siete.
(N/T: Cualquier toque, caricia, beso, movimiento sobre su cuerpo debe ser 100% consensuado. La ingesta de alcohol y relaciones a temprana edad son actos que han sido normalizados por la sociedad pero no significa que están bien, tengan cuidado)
VII:
DURMSTRANG
DAY.
Junio 1991. Segundo Año.
VENUS SE LEVANTÓ MUY TEMPRANO, más que todos los días. Era 2 de Junio, día del aniversario de inauguración de Durmstrang.
Todos debían estar en el Mesón Principal a primera hora con sus uniformes de gala. El frío era terrible así que ningún alumno se quejaba de usar el gran chaleco rojo con gorro peludo.
La pelinegra hizo toda su rutina de baño, cuando salió vio que Barbara Krum su compañera de cuarto seguía durmiendo como si fuera sábado.
—¡Balka! Levántate, Karkarov nos lanzará un crucio si no estamos a tiempo—dijo moviendo a su amiga de un lado a otro.
—¡Oh Veka! Solo tienes que batir las pestañas a Karkarov Jr y listo, su padre no nos hará nada—le respondió adormilada. Venus rodó los ojos.
—¿Qué es lo que te pasa? Ahora pretendes que utilice al chico que me gusta para cubrir tu flojera—dijo Venus algo sarcástica.
—¿Ahora no quieres besarlo? Bien que los vi el otro día detrás de los armarios—insistió su rubia amiga—. ¿Sabes? Aún no entiendo, llevan ¿unos qué, casi cinco meses? dándose besos por ahí y el no te pide que seas su novia.
—¡Bárbara! Si quieres dilo un poco más fuerte, creo que no te escucharon en el puerto—le regañó—. Además no me lo ha pedido porque creo que siente que me da miedo decirle que sí.
—¿Ahora quieres esconder su amor? Por Grindelwald, todo el mundo lo sabe—dijo dándole un empujoncito a la pelinegra— ¡Ya sé! Es que estás muy enamorada de mi y por eso me niegas tu romance, pero tranquila si eres tú no me importa ser la otra.
—Claro que sí Balka, estoy súper enamorada de ti ¿no ves? Podría besarte ahora mismo—bromeó alzándole los labios y haciendo sonidos de beso mientras se acercaba.
La rubia puso se mano en la cara de Venus y la alejó. —Aleja tu cara Lestrange, créeme que te besaría ahora mismo, pero estos lindos labios se están guardando para alguien en especial—respondió levantándose de la cama.
—¿Cuándo le dirás a Dimitriv que te gusta? Creo que sientes cosas por el desde tus nueve años algo así—dijo Venus—. Es uno de mis mejores amigos, pero eso no quita que sea un ciego.
—¿Soy muy obvia?—gritó Bárbara desde el baño con el sonido de la ducha de fondo.
—Ambos lo son, y eso que solo tenemos doce—se rió—. No quiero imaginar cuando estén más grandes y como dice mi abuela "con las hormonas alborotadas".
—Cállate, la que ya dio sus primeros besos de esta habitación fuiste tú, no yo—respondió en voz alta.
Venus se sentó frente al tocador y empezó a arreglar su cabello.
—Tal vez, tengo que aceptar que Atanas es lindo, pero no creo que él quiera ser novio de una tonta niña de trece—dijo algo decepcionada.
—¡Que exagerada eres!—exclamó su amiga dando un portazo y entrando de nuevo a la habitación—. El tiene catorce, como mi hermano el cual también siempre ha sentido algo por ti.
—¿Pero que inventas Balka? Tu hermano anda con esta niña Ágatha, los vi el otro día, además dice que soy su mejor amiga.
—Lo sé, pero siempre ha dicho que eres la niña más hermosa que conoce, si te hubiera gustado el y no Atanas yo misma organizaría la boda—dijo cambiándose.
—Deja de decir locuras y cámbiate rápido—respondió levantándose del tocador dándole paso a la rubia—. A veces me preocupas, sueñas muchas cosas locas.
—Que quiera que mi mejor amiga oficialmente sea parte de mi familia no es soñar locuras—habló mientras se peinaba—, o podría ser yo, ya que tú no te quieres casar conmigo...podría casarme con Pólux.
—No lo digas en frente de el o saldrá corriendo a comprarte un anillo—se rió Venus—. Eres su amor platónico desde que fuiste a casa el verano pasado, creo que en sus cartas pregunta más por ti que por mi.
—Es que tu hermanito es una ternura, lastima no pude conocer a tu primo Draco, seguro será igual de lindo y tierno.
—¡Draco es tiernísimo! Parece un pequeño huroncito como los que vemos en las montañas, con el cabello casi blanco—dijo con voz aguda recordando a su primito— ¡Tienes que verlo cuando se lo engomina!
—Tendrás que llevarlo la próxima vez que vaya a tu casa, su melliza es muy linda seguramente se parecen mucho—dijo dándole unos últimos toques a su uniforme.
—Si son muy parecidos, excepto en personalidad, Cissa es más valiente y tiene mucho más corazón, toda un Black como dice mi abuela que ella y yo somos. Me alegra que mañana sea el último día de clases, podré estar para su cumpleaños—respiró fuertemente y algo melancólica—. A pesar de la oscuridad en la que nos crían.
—Tranquila Veka, yo también sé que es ser criada por personas frías y conozco mejor que nadie la falta de afecto—suspiró la rubia—. Tú sabes mi secreto.
—Y está a salvo conmigo...¡Ya no hablemos de nuestras miserables realidades!—dijo poniéndose de pie y tomándo el rojo abrigo—, mientras estemos aquí juntas todo irá bien.
—Tienes razón...—respondió también tomando su abrigo y viendo cómo su amigo se ponía su gorrito—. Vámonos, no quiero que tu suegro nos castigue.
—No podría, yo no podría lanzarle de nuevo un crucio a esa ardilla sin un hechizo silenciador—recordó estremeciéndose.
—Ni yo, es más fácil en clase de Artes Oscuras ya que silencian los gritos, al menos no hemos tenido que lanzarlas a niños o algo así.
—Pero otros si lo hacen, y es perturbador.
Ambas chicas salieron de la torre que era usada para las habitaciones del género femenino y empezaron a caminar hacia el Mesón Principal.
Venus caminaba con la frente, la barbilla levemente hacia arriba, y ese aire de superioridad que tenían los Black, y con los labios sin expresión alguna a pesar del frío. Como buena estudiante de Durmstrang llevaba el uniforme perfectamente liso y su gorro en el lugar correcto.
A pesar de estar tan solo en segundo año, se podría decir que estaba en una escuela donde estabas obligado a crecer más rápido que el promedio.
Solo con los maduros temas, maldiciones y duelos que se manejaban desde primer año, los niños de once se veían obligados a actuar como si tuvieran quince, tanto de mente como de cuerpo para poder soportar todo.
—Listo llegamos, vamos con Viktor—dijo la rubia señalando a su hermano.
—¡Balka! !Veka!—gritó una ya conocida voz—. Espérenme, voy con ustedes.
Venus le dió una mirada pícara a su amiga, —Claro que sí Dim, es más tu adelántate con Beka, yo creo que esperaré al alguien—dijo con una sonrisa recuerdo un pellizco por parte de su amiga. Auch.
—Si, si, si. Idi, potseluy Karkarov Jr s utra *vete a darle un besito de buenos días a Karkarov Jr*, nosotros te esperamos en la mesa con Viktor y Anton—respondió el ojimiel mientras con nerviosismo rodeaba el brazo de Barbara—. Bu-bueno Balka, idti *bueno*.
Venus soltó una risita ante el nerviosismo de Dimitriv, era obvio que el sentía lo mismo por Bárbara.
Suspiró buscando a un rubio en específico, pero al no verlo en su redonda empezó a caminar a la mesa, satisfecha de que al menos le dio a sus dos amigos una excusa para estar juntos.
A los segundos sintió que la tomaban de un brazo, —Dobro utro payak *Buenos días arañita*—dijo una voz que ya estaba empezando a tornarse ronca consecuencia del desarrollo, la voz del mismo chico que le puso ese todo apodo— ¿Cómo está lyubimata mi cherna tochka *mi pelinegra favorita*?
—¿Acaso tienes más pelinegras?—dijo volteándose para quedar frente al rostro de Atanas, alzando una ceja y haciéndose la molesta.
—Parrra nada, eres la única moyat malŭk payak *mi arañita*—respondió acercándola un poco a él, pero no tanto pues estaban en la puerta del Mesón, aún así para nadie era secreto el amorío de la chica Lestrange con el hijo del director.
—Y sigues con ese glupav pryakor *tonto apodo*—dijo Venus rodando los ojos—. Sigo sin entender de dónde lo sacaste.
—¿No es obvio?—dijo burlón—, tienes el cabello tan negrrro como una arrraña, y errres muy buena en duelo, mi padrrre dice que errres sigilosa por lo que tu oponente nunca sabe cuando atacarrrás, como una arrraña.
Venus soltó una leve carcajada, no solo por la comparación sino por las múltiples palabras con "r" que tuvo que decir su novio en inglés, haciendo su discurso más cómico, —Que gran comparación, ti si mnogo inteligenten Atanas *eres muy inteligente Atanas*—le respondió en el mismo tono burlón.
La verdad es que si Venus hubiera dicho eso en frente de otras personas probablemente hubieran tenido que aguantarse la risa. Todos en la escuela sabían lo mal estudiante que era Atanas Karkarov, pero bueno, ser hijo del director tiene sus ventajas.
El chico iba a responderle a su enamorada pero un carraspeó los interrumpió.
—Creo que deben ir a sentarse—dijo la gruesa voz de su director.
—Si, pa- dirrrector Karkarrrov—respondió el rubio llevándose a Venus del brazo hasta la mesa donde se encontraban los hermanos Krum, su amigo Anton y su mejor amigo Dimitriv—Dobro utro *buenos días*.
—Dobro utro *buenos días*, pensamos que se iban a quedarrr toda la mañana haciendo un pequeño espectáculo en la puerrrta del Mesón—dijo Viktor Krum con algo de molestia en su tono.
—Ay Vik, prosto se otpusnete *relájate*—intervino Anton.
—Bueno, veamos que organizaron para el Durmstrang Day de este año—dijo Dimitriv intentando alivianar la tensión creada por el de cejas gruesas hacia el rubio.
—¡Dobre doshli v Durmstramg Day! *bienvenidos al Durmstrang Day*—exclamó Karkarov—. Hoy hemos preparado varias actividades, esperamos participen en cada una de ellas, recuerden que mañana se hará el último EXTASIS y TIMO, luego el 4 de Junio volverán a sus hogares...
Y es que el Durmstrang Day no solo era el aniversario de la escuela, era un día en que toda responsabilidad académica desaparecía. Era un día de celebración.
Los alumnos de quinto y séptimo curso que ya había estado haciendo sus exámenes en esos días no tendrían ninguno programado para este día, y el único restante sería el de Astronomía que se realizaba en la noche del día siguiente.
Por lo cual los estudiantes no desaprovechaban el Durmstrang Day para festejar cómo se debía.
El día pasó con diversas actividades, el primero fue el Gran Desayuno, donde mientras todos comían alumnos del coro hacían una presentación, los del el club de duelo haciendo su tradicional espectáculo con mazos de fuego y personas como Venus mostraban su talento al resto.
Recuerden que Venus toca por lo menos veinte instrumentos, y un talento en el arpa como el suyo no iba a ser desaprovechado por sus maestros.
Así es. Venus tocó el arpa frente a toda la escuela.
Aunque moría de nervios al final sus amigos se encargaron de iniciar una ovación de pie, lo había hecho: magnífico.
Luego de mucho tiempo en el Gran Mesón los estudiantes se dirigían al Campo de Quidditch para presenciar un clásico.
Halcones vs Osos Pardos.
Aunque en Durmstrang no había casas, si había una ceremonia de selección y era para los equipos de Quidditch.
Los aspirantes primero debían pasar una prueba con los capitanes de los cuatro equipos que definiría si eran aptos para jugar en cualquiera de ellos. Luego debían pararse frente a una mesa con cuatros snitch's doradas, una de ellas volaría hacia el aspirante dándole a entender que lo había elegido, cuando el aspirante abra la snitch dentro habría una versión miniatura del animal que representa el equipo donde ingresó.
Viktor, Anton y Dimitriv hacían parte de los Halcones, mientras que Atanas hacía parte de los Osos Pardos. También estaban las Liebres y los Lobos.
No era secreto para nadie que eran los equipos más rivales entre sí, además de los dos mejores. Por lo que un partido entre esos dos era un clásico imperdible.
Venus se encontraba con Bárbara en la grada, tenía un banderín de cada equipo, no podía apoyar solo a uno.
Al final los Halcones ganaron, Viktor agarró la snitch antes que Atanas, dándole la victoria a su equipo.
El partido terminó y los eventos siguieron, espectáculos en el mar muerto por parte de criaturas y estudiantes, un show de luces desde el barco organizado por los maestros y el banquete de fin de curso.
Sí, su banquete de fin de curso era un día antes de su fin de curso, pero no importaba.
[...]
Ahora Venus se encontraba saliendo de los terrenos del colegio, iba de la mano de Atanas, se habían quedado un rato juntos (con uno que otro beso tierno) mientras sus amigos salían hacía algún lugar que Krum y Anton los llevaban.
Tener amigos un año arriba tenía sus ventajas.
—Ya vas a comenzar terrrcer año, payak *arañita*—dijo el rubio.
—Así es, estoy algo nerviosa, mi tía Narcissa dice que ya tengo trece y es un año de muchos cambios—respondió.
—Oh si, y sabes...Mislya, che tezi promeni veche sa zabelezhimi *creo que esos cambios se notan desde ya*—habló con una voz más baja y ronca de lo normal, aparte acortando la distancia entre lo dos.
—¿Tú crees?—le preguntó Venus, el asintió y soltó su mano para rodearla por la cintura—. Entonces puedes decirme cuáles son específicamente.
—Ti si mnogo nevinna, Venera *eres muy inocente, Venus*—le respondió rodando los ojos—. Tu tía habla de cambios en ti ¿entiendes? cada día pareces más zhena *mujer*, yo también estoy cambiando, mi voz es más ronca y estoy creciendo ¿no te parece?
—Si lo he notado en ti, pero no tanto en mi ¿crees que si cambiaré para bien?—le preguntó algo insegura.
—De eso estoy seguro payak *arañita*—susurró en el oído de la pelinegra haciendo que se estremeciera un poco—. Ya eres herrrmosa así, bikh iskal da znam kakvo shte bŭde sled tova *me encantará saber cómo será después*.
—Mhm—fue lo único que pudo responder junto con un asentimiento de cabeza. Sabía que Atanas era el primer chico con el que tenía algo sentimental, y luego de cuatro meses y medio se suponía que el ya no la ponía nerviosa, pero con la cercanía y las caricias del rubio en la curva de su cintura era inevitable.
—Llegamos...—dijo el chico señalando a unos arbustos—. Es aquí, no se escucha nada por el hechizo silenciador, pero ya verás.
Venus asintió con la cabeza y Atanas se encargó de sacar su varita y con una secuencia sobre las hojas del arbusto se abrieron de par en par, dejando ver una carpa que parecía iba a explotar de la música y la gente.
—Los mayores usan el día de Durmstrang para relajarse de los exámenes, todo porque justo ayer fue el de Artes Oscuras, y bueno ya te lo imaginarás como es—habló de nuevo Atanas.
—Wow. ¿Y los profesores no se enteran?—dijo Venus cuando vió correr a alguien sin camisa y con una botella de lo que parecía Vodka de Agapanto.
—No, ellos están casi igual de borrachos que la mitad de las personas ahí adentro—se rió—, hasta mi padre debe estar en su sexta borrachera. ¿Entramos? Tus amigos están adentro, escuché que Krum los trajo.
—E-Eh si, entremos—respondió y su enamorado la guió hasta la fiesta—¿Todos pueden venir?
—No todos, para venir los organizadores tienen que aprobarte, ya sabes para evitar bocones y gente indeseable—le contó el rubio—. Además, una de las reglas para ser aprrrobado es tener más de trece años, y tú mi payak *arañita* ya los cumpliste.
Entraron a la fiesta, Venus miraba todo con curiosidad, era su primera vez en un lugar así.
Por el suelo ya había varias botellas de Vodka de Agapanto (el licor mágico ruso) vacías, además de colillas de cigarrillos, unos cuantos abrigos y gorros. Las luces de colores podrían dejar ciego a cualquiera.
Eso definitivamente era una locura.
—Mira, ahí están tus amigos—dijo Atanas llamando su atención y señalando a un grupo de personas que Venus reconoció—. Ve con ellos, volveré por ti en un rato. Ti si skŭpotsenen *estas preciosa*.
Lo último se lo susurró al oído haciendo que Venus se estremeciera, de nuevo. Sacudió su cabeza y caminó a donde veía a sus amigos.
—Ahí estás, pensamos que no vendrían—le dijo Bárbara.
—Balka, ¿eres tonta o te haces?—cuestionó Dimitriv con sorna—, es obvio que estaban en una sesión de besos.
—Cállate Dim, hablas como si Atanas y yo nos comiéramos, literalmente—respondió rodando los ojos—. Solo quisimos caminar solos, tomados de la mano, es todo.
—Ay Veka, tú y la rubia a veces son tan inocentes que me asusta que les hagan algo algún día—respondió el ojimiel.
—¿Kak vizhdate partito, eh? *¿Cómo ven la fiesta, eh?* Ya me prrresenté con el comité de organizadorres, cuando esté en quinto quiero hacer parrrte—habló Anton sentándose junto a ellos.
—Falta mucho para eso Anton, nie prosto zavŭrshvame treti *apenas estamos terminando tercero*—añadió el Krum mayor—, pero será divertido tenerte ahí, pases a todas las fiestas.
—Segurrro que sí, shte napravya nashite godini tuk, naĭ-dobrite *haré de nuestros años aquí, los mejores*—habló Anton con una sonrisa picarona.
Se quedaron un rato hablando, bromeando y bebiendo ponche en los puff que había encontrado.
Venus aún le temía a probar el alcohol porque lo que había estado bebiendo ponche cítrico sin vodka de agapanto. Bárbara igual, el único que se atrevió a probar fue Dimitriv, pero su garganta se sentía muy precoz para el contacto con el alcohol y no pudo tomarse ni medio vaso.
Al rato de estar hablando con sus amigos, el rubio con el que había llegado se hizo presente a su lado.
—Payak *arañita*—la llamó, por lo que Venus se giró hacia él—, da tantsuvame *vamos a bailar*.
—Razbira se, da, khaĭde *claro que sí, vamos*—le respondió y luego se giró a sus amigos de nuevo—, voy a bailar, ne mi lipsvaĭ mnogo *no me extrañen mucho*.
Dimitriv asintió con la cabeza igual que Anton, Bárbara le guiñó el ojo junto a una sonrisa socarrona, mientras que Viktor rodó los ojos y le hizo un ademán con la mano.
Venus sonrió por última vez y se giró a su novio, las clases de danza que le hacía tomar su abuela a ella y su prima Mérope le habían servido para soltar la cadera y seguir el ritmo de cualquier música.
El sonido de quizás que banda mágica rusa o búlgara sonaba por todo el lugar, Atanas acercó a Venus a sí mismo dejándola muy cerca de él, la tomó de la cintura para guiarla al compás de la música mientras disfrutaba de los angelicales movimientos de enamorada.
Pero había algo que sus amigos le decían todo el tiempo y el parecía olvidar: Venus era un año menor que él, y en Durmstrang esos eran como tres años de diferencia en (in)madurez.
Eso de que en Durmstrang todos crecían más rápido no hacía sólo referencia a que en segundo año ya se les enseña a usar maldiciones imperdonables, más bien se refería a que literalmente todos parecen llevar una adolescencia más apresurada que el resto.
Y bueno, Venus siempre fue la princesa de su casa, ella llegó a Durmstrang en una burbuja de perfección que apenas esté año que ya era considerada "apta" para este tipo de eventos es que se está rompiendo.
—¿Estás cansada?—le preguntó el chico.
—Bueno...me gustaría algo de beber—respondió con un leve jadeo, bailar cansaba—, y creo que también necesito aire fresco.
—Kakvo kazva moyat payak *lo que mi arañita diga*—le dijo con una sonrisa de autosuficiencia.
Fueron a donde el ponche, luego salieron de la bulliciosa carpa y empezaron a caminar entre los árboles de la montaña donde estaba escondido el lugar.
Venus empezó a sentir el frío, seguramente la carpa tenía un hechizo o algo. Ella por su lado solo llevaba una falda negra, con una blusa blanca y un par de botas, había olvidado su chaqueta con Bárbara.
—¿Tienes frrrío, payak?—le dijo el rubio—. Ten, mi chaqueta.
El chico puso el saco sobre sus hombros, aportándole calor y ese olor a lodo y betún que caracterizaba a su chico la invadió.
—Gracias Atan, tolkova si mi sladka *eres muy tierno conmigo*—le dijo tímidamente. Pensaba en las palabras de Bárbara, ella y Antanas llevaban cuatro meses medio demostrándose cariño, pero nunca se lo había dicho, él ni siquiera le ha insinuado que le pediría ser su novia—. Me gusta caminar.
Tal vez hoy era el día.
El rubio soltó una risita. —A mi también me gusta—le respondió—. Bien, eto go *aquí es*.
Era un pequeño hueco entre dos arboles, era levemente iluminado por la luz de la luna. Atanas le hizo un ademán para sentarse ahí.
—¿Byakh li ti kazal kolko si khubava? *¿ya te había dicho lo bonita que estás?—de nuevo le habló al oído, parecía intentar que su voz se escuchara incluso más ronca.
—Si, es como la tercera vez—respondió Venus soltando una risita—, pero gracias de nuevo.
—Es que no me canso de decírtelo—dijo dejando un beso en la mejilla de Venus y luego tomando delicadamente su barbilla con su mano haciéndolo quedar frente a frente, tan cerca que el humo que salía de su bocas por el frío se mezclaba—, ti si naĭ-krasivoto momiche v Durmstrang *eres la niña más hermosa de Durmstrang*.
Atanas se lanzó sobre ella, besándola. Podía sentir su aliento a jugo de naranja con licor, era ra...no, distinto.
¿Pero si ya se habían besado antes por que estaba tan nerviosa?
Ahí se dió cuenta de la respuesta que necesitaba, Atanas ya no le estaba dando uno de sus inocentes besos de siempre, ahora estaba aumentando la velocidad y haciendo señas para que la pelinegra le dejara ingresar su lengua.
Ella accedió, no por completo pero fue suficiente para el rubio, que lentamente empezó a meter su mano por la blusa de Venus.
—Atanas...—alcanzó a decir entre besos—, Atanas no...¡ne iskam! *¡no quiero!*.
—¿Kakvo stava? *¿pero, qué pasa?*—dijo frustrado.
—Es que tú metiste la mano dentro de mi blusa, y el beso...y-yo no...—empezó a balbucear, estaba demasiado nerviosa.
—¿Calma sí? Amo tu sensual acento inglés pero esta vez, calla—le respondió—. Esto es lo que hacen los novios ¿si?
Venus se sorprendió y abrió los ojos ante eso—¿Tú y yo somos novios?
—Ochevidno *obviamente*, ¿no lo ves? Llevamos más de cuatro meses saliendo, nos besamos, andamos de la mano por los pasillos,vamos a el pueblo juntos, ¿quieres algo más?—le dijo aún bastante cerca de ella.
—E-Eh, es que tú nunca me lo pediste, n-no tenemos una fecha especial...nada—contestó algo nerviosa por la cercanía del chico, podía sentir su respiración en su cuello.
—¿Necesitas una fecha para sentir que si eres mía?—cuestionó recalcando la última palabra y dejó un beso en el cuello de Venus—, bueno entonces hoy, 2 de Junio ¿te parece?
—Bu-bueno sí, está bi...—Venus iba a terminar la oración pero fue interrumpida por los labios del que ahora se supone era su novio.
Aunque al principio el beso iba como los que Venus recordaba, el chico volvió a ese ritmo desenfrenado y hambriento de antes, Venus intentaba seguirle el ritmo ya que no se sentía del todo mal.
Pero de nuevo insertó su mano bajo la blusa de Venus, aunque estaba algo incomoda intento ignorarlo, ¿oficialmente eran novios, no? y Atanas dice que eso hacen los novios.
Se tensó completamente cuando sintió la mano del rubio acercarse a la línea de su corpiño. No pudo más, estaba incómoda y no quería hacerlo.
—Atanas...no....spri se *detente*—se alteró al ver que chico no la escuchaba, así que lo empujó—, te he dicho stiga veche *basta ya*.
El chico estaba fastidiado, sabía que no podía obligarla a nada por lo que se levantó de donde estaba sentado con fastidio.
—Se supone que eres mi novia, y esto hacen las parejas, pero bueno...—le ofreció la mano y la ayudó a ponerse de pie—. Está bien, volvamos a la fiesta a ver si se te pasa...lo mojigata—lo último lo dijo en un susurro que pensó que Venus no escucharía.
Pero si lo escuchó. Y ahora se sentía mal, ¿Atanas ya no estaría con ella por eso?
Volvieron a la fiesta, Venus corrió a donde Bárbara, mientras que Atanas se perdió entre el tumulto.
—¿Y esa cara? ¿Peleaste con Karkarov Jr?—preguntó la rubia al ver a su amiga, pero Venu no respondía—. Veka...¡Venus!
La pelinegra salió de su trance.—Bueno, no peleamos exactamente—empezó a contar—, solo que él quiso pasar a un nivel de besos que yo no estaba lista.
—Pues el no puede obligarte a nada Venus, recuerda lo que nos dijo la profesora Dolka—le dijo rodeando a su amiga con los brazos de forma protectora.
La profesora Dolka era una de las únicas dos maestras mujeres de la escuela, ella ha diferencia de Troncha Toro no hacía caso omiso a lo bruscos que podían llegar a ser ciertos muchachos de la escuela, por lo que en sus clases siempre dejaba que los niños salieran antes y les daba charlas a las chicas.
—Si, lo sé, pero la abuela siempre me dice que la mujer complace a su novio y yo falle en eso—suspiró—, ¿sabías que éramos novios?
—¿Cuándo te lo pidió? ¡No me contaste, perra!—le reclamó la rubia.
—Cálmate Balka, claramente te lo hubiera contado—habló Venus—, pero es que jamás me lo pidió como tal, solo dijo que hacíamos cosas de novios y por eso lo éramos.
—Que raro, pero tal vez así funcione para él—la rubia se alzó de hombros—, mi padre dice que un problema que tienen las mujeres es que cuando no le gusta no lo dicen, así que si no quieres ser ese tipo de mujer ve y habla con el.
—¿Tú crees que debo hablar con el?—cuestionó y su amiga asintió con la cabeza—, es que se veía algo fastidiado porque interrumpí nuestro beso.
—Tal vez lo está, pero si no hablan nada se resolverá.
—¿De qué hablan?—dijo Dimitriv haciendo acto de presencia.
—De como Venus no quiso besar a Atanas y ahora él está enojado—habló Bárbara.
—¿No quisiste besarlo? Pero, los vemos todo el tiempo—respondió algo burlón.
—¡Lo sé!—Venus suspiró con frustración—, es solo que quiso subirlo de tono y no me gustó.
—Te entiendo, el no puede obligarte a nada—le respondió—, mi hermana dice que los chicos piensan con la tercera cabeza, no se muy bien a qué se refiere, pero estoy segura que intenta decirnos tontos.
—Tú hermana parece muy sabia—dijo Venus—, ojalá yo supiera tanto de chicos, a veces no lo entiendo.
—Pues Dasha tiene dieciséis y estudia en Beauxbatons, supongo que tiene experiencia—respondió encogiéndose de hombros.
—Los franceses deben ser lindos—dijo Barbara con un risita haciendo que Dimitriv rodara los ojos—, de-deben ser, no he dicho que son, tal vez s-son feos.
Venus rio ante la actitud de sus amigos. ¿Cuánto tardarán en decirse que se gustan?
—Está bien, hablaré con él—dijo Venus levantándose de su asiento.
—Solo recuerda que no puede hacer nada que no quieras—le recordó Bárbara.
—Y si te rompe el corazón, entre Viktor, Anton y yo podemos deshacernos de él—añadió Dimitriv guiñandole un ojo.
—Sobre todo tu...flaquito—se burló la pelinegra mientras buscaba que caminó tomar para encontrar al chico.
—¡Hey! ¡He ganado masa corporal!—se defendió, Venus solo se volteó para guiñarle un ojo en burla y seguir con su camino.
—¿Has visto a Atanas?—le preguntó a un chico de su año.
—Lo vi salir por esa puerta de la carpa, supongo que fue a fumar o algo así—respondió el chico alzándose de hombros.
¿Fumar? ¿Acaso Atanas fumaba y yo no lo sé?, pensó.
Salió por la parte indicada y caminó unos pocos metros. Y lo vio, estaba de espaldas, apenas podía verlo pero sabía que era él, así que apresuró el paso hasta donde el rubio.
Cuando llegó sintió como si el corazón le bajara hasta el estómago, no podía ser.
—¡Atanas Karkarov!
§
¿Qué creen que está haciendo Atanas?
Primer salto temporal, ya estamos en 1991 y final del segundo año de Venus.
Este capituló esta resubido, por temas de línea temporal que ya fueron resueltos.
Espero les guste. Voten, comenten y síganme en Instagram como @/ela.moony_13 ahí habló de mis fanfics.
Xoxo, Ela.
§
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