XXXIII

Chapter 33:-

Tiempo después ...

Aeropuerto de Incheon

Las ruedas de la maleta sonaban sobre la cerámica a un ritmo continuo al caminar. De pronto se detuvo en frente del gran ventanal que dejaba ver el brillante sol de verano sobre las montañas, donde cerró sus ojos rememorando el historial de todo lo sucedido antes de su partida.

-Estoy de regreso.-musito apoyando su palma sobre el cristal.-espero haber tomado la decisión correcta.

Suspiro tomando su equipaje nuevamente y salió del gran aeropuerto, para tomar un taxi y dirigirse a la ciudad. 

Mientras el automóvil iba en marcha, observo los cambios de algunos lugares que se le hacían familiares, y en especial, cuando pasaron frente a un edificio que ella conocía a la perfección. Pues no se trataba más de que el complejo donde hasta donde sabia, Jimin había estado viviendo unos cuantos meses después de casarse y luego de un año, mudarse a una casa más grande junto a su esposa e hijo. 

-Supongo que eres feliz, y con eso me conformo.-dijo cuando el taxi dobló la esquina y perdió de vista la construcción.-o eso quiero creer.-termino de decir sentándose correctamente solo para mirar la carretera de frente y no distraerse con recuerdos del pasado.

Al llegar a su nueva vivienda, tomó el elevador de este no sin antes pasar por recepción y comunicarle al hombre detrás del mostrador que pronto llegarían unos cuantos muebles y bajaría a realizar su registro oficial como nueva inquilina.

Una vez entro al apartamento, dejó las maletas en el recibidor y fue revisando habitación por habitación si estaba todo bien. Entre tanto que hacer, se recostó en el sofá solo para revisar su móvil celular y sonrió al ver aquel tan lindo fondo de pantalla, en ella se veían dos personas muy importantes junto a sí misma con un hermoso atardecer en una de las playas de Australia.

-Tan lindos.-balbuceó acariciando el rostro del hombre de fondo y al niño a su lado.

En un parpadeo, el nombre del chico apareció en la pantalla obligándola a responder la llamada gustosa y con una inmensa sonrisa de enamorada y feliz.

-Sí cariño, llegué bien y ahora estoy descansando un poco.-le decía sentándose modo indio sobre el mueble.-no, no he hablado con Chanyeol. Creo que le mañana le daré una sorpresa y contaré todo, espero que no me regañe por desaparecer tanto tiempo.-señalo afligida.-amor, ¿cuándo estarás aquí con el niño? .-cuestionó, a lo que luego asintió ante la respuesta del contrario.-bien, nos vemos en una semana. Yo también los quiero, adiós.

Dicho lo último, se recostó observando él cielo blanquecino del nuevo hogar, donde rememoró todo lo sucedido el último tiempo de su vida y los cambios de esta misma.

-Me preguntó si, ... habrá sido buena idea regresar.-murmuro tras soltar un largo suspiro.-de todas maneras, no me quedaré por mucho tiempo. O, eso espero.

🌹

Al día siguiente ... 

Salió del edificio, después de haber hecho todo él papeleo de registro y conocer uno que otro vecino del lugar.

Una vez en la avenida, miró el cielo azulado del aquel día y sin darse cuenta comenzó a caminar distraída hasta llegar a su cafetería.

Al verla sonrió con nostalgia recordando cada momento de esta. Cuando compró el local, su personal y como olvidar, sus primeros clientes; eran momentos que nunca olvidaría, ella había luchado por años para no caer sobre todo, cuando la situación se había desmoronado un poco.

Sin pensarlo mucho, abrió la puerta de cristal haciendo que una campanilla sonara y en segundos, tres chicos apareciendo frente a ella indicándole una mesa, los platillos del día y el último de ellos, pidió su orden.

Rosé con una sonrisa dulce señalo una mesa junto al ventanal y ni siquiera pidió ver el menú, ya sabía que quería.

Minutos después, colocaron un café y un pastel de frutilla sobre la mesa, y para la sorpresa del joven que la atendió, la rubia pidió ver al gerente. Él muchacho asintió confuso y fue en dirección al despacho para llamar a la encargada del café.

Luego de unos instantes, tanto el chico como una mujer de cabellos largos y castaños atravesaron el corredor, Rosé se incorporo a lo que la contraria se sorprendió para después sonreír al mismo tiempo en que sus oscuros ojos se cristalizaban de felicidad.

-Rosie ... .-musito mientras se acercaba lentamente a la rubia, quien solo abrió sus brazos y correspondió al cálido abrazo que su amiga le daba.

Hyeri decidió conversar más tranquilas en la oficia, sorprendiendo a la misma Roseanne, al ver que el lugar estaba totalmente cambiado, tenia diversas decoraciones de sus gustos y habían hecho una ampliación junto a un gran ventanal donde entraba los rayos del sol alumbrando por completo la habitación.

-¿Y? ¿te gusta el cambio? .-pregunto la mayor interesada al no escuchar palabra alguna de Park.

-Es hermoso.-confeso encarándola.-, es tal y como te lo había pedido. Me encanta.-sonrío observando cada detalle de los cuadros fotográficos donde se quedo mirando uno en particular.

Este se trataba de aquel viaje hace un poco más de tres años, donde había asistido junto a sus amigos a las cabañas. Al rememorar cada momento, recordó algunos significativos para ella, en especial, cuando dirigió su mirar en el hombre junto a ella de labios regordetes y pequeños ojos.

Jimin 

Hyeri se dio cuenta de su reacción, por lo que decidió acercarse a la joven y distraerla con otras cosas, mientras, sutilmente retiraba aquella fotografía de la pared y colocaba boca abajo sobre el escritorio. Obviamente Rosé presencio todo, pero prefirió no decir nada e ignorar por completo lo sucedido.

-Bien, y, ¿cuándo retomas tu cargo? .-cuestiono cambiando de tema rápidamente.-digo, ahora estás de regreso y ... 

-No unnie, no me pienso quedar por mucho tiempo.-la acorto dejándola sin habla.-yo solo vine porque Jisoo festejara el primer cumpleaños de su hijo, por nada más.

-Pero Rosie ... .-murmuro perpleja.-yo no puedo cargar con todo esto sola. Si no fuese por ti y la ayuda que me has dado durante todos estos años, yo no sabría que hacer, hasta hubiera cerrado la cafetería.

-Lo siento, y te entiendo. Pero tú también debes de entenderme, quedarme aquí seria como regresar en el tiempo, y no quiero que nada se repita.-le decía afligida.-yo ya di vuelta la pagina, rehíce mi vida. Tengo un novio y una familia de la cual encargarme ahora, no tengo cabeza para otra cosa que ellos.

-Roseanne, por favor ... .-suplicó inquieta.-quizás sea muy abrupto, pero yo también necesito respirar y distraerme, ¿qué piensas de eso?. ¿Crees que soy egoísta al decírtelo de frente?

-No, tienes todo el derecho de reprocharme, porque no te he dejado descansar, al igual que, ni siquiera has estado concentrada en tu vida sentimental.-soltó encogiéndose de hombros tras suspirar cansada.-esta bien. No prometo nada, pero le daré una oportunidad de quedarme.-al decirlo, la castaña chillo y salto alegre solo para ir y abrazarla casi dejándola sin aire.-solo por tres meses, ningún minuto más ni menos.-aseguro en cuanto la chica la dejo libre y retrocedió unos cuantos pasos.

-Lo harás bien, después de todo, eres la dueña.-dijo sonriente.-vamos Ro, cambia esa cara. Dime, ¿qué es lo peor que puede pasar en ese tiempo? .-pregunto curiosa.

-La verdad, no me lo quiero imaginar.-termino de decir, solo para soltar una altanera carcajada junto a la mayor quien volvió a abrazarla dándole una la bienvenida que se merecía. 

🌹

Mientras tanto al otro lado de la ciudad ... 

En aquella casa lo único que se podía escuchar era las carcajadas infantiles y altaneras de un niño corriendo por todos los lugares de esta misma, siendo perseguido por quien seria su padre.

-Jeon Taeyun, ¿dónde estas? .-pregunto el hombre buscando al chiquillo, el cual estaba escondido bajo la mesa del comedor y cubría su boquita evitando que sus risas no se escucharan.

El menor de la familia vio con claridad como su progenitor caminaba confundido de un lado a otro intentando encontrarlo. Tras suspirar cansado, se dirigió al corredor de la siguiente habitación para seguir jugando.

Taeyun salió de su escondite en total silencio solo para ser atrapado en pocos segundos por el mayor, quien lo alzo en el aire mientras ambos reían.

Pronto la puerta principal fue abierta desde el exterior, dándole la bienvenida a la única mujer del hogar, quien venia con bolsas en mano y totalmente cansada. Al verla, tanto Jungkook como el niño fueron en su auxilio rápidamente, ya que se notaba a leguas que estaba exhausta. 

-Te dije que iba a ir yo al supermercado, algunas veces eres muy terca Lalisa Manoban.-regaño Jeon en tono de padre, al mismo tiempo que ella tomaba asiento sobre el mueble recuperando el aliento y a su lado la imitaba su hijo.

-Quería comprarle un regalo al pequeño Soobin. Recuerda que pronto estará de cumpleaños y tenemos que llevarle un presente, ¿qué tipo de tía seria sin regalarle su juguete favorito? .-se defendió junto a un puchero.

-¿Otro?, ¿no crees que con los seis que le llevamos no es suficiente? .-cuestiono con gracia reponiendo la despensa con los productos comprados.-envés de tener una habitación para dormir, ese cuarto será una juguetería.

-También aproveche de juntarme con Jennie.-soltó acomodándose en cuanto Taeyun fue hacia la cocina y pidió un poco de helado al adulto.-me dijo que Jisoo unnie obtuvo respuesta de Rosé.-declaro sorprendiéndolo.

Jungkook dejo de hacer lo que hacia y la observo queriendo saber el final de aquella conversación.

-Ella vendrá.-dejo caer dejándolo sin palabras.-al parecer, solo se quedara por unos días, pero aun así ... .-dudo en seguir.

-¿Temes de su reacción? .-pregunto cargando al niño entre sus brazos a medida que se acercaba a la fémina.-hey, todo saldrá bien, ya lo veras.-intento levantarle el animo haciéndole caras graciosas, provocando que sonriera levemente.-Lis, no debes sentirte mal por lo que pasó. Hicimos lo correcto en decirle la verdad, no cometimos ningún error, solo nos enamoramos y ya.

-Era mi mejor amiga, Kook. Y la traicione de la peor manera.-declaro con los ojos cristalinos. Jungkook la abrazo acercándola a él, permitiéndole apoyar su cabeza contra su pecho mientras le acariciaba los cortos cabellos.-¿crees que algún día pueda perdonarme? .-cuestiono después de un momento en silencio.

-Rosé no es el tipo de chica rencorosa y que vive del pasado.-declaro con la vista perdida.-, estoy completamente seguro de que su amistad volverá a ser como antes, Lili.

-Eso espero.-susurro junto a una mueca débil.-gracias por estar aquí.-musito regalandole un tierna sonrisa sincera.

-Siempre.-termino de decir sonriente. 

🌹

Días más tarde ... 

Rosé se encontraba en el terminal del aeropuerto junto a un gran grupo de personas, las cuales estaban a la espera de sus seres queridos al igual que ella. 

Miro por tercera vez el reloj del lugar, indicándole que eran cerca de las dos de la tarde y el avión ya estaba por aterrizar. Ansiosa comenzó a caminar de un lado a otro sin despegar la mirada de las compuertas, donde de un segundo a otro una estampida de pasajeros atravesaron el vidrio y se acercaban a sus respectivas parejas y familiares. 

Por su lado, busco con la mirada entre las tantas cabezas que las rodeaban, hasta que dio con una cabellera azul a la distancia y sonrío maravillada al reconocer quien era su acompañante. Un niño de escasos tres años corrió hasta ella al notarla y ella lo recibió abrazándolo con dulzura y total alegría.

-Mi querido Felix.-saludo chillante mientras apretujaba al pobre pequeño entre sus brazos.

El menor con lunares sonrío al tenerla en frente y se acurruco no queriendo separarse de ella. Rosé lo dejo tocar el suelo colocándose a su altura y le dio un dulce beso en la coronilla al mismo tiempo en que le peinaba los dorados y cortos cabellos.

Al estar en esa posición, pudo ver claramente como un par de zapatillas se acercaban a su dirección, percatándose de quien se trataba. Rápidamente se incorporo, y sin decir palabra alguna, se apodero de los labios del hombre frente a ella. El chico le correspondió abrazándola por la cintura apegándola a su cuerpo al mismo tiempo en que la rubia se aferraba a su cuello.

-Bienvenido, cariño.-musito mirándolo con sumo amor, solo para volver a juntar sus bocas dulcemente.

El peliazul la tomo de la nuca profundizando el contacto, siendo esto presenciado por su hijo y el resto del publico quienes aplaudían ante su reencuentro.

Ya de camino a la ciudad, tanto Rosé como Felix iban disfrutando del viaje mientras el hombre a su lado solo veía los edificios a través de la ventanilla.

-Mamá, ¿voy a tener mi propia habitación como en casa? .-pregunto el menor de ambos emocionado.

-Claro que sí.-asintió dándole la razón.-hasta la he decorado y comprado todos lo juguetes que más te gustan.

-Ros, no deberías consentirlo tanto.-reprocho el chico al momento de revolverle los cabellos al niño a su lado.

-No lo consiento, es lo que él se merece, ¿no es así mi bebé? .-le dijo, a lo que el pequeño rubio solo sonrío contento.-vamos Chris, cambia esa cara.-pidió tiernamente.-, Felix no es el único que tiene juguetes nuevos en su recamara.-declaro mirándolo con palabras obvias, las cuales entendió inmediatamente al igual que el chofer, quien solo tosió falsamente desviando la mirada a otro lugar.

Al llegar al departamento, el primero en entrar fue el pequeño torbellino quien sin pensarlo dos veces fue en dirección a su nueva habitación y comenzó a jugar con los juguetes que su madre le había regalado.

-¿Te gusta cómo decore? .-pregunto llegando a su lado en compañía de Bang. El menor de la familia asintió eufórico y en respuesta fue hasta ella y la abrazo fuertemente mientras saltaba alegre.

-Mami, gracias.-dijo regalandole una sonrisa sincera. Rosé le correspondió feliz y como compensación, jugaron los tres juntos hasta entrada la noche entre risas, comidas rápidas y anécdotas antes del viaje.

-Bien, creo que ya es hora de ir a descansar.-declaro el chico estirándose ante el cansancio. Ante lo dicho, tanto Rosé como Felix se quejaron y formaron un puchero, pues ellos querían seguir jugando.

-Un ratito más, papá.-suplico colocando cara de cachorro.

-Cinco minutos, ningún minuto más ni menos.-señalo incorporándose junto a la rubia, para dejar los platos sucios en el fregadero y botar la basura correspondiente.

-Algunas veces eres muy severo con él, ¿lo sabias? .-pronuncio sin mirarlo.

-Reconozco que soy duro, pero tú sabes por qué debo serlo.-dijo tras suspirar.-no puedo permitir que se convierta en ese tipo de personas.

-Chris, eres un buen padre y lo estás haciendo muy bien.-le aseguro sonriente.-lo estamos haciendo bien.-el peliazul asintió ante sus palabras, pues comprendía perfectamente a lo que se refería.

-Gracias por estar a mi lado.-le dijo sinceramente.-realmente no sabría que hacer si no estuvieras conmigo. Te amo Roseanne.

-Y yo a ti, cariño.-dicho lo ultimo, rodeo el cuello masculino y le dio un casto beso sonriente. 

Iban a volver a besarse, pero al sentir una presencia cerca decidieron mantener la distancia y reír ante la mirada molesta que les daba el pequeño Bang.

-Mamá es mía, no me la puedes quitar.-gruño apoderándose de la pierna derecha de Rosé, ocasionando que ambos adultos soltaran altaneras carcajadas.

Al marcar las diez con treinta de la noche, Felix ya había caído rendido en los brazos de Morfeo dejando libre a Rosé.
Esta salió en total silencio del cuarto dejando la puerta entreabierta por cualquier situación peligrosa, solo para momentos después entrar a la propia soltando un largo suspiro cansador.

-Cayó rápido.-soltó Bangchan esperando por ella.-¿acaso le diste alguna poción para dormir? .-preguntó entre risas.

-No fue necesario.-dijo quitando las colchas de la cama entrando en ella.-estaba cansado de tanto jugar y del viaje, supongo que hago muy bien mi trabajo.-termino de decir sonriente.

-¿Qué hubiese sido de mí sin ti, bonita? .-cuestiono mientras le acariciaba los largos y dorados cabellos.-¿recuerdas la vez que nos conocimos?

-Claro, cómo podría olvidar cuando tú me empujaste de la fila para comprar él desayuno.-comentó mirándolo con el ceño fruncido.

-Hey, después te compré un café en forma de disculpas.-se defendió recordando el vergonzoso momento.

-Ese café no me gustó.-reprochó haciendo una mueca desagradable.

-Sí, lo sé.-afirmo a sus palabras.-me lo dejaste muy en claro cuando me lo escupiste en la cara. Gaste quince dólares en vano.-negó reprochándole.-hablando de café, ... ¿qué tienes pensado hacer con la cafetería? .-pregunto dejándola muda por unos segundos.

-... Volveré a tomar él cargo.-declaró sorprendiéndolo.-sé que no estaba en nuestros planes quedarnos, pero no puedo abandonar lo que tanto me costó levantar así como así.-trataba de explicarle para que no pensara mal de ella.-perdóname.

-Linda, no tienes porque, es tu decisión.-le dio a entender.-si tú quieres quedarte, yo no soy quien para impedir tus sueños.-dijo acariciándole la abultada mejilla sutilmente, a lo que Rosé sonrío complaciente.-si eres feliz con lo que haces, yo también lo seré por ti mi amor.-asintió dándole un casto beso en la coronilla en forma tierna.

Rosé se abrazo a él al mismo tiempo en que cerraba sus parpados y se acurrucaba entre los brazos masculinos. 

-Buenas noches, cariño.-musito antes de quedarse completamente dormida por el cansancio.

-Descansa, princesa.-termino de decir el chico acariciándole los largos cabellos tranquilizándola y permitiéndole descansar profundamente. Minutos después él la imito y apagó las lamparillas dejando la habitación en completa oscuridad, solo para dormir.

Mientras entre los sueños de la rubia, recuerdos fugases se hicieron presente haciéndola fruncir el ceño a medida que estos se hacían más y más claros para ella. 

Jimin-ah 

Rosé, te amo 

Nunca había conocido a una mujer como tú

Eres perfecta

Quiero estar contigo el resto de mi vida

Lo siento

Ante la ultima frase, despertó agitada y sin darse cuenta lagrimas se hallaban deslizándose por sus mejillas. Sorprendida, se incorporo de la cama percatándose que el reloj marcaba cerca de las cuatro de la madrugada, y Bangchan seguía en el mundo de los sueños. 

Sin decir palabra alguna, salió al balcón de la sala a tomar aire y borrar aquellos recuerdos que la atormentaban cada vez que venían a ella. 

-¿Por qué insisten en torturarme? .-soltó tras suspirar.-de qué sirve, si ya nada será como antes, nuestros caminos de dividieron hace mucho tiempo.-decía observando la ciudad iluminada por los focos de las calles.

Estuvo el tiempo suficiente como para calmarse y querer volver a la cama, sin saber que a unos cuantos kilómetros de distancia, en esos mismo minutos, un hombre estaba en la misma posición que ella.

-¿Jimin, qué haces levantado a estas horas? .-pregunto la pelinegra sorprendida al verlo parado junto al gran ventanal de la sala.

-... Sólo, no podía dormir.-la encaro volviéndose cabizbajo.-iré a ver al niño.-dijo pasando por el lado de esta sin mirarla.

Seulgi lo siguió con la mirada triste, para después bajar esta misma hasta el anillo de oro en su mano izquierda. Mordiéndose el labio fue tras él, entrando al cuarto del menor del trio, encontrándose padre e hijo abrazados y completamente dormidos.

-Ni siquiera por nuestro hijo has logrado olvidarte de ella.-murmuro mirándolo fijamente con dolor.-¿cuándo será el día en que puedas decirme esposa? .-dicho lo ultimo, cerro lentamente la puerta para no despertar a ambos, sin percatarse que Jimin estaba despierto y había escuchado todo por su parte.

-Quisiera responderte, pero sencillamente, no puedo.-musito tan bajo que hasta a él mismo le costó escucharse.

Tras su confesión, volvió a acomodarse junto al pequeño a su lado y cerro sus ojos, esta vez para caer en los brazos de Morfeo.

🌹

Los días pasaron demasiado rápido como para darse cuenta, que ya se encontraba de camino al apartamento de los Kim.

Mientras Bangchan discutía con el GPS por darle indicaciones erróneas, tanto Rosé como el pequeño Felix reían a carcajadas por lo infantil que sonaban sus quejas y berrinches. Pero, pese a que la rubia sonreía, por dentro se moría de los nervios y sentía que su miedo se apoderaría de su cuerpo en cualquier momento al enfrentarse ante todos, sobre todo, a él.

-Ro, ¿estás segura que esta es la dirección? .-pregunto tras soltar un bufido agobiado.

-Sí, Jisoo unnie la escribió en la tarjeta de invitación.-señalo entregándole el colorido boleto con escritura impresa. 

-Ups.-pronuncio, a lo que la fémina alzo una ceja sin comprender.

-¿Qué sucede? .-cuestiono ella esta vez al no escuchar palabra alguna por parte de Bang.

Este se volvió con una sonrisa inquieta, y se rasco la nuca completamente nervioso al darse cuenta que se había equivocado de carril. Por lo que llegarían más tarde de lo usual. 

-¡Yah, Christopher Bang! .-gruño inflando sus mejillas impaciente. 

🌹

Mientras tanto en la residencia Kim ...  

-¡Lisa, ven y ayúdame con esto! .-chillo Jennie con ambas manos junto a grandes bolsas de compras.

La ahora rubia se acerco corriendo en su auxilio entre risas, sólo para después dejarlas sobre la mesa y comenzar a sacar los alimentos de estas mismas. 

-Unnie, no estaban tan pesadas.-la molesto dándole a entender que era una exagerada.

-Claro, como tú no tuviste que cargarlas desde el estacionamiento hasta llegar aquí.-bufo rodando los ojos. La menor en respuesta solo rio y siguió con su tarea, al igual que vigilar a su hijo quien jugaba con el pequeño Soobin con sus muñecos de acción en la sala. 

-Oye, Lili.-la llamo mientras colocaban las golosinas en platillos y bandejas para los invitados.-¿Jisoo te comento algo al respecto de Rosé? .-cuestiono dejándola sin aliento.

-No me ha dicho nada más.-negó sincera.-la verdad, no sé mucho más que tú unnie.-volvió a decir restándole importancia.

-Lis, ustedes eran las mejores amigas, no dejes que el pasado se apodere de ti.-le dijo dándole apoyo.-tú sabes que puedes contar conmigo y Jisoo, si hay algo que necesites, no dudes en decírnoslo, ¿si? 

-Estoy bien, sólo es que ..., bueno, han pasado tres años desde que ella se marcho que ... .-suspiro sin que más decir.-podría ser un poco chocante estar todos reunidos como antes. 

-No te preocupes, todo saldrá bien.-dijo positiva.-hablando de los chicos, ¿Jimin-ssi asistirá con ... ? 

-No lo sé.-movió su cabeza en negación.-al parecer las cosas en ese matrimonio va de mal en peor.

-Lali, dime la verdad.-declaro cruzada de brazos.-¿quien en su sano juicio, seria feliz si lo forzad a casarse con la mujer que no ama solo por un bebé?, ya no estamos en los años treinta para que cometan una locura como esa, ¿me equivoco? .-inquirió la pelinaranja frunciendo el ceño. 

-Bueno ... .-musito, pero decidió quedarse muda al ver como los primeros invitados atravesaban el umbral en compañía de sus respectivas parejas y amigos cercanos de la familia.

-Al parecer vamos a estar un poco apretados.-comento cómico Namjoon junto a Hwasa, quien le golpeo el brazo para que se callara.-hyung, te dije que lo mejor era preparar la fiesta en la terraza.

-¡¿Estás loco?! .-exclamo abriendo sus marrones ojos cargando al pequeño Kim en brazos protegiéndolo.-podrías causar un desastre. No pienso exponer a nadie a eso, no, no, no.-negaba agitado.

-Pero de qué te preocupas, si tú eres medico.-dijo Suga encogiéndose de hombros. 

Min choco miradas con su novia, y esta casi lo asesina por su mal comentario, entendiendo su punto.

-Pero bueno, si es Nam, lo mejor será mantenerlos seguros. 

-¡Yah, Min Yoongi!

-Amor, todos sabemos que todo lo que tocas destruyes. No corramos el riesgo de provocar un accidente, ¿si? .-pronuncio dulcemente la morena, a lo que Kim solo asintió resignado y fue en busca de bocadillos junto a los demás que habían llegado. 

Alrededor de casi una hora más tarde, el timbre resonó en el departamento, obligando a la dueña de casa ir a atender. 

Mientras Jisoo se acercaba a la puerta, todos estaban expectantes al ver de quien se trataba, aunque ya lo sospechaban. 

Al abrir, lo primero que vieron fueron una larga y dorada melena y en brazos un pequeño niño, y junto a ella, un hombre de su misma edad. 

Jimin, quien se encontraba bebiendo y riendo con Taehyung y Jungkook, se quedo mudo al notar como ella ingresaba en compañía masculina y un infante sorprendiéndolo aun más.

-Hola chicos, tanto tiempo.-saludo sonriente, solo para recibir silencio y una atmosfera completamente incomoda.

Tanto Jennie como Lisa se acercaron a la joven y respondieron al saludo, para que después, poco a poco, los demás las imitaran y la invadieran entre preguntas y quejas infantiles. El único que mantenía la distancia era Park, quien solo volvió a la realidad, en cuanto Park Jeong In se abrazo a su pierna llamándole la atención. 

-Papá, ¿puedo jugar con ése niño? .-pregunto tímidamente mirando en dirección a la rubia.

En cuanto guio su mirada a ella, ambos conectaron miradas sintiendo como su corazón daba un vuelco doliéndole el pecho. Pero para su mala suerte, Rosé la desvío rápido, tomándole atención a su nueva pareja e hijo, a quienes presentó como su familia.

Eres una mujer muy fuerte, Roseanne Park.  

🍃🌺🍃

Momo 🍑💕

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