seis.

VI:
BLUDGERS
HUMANAS

Octubre 1990 - Segundo Año.

EL SEGUNDO AÑO DE LOS GEMELOS APENAS HABÍA EMPEZADO, e iba como acostumbraban, un par de bromas inocentes, fastidiar a los Slytherin, intentar rendir en la escuela, lo común.

Pero este año algo había cambiado, una variable más ha sido añadida a la lista de cosas para hacer en Hogwarts, y es que ya estaban en su segundo año.

Iban a entrar al equipo de Quidditch.

Como cada medianoche y gracias al increíblemente útil mapa del merodeador los gemelos se alistaban para asaltar el armario de escobas de la escuela y salir a practicar.

¿Y quién los entrena? Fácil, la única persona que sabía tanto de Quidditch sin jugarlo: Romeo Lupin.

—Bueno par de repetidos, es hora de entrenar—apareció Romeo por las escaleras de los dormitorios masculinos. Llevaba puesto un pijama rojo con rayas doradas y un suéter de Gryffindor encima.

—¿Por que tu vas en pijama y nosotros tuvimos que ponernos uniforme?—preguntó Fred.

—Tal vez porque los que quieren entrar al equipo son ustedes y no yo—respondió obvio.

—Deberías intentarlo, serás una gran cazador, ¡podrías ser capitán!—dijo George.

—Podría, pero no soy amante del campo de juego, además le tengo miedo a las bludgers—respondió haciendo un montón de movimientos con su manos imitando jugadores y pelotas—, no es bonito que la función de los rivales sea golpearte la cara.

—No me molestaría golpearle la cara a Pusey—hablo Fred.

—Ni a mi a Diggory—término George.

—Ow Georgie sigue molesto por lo que pasó con Diggory en clase de encantamientos—se burló Romeo.

—Me sorprende que no le hayamos hecho ninguna broma hasta ahora—añadió Fred.

—Hasta a mi me sorprende, pero supongo que no sera asi mucho tiempo, ¿cierto Georgie?—añadió Romeo.

—Definitivamente estoy planeando algo grande, pero por mientras le haré creer que no hay rencor de mi parte, así bajará la guardia—respondió el gemelo menor.

—Amo tu idea hermano, pero también amo la idea de entrar al equipo así que andando—hablo Fred.

—Su entrenador estrella los dejara tan bien entrenados que su hermano se olvidara que son hermanos y solo los dejara entrar al equipo—añadió Romeo mientras salían por el retrato de la dama gorda.

—Charlie solo jugará la mitad de este torneo de Quidditch—avisó Fred.

—Dijo que quiere irse a Rumania y estudiar dragones, por lo que el resto del año se concentrará en sus ÉXTASIS—siguió George.

—Bueno, entonces en el siguiente entrenamiento dirá quien será el nuevo capitán para que se vaya preparando—dijo Romeo sacando su varita y aquel pergamino que tanto los ha acompañado—. «Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas»

—Estoy seguro que será Wood, es el único tan adicto a Quidditch como para llevar el equipo bien y es super competitivo, lo que necesitamos para seguir la racha ganadora—hablo Fred.

—Yo también creo que será él, además es un excelente guardián y como un plus se odia con Flint, el cazador de Sytherin—contó George.

—Escuche que él será el próximo capitán de Slytherin, al parecer a Higgs le ofrecieron el lugar pero dijo que aunque seguiría siendo el buscador quería concentrarse en sus exámenes-hablo Romeo—. Vengan por aquí.

—Si yo fuera un Slytherin le pediría de rodillas a Higgs que acepte el puesto, ya sería suficiente con ver la horrible cara de Flint en clases y la sala común como para tener que verlo en los entrenamientos dando órdenes—se burló Fred.

—Soy Marcus Flint, soy un horrible troll y si atrapas es snitch voy a llevarte a cueva y rostizarse como a un pollo—se burló también Goegre haciendo sonidos y muecas de ogro. Romeo y Fred tuvieron que taparse la boca con una mano para no estallar de la risa y ser descubiertos.

Los tres amigos siguieron caminando por los pasillos de la escuela, riendo una que otra vez por alguna ocurrencia de cualquiera de ellos, dejando algunas bombas fétidas o regalos para Filch.

Todo sin ser descubiertos gracias al mapa del merodeador, así estuvieron hasta que pudieron salir de los terrenos del colegio.

Llegaron al campo y luego de asaltar el armario de implementos de Quidditch se acomodaron en el medio de este con tres escobas, una maleta que contenía las respectivas pelotas y tres bates.

—Bien debemos descubrir para qué puesto están hechos, así que empecemos con la snitch-aviso Romeo tomando la pelotita dorada—. Yo la lanzare al aire y ustedes dos van a buscarla, yo tomaré su tiempo y veré que tan fácil se les hace encontrarla.

—Bien—respondieron los gemelos subiendo a sus escobas y alzando vuelo.

—Cuando quieras Ro—dijo Fred.

—Uno...Dos...Tres...¡ya!—el Lupin soltó la pequeña pelota al aire y se elevó en la tercera escoba para tener una mejor vista de los movimientos de sus amigos.

El tiempo pasó y ninguno de los dos gemelos daba señales de encontrar el artefacto, ya incluso estaban dando vueltas en el campo sin ningún sentido, no tenían ni idea de la pelota.

—¡La tengo!—gritó alguien y los dos gemelos se dieron la vuelta, sí, ninguno la había encontrado, fue Romeo quien la atrapó—. Creo que su posición definitivamente no es la de buscadores, intentemos lo de cazadores.

—Creí que jamás lo diría—dijo George—, no sé como hace Charlie para encontrar esa dichosa pelotita.

—Ya yo estaba a punto de solo quedarme ahí y esperar que la snitch apareciera por obra de Godric—añadió Fred.

—Bueno, ¿listos?—los llamó el castaño—. Ahora voy a volar con la quaffle y ustedes tienen que intentar quitarmela, cuando el primero de ustedes lo haga yo saldré del juego y tendrán que quitarsela entre ustedes, porque cuando haga sonar el silbato el que la tenga debe ir a anotar el punto. ¿Entendido?

—Entendido—corearon los dos pelirrojos.

Romeo se subió en el aire, en todo el medio del campo mientras tenía a un gemelo de cada lado a unos tres metros de distancia, llevaba la quaffle en las manos. Se agarró más fuerte de su escoba y empezó a volar.

—¡Ahora!—gritó y empezó a dar giros y vueltas por el campo, Fred y George se miraron entre si con confusión, el Lupin sabía volar—. ¿Que esperan par de zanahorias? ¿una invitación?

Oh no, Romeo ya se había metido en su papel de director técnico.

Fred fue el primero en reaccionar para ir tras Romeo, George reaccionó unos segundos después pero fue tras su gemelo. Lupin era imposible de alcanzar, probablemente durarán un buen rato así.

Finalmente después de un rato Fred logró quitarle la pelota al castaño, luego George se la quitó a su gemelo, pero al final Fred la recuperó y cuando Romeo sonó el silbato fue quien pudo marcar el punto.

—¡Bien! Pensé que nunca me quitarian esa pelota—les dijo acercándose a ambos.

—¿Por qué no nos dijiste que volabas tan bien?—exclamó Fred.

—Romeo piénsalo, serias un gran cazador por Merlín solo mírate—le dijo George.

—Prefiero dar órdenes sin involucrarme en el juego, ¡como los directores técnicos de fútbol muggle!—dijo con emoción, pero ninguno de los gemelos supo a qué se refería por lo que solo asintieron con confusión—. A veces veo partidos de deportes muggles con papá, el tío James y mi primo Harry, y los directores no juegan, solo dan órdenes, organizan jugadas e indican cómo deben entrenar.

—Aaah—corearon los gemelos.

—Bueno como sea, no estuvo mal pero se tomaron mucho tiempo por lo que no creo que sea suficiente para un lugar como cazadores—les dijo mirando una libreta donde había estado anotando todos sus movimientos—. George tú eres más rápido, pero definitivamente Fred es más hábil para quitar una quaffle, intentemos con lo de guardianes.

—¿Crees que yo deba presentarme a cazador...—inició Fred.

—...y yo a otra posición?—siguió George.

—De eso hablaremos al terminar el entrenamiento—les respondió—. Bueno ahora, primero Fred irá al arco y yo lanzaré quaffles que debes evitar que entren al arco, luego George hará lo mismo y veremos cuánto pueden tapar, ¿listos?

—Listos—dijeron y luego Fred se puso frente a los arcos, mientras que George ayudaría a Romeo a lanzarle pelotas.

—¡Ya!—Romeo y el gemelo menor empezaron a tirar pelotas.

Fred no atrapó ni una.

—Bueno Freddie, es suficiente—indicó el ojiverde—. Seguimos contigo George.

—Espero que te vaya mejor que a mi—le dijo Fred a su hermano mientra cambiaban de lugares.

—¿Listo, George?

—Listo, Romeo...¿Listo Fred?

—Listo George.

—¡Ahora!—grito el Lupin, Fred empezó a lanzar pelotas a su hermano junto con Romeo, pero al igual que él no lograba atrapar ninguna.

George se frustro demasiado, hasta el momento no habían podido ser los suficientemente buenos para ninguna posición y enserio querían entrar al equipo, aunque al menos Fred se había mostrado habilidoso con la quaffle, seguramente con práctica sería un buen cazador pero él nada.

Fue tanta la frustración del gemelo que se le vino una idea a la mente. Si no puedo usar mis manos para tapar esas cosas, tendré que usar otra cosa.

—Accio bate—exclamó sacando su varita y el bate llegó hasta sus manos.

—¿George pero que—Romeo se quedó callado cuando vio que George empezaba a tapar todas las quaffles con el bate—. ¡Fred llama un bate y unetele!

Accio bate—dijo el gemelo mayor, cuando llegó empezó a devolverle a George todas las quaffles que tapaba.

Romeo estaba impresionado con lo habilidosos que estaban siendo los gemelos con los bates, sonrió para sí mismos cuando recordó que los últimos bateadores que tuvo Gryffindor estaban en su último año.

Bajo hasta la maleta con los implementos de Quidditch y la abrió para lo que sería la prueba final, lo que definirá que tan buenos bateadores resultan el par de pelirrojos.

Romeo soltó las bludgers.

—¡Hey! ¡Ahí van las buglers!—les gritó mientras subía, con cuidado porque uno de sus mayores miedos era que una de esas pelotas locas le diera en la cara—. Ahora muestrenme que tan buenos pueden ser con esas cosas.

Fred y George lo estaban haciendo tan bien que no parece que hubieran sido un asco en todas las pruebas anteriores, Romeo estaba feliz al ver que sus mejores amigos habían encontrado su lugar en el equipo.

Cuando se cansaron los tres bajaron al suelo del campo. Lupin cómo pudo guardar las dos pelotas locas y se tiraron en el pasto.

—¡Eso fue...Genial! ¡Fueron como unas bludgers humanas!—exclamó el castaño—. Definitivamente serán golpeadores.

—¿Bludgers humanas? Me gusta como suena, ¿cierto Freddie?—dijo George y su gemelo asintió de acuerdo—. Pensé que no logramos ninguna posición-confesó.

—Digo lo mismo—añadió Fred—. Pero gracias a nuestro mejor amigo lo sabemos.

—Enserio gracias, Romeo—dijo George—. Deberías decirle a Charlie que te ponga de consejero del capitán o algo así.

—Puede ser...lo pensaré y de nada chicos, ustedes son mis mejores amigos y para estos estamos—respondió Lupin, recordando las veces que su padre le decía que hiciera un buen grupo de amigos, pues era lo mejor que le podía pasar a alguien en la vida, Romeo siempre se había preguntado si aparte de su tío James su padre había tenido más amigos—. Pero bueno, basta de sentimentalismos, es hora de volver tenemos pociones mañana.

—No puede ser—dijeron ambos pelirrojos al unísono.

Luego de quejas, jadeos, y de que Fred dejara ir una bludger solo por una "excusa para quedarse en el campo más tiempo", los tres recogieron las cosas, dejaron todo en los escoberos y con ayuda de su infaltable mapa lograron llegar a la sala común sin problemas.

Se dieron una ducha, despertando a Lee y aprovechando para contarle todo lo que hicieron, el moreno estaba tan adormilado que seguramente no recuerde nada mañana. Al final los cuatro se acomodaron en sus camas y durmieron.

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Como era de esperarse los cuatro chicos se levantaron más tarde de lo que debían, estaban tan cansados que no sintieron el despertador sino hasta que Lee regresó a la habitación pues sus tres amigos no llegaban a desayunar, a falta de tiempo y teniendo primera hora con Snape apenas pudieron hacer sus rutinas de baño y ponerse las túnicas.

Ahora los cuatro amigos se encontraban camino (más bien corriendo) a clase de pociones, sin desayuno y aun cansados con el entrenamiento de la madrugada.

—Entonces...yo...me siento con...Lee hoy—hablaba Fred entre jadeos por la carrera que estaban teniendo en la parte más baja del castillo.

—Si...y yo con...Romeo—habló de igual manera George.

—Y mañana....ustedes dos juntos...y yo con..Lee—añadió Romeo jadeante.

—Bien...-siguió Lee-...Solo espero cierta...persona no quiera...quitarnos a Georgie.

Sí, cierta persona muy interesada en el gemelo menor.

—¿Por qué corremos? ¿Desde cuando queremos entrar a pociones?—preguntó Fred bajando la velocidad.

—Desde que las pruebas de Quidditch son hoy y no podemos darnos el lujo de una detención—respondió su gemelo.

—Yo ni sé porque corro, yo no quiero entrar y Snape prefiere no tener que verme—añadió el castaño.

—Porque somos buenos amigos y queremos ir a verlos en su prueba—le dijo su amigo de rastas dándole unos golpecitos en el hombro—. Además Snape prefiere no tener que vernos a ninguno de los cuatro.

—Pero sabes que conmigo es peor, Lee—le dijo el de rulos.

No era sorpresa para nadie que Snape los odiara, pero el que más sufría del grupo era Romeo Lupin, el profesor simplemente no lo soportaba.

¿Por qué? Ellos se hacían esa pregunta todos los días de su vida.

Se asomaron a las mazmorras aliviados porque no vieron al profesor Snape en el aula de pociones, la gente aún estaba de pie y hablando entre ellos.

—Hola chicos—los saludó Angelina que ya estaba sentada en uno de los pupitres.

—Hola Ange—saludaron los cuatro.

—¿Estás sentada sola?—le preguntó Lee señalando el asiento vacío a su lado, ya que en las mazmorras los asientos eran de a dos.

—No, Alicia me acompaña...y ahí está—respondió volteando a donde venía su amiga.

—Hola chicos...Hola Georgie—saludó Spinnet con voz aguda. Los cuatro le devolvieron el saludo—. Aún no entiendo cómo es que los Slytherin llegan tan temprano a las clases de Snape.

Era cierto, nadie de las demás casas se explicaba como es que los Slytherin parecían llegar a todas las aulas más rápido que el resto.

—A mi también me gustaría saberlo, es imposible llegar tan rápido—dijo Fred.

—Y más raro aún es que nadie los vea llegar, solo aparecen aquí—añadió Lee.

—¿Creen que tengan un pasaje secreto o algo así?—inquirió George—. Sería genial tener acceso a algo así, no para llegar a la clases...

—Para las bromas—respondieron Fred y Romeo,

Los cuatro chicos hablaban del tema haciéndose los locos en parte, porque los cuatro sabían que si tenían acceso a algo similar. Aun así, en sus esfuerzos por intentar descubrir el secreto de las serpientes no había tenido éxitos.

Literalmente en el mapa solo podían ver como si aparecieran y desaparecieran de un lugar a otro, pero eso era imposible, algo más debe haber ahí.

—Es que yo definitivamente no lo usaría para llegar temprano a clases, entre más tarde en llegar a las mazmorras mejor para mi—dijo Romeo dándose en la frente con la pared —. Por mi no diera esta clase, Snape está a punto de pedir a Dumbledore no darme clases más nunca.

—Eh...Romeo—habló Angelina algo nerviosa.

—Esta detras mio, ¿cierto?—dijo cerrando los ojos con resignación, pero antes viendo como todos asintieron con la cabeza. Aquí vamos de nuevo.

—Déjeme decirle señor Lupin que las ganas no me faltan...—siseó la voz de su profesor, los cinco quedaron helados—. Pero déjeme decirle que estoy obligado a darle clases, solo evite chocar su cabeza contra la pared de mi aula, no quiero que la ensucie.

—Como si este lugar estuviera limpio—susurró el castaño mientras entraban detrás del profesor-. Ven George, hagamos esto rápido.

—Georgie, ¿me puedo sentar contigo?—preguntó Alicia moviendo las pestañas.

—Em...lo siento Alicia, pero había quedado de sentarme con Romeo y Fred con Lee—le respondió algo apenado.

—Oh...tranquilo Georgie, me sentaré con Ange entonces—le respondió.

—Alicia...—la llamó y ella respondió con un «¿si?»—. ¿Podrías no decirme Georgie? Solo Fred, Romeo y Lee lo hacen.

—Oh...sí claro—respondió y se fue a su mesa.

A Alicia el gemelo menor le parecía muy lindo, incluso más que Fred, ella sentía que lo disimulaba pero la verdad no tanto.

—Ya quiero que volvamos a la sala común para que sigamos viendo el mapa—les susurró Fred.

—Yo igual...

La clase siguió normal, Snape como siempre dio una pequeña lección sobre la poción que trabajarian en la clase y luego anotó los ingredientes junto la página de su libro con la que deberían guiarse para que la realizaran.

George en equipo con Romeo y Fred en equipo con Lee. Todo iba bien hasta que...

¡BUM!

George había tomado algo que no debía para que cuando Snape revisara su pocion su cabello cambie a rojo, pero algo paso ahora Romeo parecía un tomate con rulos.

—George, ¿que hicimos?—exclamó el ojiverde.

—Eso no debía pasar...—dijo el pelirrojo menor.

—¡Lupin! ¡Weasley! ¿Que han hecho?—gritó Snape, Romeo le recordaba tanto a su padre que le daba cólera, además sabiendo quien era su padrino...—. ¡Ambos a detención!

—¿Qué? ¡Pero hoy son las pruebas de los equipos de Quidditch!—se quejó George, mientras su amigo se miraba en el reflejo del caldero.

—¡George tiene que presentarse conmigo!—exclamó Fred.

—¿Con que quiere unirse a su copia? Perfecto señor Weasley, usted también irá a detención—le ordenó el profesor.

—Si quiere déjeme a mi solo, haré triple detención si es necesario, pero déjelos ir a las pruebas—suplicó Romeo, él haría cualquier cosa por sus amigos—. Es enserio profesor.

—Así no funcionan las cosas, Lupin—bramó—. Usted no vendrá a decirme cómo tengo que colocar mis castigos. ¡Los tres tendrán detención hoy y punto!

—Pero prof...

—¡Pero nada! Y pídale a Merlin que su compañero sepa quitarle eso de la cara...

Los involucrados querían llorar de la impotencia. En un ataque de rabia, Romeo terminó haciendo la poción de manera perfecta en cinco minutos, él era muy inteligente, su vagancia era a propósito igual que la de sus mejores amigos.

La clase termino y Snape tuvo que aceptar que su poción estaba bien hecha, mientras salían lanzó un hechizo sobre Romeo quitándole el rojo de la cara, el ojiverde ni dio las gracias, odiaba tanto a Snape que si sus amigo no le hubieran dicho no se habría enterado que ya no parecía un tomate.

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La hora de detención llegó, los tres fueron acompañados por Lee hasta las mazmorras, pero tuvo que irse cuando fue echado por Snape. Charlie había regañado a los gemelos por no evitar meterse en problemas justo hoy.

Las pruebas comenzarán media hora después del inicio de su detención.

—Tenemos que hallar la forma de salir de aquí—dijo Fred apenas Snape cerró la puerta con llave.

—Nuestra magia es inútil. Snape hechizó la puerta—respondió Romeo, viendo a un punto fijo y sin ganas.

—Vamos Ro, tu no eres de los que se resigna, ¿lo olvidas?—intento animarlo George.

—Es mi culpa, yo te dije que fastidiaramos a Snape por lo que dijo en la puerta—dijo, en realidad sintiéndose muy culpable de que sus amigos no estuvieran camino a las pruebas en este momento—. Además Snape sabía que las pruebas eran hoy, lo hizo a propósito.

—Tu lo has dicho, lo hizo a propósito...—habló Fred acercándose a su amigo castaño.

—Y seguro con la intención de que te sintieras culpable—respondió George también acercándose.

—No lo sé...como sea es mi culpa, ustedes deberían estar camino al campo y no aquí—les volvió a decir mirando al pizarrón.

—Busquemos la forma, si no podemos usar magia contra la puerta...—habló George.

—Debe haber otra manera de usar la magia-termino Fred.

—¡Con las pociones!—dijeron al mismo tiempo haciendo que su amigo por fin los mirara.

—Vamos No, te necesitamos para esto—lo animó Fred.

—Esta bien, veamos qué podemos hacer—dijo levantándose y caminando al estante.

—Necesitamos algo que explote la puerta—dijo George.

—O que la tumbe—añadió Fred.

—O que simplemente derrita la cerradura—habló Romeo por fin y ambos gemelos lo miraron—. Como en una película muggle que vi, fundieron la cerradura para lograr abrir la puerta, está seguro tiene un hechizo así que necesitamos algo que "derrita la magia".

—Y volvió el Romeo que amamos—dijeron los gemelos al unísono.

—Busquemos lo que sea vea mas asqueroso, caliente y viscoso de estos estantes—dijo George.

—De acuerdo contigo hermano—contestó Fred—. ¿Listo Romeo?

—Listo Fred, ¿Listo George?

—Listo Romeo., ¿Listo Fred?

—Listo George—habló de último—. Manos a la obra.

Así como dijeron buscaron los que eran tal vez los ingredientes más peligrosos de la despensa de Snape, aun tenia quince minutos. Al cabo rato tenían una mezcla tan asquerosa que temían le hiciera huecos al caldero.

—Esto debe funcionar—habló Romeo.

Tiraron la mezcla sobre la puerta, era tan corrosiva que fundió toda la cerradura y parte de la madera, al parecer eso debilitó el hechizo y pudieron abrirlo con un alohomora sumado a una patada.

—¡Funcionó!—gritaron los tres.

—«Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas»—dijo Fred rápidamente sacando el mapa.

-~No hay moros en la costa, gran frase muggle Romeo-~habló George viendo que Snape no estaba en el radar.

-~Bueno amigos, tienen unas pruebas a las que llegar-~le recordó Romeo.

Los tres salieron corriendo a su sala común para buscar lo necesario, asaltaron un escobero en el camino y luego llegaron a las afueras del colegio usando uno de los pasadizos del mapa, nunca había corrido tan rápido en su vida.

Así fue hasta que llegaron al campo de Quidditch. Ahí estaba Lee y Katie Bell en las gradas, mientras que Angelina y Alicia estaban abajo con los aspirantes, todos les sonrieron cuando los vieron llegar. Unas más que otros.

—...Y por eso he decidido que Oliver Wood será su capitán desde mi retiro en Enero—Charlie estaba terminando de anunciar el nuevo capitán cuando llegaron.

—Venimos...a presentarnos...—habló Fred con una clara falta de aire.

—...Para...golpeadores...—siguió George en las mismas condiciones.

—Es injusto, son hermanos de Charlie—dijo uno de los aspirantes, ganándose malas miradas de los gemelos y Romeo que había llegado con ellos.

—Si son malos no entrarán, me vale que sean mis hermanos—le contestó Charlie—. Gryffindor no puede perder su racha ganadora, además Oliver me ayudara y si él no está de acuerdo no entran.

—A sus lugares, empezaremos esto ya—habló Oliver dando inicio a las pruebas.

Pasaron los cazadores, buscadores de repuesto y finalmente los golpeadores. Fue el turno de Fred y George, que como era de esperar sorprendieron a todos.

—Wow Charlie, tus hermanos son como...—empezó a decir un asombrado Oliver.

Bludgers humanas, lo sé—le interrumpió Romeo. Viendo a sus amigos descender a donde estaban todos.

-&Creo que tenemos nuevos golpeadores, ¿Si o no, Wood?—dijo Charlie y el guardián asintió de acuerdo—. ¿Dónde aprendieron a jugar así? Ni en la madriguera lo hacían tan bien.

—Bueno, fuimos entrenados por el mejor—dijeron abrazando a su amigo por los hombros.

—¿No te interesa entrar al equipo, Romeo?—le preguntó Charlie.

—Prefiero entrenar desde la distancia—respondió.

—Entonces tu y yo tenemos mucho de qué hablar—le dijo Oliver.

Ese día Fred y George pudieron llegar a su prueba y convertirse en golpeadores. Romeo terminó siendo como consejero del capitán. Además Angelina y Alicia también habían conseguido puesto como cazadoras y Snape tuvo que aguantarse las ganas de ponerles otro castigos, pues luego de que Charlie le contara todo a la profesora Mcgonagall, de la emoción los libro completamente de Snape.

Había sido un buen dia.

§
Holi. Volví.

Por fin terminé la escuela y podré estar aquí más seguido.
Lo siento por desaparecer tanto tiempo.

Espero les guste, este fue otro cap de los gemelos en Hogwarts.

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Xoxo, Ela.
§

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