doce.
XII:
PRIMERA VEZ EN EL EXPRESO.
VENUS SE ENCONTRABA BASTANTE NERVIOSA, estaba a minutos de salir camino a la estación King Cross para iniciar su tercer año de escuela y primer año en Hogwarts.
Su único consuelo era que volvería a ver a su amiga de la infancia Daphne Greengrass, una rubia sangre-pura que sus abuelos le presentaron cuando era pequeña para que tuviera alguien de su edad con quien jugar.
Terminando de arreglar su baúl, Venus se dio la vuelta dándose cuenta que su abuela estaba en la puerta viéndola con una sonrisa nostálgica.
—Me recuerdas tanto a And...Bella, me recuerdas tanto a tu madre—dijo Druella acercándose a su nieta—. Estás cumpliendo su sueño.
—Sé cuánto madre deseaba que asistiéramos a Hogwarts, pero padre me hizo ir a Durmstrang dos años—habló Venus—. No me arrepiento, conocí a mis mejores amigos ahí, pero ahora tener que dejarlos es difícil.
—Te entiendo, los cambios son difíciles pero siempre son buenos—tomó a su nieta por ambos brazos—. Estarás bien, tal vez incluso encuentres algo bueno por allá.
—¿Encuentre algo bueno?—cuestionó la menor.
—Claro, un mago sangre-pura de buena familia—respondió la mayor—. Alguien que se robe tu corazón y con el que puedas seguir el linaje.
—¿Y si no lo encuentro? Digo, tal vez ninguno me caiga bien o algo por el estilo—dijo algo nerviosa, ella iba a entrar a tercer año y ya su abuela le estaba hablando de relaciones.
—Querida, siéntate—Druella guió a su nieta a la cama donde ambas tomaron asiento—. Mira, enserio quiero que encuentres a alguien que sea para ti y ames plenamente, es lo mejor, así como tus tíos Narcissa y Lucius.
—¿Qué hubiera pasado si no se hubieran enamorado?
—Probablemente hubiéramos tenido que casarlos por conveniencia o alguna otra mujer se hubiera ofrecido a Lucius y nosotros le conseguíamos marido a tu tía—respondió con simpleza la Rosier.
—¿Casarse con alguien que no ames?—preguntó con preocupación, ella creció creyendo en los cuentos de hadas—. ¿Acaso hay un matrimonio así aquí?
—Si, es más común de lo que crees—Druella suspiró—. Pero créeme que con el tiempo uno aprende a amar, se enamora plenamente y siente que todo valió la pena.
—Abuela, ya no quiero casarme con alguien que no me ame o yo a él—expresó Venus.
—Eres una mujer hermosa, solo debes seguir comportándote como la dama que eres—acomodó el vestido y la túnica de su sobrina—. Estoy segura que un muy buen mago se enamorará de ti y podrás casarte por amor.
—Yo...no lo sé, es demasiado para mi aun—respondió la menor.
—Todo estará bien, además ya eres una mujer, mi vida—dijo Druella—. ¿Acaso olvidaste lo que ocurrió este verano?
—Abuela, no lo digas tan alto—dijo una Venus levemente roja por la vergüenza—. No es necesario que los hombres de la casa se enteren que ya me bajó.
Lo último dicho en un muy leve susurro, a pesar de ser algo normal aún el tema de la menstruación era un poco tabú y más en el mundo mágico. Ese verano, aproximadamente dos meses después de su cumpleaños número trece Venus había tenido su primer ciclo y aún no se acostumbraba a que "ya era una mujer".
—Tranquila, tú abuelo le debe estar dando una charla a tu hermano, no nos escucharán—dijo Druella a su nieta—. Verás que a medida que crezcas muchas cosas van a cambiar en ti y en cómo te ven los demás.
—Te iré contando todo abuela, pero no creo que este año tenga un novio-respondió Venus a su abuela-. Solo espero hacer buenos amigos y tener un buen desempeño, debo demostrarle a mi padre que si merezco estar aquí.
—Seguramente así será, eres una Black—acarició su cabello—. La belleza e inteligencia van en tu sangre, lo harás bien.
—Te lo prometo, a ti y a mi misma.
—También recuerda cuidar de Pólux y de tus primos—le recordó la Rosier—, sabes que a veces se pasan de traviesos y en un lugar como Hogwarts son capaces de meterse en muchos problemas.
—Los tendré en la mira abuela, de eso puedes estar segura—contestó con una leve risa, una parte de Venus sentía que tendrá que sacar a su hermano y primo de varios problemas—. Espero tenerlos cerca el mayor tiempo que pueda, me hicieron mucha falta mientras estuve en Durmstrang.
—¡Seguro que los tendrás cerca!-e-xclamó Druella en respuesta—. Todos pertenecerán a la mejor casa, donde todos hemos estado—se puso de pie y ofreció su brazo a Venus—, ven acompáñame te mostraré algo.
Venus enganchó su brazo con el de su abuela que la llevó fuera de la habitación. Antes de salir, la mujer usó magia para que todo lo que a Venus le faltara se organizara instantáneamente.
Mientras caminaban por el pasillo del tercer piso Cygnus Black salía de la habitación de su nieto acompañado por este.
—Hola abuela—saludó el menor.
—Hola mi niño, ¿por qué no me acompañas a tu hermana y a mi?—convidó a su nieto—. Quiero mostrarles una cosa.
—Vamos Act, ¿no te da curiosidad?—dijo Venus para convencer a su hermano.
—Iré con ustedes, ya me imagino que es—añadió Cygnus.
—Está bien, vamos—accedió Pólux.
Druella los llevó hasta el segundo piso, aunque la verdad no tenía nada distinto o misterioso a los hermanos Lestrange simplemente no se les permitía estar ahí, solo de paso porque según sus abuelos a ellos no les interesaba lo que allí había.
Caminaron hasta un pasillo donde había varias fotos colgadas, más bien eran retratos pintados.
—¿Qué es este lugar?—volvió a preguntar Polux.
—Es donde hemos colgado la foto de la graduación de nuestros hijos y sobrinos—respondió Druella, en unos años ustedes también estarán aquí.
—Esta es nuestra madre, ven Act mira—dijo Venus con emoción, ante ella se alzaba una gran foto de una mujer imponente sus bellos rizos sobresalen de su birrete, sus ojos marrones grisáceos irradiaban seguridad y un atisbo de locura, la sonrisa ladeada dejaba claro que no habia nadie mas orgulloso de ese logro que ella misma.
—Es nuestra madre—dijo Venus con admiración, en su mente Bellatrix había sido una mujer increíble, ella sabía que había hecho cosas malas pero aun así era su madre.
—Y nuestra tía Cissy—añadió su hermano viendo el retrato de al lado. donde una mujer rubia con los mismos ojos de su madre tenía una dulce sonrisa hacia el pintor que la retrató.
—Este es su tío Regulus, el por desgracia falleció antes que Pólux naciera—dijo Cygnus con algo de nostalgia y los hermanos se giraron al retrato de un hombre bastante atractivo, tenía un gran parecido a Arcturus.
—Todos pertenecían a la misma casa—dijo Venus.
—A la mejor casa—corrigió Cygnus—. Slytherin es la casa donde han estado todos los Black, Rosier, Malfoy y Lestrange. La sangre de su familia está en esa casa.
—Y estamos seguros de que ustedes quedarán en esa casa—dijo Druella, de una forma pasivo-agresivamente, dejándole claro a sus nietos que tenían que quedar en esa casa—. Igual que Mérope y Draco, así estarán los cuatro aquí
—¿Y esos dos cuadros cubiertos?—preguntó el Lestrange menor, viendo dos retratos los cuales no se podían ver por sabanas negras.
—Hay cosas que es mejor no saberlas—sentenció Cygnus y ambos quedaron en que lo mejor era no seguir preguntando—. Solo diré que espero con ansias recibir esa carta de su parte avisando que se han quedado en Slytherin.
—Bajemos—dijo Druella y los cuatro bajaron a la sala—. ¡Minkus!
El arrugado elfo hizo acto de presencia frente a sus amos.
—Terminan de arreglar cualquier cosa que mis nietos necesiten y trae sus baúles hasta la sala—pidió la mujer—. Mi hija llegará en cualquier momento por ellos y deben estar listos para tomar el tren.
—Si mi ama—el elfo desapareció en un chasquido para acatar la orden.
—Espero recuerden todo lo que les hemos enseñado—les recordó Cygnus.
—Así es abuelo, lejos de cualquier Gryffindor que quiera acercarse—repitió Venus.
—Y cualquiera que no sea sangre-pura o peor, traidores—completó Pólux y el Black mayor sonrió con satisfacción.
—¡Madre! ¡Padre! ¡Llegamos!—se escuchó una voz desde la sala.
—Es Narcissa, han debido de llegar para llevarlos a la estación—dijo Druella con entusiasmo—. Vamos, no quiero que lleguen tarde a su primer viaje en tren.
Los cuatro bajaron a la sala de estar de los Black-Rosier, ahí los mellizos Malfoy saludaron a sus abuelos con entusiasmo, para luego hacer lo mismo con sus primos.
—Estarán bien mis niños—dijo Druella abrazando a sus dos nietos Lestrange—. Todo está siendo tal como siempre debió ser.
—Adiós abuela.
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Venus miraba todo con expectativa e impresión, el elfo los había transportado directamente al 9 ¾ por lo que frente a ella se alzaba un imponente tren escarlata que estaba segura podría mirara toda su vida.
Tal vez una parte de ella nunca dejó de querer ir a Hogwarts, de pertenecer a Slytherin y ser digna de su apellido.
—Y tú Venus, no estés nerviosa, entrarás a tercer año pero serás la mejor, eres muy inteligente—le dijo Narcissa a su sobrina.
—Es cierto hermana, estaremos bien, seremos los mejores y le enseñaremos a los demás que somos los mejores ¿no nos ves? somos hermosos—habló ahora Pólux.
Lucius pero antes se agachó a la altura de sus dos hijos mientras Narcissa se acercó a Venus y Polux para acomodar la ropa de sus sobrinos.
—Venus, serás una bruja maravillosa, se tu y verás como Hogwarts será quien alabe tu presencia—les decía Narcissa a sus sobrinos—. Y tu Pólux, intenta no meterte en problemas, eres muy inteligente, estarás bien. Ambos lo estarán, no permitan que nadie quiera pordebajearlos o hacerlos sentir mal con su apellido, los demás no saben nada.
—Si tía, así será—respondió Polux.
—Venus, por favor cuida de tu primos, ¿Si?—dijo pidió la Malfoy acariciando el cabello azabache de su sobrina—. Ellos te necesitan.
—Gracias por esas palabras tía Cissy—respondió Venus con una sonrisa-, te prometo que los cuidare, ellos son mis hermanos también.
-Se que si-se acercó a sus dos sobrinos para abrazarlos y besarlos en sus mejillas, luego caminó hacia sus mellizos para hacer la misma acción—. Adiós mis niños, los amo mucho.
—Nosotros a ti, madre—dijo Draco, deshicieron el abrazo y empezaron a caminar.
—Una cosa más-dijo Lucius—. El vagón de Slytherin siempre será el último vagón del tren.
—Pero aún no tenemos casa—cuestionó Mérope.
—Cissa, ustedes llevan su casa en la sangre—contestó el mayor—. Vayan, ahí pertenecen.
El grupo de 4 chicos se dirigió hasta el final del tren donde todos parecían ser de la casa Slytherin, ya sea por sus suéteres, bufandas o placas de prefectos en color verde.
—Menos mal Dobby lleva el equipaje, no soportaría un minuto más con ese baúl—dijo Pólux—. Drella, ¿crees que Greengrass esté por aquí?
—¿Primero Valka y ahora Dahpne? ¿Podrías no intentar querer ligarte a todas mis amigas? Como si algún día te prestarán atención—respondió Venus rodándole lo ojos a su hermano.
—Tienes que presentarme a tus amigas, Drella—habló Draco—. Act dice que todas son bonitas, hasta Cissa conoce a Valka.
—Tú y Act estaban muy ocupados en el partido ese día, por eso no pudiste conocerla, y déjate de tonterías Draco son chicas dos años mayor que tú que probablemente buscan chicos mayores—añadió Mérope.
—Mi prima tiene razón, no es por nada pero ustedes parecen unos renacuajos en este momento, tal vez cuando estén en tercer año y les caiga la pubertad tengan oportunidad con alguna chica—dijo Venus.
—Pero si ya Draco trae a la hija de los Párkinson babeando y eso que parece un renacuajo, imagínate cuando no lo parezca, probablemente se lo robe—mencionó Polux entre risas.
—No es gracioso, Act—dijo Mérope seria, más bien celosa—. Esa niña tiene problemas, ve a Draco y es como si viera al mismo Merlín, ¿qué tal lo hechice para enamorarlo o algo así un día de estos?
—Tranquila hermanita, nadie va a hechizarme mucho menos Párkinson y cuando tenga novia no debes ponerte celosa porque tú y Drella siempre serán mis chicas—le dijo a su hermana—. Obviamente tú más.
—Digo lo mismo, ya que Drella es bastante celosa y no me deja celarla a ella, injusto—añadió el pelinegro.
—Es porque yo soy mayor, ya estoy en edad de al menos salir a citas y ustedes son unos bebés—dijo ahora la Lestrange mayor.
—No deberías salir con chicos, ni con chicas, ni con nadie. Miren, es la señora del carrito—dijo Pólux cambiando el tema—. ¿Quieren algo? Porque yo sí.
—Hola niños, ¿qué desean?—dijo la señora.
—Eres un hambriento Pólux, pero sí quiero algo—río Mérope.
Los mellizos Malfoy y Polux hicieron su pedido, dejando a Venus seguir con el propio. Tenía pensado buscar a Daphne, amaba a sus primos pero inevitablemente ella no entraría a primer año, por lo que nada hacía con ellos ahi pudiendo ir y conocer por lo menos algo más del lugar.
—¿Quieres algo, Drella?-preguntó su hermanito.
—Claro que sí, mm...tiras de regaliz, tres plumas de azúcar y tres ranas de chocolate—respondió sonriente—. Bueno ahora que tengo esto me despido, iré a buscar a Daphne.
Venus se despidió con sonoros besos de sus primos haciéndolos reír, salió del vagón y lo primero que hizo fue ir a su baúl para sacar su uniforme que en esos momentos era casi que completamente negro y empezó a caminar.
Una parte de ella se empezó a arrepentir de haberse levantado.
¿Dónde carajos iba a encontrar a Daphne en un vagón donde no conocía a nadie?
Empezó a caminar hacía el final del tren, rogándole a Merlín y Salazar que una melena rubia dorada se asomara por uno de los compartimentos. Al parecer los magos del pasado la escucharon.
—Iré por mi amiga Venus, les aseguró que les caerá muy bien, ella es tan bonita—la inconfundible voz de su amiga habló desde algún lugar del tren. Venus se dio la vuelta y su amiga iba saliendo de un vagón cercano.
—Daphne...—dijo Venus para llamar su atención.
—¿Venus? ¡Venus!—la rubia corrió a la azabache para darle un fuerte abrazo—. Ya iba a buscarte, pensé que no querrías pasarte todo el viaje con tus primitos.
—Sabes que los amo, pero si tenía la intención de encontrarte—respondió la pelinegra—. Pensé que podrías hablarme un poco de aquí.
—¡Claro que sí!—contestó emocionada tomando el brazo libre de Venus—. Vamos, te llevaré a mi compartimento y te presentaré a mis amigos.
—De acuerdo—Venus se dejó llevar por el jalón de su amiga.
Avanzaron un par de pasos hasta que Daphne se detuvo frente a una puerta que abrió de par en par, ahí estaban dos personas que Venus nunca había visto, pero no se preocupó, si estaban con Greengrass seguramente eran sangre-pura y de Slytherin.
Ahí estaba una chica de cabellos castaños y ojos azules tan hermosos que le recordaban a dos grandes zafiros. En el asiento del frente un chico de cabellos negros y ojos miel le regalaba una media sonrisa.
—Venus...ellos son Adrian Pucey y Elora Carrow—Dahpne le presentó a ambos jóvenes que se veían exactamente de su edad—. Son mis amigos y ahora serán los tuyos. Ven siéntate.
—Si es que quedó en Slytherin—dijo Venus mientras la castaña se pasaba al lado del chico y ella con Daphne ocupaban el asiento del frente—. Mucho gusto, enserio quería conocerlos.
—¿No que eres una Lestrange?—habló Pucey y Venus asintió con la cabeza—. Bueno, no creo que no quedes aquí, desde que naciste estaba escrito.
—¿Por qué tantas ganas de ser Slytherin?—cuestionó Elora—. Mi mayor deseo era quedar en otra casa...no sé, ¿Hufflepuff?
—Elora, que tú mayor pasión sea hacer enojar a tu madre no significa que todos queramos quedarnos sin herencia—le reprochó la rubia poniéndose una mano en la cadera—. Además te falta todo para estar en Hufflepuff.
—Daphne en parte tiene razón, mis abuelos no soportarían que yo quedara en otra casa—Venus suspiró—. Y no solo yo, mi hermano y mis primos, realmente estoy nerviosa.
—Daphne dijo que venías de Durmstrang—habló de nuevo Pucey—. ¿Es cierto todo lo que dicen de ahí?
—En parte—respondió la pelinegra—, pero no es tan malo como lo pintan, solo tienen formas peculiares para hacer las cosas. No resultó siendo tan malo mi tiempo ahí.
—Debe ser muy diferente a Hogwarts, mi padre conoce al director y ni siquiera hay casas—dijo Elora.
—¿Y como juegan quidditch?—preguntó Adrian.
—La verdad si hay una especie de ceremonia de elección, pero en vez de ser para una casa es para los equipos de Quidditch—respondió Venus—. Los nombres de los equipos son con animales: Halcones, Osos Pardos, Liebres y Lobos. Mis mejores amigos hacían parte de los Halcones y mi nov...digo otro conocido de los Osos Pardos, son los mejores equipos y los mayores rivales.
—Son un tipo de Gryffindor y Slytherin por lo que veo—añadió Dahpne.
—¿Son los mejores equipos?—preguntó la pelinegra.
—Obviamente Slytherin lo es más—dijo Adrian con orgullo, incluso levantó un poco la barbilla—. Soy cazador desde el año pasado y tenemos seis años seguidos ganando la copa de las casas y tal vez unas cuatro victorias del campeonato de Quidditch.
—Suena a que son muy buenos—dijo Venus con una sonrisa y Adrián asintió con la cabeza.
—No le digas mucho que se la cree—se burló Elora—. Todos sabemos que esas cuatro victorias son los cuatro años que lleva Charlie Weasley sin estar en el equipo de su casa.
—¿Weasley?—preguntó Venus, estaba más que advertida con ese apellido.
—Sí, un galán no te lo voy a negar—dijo Dahpne y Pucey rodó los ojos—. Ese Weasley ha sido el mejor buscador que ha tenido Hogwarts desde James Potter, no lo digo yo, lo dijo la profesora Mcgonagall.
—Esa plaga de pelirrojos ocupa medio equipo de Quidditch—se quejó Adrian—. Los insoportables gemelos son golpeadores, su capitán tiene el descaro de llamarlos 'Buglers Humanas'.
—Adrian no supera que sean mejores golpeadores que los nuestros, no hay que negar que lo hacen bien—se burló Elora—. Su hermano era muy bueno, lo vimos jugar en primer año, todos pensaban que aceptaría la oferta del equipo nacional para jugar con ellos pero la rechazó, quién sabe que esté haciendo ahora.
—Buscando algo que pueda hacer para que por lo menos ya no tengan que usar túnicas de segunda—habló Pucey con maldad y Venus se sintió algo mal.
—Pero Terence Higgs—Daphne suspiró como enamorada—. Higgs es nuestro buscador actual y es precioso, además de muy bueno, entró el último año de Charlie y pudo ganarle un partido.
—Uno de cinco—aclaró Elora.
—Higgs es de los mejores que hemos tenido—habló Pucey—. Lastima que este sea su último año, el siguiente tendremos que buscar a otra persona y bueno, esperar a que Gryffindor muestre quién será el suyo.
—¿Acaso no tienen buscador?
—Su buscador era Timothy Baker, está en sexto año pero se retiró del Quidditch porque quería concentrarse en sus TIMOS—habló la rubia—. Otro galán, pero asquerosamente nacido de muggles.
Pucey y Greengrass pusieron cara de desagrado por la última mención, mientras que Venus miró a Elora sin saber cómo reaccionar y ella se alzó de hombros restándole importancia.
—¿Puede alguien nacido de muggles ser tan bueno en un deporte mágico?—preguntó la Lestrange.
—Sorprendente, ¿cierto?—dijo Adrien—. Era bueno, pero no lo suficiente, claramente un sangre pura como Higgs sería mejor que él, creció viendo el deporte.
—Hay personas que tenían la teoría de que en realidad no es hijo de muggles, tampoco que era un sangre pura, pero al menos mestizo debía ser—habló Daphne.
—Yo solo pienso que el chico era bueno y ya, tal vez estuvo practicando desde que descubrió el mundo mágico—dijo Elora con poca importancia—. Aquí todo puede pasar.
—Parece que lo de las casas si es tan importante como yo lo creí—dijo Venus analizando todo—. En casa están orgullosos de ser una familia de Slytherins y mis abuelos aún conservan cosas de la casa y aman contar cómo pertenecieron ahí, igual que mis tíos.
—Entre los magos ingleses sí que es importante—habló Elora de nuevo—, por eso quería quedar en otra casa y que mi madre tuviera que vivir con eso.
—Bueno, se elige tú casa según tu personalidad y otras cosas que el sombrero tiene en cuenta—explicó Dahpne—. La casa en la que quedes puede decir mucho de ti o ser una simple coincidencia.
—Si, ya sabes, en Slytherin estamos los más geniales de la escuela, los astutos y perseverantes. Hace muchos años Salazar le prohibió al sombrero aceptar hijos de muggles por lo que no tenemos ese problemita aquí—contó Adrián una parte de Venus se relajó, si quedaba en Slytherin no tenía que preocuparse por quedar junto a personas que no debía—. En Ravenclaw están los cerebritos, académicamente nadie los tolera y siempre quieren destacar, en Hufflepuff están los "soy tan amable que hasta llego a ser insoportable" y bueno, en Gryffindor están los imprudentes, y gente que definitivamente siempre quiere ser el centro de atención.
—Lamento arruinar tu resumen, pero no le dijiste nada que le ayude, seguramente hasta la asustaste—respondió Elora con reproche—. En realidad Lestrange...
—Pues decirme Venus, los tres—la interrumpió con algo de timidez—. Son las primeras personas que conozco y espero seguirme llevando bien con ustedes.
—Está bien, Venus. Tú también puedes decirme Elora—retomó la castaña con una sonrisa—. Cómo te decía, en realidad Slytherin somos astutos y ambiciosos, Ravenclaw son inteligentes y creativos, aunque lo que dijo Adrien sobre ellos no es totalmente falso les gustan las buenas calificaciones, Gryffindor son valientes no te niego que tienen complejo de héroe a veces y los de Hufflepuff son leales y solidarios, muy buena gente si me preguntan. Aún así pienso que dónde un sombrero mágico decida ponerte es solo una pequeña parte de ti.
—Es cierto, hay Hufflepuffs groseros, Ravenclaws no tan listos y Gryffindors cobardes—añadió Dahpne.
—¿Y cómo es Slytherin? ¿Tenemos una torre o algo así?—preguntó.
—No tenemos una torre—respondió Adrian—. Tenemos algo mejor, las mazmorras. Es la parte más subterránea del castillo, incluso podemos ver las criaturas del lago desde nuestra sala común, es una puerta escondida y la contraseña cambia cada año, a menos que alguien la diga en voz alta en público, tipo en el gran comedor o una clase y tengan que cambiarla.
—Si es la misma todo el año...¿Cómo aseguran que si alguien se llega a enterar pueda entrar?
—Bueno, primero está prohibido entrar a otras salas comunes y segundo, solo los Slytherin sabemos en qué pared está la puerta, alguien de otra casa pasaría horas buscando la pared correcta—volvió a hablar Adrian.
—Nuestro jefe de casa es Snape—dijo Daphne y Venus asintió, ella eso ya lo sabía ya que él es padrino de su prima Mérope—. Es serio, pero es el mejor jefe de casa, literalmente siempre nos favorece.
—Si en tu casa todos fueron Slytherin debes saber que nuestros colores son el verde y plateado, y nuestro animal una serpiente—añadió Elora y Venus volvió a asentir—. Bueno, es lindo, pero no te niego que eso para los de otras casas es un apodo. No ves que alguien de otra casa le diga a un Ravenclaw: "Oh ahí va un águila", no, eso no suena mal, pero si escucharas a varios gryffindors diciéndonos "asquerosa serpiente". En conclusión los demás nos odian.
—Suena a que los demás son un poco duros con Slytherin—dijo Venus algo preocupada, no pensó que Slytherin fuera tan alejada de las demás casas—. Me gusta la rivalidad, pero aquí es algo bastante serio.
—Nos solemos llevar bien con Ravenclaw—dijo Dahpne.
—Es que las demás casas están llenas de sangre sucias y traidores—añadió Pucey y Venus entendió un poco mejor todo—. En Slytherin conocemos la importancia de la sangre pura, mientras que las otras casas como Gryffindor por ejemplo no lo entiende y eso hace que nos soportemos.
—Eso le da un poco de sentido a todo, desde pequeña me han enseñado que estar con sangre sucias y traidores está mal.
—Si que lo está.
—Mucha sangre pura y todo, pero lo más genial de ser Slytherin son los pasadizos de Snape—habló Elora y Venus la miró confundida—. Son unos pasillos secretos creados por el profesor, están hechos para que nadie de otra casa pueda verlos y gracias a ellos llegamos rápido a las clases y a casi todo lugar del castillo, siempre tenemos puntos extra por puntualidad.
—Suena genial, supongo que tendrán que darme un tour cuando pase toda la ceremonia—dijo Venus con emoción, cada que la conversación avanzaba tenía más ganas de estar en Slytherin.
La charla sobre la escuela siguió casi todo el viaje. Venus les ofreció de sus dulces en agradecimiento por ponerla al día de lo que necesitaba saber para entrar a la escuela, ya que ella no haría la entrada y todas esas cosas como si entrara a primer año, ella comenzaría en Hogwarts su tercer año tal cual como los demás.
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—¡Hogwarts está cerca, más les vale a todos tener sus uniformes bien puestos y verse como los Slytherin que son!—la voz de Snape se escuchó desde el pasillo, dándoles a entender que era hora de cambiarse.
—Ese fue Snape—dijo Dahpne—. Vamos a cambiarnos antes de que lleguemos, puedes cambiarte después pero a Snape le gusta que estemos listos desde antes.
—Ustedes son más—hablo Adrian—. Yo iré al baño y ustedes pueden cambiarse aquí, solo bajen la cortina y pónganle seguro a la puerta.
El chico salió del compartimento y las chicas se apresuraron a cambiarse.
Cuando estuvieron listas Venus quedó encantada en cómo los detalles verdes y plateados le daban un estilo al uniforme. Se veía tan elegante y combinaban tan bien los colores que ya quería vestir así también.
—El uniforme de Slytherin es muy lindo—halagó Venus—. No puedo esperar a que esto negro se convierta en verde.
—Así será—la animó Elora—. Ya estamos llegando, así que estás un paso más cerca de que eso pase.
Pucey volvió al compartimento con su uniforme, Venus pensó que se veía muy guapo y tierno con todo bien puesto.
El tren bajó su velocidad y todos empezaron a salir. En las puertas del tren habían estudiantes guiando a los de primer año y a los demás al camino que debían tomar.
—¿Por que esos estudiantes están encargados de guiar?—preguntó Venus.
—Oh, esos son los prefectos—respondió Daphne—. Son estudiantes con buen rendimiento que son elegidos para ser como guías y una especie de autoridad en el colegio.
—Mi tía me dijo algo de eso, ella fue una durante su época de escuela, igual que mi tío—dijo Venus—. También me habló de algo llamado premios anuales.
—Sí, se eligen dos cada año y son como el jefe de los prefectos—habló Elora—. Se encargan de que hagan su trabajo y de que lo hagan bien, también dirigen las reuniones y esas cosas de prefectos.
—La verdad a mi me gustaría serlo algún día—dijo Adrian—. Tienen un baño genial, pero es eso o ser capitán, con cualquiera me conformo.
—Es mucha responsabilidad para mi, no me gustaría—añadió Daphne.
—Yo sí quiero, en mi familia parecer ser algo igual de importante y pues con eso podré demostrar que yo si tenía que estar aquí—dijo Venus y los tres slytherin la miraron con ternura.
—Así será Venus—dijo Adrian, dándoles paso, ya habían llegado a la puerta del tren—. ¿Te irás en los botes o con nosotros en los carruajes?
—Me iré con ustedes, yo solo debo estar en la ceremonia junto a los de intercambio y es todo.
Caminaron hasta los carruajes y tomaron uno de los primeros. A Venus le precio muy curioso que parecía que nadie lo empujaba.
A medida que se iban acercando Venus veía todo por la ventana, quería conocer cada rincón que pudiera de Hogwarts y disfrutarlo también. Al rato pudo ver cómo el imponente castillo se alzaba frente a ella.
Oficialmente había llegado y ahora era parte de Hogwarts.
§
Antes que nada...
Alexandra Daddario as
ELORA CARROW
§
¡Nuevo capítulo!
Ya nuestra querida Venus está en Hogwarts y cada vez falta menos para que se conozca con George. En realidad uno o dos capítulos.
Estado: emocionada.
Últimamente esta historia ha recibido mucho apoyo, tanto que hemos llegado a más de mil lecturas en solo once capítulos wow. ¡Gracias!
Aquí introduje a el personaje de Elora, definitivamente siento que será uno de mis mejores oc's. Espero la amen tanto como yo y les prometo que dentro de un tiempo la conoceremos más a fondo jeje.
editado: por cuestiones he decidido cambiar el faceclaim de Elora, espero no les moleste el cambio, aún queda mucho por saber de ella.
Espero hayan disfrutando el capítulo.
Voten, comenten y compártanlo.
Xoxo, Ela.
§
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