedó modo procesando. Mientras tanto, Pandora sale de darse un baño y se sienta en su tocador a peinarse. El mensaje llega y revisa encontrando un link, lo presiona con curiosidad y empieza a sonar una canción tranquila (multimedia) sonríe inconscientemente. Nunca pensó que el señor Cassano fuera de los hombres que dedican canciones, menos de ese tipo de géneros.

"It′s a beautiful life 난 너의 곁에 있을게 It's a beautiful life 너의 뒤에 서 있을게 Beautiful love 하늘아래 너와 있다면 숨쉬는것만으로도 좋아" (Es una vida hermosa. Yo estaré a tu lado. Es una vida hermosa. Siempre estaré aquí apoyándote. Hermoso amor. Si estoy contigo bajo este cielo, hasta el sólo respirar se siente bien)

Recoge su cabello yéndose a la cama, donde se arropa por el frio de la noche y cierra sus ojos descansando mientras la tranquilidad inunda sus oídos.






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