XXXIX
Chapter 39:-
Esa misma noche ...
Rosé llego a casa después de un largo viaje y diversión durante el día con la idea de solo recostarse y dormir hasta la mañana siguiente, pero tan solo pasar a la sala, pudo chocar de frente con Bangchan quien la miro extrañado al verla sola.
-Hola, estoy en casa.-saludo ella dándole un casto beso y dejarse caer en el sofá individual a su lado izquierdo.
-¿Y Felix? .-pregunto inquieto.
-Lo lleve con Sana, perdóname. Olvide decírtelo, pero ella me llamo y pidió pasar el día con el, ¿estás molesto? .-pronuncio con una mueca incomoda.
-No, no estoy molesto pero, debiste habérmelo preguntado primero, ¿no? .-declaro para después suspirar, a lo que Rosé bajo la mirada sentida.-pero dime, aparte de eso, ¿cómo estuvo tu día?
-Bueno, los niños se divirtieron mucho en el mar. Jugaron, corrieron y gritaron hasta que cayeron cansados.-le contaba rememorando en cuando los sentaron en el auto y estos mismos se quedaron dormidos de camino a casa.-precisamente fue en ese momento cuando Sana me pidió quedarse con el niño.-conto, a lo que el peliazul asintió reiteradas veces entendiendo.-, ¿y tú?, ¿qué hiciste durante la tarde?
-Trabajando y atendiendo a mis pacientes como siempre.
-Tienes que estar muy cansado.-soltó dándole una leve sonrisa.-¿y qué más hiciste?, ¿pudiste despejarte después?
-¿Te llamo Jimin? .-pregunto él interrumpiéndola y de camino sorprendiéndola ante el nombre masculino.
-¿Por qué me llamaría Jimin? .-contradijo frunciendo levemente el ceño.
-Me junté con él.-reconoció, cosa que no le sorprendió pero fingió hacerlo.
-Te juntaste con él, ¿por qué?
-Para conversar.-dijo sin más.
-Sobre qué, ¿sobre tus problemas relacionados a su amistad con mi hermano? .-cuestiono interesada en su respuesta.
-¿Problemas? .-inquirió tratando de mantener la calma.
-Claro.-acepto dándole la palabra.-ayer me pediste que te aclarara las cosas. Si me pasaban cosas, porque no quieres ser el idiota de la película, entonces, yo espero que no hayas ido a hablar de eso con Jimin.
-No. No te preocupes, no fue de eso.
-Entonces, ¿de qué hablaron? .-quiso saber al no comprender su punto.
-De tu hermano.-sonrío al ver su expresión de sorpresa.-ya sabes, el caso que le fue asignado es muy complicado, y quería saber si él y Yoongi lo estaban ayudando, eso es todo.
-¿Y por eso no nos acompañaste?, porque ya lo tenias todo planeado.-comento desviando la mirada molesta.-y no me lo dijiste, ¿por qué?
-No es como tú crees, fue algo espontaneo, de un momento a otro.-la rubia solo pudo suspirar y aceptar sus palabras.
-¿Y, quedaste satisfecho con su respuesta?
-Bastante.-
-Pues, me alegro.-jadeo con intenciones de acortar el tema y no mirarlo más a la cara.-eso es bueno. Dime, ¿tienes hambre? .-le pregunto yendo hacia la cocina y buscar dentro de la nevera.-tenia pensado preparar pasta con camarones, ¿te apetece?
-Delicioso.-dijo imitándola en incorporase del sofá.-voy a apagar la laptop y te ayudo.
-Fantástico.
Después de haber cenado juntos y disfrutar de una amena y algunas veces silenciosa comida, ambos fueron a descansar.
Por el lado de Rosé, ella ya se encontraba recostada en la cama leyendo un libro para poder dormir, cuando de un segundo a otro el celular sonó alertándola de un nuevo mensaje.
J.M
Ro, ¿todo bien por allá?
Por favor, cuéntame todo. Estoy muy preocupado por ti.
Al leerlo, solo pudo quedarse pensando en qué contestar sin darse cuenta que Bangchan había salido del baño y la miraba fijamente. La rubia al notar su presencia dejo boca abajo la pantalla y sonrío incómoda ante su mirar penetrante.
-¿Es Chanyeol? .-pregunto recargado en el marco de la puerta.
-No.-dijo aun manteniendo su sonrisa.-es Lisa. Me pregunto si llegue bien, eso.-comento olvidándose del aparato dejándolo sobre el buro.-¿vas a seguir trabajando? .-cuestiono ella esta vez, viendo que tenia una montaña de documentos sin leer.
-No, ya estoy listo. ¿Por qué no le das una mirada?, tu siempre me das el visto bueno.-soltó entregándole un par de hojas con información importante.
-Ummm, la verdad, preferiría dejarlo para otro momento.-
-¿Estás muy cansada?
-No. No estoy exactamente cansada.-pronuncio colocándose a horcajadas sobre él.-lo que pasa, es que estaba pensando en esto de tu queja, de que yo no tenia la cabeza aquí mientras estábamos en la cama. Y me parece, que es un buen momento para demostrarte lo contrario y no creas cosas que no son.
-¿Ah si? ¿y, qué tienes en mente? .-dijo sonriente
-Bueno, no sé. Estaba pensando en que como Felix está en casa con su madre, nosotros podríamos aprovechar y yo demostrarte que estoy aquí y ahora, y lo más importante, contigo.-declaro, para después juntar sus labios con el contrario y besarlo dulcemente mientras el Australiano la abrazaba sintiéndola por completo suya.
En un segundo, Bangchan quedo arriba de ella y llevo su diestra hasta las largas y esbeltas piernas de Rosé al mismo tiempo que besaba profundamente el cuello de esta, sin percatarse de las muecas incomodas que la rubia sin querer reflejaba.
🌹
A la mañana siguiente ...
Rosé al llegar a la cafetería lo primero que hizo, o más bien sucedió, fue que uno de sus empleados se acerco a ella informándole de que había una persona esperándola en su oficina sorprendiéndola e inquietándola por quien podía ser.
-Pero dime, ¿por qué lo dejo pasar? .-cuestiono acelerando el paso hasta dicho lugar.
-Él me dijo que usted lo había autorizado, por eso entro.-decía caminando a su lado.
-¿De qué nuevo proveedor me está hablando?, nosotros no hemos contratado a nadie de ...
-Una mujer como usted no debería decir cosas tan fría, señorita Park.-dijo una tercera voz apareciendo en el corredor justamente en el cuarto asignado.
Rosé al reconocer quien era solo pudo cerrar sus ojos con pesar y atender a este supuesto nuevo proveedor. El menor de ambos se retiro informando que iría a trabajar dejando a los restante en un silencio incomodo, obligándolos a seguir con la mentira.
-¿Cómo entraste aquí sin que Hyeri se diera cuenta? .-pronuncio pasando por su lado al mismo tiempo que Jimin cerraba la puerta y seguía de cerca.
-Dije que ers un nuevo proveedor y tenia una cita contigo.-dijo sin mas.-al parecer tu nuevo personal es muy confiado. Y por Hyeri, ella no estaba, así que fue fácil.
-Aun así, no entiendo por qué estás aquí.-reclamo estando situada tras su escritorio.
-Chae, estuve toda la noche sin poder dormir, pensando en qué podría estar sucediendo en tu casa. Te mande un mensaje y ni siquiera fuiste capaz de responderme, por eso vine hasta aquí.-le decía, a lo que la chica solo escuchaba sin pronuncia palabra alguna.
-Tú sabes perfectamente que si no te contesto los mensajes, es porque no quiero seguir arriesgándome. Con lo que pasó ayer es suficiente, ¿comprendes? .-declaro tratando de que la entendiera.
-Bien.-suspiro esperando respuesta.-¿conversaron?
-Sí, claro que conversamos. Y sí, también me contó que se juntó contigo, pero no me dijo que hablaron sobre mí.-se señalo molesta.
-Ah, te mintió.-dijo sentándose a la par con ella de frente.
-No quiero hablar de esto contigo, de verdad.
-Pero Rosie, por qué. Dime, ¿qué paso? ¿discutieron?
-No, no discutimos. Todo lo contrario.-formulo colocando un mechón de cabello tras su oreja rememorando lo ocurrido anoche.
-¿Cómo todo lo contrario? .-cuestiono sin entender.-¿qué quieres decir con todo lo contrario?
-Que está todo bien, que se arreglaron las cosas.-comento sin mirarlo ya que se moría de la vergüenza.
-Ah, tuvieron sexo. Es eso.-musitó dejándose caer en la silla al dar en el blanco.
-Sabes una cosa, no quiero hablar de esto, mucho menos contigo. Es demasiado incómodo.
-Y yo, enviándote mensajes. Por eso no respondías, debí de suponerlo, que idiota.-decía con gracia retenida.
-Mira Jimin, te agradezco enormemente tu preocupación, pero prefiero que te vayas. Por que estando aquí hablando contigo, me pongo nerviosa, ¿se entiende?
-Y por qué te pones nerviosa?, si ya solucionaste las cosas con tu novio en la cama.-ella abrió los ojos avergonzada.-es tu pareja, es entendible y tienes derecho, y yo soy un pobre imbécil que se pasa toda la noche despierto pensando que podrías estar pasando un mal momento. Pasándola mal, que idiota.-se burlo molestándola.
-Ya basta, no lo tomes así.
-¡Y cómo quieres que me lo tome, Rosé!, si no eres capaz de enviarme un miserable mensaje. Sabes que, no tendria que haberte dicho nada. Es más, tendria que haberle dicho a Bangchan que sí, que estoy tratando de alejarme de Chanyeol por ti, y que tú y yo cogimos en mi departamento.
-¡Ya cállate!, no lo digas tan fuerte.-lo enfrento temerosa por sus verdades.
-Claro, si así solucionan sus problemas, en la cama.
-A ver, espera un poco. Bien, sí, no te envié ningún mensaje, pero eso no te da ningún derecho a tratarme así.
-Sí, tienes razón. Yo aquí no tengo ningún derecho, y sabes que, no sé qué mierda estoy haciendo aquí.
🌹
Estudio judicial de Seúl
Oficina de Jimin ...
-¿Roseanne Park está aquí? .-pregunto a su secretaria, quien asintió ante la duda.
-Sí, ¿la hago pasar?
-SI, claro.-acepto neutral e intentando controlar sus emociones.
-Señorita Park ... .-la nombro, aunque la rubia ya había ingresado dejándola con la palabra en la boca.
Después de ese corto momento, la misma secretaria abandono el cuarto dejándolos a solas y en un rotundo silencio muerto donde Rosé tuvo que comenzar rompiendo el hielo.
-¿Sigues enojado?
-¿Qué es lo que quieres Chaeyoung? .-inquirió mirándola fijamente.
-Perdón, perdóname. Debí de haberte contestado los mensajes y llamadas, y también haberte explicado lo que sucedía en mi casa y de lo que está pasando, pero no es fácil para mí.
-¿Mandar un mensaje no es fácil? .-comento cruzado de brazos.-¿llamarme tampoco?
-No me refiero a eso. Tú sabes que estoy tratando de arreglar las cosas con mi familia, y quiero que me escuches ...
-No, no, no.-se negó saliendo detrás de su escrito para así encararla de frente.-Por favor, detente con eso. No sigas.
-¡No puedes reaccionar así, Jimin! .-chillo molesta.
-¿Y qué quieres que haga?, me dices que estás arreglando las cosas con tu novio en la cama. Qué quieres, ¿qué te aplauda? perdón, pero yo no puedo.
-Es mi novio.-soltó alzando su tono de voz.
-¡Lo sé! ¿tú crees que no me doy cuenta de lo estúpido que soy?, ¡por supuesto que lo sé!, pero no puedo hacer nada porque ... me importas.
-Jimin, nos reencontramos después de tres años, no hay nada entre nosotros para que te disguste de esta manera. Lo único que hay, es lo que pasó en Jeju y en tu departamento.
-Y no va a volver a ocurrir.-formulo ardido.
-Y no va a volver a ocurrir.-recito manteniéndose firme.
-Ya me lo has dicho millones de veces, detente con eso, por favor. ¿Bien?
-¡¿Y tú crees que no pasa porque no quiero?! .-Jimin se quedo boquiabierto ante su confesión.-¿tú crees que solo es difícil para ti?, no he dejado de pensar en lo que pasó allá ni en tu departamento. Anoche cuando estaba con Bangchan solo podía pensar en lo que pasó entre nosotros, y seguramente hoy, mañana y en las siguientes semanas voy a seguir pensándolo. Es por eso que no respondo tus mensajes ni llamadas, porque necesito sacarte de mi cabeza, antes de que sea demasiado tarde.
-Lo siento Roseanne.-musito con los ojos brillantes y sonrisa dulce.-pero ya es demasiado tarde.
Se acerco a paso apresurado y en un segundo ya se había apoderado de los labios rosados de la menor, tomándolos firmemente y con pasión siendo correspondido sin miedo al mismo tiempo que la abrazaba apegándola a su cuerpo cálidamente.
Rosé rodeo el cuello del abogado desordenándole las cortas hebras de la nuca profundizando aun más el beso, formando uno más intimo entre ellos.
Una vez se distanciaron por necesidad de aire, solo pudieron observarse profundamente y con sumo cariño volviendo a besarse como muchas veces lo habían hecho en el pasado.
La fémina ansiosamente le retiro el saco de encima lanzándolo al sofá, y seguido fue retirando botón por botón dejando ver piel como también el bien trabajado cuerpo del mayor.
Jimin por su lado la imitó metiendo sus manos dentro de las ropas femeninas. Rosé gimió necesitada, y de un segundo a otro se arrodilló y quiso quitarle el cinturón y con ello desabrochar los pantalones, a lo que el castaño tuvo que detenerla antes de que cometieran una locura.
-¿Qué sucede? .-puchereo ella besándolo en cada oportunidad que tenía.
-E-espera, aquí no.-negó sonriente, más cuando la rubia insistió en querer estar con él.
-¿Por qué? ¿no quieres hacerme tuya? .-musitó rodeándole el cuello al mismo tiempo que acercaba su rostro al contrario.-¿ya no te gusto?
-No, no es eso.-aclaró acariciándole las largas y doradas hebras.-es todo lo contrario, es lo que más quiero en estos momentos.
-¿Entonces?
-Es que Ro.-pronuncio apenas cuando ella volvió a darle cortos pero profundos besos dejándolo sin habla.-a mí si me importa.-la menor lo empujó hasta el sofá y se colocó sobre sus piernas alertándolo.-Ro, espera. Rosie.-la alcanzó a detener en cuanto quiso bajarle la cremallera y meter su mano dentro de estos.-si tienes tiempo, déjame llevarte a un lugar, por favor.
-No.-alargó haciendo berrinche.-, es que en otro lugar podrían vernos.
-Aquí es muy peligroso, podría entrar Yoongi o mi secretaria.-comento, provocando que hiciera una mueca de disgusto al señalar a la mujer.-te prometo que no nos verán. Lleguemos en taxi y por separado, ¿qué me dices?
🌹
Jimin fue el primero en llegar a aquella habitación de Motel.
Esperó, y esperó s que su acompañante llegara, pero al pasar unos diez minutos y de que ella no apareciera comenzó a preocuparse.
Rápidamente desbloqueo su teléfono para llamarla, pero no fue necesario hacerlo, ya que la puerta fue golpeada desde el exterior y ansioso abrió encontrándose con la fémina de antes.
-Creí que no vendrías.-declaró acercándola hasta la cama tomándole la mano sutilmente.
-Es que, me pareció ver a alguien conocido y tuve que dar otra vuelta a la avenida.-dijo mirándolo a los avellanas tiernamente.-lo siento tanto.
-Sí, lo entiendo.-aceptó dándole un casto y dulce beso haciéndola sonreír.-ves que es mejor aquí.-ella asintió gustosa.
-Es tan extraño volver a un lugar así.-decía con las mejillas teñidas de carmín.-debo estar muy loca. Que horror.-chilló cubriendo su rostro avergonzada.
-Y si yo hubiese sabido que estaríamos en estos situación, me hubiera preparado.-comentó mientras se acercaba a la chica con otras intenciones.-digo, no sé, perfumarme más, peinarme como te gusta o también no llevar ropa interior.
-¡Ay, eres un tonto! .-rio conectando miradas con el mayor tiernamente.
Jimin acuno el rostro femenino entre sus manos y antes de besarla en los labios hizo un camino de besos hasta llegar a la boca, la cual se adueño por completo siendo correspondido de la misma manera, una pasional y romántica, como a la vez recordativa.
Las ropas fueron abandonando sus cuerpos a medida que las caricias mutuas iban subiendo de intensidad y estuvieron recostados sobre la cama. Por parte de la rubia, esta soltó una carcajada en cuanto sintió como Jimin intentaba desabrochar su brasier desde la espalda y en el acto contagiarlo a él.
-Vaya, creo que son anti exnovios.-bromeo besándole la oreja seductoramente.
-Creo que has perdido la practica, Jimin-ssi.-dijo sonriente.-mejor te ayudo un poco.
Se acomodo un poco y en un solo segundo libero su delantera dejándola a la vista del hombre, quien solo se la estaba devorando con la mirada. Avergonzada, intento cubrir los montes femeninos, pero Jimin se lo impidió colocándole una de sus manos sobre la mejilla obligándolo a mirarlo.
-Eres hermosa, y amo todo de ti.-sincero entrelazando sus dedos demostrándole que la protegería siempre, pero ambos cambiaron sus expresiones al notar algo metálico y duro entre ellos.
Los anillos.
-¿Te molestaría si ... ? .-comenzó él al verla tan inquieta e indecisa.
-No hay problema pero, ¿tú también podrías hacer lo mismo?, por favor.-pidió sintiéndose pequeña ante él, o más bien dicho debajo.
-Olvidémonos del mundo por ahora, solo seremos tú y yo, ¿bien? .-ella asintió, y fue testigo de como se retiraba el anillo del dedo anular y dejaba ambos anillos sobre el buró a un lado de la cama.-ahora serás completamente mía, Roseanne Park.
La menor sonrío maravillada y en pocos segundos el hombre se adueño de su boca, introduciendo su lengua en ella degustando cada rincón de esta mientras acariciaba el cuerpo desnudo bajo él con maestría y se dedicaba a escuchar los dulces gemidos por parte de su acompañante.
Así pasó la velada, ambos entregándose sin miedo y vergüenza, ni mucho menos pensar del qué dirían al salir de aquella burbuja de amor.
-Estuviste fantástica.-elogio acariciándole los dorados cabellos mientras controlaba su respiración agitada.-ves que fue buena idea venir acta.-ambos sonrieron al darse cuenta de que era verdad.-deberíamos no sé, jugar un poco más. Ponernos más creativos.-ideo, ganándose un golpe en el hombro.
-¡Yah, Park Jimin! .-exclamo son las mejillas calientes.-se nota que tú no conoces la vergüenza.-bufo acomodándose entre los brazos masculinos.-sabes, estaba pensando en aquella vez cuando viajamos a las cabañas y ...
-Oh, estabas recordando el pasado, ¿no que no te agradaba regresar en el tiempo? .-ella sonrío levemente desviando la mirada.-aun recuerdo esa noche en que nos escabullimos entre los arboles. Me hundí tan deliciosamente en ti, que todavía recuerdo la sensación cuando fuimos uno.
-Eres un maldito pervertido.
-Pero tú sigues siendo igual de hermosa y sexy.-declaro abrazándola por la cintura apegándola a su cuerpo.
-No es verdad. Los treinta están muy cerca y se nota.
-Para mí eres perfecta.-junto sus labios castamente y Rosé lo siguió colocando una de sus manos sobre la mejilla contraria acariciándolo tierna.-Ro, ¿es verdad lo que me dijiste en la oficina? .-ella lo miró sin entender.
-¿Qué cosa?
-Eso, de que no dejabas de pensar en nosotros. Lo que pasó la otra vez.
-No preguntes tanto.-comento incorporándose y cubriendo su busto junto a una pequeña morisqueta.
-¿Y si lo repetimos?
-No seas malo.-puchereo arrugando la nariz.-no me digas esas cosas, además, tenemos que volver a trabajar. El mundo continua allá afuera y yo tengo mucho papeleo por hacer.
-Está bien.-soltó liberándola de su agarre.-no diré más, por ahora, luego insistiré.
-No.-alargo saliendo de la cama y adentrarse a la ducha siendo seguida por el mayor, quien se aprovecho de ella una vez más sin vergüenza alguna.
🌹
Jimin llego a casa pasadas las nueve de la noche, encontrándose con Seulgi en el recibidor, su suegra y también el menor del hogar en brazos de la más adulta. Esta ultima le dio una mirada de pocos amigos, y sin pronunciar palabra alguna pasó por su lado no sin antes tomar una de las tres maletas que obstruían su camino y abandono el lugar, dejándolo pasmado, y más aun cuando no lo dejó despedirse de su hijo.
-¿Podría saber qué sucede? .-se atrevió a decir en cuanto se quedaron a solas.
-Me quedare una temporada con mi familia. Si intentaras recordar, hace menos de una semana te informe que la salud de mi padre no ha estado muy bien y queremos trasladarlo a un mejor hospital, pero claro, siempre tienes la cabeza en cualquier otra parte y solo piensas en ti.
-Eso no es verdad.-soltó a la defensiva.-sí, algunas veces olvido cosas, pero tú sabes perfectamente que estoy trabajando en un caso muy complicado y no tengo el tiempo suficiente para estar al pendiente de otras cosas.
-Jimin, no soy estúpida.-gruño frunciendo el ceño totalmente molesta.-¡jamás te has preocupado por nadie, ni siquiera por nuestro propio hijo!, solo te importa tu maldito trabajo y las mujerzuelas con quienes te revuelcas.
-¡Yah, Kang! .-alzó la voz con rabia.
-Es más, no tienes el valor para negarlo. Dime, ¿no soy suficientemente mujer para ti?
-No quiero discutir de eso nuevamente, estoy cansado.-se excuso tratando de finalizar el tema.-me voy a dormir.
-Espera.-lo detuvo abruptamente en cuanto pasó por su lado tomándole firmemente el antebrazo.-Jimin, ¿dónde está tu argolla? .-preguntó, a lo que el castaño solo pudo mantenerse en silencio y totalmente rígido.-te hice una pregunta, ¿en donde te la quitaste?
-No me la he quitado apropósito, ¿eso querías saber?
-Entonces dímelo, dónde está.
-¡No sé! .-exclamo perdiendo la cordura.-no lo sé. Nunca me la he sacado, tú lo sabes.
-Se te habrá caído entonces, eso fue.
-No lo creo. Tanto tiempo de ...
-Sí, es obvio que no se te va a caer.-formulo sarcástica.-entonces, donde estuviste.
-En el bufete.-dijo rápido.
-En el bufete.-repitió haciendo una mueca de disgusto.
-Sí.-reafirmo antes de que pensara lo contrario.
-Ah, ¿y no saliste de la oficina? .-interrogo a la defensiva.
-A la hora del almuerzo.-mintió.-fui al café, pero no creo que se me hubiera quedado ahí.
-Entonces vamos al café. Busquémoslo en la cafetería.-propuso tomando su abrigo y cartera dejándolo sin habla por unos segundos.
-Pero tu madre te está esperando, no deberías de ...
-Eso puede esperar, esto no.-declaro mirándolo con frialdad.-yo te acompañare, vamos ahora.
-No, cómo se te ocurre.-la detuvo rápido antes de salir del recibidor.-prefiero ir mañana temprano, porque quiero revisar bien la oficina o preguntarle a alguno del personal de aseo. Y si no está allí, bueno, hay voy a la cafetería y pregunto, ¿bien?
-Si fuese ese el caso, dudo mucho que puedas encontrarlo.-musito desganada.
-No seas melodramática, va a aparecer.
-Claro, si solo es la argolla de matrimonio, no importa demasiado, ¿verdad?
-Es mi argolla, Seulgi.
-No quiero entrar en psicoanálisis ni nada por el estilo y preguntar, por qué se te tuvo que extraviar la argolla de matrimonio justo ahora.
-¿Por qué me estás diciendo eso?
-Bueno, es un clásico entre los amantes.-dijo sin mas, al mismo tiempo que se encogía de hombros.
-Detente con esto, no es lo que piensas.
-Lo sé. Solo, es que tú tiendes a perder y olvidar todo.-decía mientras afirmaba con su cabeza sin mucho animo.-sobre todo lo más importante.
-Voy a comenzar en buscarla en el auto, lo más seguro es que se me cayó ahí.
-Eso espero.-acepto no muy bien convencida.-bueno, nos vemos dos días. Ah, y deberías descansar, te miras agotado.
-Lo hare, gracias.
Se despidió de ella dejándola en el elevador, y tan solo vio como las compuertas se cerraron frente a él le envío un mensaje rápido a la rubia de esa misma tarde.
🌹
En casa de Rosé y Bangchan ...
La joven gerente ingreso al apartamento notando como su novio y Sana estaban conversando amenamente en el sofá, mientras veían la televisión sin percatarse de su presencia.
Al ver que no se daban cuenta, hizo un sonido con su garganta haciéndose notar. Rápidamente los restantes se alejaron lo suficiente como para que ella no pensara lo contrario.
Bangchan por su lado se incorporo dándole la bienvenida, y escasos segundos después lo siguió Minatozaki con una sonrisa incomoda, pues la rubia le daba un mirada de pocos amigos.
-Sana vino a dejar al niño, y como aun no llegabas la invite a cenar.-comento, a lo que Rosé solo asintió y sonrío levemente.-¿tienes hambre? ¿quieres que te prepare algo para comer?
-No gracias, estoy bien.-se negó amablemente.-voy a cambiarme y ver a Felix. Buenas noches.
-¿Crees que se halla molestado al verme aquí? .-cuestiono la castaña totalmente afligida.
-Bueno, ... después hablare con ella. No te preocupes por eso, yo lo arreglo.
La chica afirmo y luego de intercambiar una que otra palabra con el peliazulado, este mismo la despacho en un abrazo amistoso y después de ello, regreso al interior encontrándose con Rosé en la cocina, específicamente rebuscando que comer dentro de la nevera.
-¿Qué haces? .-cuestiono sin entender, puesto que le había dicho que estaba bien.-dijiste que no tenias hambre, ¿tienes ansiedad?
-Quizás.-murmuro aun dándole la espalda.-¿Sana llegó mucho antes que yo?
-No podría calcular bien, pero talvez una o dos horas antes.-soltó sin percatarse a donde quería llegar la menor.
-Apuesto que tuvieron que haberse divertido mucho, ya que Felix está durmiendo profundamente.-formulo mientras se servía un poco de leche en un vaso mirándolo atentamente.
Bangchan suspiro sabiendo lo que pensaba y que estaba completamente equivocada, pero su seño se frunció levemente al darse cuenta que algo faltaba en su compañera.
-Rosé, ¿dónde está el anillo que te di? .-pregunto al darse cuenta de que aquel símbolo de promesa no se encontraba con ella.-dime, ¿acaso lo perdiste?
En ese mismo momento su celular vibro alertándola que tenia un mensaje. Este se reflejo entre las notificaciones sintiéndose acorralada, más aun cuando el Australiano estaba a solo pasos de ella.
J.M
Ro, tengo un problema del tamaño del Titanic. Se me quedo la argolla en la habitación del Motel, ¿qué hacemos?
Mierda
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Momo
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