♎Confrontación entre Dios y Titanes

       

   

—¿Dónde está? —Rugió Yoongi entrando como un vendaval descontrolado caminando furioso hacia su hermano Gemelo.

Ambos eran idénticos, de cabellos rubios verdosos por el efecto del agua y tez pálida que se tornaba ligeramente azul cuando se ponían bajo el sol debido a que la mayor concentración de su energía estaba basada en el agua dulce de los ríos. Pero Yoongi tenía ojos azul intenso y Agust ojos celestes claro. También poseían un tatuaje de un hermoso pez azul, Yoongi en el hombro izquierdo y Agust el derecho ambos peces nadando en sentidos opuestos representando la disolución y la renovación.

Agust detalló a su hermano por unos segundos y luego esbozo una simple sonrisa llana y llena de arrogancia.

El sonido de un cristal rompiéndose lleno al aire, en el palacio submarino de ambos gemelos en la profundidad del Mar. Yoongi había quebrado una mesa de cristal.

—¿Que te hace creer que yo me lleve a Jimin? —Evadió la pregunta Agust sin dejar de sonreír de manera altanera a su hermano quien estaba visiblemente furioso.

—Tus sabias que iba a ir a buscarlo para tener una cita con él, era el único que sabía. No te hagas el inocente.

—Llevas años intentando esa estúpida cita Yoongi, era más fácil llevártelo a la fuerza.

—¡Entonces tu lo tienes, maldición Agust! ¿En donde mierda esta?

—Dije que sería fácil llevarlo a la fuerza, mas no que yo lo haya hecho idiota. No lo tengo yo, alguien más se lo ha llevado —rugió de vuelta Agust. Dejando de reír.

Le parecía simplemente divertido el asunto, pero a decir verdad también estaba preocupado, si Yoongi jamás llego a hablar con Jimin, entonces alguien más sabia de sus planes y simplemente se le adelantó.

Yoongi dejo de observar a su hermano como el culpable de todo, ahora verdaderamente estaba más preocupado. ¿Entonces donde estaba Jimin?

Lo citó en la pradera al caer el sol, Jimin después de tantos ruegos accedió a verlo y Yoongi creyó que finalmente tenía la posibilidad de acercase mas.

—Si tú no lo tienes y yo tampoco... —comenzó Yoongi.

Un rugido feroz en la entrada de su guarida los hizo voltear a ver. Quien venía entrando casi tan furioso como lo hizo Yoongi era nada más y nada menos que Capricornio, en su forma Titánica, un enorme Cabrío de piel rocosa y gris con cuernos grandes puntiagudos hacia atrás de su cabeza y mirada feroz. Rugió al ver a los hermanos quienes no se inmutaron. Conocían el carácter explosivo de Capricornio.

Capricornio volvió a rugirles en la cara, los hermanos y todo el mundo sabía que cuando se trataba del macho cabrío debían ponerse cuerpo a tierra ya que si su intención era discutir con Capricornio todo era caso perdido.

—¿DÓNDE ESTÁ JIMIN? —Gritó con una voz gutural y gruesa que rebotaba por todas las paredes del castillo submarino y hacía temblar el lugar, golpeando con sus dos puños el techo y la lámpara de corales que pendía del techo cayó al piso haciéndose añicos.

Sin embargo, ambos hermanos se cruzaron de brazos sin temer ni un poco. Ellos conocían muy bien a capricornio y cuando algo se le metía entre ceja y ceja, era mejor quitarle la cabeza que la idea. Era muy testarudo, y pocas veces reconocía su error. Pero siempre su sentido de la responsabilidad ascendía a niveles extremos, y entendían que estaba así por su amigo.

—Cálmate, ni Agust ni yo tenemos a Jimin —intervino Yoongi.

—No aun —sonrió el otro con suficiencia ganándose una mirada severa de Yoongi y otra asesina de Capricornio.

—NO INTENTEN ENGAÑARME PAR DE INEPTOS, HACE AÑOS QUE LOS ÚNICOS QUE LE VIENEN CAUSANDO PROBLEMAS A JIMIN SON USTEDES. PAR DE TROGLODITAS —Aulló nuevamente.

—Si te calmas y nos escuchas quizá podremos encontrar más rápido a Jimin y no estaríamos aquí perdiendo el tiempo —habló esta vez Agust.

Capricornio lo dudo un poco pero, después de forma lenta su figura se fue trasformando en la de un chico alto y cabellos castaños. Observo con ojo crítico el lugar, los pedazos de lo que una vez fueron una hermosa lámpara de corales.

—Este lugar es un cochinero, solo díganme donde está y me largo.

—Tu causaste el desastre —Se indignó Agust encarando al joven capricornio.

Pero el chico lo ignoro por completo negándose a admitir que era su culpa y mirando a Yoongi, esperando por una respuesta clara y convincente.

—Admito que me vería con él, pero jamás llegó a donde lo cité, en un principio creí que Agust lo había llevado con él y vine a reclamarle –Yoongi se detuvo al ver que capricornio se llevaba una mano al pecho al parecer visiblemente afectado por estar bajo las profundidades.

—Eres un idiota por bajar aquí, sabes que no puedes bajar, al poco tiempo acabarás asfixiándote —Agust tomó a capricornio por el hombro y junto a su hermano lo condujeron hasta la superficie nuevamente.

Una vez estuvo estabilizado y pudo llenar sus pulmones de aire otra vez volvió a mirar con odio a los hermanos piscis.

—Jimin es mi amigo ¿Qué esperaban? No me iba a sentar a esperar que aparezca —se defendió.

El espacio se llenó de pronto de un rumor constante y retumbante, a lo lejos pudieron observar como una enorme criatura de piel de madera rustica envuelta en llamas caminaba hacia ellos, llevaba un arco y flecha en la mano. Con cada paso que daba sacaba chispas de fuego de sus pies.

—Oh, no creo que Sagitario traiga buenas noticas —se adelantó Capricornio a hablar observando como la figura alta disminuía su tamaño convirtiéndose en un hombre alto y delgado de facciones lisas y perfectas. Pero su mirada seguía siendo una de enojo total.

—Seokjin, solo dinos que sabes donde esta Jimin —se adelanto Yoongi a hablar. No quería perder más tiempo. Quería encontrar a Jimin cuanto antes.

—Fue raptado...

—Eso lo sabemos, es demasiado obvio —interrumpió Agust antes que Sagitario terminara de hablar. Ganándose una mirada de odio del otro titán por ser interrumpido.

—Calla estúpido y déjame terminar de hablar—amenazó sagitario al pálido apuntándolo con su flecha en el cuello—. Jimin fue raptado cuando se dirigía a la dichosa cita con Yoongi, por Dionisio. Él lo tiene, en el Monte Nisa custodiado por las Ninfa de la lluvia y Sileno.

De inmediato Agust y Yoongi adoptaron su apariencia de titán de más de 120 metros de altura, pero como estaban listos para luchar contra un Dios sus enormes y altas figuras se forraron de su armadura de guerra, la de Agust amarilla brillante cubierta de oro fundido y una máscara que cubría su feroz rostro y la de Yoongi igual, una armadura de plata al igual que su máscara.

La tierra tembló con cada paso que los titanes daban, resquebrajándola bajo sus enormes pies. Cuando los Piscis iban a la guerra nadie los detenía y para ellos que un Dios se haya llevado a Jimin era declararles la guerra.

—Van a causar un desastre –Susurró el joven Capricornio observando como a lo lejos los animales se alejaban corriendo y las aves alzaban el vuelo lejos de los titanes—. Lo bueno es que estamos lejos de las ciudades humanas.

—Déjalos Taehyung, ellos sabrán lo que hacen, vámonos —Seokjin arrastró consigo a capricornio y juntos se perdieron, solo esperando noticias de Libra. No tenían miedo, sabían que libra podía defenderse él solo, era el titán con más poder sobre todos. Pero, era muy noble y fácil de engañar.

En el camino hacia el Monte Nisa los hermanos piscis llevaban la furia resurgiendo por sus enormes cuerpos. Los arboles retumbaban con cada pisada fuerte de los dos titanes.

El Monte Nisa era un lugar apartado en un lugar montañoso de Grecia en la región de Macedonia específicamente. Ahí está ubicado el templo del Dios menor. El lugar estaba dotado de gran belleza, con pendientes cubiertas de viñedos, bosques de robles, hayas, y cascadas cristalinas. La cumbre era el lugar sagrado, con una vista panorámica del valle circundante ya que ahí estaba lo más importante. El monte estaba principalmente habitado por criaturas míticas como los sátiros, las ninfas y los centauros pero de vez en cuando podía verse grupos de humanos que llegaban a dejar sus ofrendas al Dios. La flora incluía plantas sagradas como los arboles de laurel, el olivo y la vid.

En la cumbre del monte, el templo de Dionisio, con columnas de mármol y relieves que representaban escenas de su historia, se erguía imperioso y emitiría una energía mágica que inspiraba la creatividad, la pasión y la conexión con la naturaleza. Los que visitaban el lugar decían sentir una profunda conexión con la esencia de la vida.

Yoongi se adelanto a Agust tomando dos altos robles en cada una de sus manos desprendiendo los troncos de raíz fácilmente del firme suelo y elevándolos en el aire, los arrojó justamente en la entrada de templo provocando que las ninfas salieran despavoridas gritando asustadas.

—¿DÓNDE ESTA? —Rugió con la voz en cuello haciendo eco por todos los rincones de monte.

De inmediato en el aire una figura de tamaño considerable, no tan grande como los titanes se solidificó ante ambas figuras monstruosas. Dionisio, Dioniso, o Dionisus. Daba igual como se pronunciara, el mismo dios aparecía. Altivo y elegante siempre con su copa de vino en la mano. El joven y rebelde Dios de las fiestas sonrió cínicamente, retando a ambos titanes.

—¿Dónde está quien? No entiendo la causa de tanto alboroto ¿No vienen a dejar una ofenda a su Dios? —se jacto mirando a ambos hermanos.

—¡TU NO ERES NUESTRO DIOS! —Gritó Agust colocándose frente a su hermano y empuñando ambas manos. El agua comenzó a brotar por los puños formando pequeños remolinos entre sus dedos.

Dionisio volvió sonreír y bebió lo último de su copa de vino arrojándola después hacia un lado. Era apuesto, con su cabello ondulado cayendo en cascadas doradas y una corona de oro y hojas del viñedo adornaba su cabeza.

—Buscan a Libra. Lo sé, pero ¿Por qué dicen que yo lo tengo?

Ninguno de los dos respondió de inmediato, Yoongi volvo a desprender otros dos árboles y los arrojó con furia hacia adelante al mismo tiempo que Agust soltaba un rugido fiero y hacía que el agua finalmente brotara de sus manos convirtiéndola en un enorme remolino que arrastró los arboles que Yoongi arrancó y llevándolos consigo en un turbulento camino que arrasó parte de la pradera al lado del templo. Si Jimin estaba adentro no podan atacarlo directamente.

—Eres famoso por borracho y por raptar princesas, no hay duda que también pudiste llevarte a Jimin —Dijo Agust abandonando su forma titánica y adoptando su figura humana haciendo que varias ninfas que se habían refugiado salieran a curiosear cerca de él—. Entrega a Jimin, no puedes raptar a un titán. Si te niegas Yoongi y yo destruiremos tu maldito templo.

—Si tengo a Jimin, es verdad, pero él no quiere irse con ustedes. Prefiere estar conmigo, un Dios.

Agust, por lo general el mas pacifico de los dos, volvió a su forma titánica rápidamente pisando fuerte el suelo provocando que la tierra se abriera y creara grandes grietas.

—VOY A ACABAR CONTIGO INFELIZ —Gritó.

Como Dionisio no dejaba de reír, los piscis se sintieron retados así que ambos rodearon al Dios para poder destriparlo, aunque eso no sirviese de nada ya que era un ser inmortal.

Una figura más surgió de la nada observando con diversión la pelea fuera del templo. Tan alta como los otros dos titanes, de armadura hecha de rocas de Azabache y basalto que resaltaban en la oscuridad más profunda, llevaba un tridente y un escudo porque él a pesar de ser de temperamento tranquilo, odiaba que destruyeran lo que con tanto afán cuidaba.

—Dejen de pelear, esto es algo sin sentido. Ya basta —hablo con la voz fuerte pero apacible colocándose en medio de los tres combatientes.

Los tres se separaron de inmediato, dos observándolo con desprecio el Dios con burla en su rostro divino.

—¿QUÉ DEMONIOS HACES AQUÍ VIRGO? ¿QUIERES MORIR TAMBIÉN? ESTE NO ES TU ASUNTO —Protestó de inmediato Yoongi. Agust por el contrario estaba indeciso sobre lo que debía hacer a continuación. No quería empezar una pelea con el otro titán.

—Un par de tontos titanes desafiando a un Dios, diles que se vayan de vuelta a sus océanos. Aquí no hay nada para ellos. Yo soy un Dios, no pueden contra mi. —resaltó y recalcó Dionisio a Virgo.

—Tu Divinidad y tu templo les vale una mierda a todos, Dionisio, deja a Jimin libre, ah y Piscis, esto es asunto mío porque están destruyendo mi naturaleza, mis arboles y mis praderas... si no quieren sufrir graves consecuencias hagan esto civilizadamente o lárguense de una buena vez —Intervino como buen mediador que era.

Después de eso tomo su forma humana, alto de cabellos negros azabaches y se retiro de lugar.

Mientras tanto, Yoongi desafiaba una vez más al Dios pero Agust se infiltraba fácilmente en el interior del templo. Busco por todos lados hasta que dio con Jimin, visiblemente ebrio recostado en una preciosa cama de hojas de uvas y frutos frescos y dos ninfas lo cuidaban. Tenía sus mejillas rojas por el vino que Dionisio le dio a beber. Agust adoptó su forma humana para ayudar a Jimin a salir de ahí sin lastimarlo. Lo tomó suavemente en sus brazos y salió con él ignorando los ruegos de las ninfas.

—Jimin Jimin, despierta precioso. Vamos —le susurró al oído soplándole levemente el rostro con aire fresco y haciendo aparecer agua para lavar su rostro, pero cuando estuvo a punto de sacar a venda de los ojos de libra, este detuvo su mano.

—No te pases de listo Agust —Su voz era suave pero con profundidad y potencia.

—Vamos, déjame ver tus preciosos ojos Jimin —Pidió—. No te hare daño, soy una buena persona.

—En tus sueños idiota, déjame en paz. ¿Y que es este alboroto podrían dejar de pelar como dos brutos? Me duele la cabeza –gruño por lo alto para que Yoongi y el Dios dejaran su disputa.

—Jimin, ¿estás bien? —Se acercó Yoongi a verlo detallandolo bien por si estaba herido.

—Lo embriagó, seguro planeaba aprovecharse de él —Conto Agust como lo había encontrado.

La ira volvió a surgir en el pecho del titán quien arremetió una vez más contra el dios pero como vio que eso no daba resultado tomo los arboles más cercanos y los arrojo colina abajo hacia el valle a donde habitaban los seguidores del dios y las criaturas divinas del monte. Las criaturas gritaron asustadas buscando refugio. Esto hizo que el Dios dejara de reír socarronamente. Estaba ebrio, así que no tomaba nunca nada en serio.

—ASI QUE ELLOS SI TE PREOCUPAN, ESTUPIDO DIOS, ENTONCES LOS HARE TRIZAS —Gritó Yoongi arrojando más árboles y rocas enormes colina abajo.

—¡No, no detente! ¿Qué haces?

Jimin intervino alarmado por la seguridad de las personas de abajo que corrían con temor.

Yoongi al escuchar la suplica de Jimin se detuvo sin dejar de mirar amenazadoramente al Dios.

—Lo hare, solo por ti Jimin.

Esto enervó la sangre de joven titán quien sin perder tempo se transformó en su forma titánica, alta esbelta figura con una máscara de boca puntiaguda y dos alas en la cabeza y un zafiro en el centro, la máscara era de acero macizo que no podía ser removido ni por el ser más fuerte del planeta, tal como ocurría con su venda. También en una mano portaba una balanza de plata y en la otra un báculo de oro pulido con una luz brillante en la punta. Su vestimenta de un azul marino oscuro con tejidos en oro y una capa larga por detrás le daba un aire de alto poderío.

—¿Por mí, estúpida criatura? Hazlo por la humanidad —Bramó amenazando al titán con el báculo apuntando directamente en el rostro.

La tensión en ese momento se torno densa entre ambos titanes, libra no dejaba de desafiar a Piscis y Piscis no dejaba de desear a Libra. Lo quería, deseaba a libra para él.

—Bueno esto fue divertido pero iré abeber vino —interrumpió el Dios desapareciendo del lugar. Como hacían todos los Dioses cuando deseaban lavarse las manos y no aceptar sus responsabilidades.

El ambiente tenso parecía no querer disiparse como un manto que quería envolver todo a su alrededor.

—¿Vamos Libra no te cansas de rechazarnos?

—Ustedes no se cansan de molestar.

Ambos titanes dejaron su forma titánica y pero seguían uno frente al otro retándose con la mirada.

—Tu no te vas, me debes aun una cita —replicó Yoongi caminando detrás de él.

—¿Una cita? —Jimin elevo una ceja —Que yo sepa solo me dejaste un estúpido papel con un lugar y una hora sin una firma. Por tu culpa caí en las manos de Dionisio. Ahora déjenme en paz, iré a ver a los pobres humanos. Los han asustado mucho —Se quejó. Sin detenerse.

Pero fue Agust quién llenándose de valor tomó a Jimin de una mano haciéndolo retroceder. Jimin a penas pudo reaccionar, y cuando supo sus intenciones era demasiado tarde, los labios de Agust se habían apoderado de él. Fue un beso arrebatador y turbulento que le robó el aliento a Jimin. De pronto fue arrancado de los brazos de Agust, Yoongi estaba furioso ¡Agust se había robado el primer beso de Jimin, eso no era posible!

—¡Voy a matarte hermano! —Siseo peligrosamente haciendo temblar la tierra y las aguas cercanas.

Ambos hermanos se veían con enojo pero entonces fue Jimin quien intervino. Dándole un golpe bajo a Agust por besarlo sin su consentimiento y una cachetada a Yoongi para que se calmara.

—Acabaran con mi cordura. Largo de aquí.

Ambos hermanos rechazados una vez más se alejaron de Jimin. No se rendirían ahora, ni nunca. Además a uno de ellos parecía habérsele ocurrido un buen plan para atraer a Libra.





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Piscis- Yoongi y Agust con Armadura de pelea.

Libra - Jimin

Capricornio- Taehyung

Sagitario - Seokjin

Virgo - Jungkook

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