"♡ ˑ johnny orlando : starstruck
Johnny Orlando x oc fem
pedido por spicygemini_
—¿puedes parar? —pregunto, mila, observando mal a su hermana mayor.
—¿¡es que no lo entiendes?—pregunto ella gritando, haciendo que la menor rodase los ojos.
—¿tu obsesión desenfrenada con ese chico? no, no la entiendo, pero no creo que nadie en el planeta lo haga, liz.
—eres una idiota. esta es mi oportunidad para conocerlo, he pasado las ultimas semanas viendo todos sus movimientos, cuando viajemos a los angeles, estará ahí, tendrá un concierto privado, y voy a ir.
—buena suerte con eso. —susurro, para luego salir de la habitación de su hermana en camino a la sala. —¿no puedo quedarme aquí? —pregunto, cansada, no tenía ganas de estar semanas viendo como su hermana se volvía loca en busca de aquel rubio que tan loca la ponía.
—cariño, ya hablamos de esto, liz va a controlarse, además los abuelos quieren verte. —ella asintió, dejando el tema, para ir a seguir haciendo sus maletas.
si estuviese en sus manos, se quedaría en italia sin duda alguna, aunque no podia negar que se moria de ganas de ver a sus abuelos, habia pasado muchisimo tiempo desde la ultima vez, así que eso la mantenia emocionada, lo unico que bajaba esa emoción eran los planes de su hermana por conquistar a aquel chico que veía todo el tiempo.
ni siquiera entendía que era lo que veía en el, no lo conocía, pero estaba segura de que era igual a todos los famosos, personas materialistas y superficiales que se creían superiores a los demás. no lo conocía, pero ya lo detestaba.
—por favor, por favor, por favor, mila, tienes que ir conmigo, sabes que mamá y papá solo me dejaran salir si vamos juntas, haré lo que sea que me pidas, solo quiero ir a ver a johnny orla-
—ese es el problema, liz, no quiero tener nada que ver con ese chico, no me interesa su musica ni nada respecto a el.
—no hablare.
—¿que?—pregunto confundida.
—si me acompañas prometo que no hablare más de el en lo que resta de viaje.
—¿que te parece en el resto de la vida?
—por favor.—suplico llevandose las manos al pecho, ella rodo los ojos.
—esta bien, te acompañare.
—¡si! eres la mejor, iré a vestirme y podemos irnos.—sin más salio corriendo del lugar, haciendo que mila rodara los ojos.
sabía que se arrepentiria de haber aceptado las suplicas de su hermana, pero por su mente jamás paso la idea de que llegaria a arrepentirse por ello ese mismo día, pero así fue, más tarde, cuando se encontraba dentro del auto, puesto que su hermana había insistido en que solo se iria unos minutos, mila solo pensaba en las cosas que podría estar haciendo en la casa de su abuela, en lugar de estar ahí muriendo de aburrimiento.
—a la mierda. —tomo su bolso y salio del auto, camino, tratando de buscar la entrada a aquel lugar, aunque sentía que más bien se estaba perdiendo. —¡auch! —grito llevandose la mano a la cabeza, un rubio lamentablemente bastante familiar para ella, aparecio delante.
—lo siento, lo siento, ¿puedes levantarte?—pregunto tomandola de la mano para ayudarla a levantarse del suelo.
—no er- —no pudo terminar de decirlo, pues el le llevo una mano a la boca.
—te daré entradas para mi proximo concierto si no gritas mi nombre. —ella rodo los ojos, quitando su mano de su boca.
—no quiero tus estupidos boletos, solo quiero irme a ca- auch. —se llevo la mano a la cabeza de nuevo, cuando una repentina punzada de dolor le llego al costado, el fruncio el ceño.
—bien, te llevare al hospital, tu sigueme. —la tomo de la cintura, ayudandola a llegar hasta su auto, de donde se bajo otro chico, que lucia confundido.
—¿qué? ¿qué haces, johnny? —pregunto observando a mila de arriba a abajo.
—larga historia, debo llevarla al hospital, ayudala a subirse al auto, ¿si? —el chico asintio, dandole las llaves.
—no puedo irme contigo, mi hermana liz esta dentro. —balbuceo, aun con la cabeza en la mano.
—encargate de buscar a su hermana y asegurate de que llegue bien a casa, ¿si?
el chico solo asintio y se fue de ahi, johnny se giro para ayudar a mila a ponerse el cinturon.
—no me toques. —dijo ella, empujando su mano, el rio.
—lo siento, supongo que puedes hacerlo tu sola. —bromeo.
—para tu información, si que pue- —rapidamente abrio la puerta y comenzo a vomitar, el rubio rapidamente se quito el cinturon para tomarla de la cintura evitando que cayera al suelo, a la vez que le sujetaba el pelo. —dios, eres un idiota, te odio tanto. —susurro, mientras que el le acariciaba la espalda.
♡
—quiero irme a mi casa. —susurro ella, mientras que era arrastrada por las escaleras de la fabulosa mansión del chico.
—lo se, lo se, solo tengo que... hacer una cosa, ¿si?—pasaron algunas personas cerca, y sintio como johnny la tapaba con la capucha de su sudadera.
—hey, se que no soy famosa ni glamurosa, pero no te pedi que me trajeras aqui, asi que no me escondas.
—no te escondo, solo... no pueden vernos juntos.—ella lo miro mal, entonces rapidamente el volvio a hablar.—lo que quiero decir es que... yo no quiero que pase, y tu menos, van a empezar a hacer preguntas, ¿donde se conocieron? ¿son novios?
ella no pudo evitar soltar un risa.—¿tu y yo? eso es ridiculo.
—así son los medios, mila, creeme, no quieres pasar por eso.
siguieron caminando, hasta llegar hasta una de las tantas habitaciones de aquel lugar.
—bien, solo quedate aquí, no hagas ruido, no te muevas.
—wof wof.—ladro en broma, haciendo que el rodara los ojos.
—dios, eres tonta.
pasaron unos minutos, estaba sentada en la cama muriendo de aburrimiento, hasta que escucho los acordes de una guitarra, se asomo al balcón y pudo ver que la parte de abajo estaba llena de gente, todos miraban a un solo lugar, ahí en medio estab el, sonriente, cantando con solo una guitarra, por primera vez, sintió que estaba viendo a quien era realmente johnny orlando, un simple chico con una guitarra y un sueño.
no pudo evitar sonreir cuando sus miradas se cruzaron, casi de inmediato aparto la mirada al notar las mariposas en su estomago, ¿que rayos le pasaba?
♡
—gracias. —susurro, bajando del auto.
—mila. —ella se giro, observandolo con curiosidad.
—¿alguna vez volvere a verte?—pregunto mirandola con ojos de cachorro.
—con un poco de suerte, no. —dijo sonriente, el rio, negando con la cabeza.
—hablo enserio.
—eso ya queda en tus manos, johnny. buenas noches.
sin más, cerro la puerta de su auto, dejandolo con una sonrisa en los labios.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top