en la vida real!

Shay tiene el volumen al máximo mientras ambos cantan en la parte más alta de sus pulmones.—¡¡YOU BETRAYED ME!!—si, ambos desafinaron trágicamente.—¡¡AND I KNOW THAT YOULL NEVER FEEL SOOORRRYYY—.

Shay conducía y Karl estaba a su lado en el asiento del copiloto.—¡Maldita sea, maldito Joshua Bassett!—, exclama.—¿A donde vamos?—, le pregunta.—Me esta haciendo daño—, se refiere al perro en su regazo, que tiene las patas apoyadas en sus muslos y la cabeza saliendo por la ventana.

Por desgracia, Shay seguía gritando.—YOU TALKED TO HER, WHEN WE- —se detiene queriendo escuchar.—¿Que pasa Karl?—

—A donde vamos—, dice.

—Es una sorpresa—, vuelve rápidamente a la voz de Oliva Rodrigos oh tan hermosa.

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Ella se estaciona en un lugar vacío.—¡Vamos, Vamos!—, dice con cierta prisa.—¡Vamos lumpers!— ella hace su voz de perro tres octavas arriba. El perro sabe.

Karl pone rápidamente el arnés al perro y salen del coche.—Todavía muy confundido—, pero con la confianza sonríe.—¡¿OH, Dios mío, me vas a llevar a ver la nueva película de Demon Slayer?!—

—Nope—, sonríe,—Espera, hay una película...no importa—.

Karl el que sostiene la correa de el príncipe espacial lumpy. Su brazo cómodamente alrededor de sus hombros. Se sentían como esos famosos que pasean a sus perro y son bombardeados por los paparazzi.

Salen del estacionamiento y se encuentran con una pequeña ciudad moderna.—¡¡El wharf!!—, exclama ella.—Mi parte favorita de DC, y como es tu último día—, canta—He pensado en traerte aquí—.

Karl se ríe.—Esto parece una comedia romántica de mierda cuando uno de ellos tiene un lugar secreto que se convierte en su lugar—, enfatiza.

—Tal vez—, sonríe,—Podríamos tomar un helado aquí, y luego simplemente ver la puesta de sol cerca del agua—.

—Mi- —se le escapó cuando el perro tira de él con fuerza por los pequeños restos de un dulce en el suelo, al otro lado de la calle. Karl no tiene más remedio que correr con el.

Shay se queda atrás y se desconcierta de lo que acaba de pasar sobre todo porque todo el tiempo se estaba riendo.—¿¡LUMPERS!?—

Karl pone los ojos en blanco.—¿¡Que no estas bien!? ¿¡Oh eres un buen chico para mi?!?! su señoría esto eta arreglando—.

Shay encuentra el momento de cruzar a quiene están.—¡No hagas eso!—, dice estrictamente. La chica se gira para mirar al chico,—buen chico—. usa sus manos para alborotar el largo y esponjoso cabello del chico.

Él sonríe con la cara encendida.—Gracias. Muchas Gracias—.

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Después de comprar su helado, se encuentran en un banco cerca de la vista del canal. Shay ata los listones fuertemente al brazo del banco. Aunque estaban en un banco, Shay decidió sentarse con las piernas cruzadas. Karl se sienta a su lado normalmente.

Los dos comen sus helados mientras hablan,—Guarde lo mejor para el final—. Shay suspira mirando el sol que se oculta lentamente y que está a un lado, todavía asimilando el hecho de que es el último.

—Es hermoso—, le sonríe.

—Vengo aquí siempre que necesito refrescarme, rara vez he venido a sentarme con otras personas, ni siquiera con Jake—, como otra cucharada.

Karl se burla de una broma interna.—Supongo que no eres como las demás chicas—.

Shay se ríe pero inmediatamente lo empuja.—Oh, Callate,—

A Karl le gustaba sus sonrisa. Le gustaba como podía hacerla sonreír.

—Es que...—Karl debate en su cabeza.—Siento mucho haber sacado el tema, pero ayer con todo el...—está nervioso, mueve la rodilla hacia arriba y hacia abajo.

Ella es la única que lo corta,—Si—, suspira.—Es difícil—, su voz ya se vuelve áspera.—Ya sabes—, resopla usando cada músculo que puede para contenerlo.

Él no lo piensa, la atrae para que se siente con la cabeza recostaba en su hombro como una almohada, y su brazo abrazándolo a él.—Yo...yo pensaba que si, pero después de ayer me di cuenta de que realmente no—.

El abrazo y el sentir que le la reconforta en ese momento la rompe. El pensamiento de su sentir. El pensamiento de como no podría y no volvería a suceder.—Yo solo...yo solo...—se le escapa entre mocos.—Solo quiero que la gente sea feliz—, admite,—y que le guste a la gente—. su perro salta al banco y se acuesta en su regazo con empatía.

Karl no dijo nada principalmente porque no sabía que decir, ni quería interrumpir, así que se limitó a escuchar.—Solo quiero que la gente sea feliz y que haga sonreír a la gente. La gente me dice que deje de hacer streams y entonces la gente dice 'no estas haciendo suficientes streams'—.

Aunque estaban en un muelle muy concurrido, realmente precia que solo estaban ellos. Y lumpers. Pasan un par de minutos en silencio.

Karl rompió el silencio con un bostezo.—Te voy a echar de menos, Shay—, lo decía en serio con cada hueso de su cuerpo.—Tu también lumpy space— lo decía aún más en serio mientras acariciaba al perro.

—¡Ay, mi chico!—, exclama.—¡¿Te vas a extrañar más a mi perro que a mi?!— ella sabía que no era cierto.

—Que puedo decir, es el bebé más lindo—. aumenta su voz una octava.

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Más tarde esa noche, era la última noche que estaría ahí. Shay se acuesta mientras desplaza en twitter. Puedes suponer que estaba viendo.

—¡Buenas noches Jakey!—la voz de Karl suena desde el exterior de la habitación mientras entra.—Hola—, dijo con dulzura, dejándose caer en la cama a su lado y rodando hacia ella, cuyos ojos seguían pegados a su teléfono.—Hola—, dijo el captando su atención.

Ella eleva su sonrisa,—Hola—

—Solo voy a hacerlo—. el toma el teléfono de ella, lo apaga y lo mantiene en su mano.—Mira—. ella sonríe un poco,—eres increíble—. el se aclara la garganta preparándose,—que se vayan a la mierda—.

Sus ojos se abren de par en par mientras ríe.—¿¡Karl Jacobs!?— agarra una almohada y lo golpea en la cara con ella.—¿¡Eso fue lenguaje explícito!?—

Se ríe y se defiende con otra almohada.—Oh, de verdad, soy un culturista mi amigo—.

Los dos sonríen mientras se golpean con almohadas.—Gran cuerpo—, grita Shay. Sus caras están rojas de la risa.

—No voy a dejar que me ganes en esto—, dice Karl mientras le da un fuerte golpe en la cara con la almohada. Inesperadamente, ella se cae al suelo.—Santo Cielo...—se precipita hacia ella.

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Corte a ellos en la cocina. Shay tiene un paquete de guisantes congelados en la mejilla que golpeó fuertemente contra el duro suelo de madera. Karl estaba sentado en el espacio de la encimera haciéndole compañía.—Tu empezaste—, dice brevemente.

—No te dio derecho a intentar matarme—, dijo agresivamente y luego lo pasó con una pequeña risa.

—Lo siento—, suspira, se acerca y le quita el paquete frío.—Maldita sea, eso va a ser un poco azul—.

—Maldito idiota—.

Él se pone delante.—Hey—.  le da unis ligeros golpecitos en la parte golpeada.—Se que no es el mejor momento porque casi te rompo el pómulo—. al notar la autenticidad, le presta atención.—¿Quieres ser mi novia?—

Shay se sintió mal. Estaba  jugueteando con los dedos. Y su tartamudeo y vacilación muy leves. Pero a pesar de su culpabilidad se pone rígida.—um—,se aclara la garganta.—Es... se está haciendo tarde—.entra en su habitación y se va directamente a la cama.

—¡Maldito Karl!—,susurra para sí mismo y la sigue torpemente.—Maldito idiota—,se repite a sí mismo y se mete torpemente en la cama.

Shay se desplaza continuamente por su línea de tiempo. Karl se odiaba a sí mismo en ese momento y ella también lo hacía consigo misma.—Buenas noches—,se mete.

—Si...buenas noches—.