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➽ Chou Tzuyu, o mejor conocida en su escuela como un ángel que cayó del cielo, un día le llega la sorprendente noticia de que sus padres se mudarán a Corea del Sur por temas de trabajo.
Tzuyu desde que tiene memoria es cercana a sus papás así que su única opción es dejar Taiwán para tener un mejor futuro según sus padres. A Tzuyu no le importaba mucho mudarse ya que aunque era popular en su escuela no es como que tuviera tantos amigos, con tal de que ella estuviera cerca de sus padres todo estaría bien.
Dos semanas después Tzuyu ya estaba en Seoul comiendo un poco de helado.
-Y Tzuyu, linda, ¿como te sientes? Imagino que entusiasmada ya que mañana es tu primer día aquí en la secundaria de Seoul.- dice la mamá de Tzuyu mientras arregla el nuevo uniforme que usara su hija mañana para la escuela.
-Pues supongo que si, aunque siento que será un día difícil ya que tengo que conocer a los profesores y esa escuela se ve que es gigante.- dice la menor sin mostrar tanta expresión en su cara mientras come helado de vainilla con galletas.
-Debe haber una persona que se de cuenta que no eres de por aquí y te ayude.- dice mirándola a los ojos con entusiasmo.- y tal vez se haga tu amiga o amigo. Este año debes hacer al menos dos amigos, en Taiwán no tenías ni un amigo Chewi.
-Bien, trataré de hacer amigos pero si no lo logro no me culpes.- responde Tzuyu mientras deja la taza que contenía el delicioso helado en el lava platos para lavarlo más tarde.
Su madre sólo tenía una gran sonrisa en su cara ya que ella sabe muy bien que para Tzuyu no es tan fácil hacer amigos.
-¿Nuevo comienzo o nuevo infierno?- murmuró Tzuyu para si misma mientras se peinaba para ir a la escuela.
La chica no se refería a la escuela como un infierno porque la molestaran o algo malo, simplemente no le gustaba ir a la escuela, para ella la escuela era como una cárcel ya que todo lo qué haces ahí simplemente es tarea, exámenes, escuchar adultos hablar sobre el mismo tema aburrido por horas y más exámenes.
Sin mencionar que tiene un descanso para comer muy corto, pero después de todo es buena en la escuela sin importar lo mucho que la odie.
-¡Hija baja ya vas a llegar tarde en tu primer día!-grita su madre desde la cocina -¡No vas ni a tener tiempo para desayunar!
-¡Ya voy mamá!- gritó la menor seria y estresada mientras trataba de ponerse un poco de rubor en la cara, cosa en la que no era realmente buena.
Después de tanto estrés y problemas en arreglarse la cara al fin bajo y corrió hacia el auto de su padre que ya estaba llegando tarde a su trabajo
-Te dije que te despertarás a las 5am para no llegar tarde y te despiertas a las 6:40am, entiendo que no te acostumbras aún al horario de aquí pero por favor Chou Tzuyu es tu primer día en la secundaria.- dice su padre mientras maneja enojado porque Tzuyu no le hizo caso.
-Ya entendí papá me lo dijiste ya cinco veces y enserio perdón no volverá a pasar, en verdad no se qué pasó con la alarma-
-Esta bien hija, te la dejare pasar porque es tu primer día pero no quiero que se repita.- la menor asintió.
La secundaria no estaba tan lejos, solo estaba a minutos de la casa de Tzuyu pero sus papás siempre les gusta llegar a tiempo a todo.
-Adios papá ten un buen día.- dijo Tzuyu corriendo a la entrada para poder llegar rápido a la sala de directores.
-Adios hija tú también, ¡Y no olvides lo que te dijo tu madre!.- Tzuyu no lo escuchó ya que en verdad salió corriendo súper rápido.
La secundaria tenía un jardín gigantesco y tenía que caminar demasiado, gracias a esto ya tenía una excusa del porque llego tarde.
Mientras caminaba por el jardín para poder entrar a la secundaria escuchaba demasiados murmullos que a decir verdad no logro escucharlos todos pero los pocos que pudo escuchar eran halagos hacia el cómo lucía.
Para ella esto no era nuevo ya que siempre decían eso en su antigua escuela en Taiwán.
A Tzuyu no le molestaba que la gente dijera esto siempre ya que estaba acostumbrada a oírlo desde pequeña pero a decir verdad su deseo mas grande era que la gente la reconociera por lo inteligente y talentosa que es.
Aunque ella dijera que odiaba la escuela era una de las mejores en su clase en Taiwán, siempre estaba en el puesto número uno y cosas así.
Cuando entró después de tanta caminata se encontraba perdida, la escuela era inmensa y todas las puertas y paredes eran iguales y empezó a pensar que ya se había perdido pero afortunadamente encontró a una chica con audífonos cantando una canción que no logró reconocer. Le toco el hombro unas cuatro veces ya que la chica no se volteaba.
-¡Aigoo! ¡Me asustaste!- dijo aquella chica con los audífonos puestos pero cuando vio a Tzuyu inmediatamente se los quito.- Oh por Dios que linda eres, debes ser nueva nunca te había visto por aquí y créeme que conozco a todo el mundo aquí.- rió la chica.
-Perdón no era mi intención asustarte, y si, si soy nueva aquí.- Tzuyu sonrió amablemente.
-No te preocupes, debes estar perdida esta escuela es muy grande. Ven te ayudaré a encontrar la oficina de directores- la chica tomó la muñeca de Tzuyu y salió corriendo a la sala de directores con Tzuyu.
-Bueno aquí es chica linda, y espero verte pronto ¡Adiós!- la chica de tono dulce salió corriendo como si alguien la estuviese esperando.
La taiwanesa abrió la puerta y se encontró con un montón de profesores, no creyó que habrían tantos pero si es una escuela gigante debía tener bastantes profesores para cada clase.
En la sala también se encontraba una chica de pelo realmente corto pero muy bonita sosteniendo unos libros, chica la cual salió del salón rápidamente con esos libros.
-¡Hola! Tu debes ser nuestra nueva estudiante.- habló una profesora pelirroja mientras sonreía. Se veía buena persona, la taiwanesa deseaba tenerla como profesora y aún no la conocía.
-Si, soy yo. Un gusto conocerla.- Chou sonrío mientras se inclinaba y vio a la misma chica de pelo corto entrar a la sala de nuevo pero ahora con las manos vacías.
-Bueno Chou Tzuyu ¡bienvenida a la escuela y a Seoul! Espero consigas nuevos amigos y te la pases muy bien.- la pelirroja sonrió. -Yoo Jeongyeon, ¿podrías llevar a nuestra nueva estudiante al mismo salón que tu? Estudiará ahora contigo.
-Claro que si profesora, ven sígueme.- respondió la de pelo corto y lo último lo dijo con una sonrisa mientras veía a la taiwanesa.
-Y bueno estudiantes denle una bienvenida a nuestra nueva estudiante llamada Chou Tzuyu, viene desde Taiwán con su familia, preséntate Tzuyu no seas tímida- Le hablo la profesora pelirroja que afortunadamente si fue su profesora.
-Hola mi nombre es Chou Tzuyu como acaba de decir nuestra profesora y espero conocerlos a todos y llevarme bien con ustedes.- la taiwanesa puso una sonrisa grande en su cara.
-Bueno Tzuyu puedes sentarte a lado de...- La profesora fue interrumpida por el sonido de la puerta y una chica entrando por esa misma puerta.
-¡Buenos días maestra! Perdón, perdón, y perdón de nuevo por llegar tarde. No era mi intención pero había un montón de tráfico.- disculpó la chica que acababa de entrar.
Para Tzuyu la chica era bastante linda, tenía el cabello corto y negro, un fleco, ojos muy hermosos y también un lindo lunar bajo el labio.
Hola! gracias por llegar hasta aquí y leer este capítulo, es el primer fanfic que hago y puede haber partes que no se entiendan, si es así lo lamento pero igualmente espero que lo disfruten. ^^
Atte: Lucy.
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