Narrador

La capa color violeta bordada de dorado oscilaba rápidamente junto a sus pasos, el cabello azabache se escapaba de la capucha ondeando como un rio, la mujer acomodo nuevamente fuera de la vista a la pálida bebe que dormía dentro de su cobija.

Con una mano se cubrió la cabeza caminando lentamente hacia la puerta; Los guardias no la vieron, al menos los que vigilaban ese lado no estaban.

Sus cortos pasos se apresuraron al llegar a la puerta, el guardia no hizo amago de detenerla y luego de mirar a derecha e izquierda le indico con la cabeza que siguiera.

Sin volver la mirada atrás ni un segundo Marinette tomo el camino rumbo al bosque, desde el castillo cualquiera podría verla.

La llave de diamantes golpeaba su pecho mientras corría hacia el pueblo.

Solo tenía hasta la mañana para regresar.

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A pie el camino no era sencillo, varias veces los arboles le impedían avanzar y tenía que detenerse para cerciorarse que su rostro no podía verse, el ruido de los animales la asustaba constantemente, creyendo que alguien la seguía.

— Ah— Se apretó la boca en un gemido de dolor, miro hacia el suelo y descubrió que se había rasgado un zapato y clavado una astilla. Podía sentir el líquido metálico escurriéndole por las piernas.

Con dolor acomodo a la niña lo mejor que pudo en el suelo, y dirigió su atención a su herida, el olor a sangre podría atraer animales no muy inofensivos.

Rasgo tela de la falda de su vestido y la anudo en su tobillo para impedir que la sangre siguiera brotando, deseando que funcionara.

Las torres del castillo ya se veían bastante lejos, y por el frio que hacia sospecho que debía llevar ya varias horas caminando.

Acomodándose a la bebe en sus brazos se arrimó en el suelo con la espalda en un árbol y cansada llena de sed se durmió.

Narrador espejo del pasado

Sus delicados pasos aplastaban la hierba, y sus suaves manos arrastraban consigo a un hombre.

— Ya casi llegamos—

— Dijiste eso hace treinta minutos, pude haberte traído en el carruaje— Dijo, iba a continuar pero cerró la boca luego de recibir un corto beso en la mejilla.

— Oh mira allí es—Exclamo mirando una casita.

Ella avanzo pero él se soltó inmediatamente de su agarre.— ¿Vinimos hasta aquí a visitar a una plebeya?— Esta vez estaba enojado.

— No tiene nada de malo—

— Vámonos, sin rodeos—

La mujer no lo siguió, en vez de eso corrió hacia la puerta y toco repetidas veces.

''Esta mujer me hará perder la cabeza un día de estos'' Pensó

Narrador

Los ojos de la azabache se abrieron mientras temblaba.— No bebe no llores— Pidió en susurros.

La pelirroja bebe temblaba de frio y empezaba a llorar debido a la incomodidad,

, apenas Marinette miro hacia el cielo noto que ya estaba amaneciendo, se levantó y aun con la pequeña llorando empezó a correr, ya podía ver el final del sendero y las casas agrupadas unas al lado de otras.

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Una vez logro llegar, reconoció a una mujer de baja estatura con el mismo cabello pelirrojo que Nina, los campesinos se levantaban muy de mañana a trabajar.

— Oh Dios mío— La vieja miro a la azabache cargando a la bebe— Yo lo sentía, sentía mi corazón saltar y sabía que algo grande iba a pasar ¿es esa mi nieta?—

Marinette asintió— Nina murió de tuberculosis señora— Respondió lentamente.— Ayer en la noche, y me pidió que usted crie a la niña, se llama Luz así fue como ella la llamo antes de morir—

Marinette pudo ver el dolor en sus ojos, pero aun así la anciana no lloro, con pesar de despedirse de la bebe a quien vio nacer se la entregó a su abuela.

— Dios se acuerde de ti hija mía, y Bendiga el sacrificio que has hecho al venir hasta aquí hoy —

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Yyy llegamos al fin, no el planeado pero hasta acá había llegado mi amiga.

Tardé un montón en resubir la historia y pido mil mil disculpas, me re colgué xq tenía q editar un par de cosas y bueno...no llegué a eso tampoco pero decidí mandarlo de una antes de volver a olvidarme.

Espero la hayan disfrutado<33

Dios los Bendigaaa🤍✨