tres.
III:
¿CÓMO QUE NO IRÉ
A HOGWARTS?
COMO ERA COSTUMBRE POR LA CERCANÍA de las fechas de cumpleaños de Venus y su hermano Pólux su cumpleaños siempre era celebrado junto.
Acostumbraban a celebrarlo el 16 de Mayo, tres días después del suyo y un día después del de su hermano, aún así a cada uno le hacían su pequeña celebración el día exacto, es decir el 13 y el 15, además de que sus primos pasaban los cincos días en casa de sus abuelos para acompañarlos.
La verdad no tenían muchos invitados, en los cumpleaños de los Lestrange solo asistían los hijos de los amigos de sus tíos.
Venus era algo cerrada, solo consideraba cercanos a ella a su hermano, a sus primos Draco y Mérope, y a Daphne Greengrass, hija de uno de los clientes de su abuelo con la que ella se había llevado bien desde que se conocieron muy pequeñas y siempre han sido amigas.
Aún así por su hermanos asistían niños de su edad como Theodore Nott, Olivia Avery, Vicent Crabbe y Gregory Goyle. La verdad Venus de todos ellos solo estimaba a Olivia, ella es la mejor amiga de su prima y a ella le cae bien.
Aún así no le agradaba del todo que sus cumpleaños siempre estuvieran plagados de niños dos años menores que ella, literalmente Daphne era la única de su edad, ella tenía una hermana llamada Astoria pero era bastante cerrada y ni siquiera se llevaba con Draco y Mérope.
Lo que más le gustaba a Venus de tratar con un grupo tan cerrado de personas era que nadie le preguntaba por sus padres, ya que todos sabían la historia. Nadie le preguntaba cómo estaba o cómo lo había llevado toda su vida.
Ella con once años los había asimilado desde que era muy pequeña, ella sabía que su único deber era responder las cartas que le mandaba su madre, sí su madre porque la verdad Rodolphus no hacía mucho acto de presencia en los escritos.
Aunque estaba emocionada por su cumpleaños como cada año, este en específico era distinto, su tío Lucius siempre me ha dicho que es el año más importante en la vida de un mago pues empezaría su educación mágica.
A ella no le había llegado ninguna carta, aún, pero le aterrada una sola cosa: Tener que socializar con personas que sabían lo qué pasó con sus padres pero no sabían que ella lo llevaba bien.
Venus no tenía ganas de responder preguntas que nunca le han hecho como: "¿Los extrañas?" "¿Tu hermano y tú la pasan bien?" "¿Es dócil crecer sin padres?" "¿Es cierto que hicieron todo lo que dicen?".
Ella sabía las respuestas a todas esas preguntas, claro que las sabía, pero no quería decírselas a personas que no conoce. Su única esperanza era Dahpne, ella piensa que si van a Hogwarts juntas al menos tendrá a la rubia. Ambas serían Slytherins como sus madres, y lo llevarían bien.
Ahora Venus se encontraba en su habitación, ajustando los últimos detalles de su cabello para bajar a la celebración. Estaba frente a su bello tocador que era una de las piezas favoritas de su habitación.
El cuarto de Mérope era grande, tenía todas las paredes blancas excepto una que reinaba en un color morado oscuro, su favorito, tenía una gran cama matrimonial en madera blanca con detalles negros, una pequeña biblioteca acompañada por un sillón negro y un hermoso tocador.
—Venus querida, ¿estás lista?—dijo su abuela entrando a la habitación.
—Ya casi, solo acomodaré un poco mi cabello, abuela—le respondió sonriente—¿Puedo usar el maquillaje de mi tía Narcissa?
Druella soltó una carcajada,—Aún no cariño, eres muy pequeña, pero cuando crezcas un poco más te compraré tu propio maquillaje.
—Está bien abuela, ¿Pólux está listo?
—Ya casi, lo dejé arreglando su cabello—dijo mirando el reflejo de su nieta en el espejo. Ella era hermosa, se parecía a su Bella cuando era joven, seguramente donde llegaba deslumbraría.
—El y su cabello, siempre—rió levemente—Aunque no lo culpó, yo también cuidó mucho mi cabello, es negro y muy bonito.
—Eso lo llevan en la sangre...¡Ay cuánto hubiera dado yo por nacer siendo una Black para esos genes tan maravillosos—dijo tocando el cabello de su nieta.
—Sé que soy hermosa, siempre me has enseñado a reconocerlo, pero no exageres abuela, tú también eres hermosa.
—Claro que lo soy, como tú—le respondió—Pero no puedes negar que los genes Black son especiales, ¿has visto a Mérope y Draco también? Todos mis nietos son hermosos.
—Te amam...—iba a responderle a su abuela cuando un portazo la interrumpió.
—¡Drella! ¡Drella!—entró su hermano brincando a su habitación—¡Llegó una carta de nuestros padres!
El menor siempre era el más entusiasmado con las cartas de los Lestrange, ya que él era tan solo un bebé cuando fueron detenidos no los recordaba en absoluto en libertad por lo que con esas de alguna forma u otra se sentía unido a ellos.
—Los dejo para que la lean—habló Druella y salió de la habitación.
—Trae eso aquí—dijo Venus pidiéndole el sobre a su hermano—Ven siéntate aquí, Act.
Ambos se movieron hasta el pequeño sofá de la habitación de Mérope y abrieron el sobre.
Como siempre estaba sellado con el símbolo del ministerio y de Azkaban, ellos siempre han supuesto que las leen antes de enviarlas por lo que muchas veces su madre les ha hablado en clave y términos raros.
—¿Crees que padre envió una carta esta vez?—preguntó su hermanito.
—No lo creo, sabes que él siempre envía mensajes en las cartas de mamá—dijo terminando de romper el sobre.
Extrañamente esta vez había dos cartas en el sobre, Venus se extrañó, ¿Acaso los deseos de Pólux se cumplirían y Rodolphus envió una carta?
Venus aprovechó que su hermano se distrajo por un momento con su reflejo en el espejo y vio que afuera de las cartas había algo escrito.
La primera decía:
Para nuestros bellos hijos:
Venus y Pólux, por su cumpleaños.
La segunda decía:
Para nuestra hermosa:
Venus, por sus once años.
La pelinegra quedó aún más confundida, tal vez simplemente le enviaron una carta para felicitarla por el "cumpleaños más importante en la vida de un mago" o algo así. Igualmente escondió ese sobre y solo abrió el que tenía ambos nombres.
—¿Esa es la carta, Drella?—preguntó Pólux y ella asintió—Ábrela ya.
—No seas desesperado.
Abrió la carta y empezó a leer en voz alta...
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Queridos Venus y Pólux,
Mis queridos hijos, quería desearles a ambos un muy feliz cumpleaños. Venus ya son 11 años y sabe todo lo que eso significa (lo hablaremos más en privado), y tú Pólux ya tienes 9 años, estás cada vez más cerca de llegar a ese importante momento en el que está tu hermana.
Como siempre le he pedido a sus abuelos que compren regalos de mi parte y la de su padre, para que sientan que estamos ahí pues somos sus padres, y aunque hemos faltado mucho ustedes siempre serán nuestros niños.
Esperamos que pasen un muy buen día, estarán con sus primos, abuelos y tíos, ellos los harán muy felices hoy. Recuerden que míos solo míos por siempre y para siempre.
Los extraño mucho, su padre igual y les manda saludos dedicándoles las mismas palabras que yo.
Besos y abrazos,
Bellatrix, su madre.
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—De nuevo padre mandó solo saludos—dijo un desanimado Pólux.
—Pero no te pongas así Acturus—respondió dándole una media sonrisa—Él nos quiere igual que madre.
—Si, supongo que sí.
—Igual, sabes que nos tenemos a nosotros verdad?—dijo tomándole de las manos a su hermanito—También tenemos a Draco y Mérope, a los tíos, no nos falta nada.
—Ya cumpliste once, Drella—le dijo algo triste—Ambos sabemos que tendrás que irte, yo me quedaré aquí.
—Solo serán dos años, luego los dos iremos a Hogwarts y estaremos juntos, no solo nosotros sino también nuestros primos—dijo sonriente.
—Tienes razón, bajemos.
Ambos pelinegros bajaron a la sala de estar, donde todos la esperaban, los primeros en correr a ellos fueron sus rubios primos hermanos.
—¡Drella! ¡Act!—dijeron los mellizos.
—¡Cissa! ¡Draco!—respondieron los pelinegros dándose un abrazo.
Los primos acostumbraban a llamarse por apodos sacados de sus segundos nombre, excepto Draco aunque de él fue la iniciativa de llamarlos así, no tenía ninguna intención de que le dijeran Lucius.
—Se demoraron un montón de tiempo—dijo Draco acabando el abrazo.
—Es que llegó una carta de Azkaban, la estuvimos leyendo—les dijo Venus en voz baja.
—Lo entendemos—dijo Mérope—Ahora vengan vamos a divertirnos.
—¡Venus! ¡Feliz Cumpleaños!—gritó Dahpne abrazando a la pelinegra—Por fin ambas tenemos once, iremos a la escuela juntas.
—Así es, aunque me asusta, ya sabes...—le respondió haciendo una mueca.
—No te preocupes por eso, yo estará ahí para salvarte de situaciones incómodas.
—Gracias Dahp.
La celebración siguió su curso. Todos comieron deliciosos platillos preparados por Druella Rosier, y los hermanos Lestrange recibieron muchos regalos.
Druella fue llenada de ropa, accesorios y zapatos. Además de una hermosa mini arpa "de parte de su madre", que sabía el interés de ella en la musica.
Porque si había algo que los Rosier sabían hacer era cualquier cosa relacionada con el arte. Venus, su hermano y sus primos eran muy talentosos en diversas disciplinas, pero en el caso de Venus y Pólux sentía fascinación por la música, sabían tocar un gran número de instrumentos, todo enseñado por su abuela.
Ella no pudo estar más feliz con el arpa, su hermano recibió un violín. Además sus tíos Malfoy le dieron un tocador portátil para que se lo pudiera llevar a la escuela.
Luego de un día lleno de risas, y felicidad sus tíos se despidieron dejando a sus mellizos una noche más en casa de sus abuelos, y Pólux entró a la habitación de su hermana cuando ya no quedaba nadie.
—¿Acturus?
—Mérope y Draco juntaron sus camas para dormir juntos—dijo entrando lentamente—Pensé que yo podía venir a dormir contigo.
—Eso no se pregunta—le respondió extendiendo su brazo para que la abrazara—¿Trajiste tú mantita?
—Sabes que jamás la olvidaría.
Porque sí, Venus y Pólux aún dormían con la mantita de cuando eran bebés, según su abuela Bellatrix las tejió ella misma(con magia claramente), así que ellos sienten que es una manera de estar cerca de su madre.
—Drella...—la llamó su hermano que ya estaba acurrucado en sus brazos—No quiero que te vayas a la escuela, voy a extrañarte.
—No tienes que hacerlo, jamás estarás solo y vendré para la navidad.
—Lo sé, pero igual me harás falta. Nunca nos hemos separado.
—Eso yo también lo sé—suspiró—Pero los cambios son buenos, además Mérope y Draco siempre estarán ahí.
—Ellos son los mejores primos que pudimos haber tenido—rió levemente—Me alegra saber que iré con ellos a la escuela.
—A mi también me alegra, solo espero quedar en Slytherin como madre—dijo mirando esa foto que sus abuelo le había regalado de sus padres cuando aún estudiaban vestidos con sus uniformes de la casa de las serpientes.
—Aunque me falten dos años, yo igual—habló Pólux mirando la misma foto—Quiero que papá algún día me mandé una carta escrita por el mismo sintiéndose orgulloso de mi.
—Lo hará, te prometo que algún día lo hará—dijo dándole una sonrisa tranquilizadora, Pólux bostezó.
—Creo que alguien ya quiere dormir.
—Venus...—la llamó adormilado—¿Me cantarías esa canción que nos canta la tía Narcissa?
—Claro que sí—tomó aire y empezó a acariciar el negro cabello de su hermano.
—Eyes blue like the Atlantic and I'm going down like the titanic...—empezó a cantar—Eyes blue like the Atlantic and I'm going down like the titanic...It wasn't all romantic...Stay hungry, stay foolish
It was their farewell message as they signed off...
—...Eyes blue like the Atlantic and I'm going down like the titanic...—cantó Pólux adormilado.
—...Eyes blue like the Atlantic and I'm going down like the titanic...—terminó Venus viendo cómo su hermano había cerrado sus ojos.
Venus miró a la mesa de noche y vió la otra carta, la que era dirigida solo a ella. Aprovechó que su hermano dormía plácidamente y tomó el sobre para leer su contenido.
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Venus, (con esto fue suficiente para saber que no era de su madre).
Hija, cumpliste tus once años y seguro estás extrañada de que no te ha llegado ninguna carta, pero quería decirte que el causante soy yo.
He hablado con un amigo porque no quiero que vayas a Hogwarts, ahí la educación es muy blanda, y yo quiero que te formes como una bruja con las habilidades necesarias para estar junto a tu madre y yo cuando nos reencontremos.
Así que mañana recibirás una carta del instituto Dumstrang donde Igor Karkarov te recibirá con los brazos abiertos. Solo procura ser la mejor en todo y no te quejes, no irás a Hogwarts y tu hermano tampoco.
Tu padre, Rodolphus Lestrange.
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Los ojos de Venus estaban llenos de lágrimas, no podía creer lo que leía.
Todos sus sueños de ser una Slytherin, de recibir pociones de Severus Snape, de conocer a Albus Dumbledore se habían ido por el caño, ahora, iría a una escuela de la que no sabía nada.
Su vista estaba nublada por las lágrimas, agradeció que su hermano tenía el sueño pesado y se dejó llorar en silencio.
Ella era muy cerrada respecto a relacionarse, y ahora tendría que ir a un lugar donde no conoce a nadie.
—¿Por qué mi padre me odia tanto?—preguntó al aire sollozando—Nunca me escribe y cuando lo hace es para hacerme esto.
La verdad siempre se hacía esa pregunta y le dolía pensar que su hermanito también se la hace a veces, su padre nunca era amoroso en sus cartas y muy pocas eran de él. Y ahora justo cuando recibía algo de su parte era para darle la peor noticia de su vida.
—Me pregunto si madre lo habría permitido tan fácil, pero no puedo hacer nada—se limpió las lágrimas y se aferró a su hermano.
Al menos dentro de dos años estarían juntos, en ese lugar pero juntos.
§
Venus mi reina te amo, también a Pólux, a todos.
Espero les guste, intentaré adelantarla para que vaya a la par de ELECTRIC LOVE.
Nos leemos, voten y comenten.
Xoxo, Ela.
§
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