Llevamos justo a tiempo para presenciar la llegada de la bruja. 

"Jadis, la Reina de Narnia, Emperatriz de las Islas Solitarias ", anuncia un enano. 

Ella va sentada en un trono (de mentiras!) cargado por cuatro Cíclopes. ¡Uf, el nervio de esta mujer!

Lucy voltea asustada a ver a sus hermanos. Lo entiendo Lucy, la mujer es intimidante. Yo misma no sé si estar asustada o enojada. Elijo la ira, ya que el miedo es lo que ella quiere difundir y simplemente me niego a dejarla ganar, incluso de la manera más pequeña. Tan solo verla allí sentada majestuosamente en esa silla, desfilando mientras se hace llamar reina de Narnia me provoca náuseas y ganas de golpear algo. Oh, cómo me encantaría golpear esa maldita pero hermosa cara suya. 

Se detiene unos metros antes de Aslan y sus sirvientes bajan su trono. Ella da unos pasos hacia adelante con confianza, mirando directamente a Aslan, y luego se vuelve para mirar a Edmund y a mi. 

"Hay un traidor en tus tropas, Aslan," La bruja dice con calma. 

Todos voltean a ver a Edmund, al cual se le ve pálido cual fantasma. Oh, cariño, necesitas tomar mejores decisiones. 

"Su ofensa no fué contra ti," Aslan le contesta. 

"¿Olvidaste las leyes sobre las cual Narnia se forjó?" La bruja le pregunta, pero Aslan la caya con un gruñido. 

"No recites la gran magia ante mi, bruja," le contesta enojado, "Estuve ahí cuando fué escrita," 

"Entonces sabe ya que todo traidor por ley es mio," La bruja dice con una sornisita burlona. "Su sangre es de mi propiedad. 

"Intenta llevartelo," Peter interrumpe con su espada desenvainada. Valiente pero estúpido, Peter. Doy un pasito hacia adelante y me posiciono efrente de Edmund. 

"Y crees que lograrías por la fuerza negarme mi derecho, niño rey?" la bruja le contesta en tono burlón. "Y tú," dice volteando hacia mí. "No me he olvidado de ti, pequeña criminal," Ugh, ¿ya mencioné cómo me gustaría golpearla? Creo que si. 

Vuelve a ponerle su atención a Aslan. "Aslan sabe que si no recibo la sangre que la ley demanda, toda Narnia va a ser debastada y perecerá en fuego y agua. Ese muchacho," dice apuntando a Edmund, "morirá en la mesa de piedra. Así lo dicta la tradición," 

"Es cierto y lo sabes bien," le dice la bruja a Aslan. 

No sé qué sucede dentro de mi cabeza, pero un plan se formula rápidamente. Ella no puede matar a Edmund, ella ... simplemente no puede.

"Mátame en su lugar", digo sorprendiendo a todos y todos los ojos se voltean hacia mí. "Mátame a mí y no a él. Sabes que quieres," 

¿Qué importa si muero? Ya estoy viviendo en tiempo prestado, mi existencia es intrascendente, en este momento podría hacer más bien muerta. El mundo continuará como lo ha estado haciendo durante los últimos cinco años, pero si Edmund muere, ¿cómo demonios se supone que derroten a la Bruja? Cuatro tronos, cuatro Pevensies. Solo hay una forma de que esto pueda terminar. Por el rabillo del ojo capto la mirada preocupada que Peter me da. Aww, ¿entonces se preocupa por mí? Ugh, despierta a Imira, ahora no es el momento de pensar en lo lindo que es. ¿Donde estábamos? Ah si, nuestras inminentes muertes. 

"Suficiente," Aslan declara. "Lo discutiré contigo a solas," 

"¿Por qué harías eso?" Edmund me pregunta en voz baja.

"¿Hacer qué?"

"¿Ofrecerte a tomar mi lugar?" pregunta, incapaz de mirarme a los ojos. Peter se da vuelta para mirarme, probablemente tiene la misma pregunta. "Apenas me conoces,"

"Porque a diferencia de la tuya, mi vida es intrascendente. Estuve muerta hace una semana, si morir otra vez puede salvarte y así terminar con el reinado de la bruja entonces que así sea. No me importa", me importa, por supuesto que me importa. No tengo deseos de morir. Pero no me importaría morir si mi muerte conlleva a derrocar a la bruja. Huh, creo que es lo más desinteresado que he dicho en toda mi vida.

"Tu vida no es intrascendente", dice Peter.

"En comparación con la vida de ustedes cuatro, por supuesto que lo es. Y además, ya estuve muerta por cinco años, no es tan malo como parece", esa parte es una mentira, estar muerta apesta, pero, hey, no necesitan saber eso.

Peter parece que quiere discutir pero no dice nada.

"Entonces, uhm ... ¿qué hiciste?" Edmund susurra después de un rato.

"¿Qué hice cueando?" Le pregunto confundida.

"¿Por qué quiere matarte?" Me pregunta en voz muy baja.

"Ah. Rompí su estúpida ley que prohibe que entren humanos a Narnia rompiendo así un tratado de paz, maté a un grupo de sus soldados y a un lobo de su estúpida policía secreta. Además, puede o no que la haya insultado en su cara," Le susurro de vuelta a él, sonriendo al recordar mi primera interacción con ella hace cinco años. Estoy muy orgulloso de ese momento, justo antes de mi muerte.

Un elocuente "Ah", es todo lo que responde antes de volver a jugar con la hierba.

Nos quedamos sentados en silencio por lo que parece una eternidad, cada segundo se vuelve más estresante, hasta que escucho un sonido detrás de mí, me levanto rápidamente y pronto todos se ponen de pie. 

La Bruja sale de la tienda de Aslan y nos lanza a mí y a Edmund una mirada desagradable. 

"Ha renunciado al sacrificio humano," Aslan declara.

Ah, pero que alivio! De verdad que no quería morir, sin importar lo que acabo de decir. 

Todos comienzan a vitorear y me giro para mirar a Edmund. A ambos nos alegra saber que no moriremos pronto, bueno, al menos no por las manos de la bruja. Pongo un brazo sobre sus hombros y compartimos una risa nerviosa de alivio.

"¿Cómo se que tu promesa será cumplida?" la bruja demanda de Aslan, pero el león la calla con un rugido y ella se sienta rápidamente en su trono. 

Todos aplaudimos de alegría y Edmund y Lucy se abrazan.

Me giro para mirar a Peter y él me sorprende con un fuerte abrazo. Por unos segundos, estoy demasiado aturdida para reaccionar y solo me quedo ahí parada sin reaccionar 

"lo siento", Peter susurra y comienza a retroceder, pero lo detengo al regresarle el abrazoabrazándolo. Respiro hondo y me dejo relajar en sus brazos. Se siente bien no tener que preocuparse por que me maten.

Nos soltamos el uno al otro y encuentro a Susan dándonos una mirada graciosa, pero la ignoro.

Más tarde esa noche, encuentro a Edmund sentado solo en las rocas y me acerco a él. Parece que podría hablar con alguien.

"Hola", le digo para no asustarlo y me siento a su lado.

El responde con un triste hola pero no voltea a mirarme.

"¿Estás bien, Edmund?" Parece estar absorto en sus pensamientos mientras mira la puesta de sol.

"Sí, solo estoy ... me siento mal por esto. Es mi culpa que ella haya venido aquí", dice suspirando.

"Edmund, no puedes castigarte por eso. Mira, no sé lo que hiciste, y no voy a preguntar, pero ahora eso está en el pasado. No podemos cambiar lo que hemos hecho, sólo podemos decidir cómo seguir adelante. Puedo ver eres un buen chico Edmund,"

"No pensarías eso si me hubieras conocido hace unos días. No era un buen chico en ese entonces". Dice tristemente, mirando hacia abajo.

"Quizás. Pero has cambiado, ¿no?"

"Si." Me dice con seguridad, mirandome a los ojos.

"Ya ves, eso es lo importante", le digo colocando una mano sobre su hombro. "Todo lo demás se solucionará a su tiempo, ya verás,"