"♡ ˑ william miller : friends
pedido por spicygemini_
OCHOS AÑOS ANTES
—mm, huele delicioso. —mila bajo las escaleras rapidamente, corriendo hasta llegar a la cocina, donde se encontraba su madre, yendo de un lado a otro, meneando ollas y probando diferentes cosas.
—buenos días, cielo. —beso su mejilla y le entrego los panqueques que había preparado para ella.
—buenos días, mami. —dijo sonriente, sentandose para empezar a comer.
—mila, hoy vendrán a comer los nuevos vecinos, tienen dos hijos, uno es de tu edad y va a ir a tu escuela, así que... espero que le des la bienvenida.—explico su madre, con una sonrisa en el rostro, de inmediato mila se emociono.
—por supuesto que si, mami, no te preocupes, seremos los mejores amigos del mundo, ya lo verás.—dijo, llevandose un trozo de panqueques a la boca.
y asi fue, luego de aquel día, ambos se volvieron inseparables, iban juntos a la escuela y volvían juntos, siempre iban a jugar a la casa del otro por las tardes, sus padres se turnaban para llevarlos a donde querían, pues ellos también se había vuelto grandes amigos. no pasaban todo el tiempo juntos, pero si la mayoria, ella iba a todos sus partidos de futbol y el siempre le gritaba desde las gradas en sus partidos de tenis.
—mila... —susurro william observandola, ella dejo el libro de lado y se giro para poner toda su atención en el.
—¿qué ocurre, will? —pregunto batiendo sus pestañas de un lado a otro, eso hizo sonreir a william, la niña siempre hacía lo mismo cuando le estaba prestando atención.
—¿crees que seremos amigos por siempre? —pregunto, entonces ella se sento, el hizo lo mismo.
—pero por supuesto que si, will. —el de inmediato solto un suspiro de alivio, lo que la hizo reír.—bien, puedes seguir con el libro.
CUATRO AÑOS ANTES
mila comenzo a juguetear con las pulseras que tenía en sus muñecas, estaba muriendo de los nervios, era la primera vez que iba a una fiesta, una de verdad o al menos algo parecido, ya era una adolescente, sus amigas ya no hacían las fiestas de pijama donde solo iban chicas, ahora celebraban sus cumpleaños haciendo fiestas con música, invitaban a los chicos y se quedaban hasta las diez.
—¿mila? —se giro, observando a william, no pudo evitar sonreir.
—¡viniste! —rapidamente fue hasta donde se encontraba el chico y lo abrazo.
—por supuesto que vine, no pensaba dejarte sola, mejores amigos por siempre, ya sabes.—ella sonrio, entonces ambos entraron al lugar abrazados.
mila sintio algunas miradas sobre ellos, pero le resto importancia, en cuanto vio a sus amigas fue corriendo hasta ellas, para poder darle su regalo a stassie y saludar a las demás.
—¿eres novia de william?—le pregunto una de las chicas, ella comenzo a reir y nego.
—no, por supuesto que no, ¿por qué lo dices?
—no lo se... siempre estan juntos, además, desde siempre ha habido como una... tensión entre ustedes.
—¿tensión? —pregunto aun mas confundida, fruncio el ceño y rio.—estás loca, no hay ninguna tensión.
—bueno, olvidalo, ya creo que cambie de opinión, lo veo muy cariñoso junto a leia.
en cuanrto se giro, mila observo a william reir junto a una morena que iba un grado más arriba que el suyo, sintio una punzada en el estomago, sabía lo que era, estaba celosa, pero no tenía porque estarlo, el era su amigo, siempre sería así sin importar que, además a ella le gustaba austin, así que le daba igual lo que el hiciera con leia.
—leia, ¿verdad o reto?—pregunto una de las chicas en el circulo.
—reto. —dijo mirando sonriente a william.
—te reto a que beses a austin.
de inmediato la sonrisa que tenían ambos en el rostro se desvanecio, así como la de mila, quien fruncio el ceño, leia parecía estarlo pensando, después de unos segundos sus labios se encontraban sobre los del rubio, quien no parecia nada incomodo en esa situación.
—will.
mila rapidamente se levanto y fue detrás del chico, para cuando llego al patio, lo observo, sentado en unas escaleras, suspiro y fue hasta donde se encontraba, no dijo nada, solo se sento a su lado y lo abrazo, el escondio la cabeza en su cuello, haciendo que un escalofrio le recorriera la espalda, pero no era momento de pensar en eso, al menos eso fue lo que se dijo a si misma.
—ella no vale la pena, will.—susurro, acariciandole el pelo.
el asintio, comenzando a alejarse, una vez que lo hizo por completo, sus ojos se encontraron, estaban sumamente cerca, aquello puso nerviosa a mila, no entendía que pasaba, miles de veces habían estado de la misma forma, pero esta vez era diferente, como si estuviesen rodeados de una extraña sensación entre ambos.
¿era esa la dichosa tensión de la que hablo su amiga más temprano?
no pudo pensarlo demasiado, pues unos segundos despues los labios de william estaban sobre los suyos, fue cuestión de segundos, pero aun después seguia sintiendo la calidez. y fue ahí, en su primera fiesta de verdad donde compartio su primer beso de verdad con el que era su mejor amigo.
ACTUALIDAD
—¡mila! —grito william corriendo con emoción hasta donde se encontraba la chica.
—¡felicitaciones, will!—grito también, el la tomo entre sus brazos y cargandola en el aire, dando vueltas de emoción.
su equipo acababa de ganar, mila había tenido que correr desde su entrenamiento de tenis hasta donde sería el partido, llego a la mitad de este, pero valió la pena, porque había llegado a tiempo para ver una de las mejores actuaciones william en la temporada.
—pudiste venir, que bueno. —se separon, pero dos segundos después estaba abrzandola de nuevo, lo que la hizo reír.
a veces se preguntaba, ¿por que tenía que abrazarla así cuando la veía? ¿o por que siempre estaba por ahí intentando hacerla reír? porque eso la estaba confundiendo, hace semanas sus sentimientos por william empezaron a cambiar, o al menos hace semanas se dio cuenta del cambio, porque durante mucho tiempo lo supo, pero no era capaz de aceptarlo.
era como si ahora que l había visto, no quisiera ver nada mas, como si ahora que pensaba en el, no quisiera pensar en nada más. siempre pensaba en aquella noche cuando ambos tenían solo 13 años, aquella noche pudo haber sido el principio de todo, pero... no estaba destinado a ser, y quizás ella no estaba hecha para el, ni el para ella, pero, ahora precía tan facil.
ahora desearía poder volar, lo tomaría y retrocedería en el tiempo, y escribiria en el tiempo, que deseaba que las cosas pasaran de nuevo, tanto como lo hacía la primera noche después de ese beso.
—espero que esta victoria signifique que contaremos con tu presencia en la fiesta. —dijo johnny, uno de los amigos de william, ella rodo los ojos y rio, los conocia a todos desde que reran niños, eran también sus amigos.
—cada fin de semana voy a esas fiestas, pierdan o ganen, johnny.
william observaba como la chica hablaba y bromeaba animadamente con sus compañeros, sintió los celos llegar hasta el, quería ser su chico favorito, el que hiciera su día, en el que pensara mientras estuviese despierta, ser su numero uno.
lo que no sabían ambos era que, ya eran el fan numero uno del otro.
—bien, suficiente, dejen de intentar robarme a mila, ella es mi mejor amiga, no la suya.—intervino, abrazandola.
ella trato de reír y que la sonrisa se mantuviese en su rostro, pero le rompia el corazón cada vez que el le recordaba que solamente era una amiga para el, aún así terminaba yendo a esas fiestas con sus amigas, intentando verse feliz, y lo lograba, porque a simple vista, nadie pensaba que tuviese el corazón roto, excepto sus amigas, quienes decían saber por lo que estaba pasando y la aconsejaban, insistiendo en que la solución era olvidarse de will.
pero no era tan fácil, constantemente mila sentía que sin importar cuantos caminos diferentes conduciera, todos la llevaban a el. aun recordaba todas esas veces jugando enel patio de sus casas arrancando los petalos de las flores pensando, ¿me ama? ¿no me ama?
aun así no iria a ninguna otra parte, porque el la mantenia ahí. no sabía como lo había hecho, pero tenía su corazón, y es que la verdad a ambos les había pasado lo mismo, porque nunca lo vieron venir, no estaban tratando de enamorarse, pero lo habían hecho tan rápido como niños corriendo.
—¿recuerdas esa noche en los angeles?—pregunto cassie, observandola desde el asineto del copiloto, ella asintió. —recuerdo que cuando los vi correr por la cocina y perseguirse por los pasillos pense, estos dos van a terminar juntos.
mila solo rio y rodo los ojos, negando.
la verdad era que, los amigos no hacían las cosas que ellos hacían, ella no quería seguir ocultando lo que sentía cuando estaba a su lado, porque le encantaba la manera en la que el la hacía sentir.
pero luego ahí estaba de nuevo, el la ignoraba mientras que hablaba con una chica que mila no conocía, rodo los ojos y fue hasta el bar, siempre era lo mismo, le pedía que fuese a la fiesta y luego la ignoraba, era como jugase con ella a proposito, pero aún así seguía aferrada a el, aun asi, todos aseguraban que el estaba enamorado de ella también.
—hey. —mila se giro, llevandose el chupito a la boca, william le sonrió.—creo que alguien esta un poco motivada hoy.
—lo mismo digo, te vi con esa chica, ¿nueva conquista?
normalmente trataba de ser cuidadosa con las palabras que usaba, pero ya no más, quería decirle todo, gritarle, y decirle que era mucho más que una amiga para el.
—¿celosa? sabes que solo tengo ojos para ti, mila.
sabía lo que quería decir, pero, dios, le estaba rompiendo el corazón, ¿es que acaso su amor era demasiado? ¿o era suficiente para el? los dos eran malos leyendo señales, sin duda alguna. mila no entendía como era que el no se daba cuenta de que ella quería hacer todo lo que el quería hacer, mientras que william la miraba a los labios pensando lo facil que sería cruzar esa linea.
—eres un idiota. —susurro levantandose, estaba dispuesta a irse, pero entonces el la tomo de la mano, llevandola hasta un pasillo del lugar. —no estoy molesta, william, puedes hacer lo que sea que quieras hacer con esa chica, no me import-
mila siemore decía que nunca psaría, pero ahí se encontraba, apoyada en la pared de aquel oscuro pasillo, siendo besada intensamente por el que había sido su mejor amigo durante nueve años. ni siquiera sabía lo que eran, no sabía ni por donde empezar, pero si de algo estaba segura era de que podía ser parte de eso, porque sus labios se sentían demasiado bien sobre los suyos.
—no sabes cuanto tiempo estuve esperando para poder hacer eso. —dijo en suspiro, apoyando su frente a la de mila, quien no pudo evitar reír, acariciandole la mejilla.
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