01. You're on your own kid

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Lyra terminaba de colocarse sus zapatos mientras cantaba una canción que había escuchado en la radio con su madre en el auto— Ly, vamos a llegar tarde—reclamaba Lucy su niñera, era nueva, todas duraban menos de un mes, pero esta le agradaba y estaba dispuesta a hacer que durara.

—¿Podemos pasar por central park?— hizo un puchero, debían ir a la oficina de Lilian, su madre, quien era una diseñadora reconocida internacionalmente—por favor.

La joven chica sonrió, Lyra no salía mucho de casa, así que sin pensarlo dijo que sí, la realidad es que no salía mucho porque era la manera de protegerla de su madre, con apenas cinco años sabía que era diferente, no entendía el porqué, pero era obvio que algo estaba mal con ella.

No iba a la escuela, tenía varios profesores particulares que iban a su departamento, su único amigo era el portero y si bien a veces se sentía tan sola, su madre siempre besaba su frente diciendo "es por tu seguridad".

Tomada de la mano de Lucy, caminaban por un soleado Central Park, la rubia miraba todo como si fuera nuevo, el cielo le fascinaba cada vez que lo miraba, pensaba en todas las posibilidades y en que había más allá—Lucy, ¿sabías que Atlas sostiene el cielo?

—Veo que tus clases de mitología están dando fruto— sonrió—¿es un dios?

—No—rio risueña—Atlas es un titán—aclaro.

A Lucy le parecía algo extraño que una niña de cinco años tomara clases de mitología griega, que fuera tan bien hablada e inteligente, pero para ella era tal vez un capricho de gente rica y a ella solo le pagan por cuidar de la niña, quien a su parecer era un poco rara pero muy amable.

—¿Quieres caminar todo el parque?, porque podemos caminar un poco y luego llamar al chofer.

La pequeña negó con la cabeza—quiero caminar.

—Está bien.

Caminaron entre risas, incluso en algún punto se detuvieron a comprar helado, ya que Lyra quería durar todo el tiempo posible afuera, cuando estaban terminando todo se oscureció—parece que lloverá— dijo la rubia.

—La oficina de tu mamá está a diez minutos más, caminemos y si no... corremos—comenzó a correr un poco despacio para jugar con la niña, pero de la nada comenzó a llover, fuertemente, truenos y rayos en el cielo.

—Lucy—gritaba Lyra sin poder verla, se había desaparecido—Lucy—continuaba gritando mientras las gotas la empapaban, miraba a todos lados desesperada, a punto de llorar cuando la chica volvió a aparecer riendo.

—Era una broma—sonrió para tomar su mano— pero debemos correr—así lo hicieron hasta un pequeño callejón que era cubierto por un techo—está lloviendo muy fuerte, llamaré al chofer y esperaremos aquí, ¿sí?, toma mi abrigo no queremos que te dé hipotermia—la chica tomo el teléfono mientras la rubia miraba a la gente correr de un lado a otro buscando refugio de la lluvia— le tomará un tiempo llegar por el tránsito y tu madre no deja que tomes el metro, me está llamando, hola señorita Van Allen, si estábamos en camino a su oficina cunado empezó a llover.

—Hola pequeña—la voz de una mujer apareció de la nada, Lily se giró encontrándose con una mujer mayor que ella—¿os estáis mojando?

—no, estamos supersecas—dijo con sarcasmo, odiaba donde estaba, algo en ella le decía que se fuera de allí, no entendía nada.

—Igual de molesta que tu padre—murmuro—¿necesitáis ayuda?

—Hola, no gracias—dijo con amabilidad la chica, pero la señora se acercó todavía más, son una sonrisa macabra en su rostro, la chica del miedo dejo caer su teléfono.

Lucy, se escuchaba que gritaban desde el teléfono, la chica no había cerrado la llamada—mi problema no es contigo, humana insolente— de la nada, Lyra cerro y abrió los ojos encontrándose no con una señora, con un monstruo, grito horrorizada.

—Furia—tartamudeo.

—Que bueno que sabes de mí, yo sé mucho de ti, una jodida hija de Zeus, llevo tiempo buscándote.

—Aléjese, señora— Lucy acerco a la niña a su cuerpo, pensando que estaba lidiando con una tipa vagabunda de nueva york— le daré dinero si eso quiere para que compre su droga, pero déjenos en paz.

La mujer se lanzó sobre ellas tratando de tomar a la niña, a lo que Lucy grito sacando su gas pimienta para lanzárselo a la mujer, corrieron por el callejón, amabas—Es una furia, puede volar—dijo Lyra.

—Cariño no es momento para tus cosas griegas, solo corre.

Lyra sabía que no valía la pena, pero no entendía por qué Lucy no podía ver lo que ella veía, los sonidos del monstruo se acercaban hasta que se encontraron con que el callejón no tenía salida—maldita sea—colócate detrás de mí.

—Normalmente, no me molesto en matar humanos, pero parece que tendré que hacerlo, eres muy molesta—dijo la furia reapareciendo.

—¿qué quiere?

—a la niña, me la entregas y te dejo ir.

—No se la daré—respondió segura.

La mujer se lanzó sobre ella, a lo que Lucy trato de golpearla, consiguiendo que su brazo se fracturara en el proceso—maldición—la furia se lanzó sobre ella, haciendo que esta golpeara su cabeza con el piso y la misma comenzara a sangrar.

La rubia se lanzó al piso a su lado llorando—Lucy—gritaba sin obtener respuesta—no, no, no—murmuro entre lágrimas, sintiendo molestia, furia pura.

—la próxima serás tú.

Un fuerte sonido salió del cielo al mismo tiempo que un rayo caía y Lyra sentía un poder inmenso, levanto sus brazos sin pensarlo, conduciendo la electricidad hacia la criatura.

Causando que esta se alejara al mismo tiempo que la voz de un chico aparecía, pero Lyra solo pudo cerrar los ojos y esperar lo peor.

[...]

—Mamá— murmuraba levantándose de lo que se sentía como su cama.

—Cielo estoy aquí—sintió que la mujer tomaba su mano, no quería abrir los ojos por miedo de que no fuera ella—estás en casa, estás segura.

Decidió mirar encontrándose con su madre, quien la abrazo en cuanto se miraron—mamá—rompió en llanto—Lucy...

Su madre la miro con tristeza, odiando que su hija había pasado por todo eso y odiando más la decisión que iba a tener que tomar a causa de esto—Lucy está en un mejor lugar—acaricio su cabello—este es Kenan—señaló a un chico mayor que ella, de piel bronceada y que sonreía con cierta nostalgia en su rostro—él te sacó de allí... y deberás irte con él.

La niña abrió los ojos confundida, ¿tan rara era que ni su madre la quería ya?—no me quieres.

—te adoro—beso su frente—y lamento que tuviéramos tan poco tiempo, lo detesto, pero aquí no estarás segura nunca—lamento—hace cinco años conocí a un hombre, parecía un príncipe y me enamore, locamente—bufo odiando cada día aquel verano— y luego de meses descubrí que venías tú de camino—acaricio su pelo—allí me dijo que era Zeus, el dios y me explico que serias muy especial, tan, pero tan especial que llegaría un momento en el que debías ir a un lugar donde hay muchos niños como tú—sonrió—harás amigos y descubrirás quien eres, te prometo que podrás venir a verme cuando sea más seguro.

Las palabras, casi ni las proceso, cuando en cuestión de lo que se sintió como minutos se encontraba junto a su madre, su chofer y Kenan llegaba a un bosque.

—todas las dificultades que has pasado, las entiendo y aquí encontraras gente que también lo hace, despídete de tu madre, no debe de estar aquí mucho tiempo.

—Cuando no puedas más, recuerda que no eres solo la hija de Zeus, eres mi hija— beso su frente, yéndose de allí con el corazón roto para luego dirigirse al auto viendo como un hombre conocido estaba afuera de este— prometiste que nunca te volvería a ver.

—Sé que es un día difícil para ti— dijo con simpleza— te advertí que este día llegaría, te dije que esto debiste hacerlo hace años.

—Tienes miles de hijos y aun así no eres un padre, no sabes que significa querer tanto a una persona, pero yo sí, y espero que cumplas tu promesa, o te juro que habrá consecuencias.

Zeus rio—no puedes hablarme así, a cualquier otro le cortaría la lengua por aquello.

—Nunca podrías hacérmelo a mí, espero nunca tener que volver a verte—piso con sus tacones el pie del hombre para irse sin más.

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Primer capituloo, este es para que conozcáis a Lyra y su historia, un poquito.

¿Qué opináis?

¿Qué le habrá prometido Zeus a Lilian?