Una gran explosión hizo vibrar todo un edificio, que apenas estaba en proceso de construcción.

El sonido fue tan alto que alertó y aterro a toda las personas que se encontraban en las calles caminando, su vida diaria había sido interrumpida abruptamente.

Pedazos de vidrio, escombros, ladrillos, varillas y varios trozos de metal caían a toda velocidad a la calle, atrayendo la atención de las personas y generando un gran pánico al mismo tiempo.

También, entre todo el alboroto, nadie pudo ver cómo, dentro de toda la cortina de humo y polvo, una persona se encontraba cayendo en picada.

Portaba un traje rojo carmín con toques en azul oscuro, tenía igualmente una máscara roja cubriendo su rostro, y lo más resaltante, un emblema de araña roja en la espalda.

Algo había salido mal en su búsqueda, ya que se suponía que eso no debía pasar.

Había caído en una trampa, y ahora mismo, este se encontraba inmovil, cayendo a gran velocidad, al parecer había quedado en shock, ya que debajo de su máscara, se podía ver en sus ojos azules una gran incrédulidad tras lo que acababa de pasar.

En esos momentos, muchas cosas estaban pasando por su mente, por lo que no pudo reaccionar o saber en qué momento el ambiente alrededor de el se torno en un tono grisáceo.

En su descenso, al mismo tiempo que poco a poco regresaba a sus casillas, pudo ver cómo una silueta oscura con pequeños brillos en amarillo lo tomaba del cuello de su traje.

La silueta portaba un guantelete de metal, y con este, lo atrajo un poco más a él, solo para recibirlo con un golpe de gran fuerza dirigido a el pecho, junto a una gran carga de electricidad que recorrió de lleno

Al instante de topar el golpe con su cuerpo, una onda sónica lo mando disparado hacia el suelo, haciendo que atravesará un pedazo de pared que había salido volando.

Impactado de lleno, el enmascarado sentía como sus musculos se contraian, y sus oídos tenían un chillido molesto que lo ensordecia.

Luego, mientras poco a poco recuperaba sus sentidos, pudo divisar cómo, si tratase de una ave de rapiña, un sujeto portando unas alas mecánicas con brillos en verde se acercaba a el, y con unas patas mecánicas en sus piernas, lo patearon directamente en el estómago.

Sumando que estás tenían un efecto de resorte, el aumento que recibió la potencia del ataque, hizo de eso un ataque devastador...

El impacto le saco el aire, y con eso hizo que poco a poco empezará a acercarse más al piso.

Mientras trataba de recuperar el aliento, sintió como una escamosa y larga cola se enrollaba alrededor de su cuello, tomando con fuerza y azotandolo en uno de los restos del piso que estalló.

El se quedó ahí recostado un momento, tratando de tener un respiro, cosa que se le hizo imposible cuando miro a su costado, viendo como alguien que en espalda salían tentáculos mecanizados le lanzaban escombros, vidrios y demás cosas hacia su persona.

El tuvo que recomponerse y saltar para evitar tales objetos, pero al momento de querer usar su telaraña para balancearse, una estela de rayos en color amarillo salió de entre las sombras y le lanzo un relámpago que impacto en su cuerpo, dándole de lleno y haciendo que nuevamente cayera en picada.

Choco en el concreto del suelo, sintiendo como sus fuerzas se iban poco a poco de su ser y sus pupilas se hacían cada vez más pesadas.

Escucho risas, burlas, insultos hacia su persona, cuando una gran pisada azotó su delgado cuerpo, mirando de frente como un sujeto enorme con un traje de color gris lo pisoteaba como una hormiga.

El coloso una vez más alzó su pierna, dejándola caer sobre el enmascarado y haciendo que, como si se tratase de un piso de vidrio, este se rompiera y el bicolor cayera hacía una fosa de oscuridad total.

Sus ojos se encontraban cerrados, sus musculos estaban chamuscados, sus huesos se sentía como puré de papa, no tenía más fuerza y simplemente quería irse de ahí y descansar...

Pero, por más que desease hacer eso, no podía hacerlo, no podía renunciar...

Y había una razón para esto...

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Miyamura...

Es hora de despertar...

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Abrió su mirada una vez más, se dió cuenta que de todo había sido una alucinacion y que aún se encontraba cayendo hacia el piso junto a los escombros.

Remotando su situación anterior, y estirando ambos brazos hacia arriba, lanzo de sus manos sus telerañas con las que, al pegarse, tomo impulso hacia arriba.

Regreso a aquel ambiente gris en dónde lo habían apalizado, y a una gran velocidad, se lanzo directo al mentón del coloso gris, dándole una patada la cual hizo que cayera al piso.

Telaraña tras telaraña, lanzaba una por una hacia los restos que caían al piso, todo mientras las esquivaba y entrelazaba.

Con sus telarañas lanzo grandes escombros al octopodo mecánico, cosa que pudo detener con sus brazos extra, pero no pudo evitar recibir un puñetazo sorpresa directo en la cara, lo que lo mando a volar hacia atrás.

Pasaba por concreto, vidrios, metales y demás cosas, evitando ser dañado por estás, pero a su vez, tratando de evitar que cualquiera se le escapara de las manos y de sus telarañas.

Dando vueltas en el aire, lanzo dos telarañas al pecho del sujeto de la cola escamosa, atrayendolo hacia el e impactando contra su cuerpo, azotandolo entre unas varillas de metal.

Debía subir más alto, aún tenía mucho que recoger, así que usando los escombros que había cerca, y su habilidad de desplazamiento, subía bloque por bloque como si de un fontanero famoso se tratase, todo con tal de ir a la cima.

Con su máximo esfuerzo, y una telaraña adherida a una de las alas del ave de rapiña, lo forzo a girar y perder el equilibrio de su vuelo, chocando contra concreto sólido, destruyendo su propulsor y dejandolo inconsciente.

Poco a poco la cima del edificio estaba cerca de el, por lo que tomo un gran brinco y siguió lanzado sus cuerdas.

Finalmente, llegó hasta el inicio, contra el sujeto de los guantes sonicos, lo tomo por sorpresa de los hombros, y lo hizo girar en el aire hacia arriba.

En el momento en que lo tenía cara a cara, su puño empezó a rodearse de una luz azul, y usando su red lo atrajo hacia el, impactando un golpe en su rostro el cual destrozó su máscara.

Jalando de su red, tomo el impulso suficiente para llegar hacia el techo en donde había comenzado todo, cayendo encima de sus rodillas, agitado, cansado y jadeando por aire.

Finalmente se quitó su máscara, revelando una cabellera negra oscura y unos ojos azules zafiro, y se apresuró a ver hacia abajo de el.

Miro como lo había logrado, había hecho una enorme tela de araña que atrapó cada uno de los restos del estallido, había logrado reducir el daño, y todas las personas que lo habían observado desde lejos se encontraban festejando su logro.

Al parecer la gente no parecía estar herida, así que suspiro aliviado, y se dejó caer al piso, recostandose y mirando hacia arriba, mientras que su alrededor era un desastre.

Con tantas cosas que pasaban a diario, hacer este tipo de hazañas poco a poco se le iba haciendo más fácil, aunque claro...

Hay cosas las cuales nunca lo son...

Pero aún así, aún con sus dificultades y dolencias, el tenía que hacerlo.

Y aunque haya veces en las que no tiene más fuerza y simplemente quería irse de ahí y descansar...

No podía hacerlo, no podía renunciar...

Y había una razón para esto...

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—¿Eh?, ¿que?—una vibración en su pantalón lo hizo salir de sus recuerdos mirando el techo, notando cómo era su celular el cual estaba sorprendentemente intacto—. Wow... todo lo que pasó hace un rato y ni un rasguño, el vendedor de la tienda no me mentia cuando dijo que tenía resistencia nivel industrial...—sonriendo, atendió el teléfono—. ¿Bueno...?—Contesto, mientras se sentaba en el piso—. ¿Dónde estoy?, pues, digamos que en una zona algo movida...

Se levantó el piso con dolor, tomándose de un costado de su torso.

Tomo su máscara con una telaraña, teniendola en mano mientras camina hacia la orilla del piso en construcción, o bueno, lo que fue un piso en construcción.

—Si si si, ya no tardó, voy para allá pronto...—Respondio, mirando la ciudad iluminada por el sol-. No, te preocupes, llegó como en...—Miro el reloj de su teléfono, notando como eran las 2:34—. 15 minutos máximo, ¿ok?, ok, ¿ah?, ¿quieres que compre algo en el camino?—Pregunto, colocándose su máscara y preparándose para irse, empezaba a sentir las vibraciones de los oficiales subiendo por las escaleras contra incendios—. ¿Huevos?, agh, está bien... si, lo sé, orgánicos si, entonces si no hay señoras desquiciadas por las ofertas, llego como en 30 minutos, nos vemos...

Colgo la llamada, y guardo su teléfono.

Giro a sus costados, todo había sido un desastre, pero aún así, pudo divisar un pequeño nido de arañas en un rincón que había logrado salvarse de la explosión.

En esta, se podían divisar tres arañas tejiendo una red, cosa que le saco una pequeña sonrisa al joven.

—Bueno, hora de irme, no quiero estarme metiendo en problemas con la policía... de nuevo...—Teniendo un pequeño escalofrío, salto hacia el vacío, dejándose llevar por la gravedad y empezando a balancearse por los edificios de la zona.

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El es Spider-Man...

Es el amigable vecino de Japón...

Y ahora esa es su responsabilidad...

Junto a su vida heroica, esta su vida cómo Miyamura Izumi...

Un simple chico de preparatoria, el cual busca vivir aún con toda la pena que carga...

Está es la historia de...

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La máscara que le tocó portar...

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HEEEEEEEY muy buenas a todos guapísimos, aquí Hiban811 en un nuevo gameplay directo de "actualizar después de medio año de publicación".

Si, lo sé, re hice el adelanto, pero pus es eso, un adelanto de lo que podrían ver en la historia, la anterior se me hacía muy muy al estilo de Zack Snyder, y yo no soy mucho de escribir algo tan pretencioso jsjsjsjsjs.

Esto me gusta más, se ve un poco desordenado, pero ni para quejarse, a mí me terminó gustando y por eso lo subo.

No tengo mucho que decir, solo que si no sale algún inconveniente, hoy mismo tienen el prólogo.

Bueno, eso es todo, nos leemos ahorita o si no en diciembre.

—Hiban.

1744 palabras.