IV
Chapter 4:-
Jimin fue él primero en despertar, se sentó y desordenó los castaños cabellos mientras divisaba todo a su alrededor.
Sonrió inconscientemente al mirar su lado izquierdo, una melena rubia, piernas largas y desnudas se habían adueñado de las sábanas blancas.
Aquél delgado -pero curvilíneo- cuerpo comenzó a moverse poco a poco hasta que quedó de frente a él. El delicado y fino rostro adormilado de Rosé quedó a su meced, Jimin acarició tiernamente la mejilla izquierda provocando que ella empezará a abrir sus marrones ojos.
Cuando estuvo completamente despierta, cubrió su cuerpo y salió de la cama compartida con espanto. Ella le daba la espalda en todo momento.
-¿Intentas escapar, Rosie? .-dijo Jimin con voz ronca.
-Esto jamás sucedió, nunca volver a pasar.
-No oí anoche que te quejaras, mientras te hacia él amor.-la rubia cerro sus ojos y pronto abandonó la habitación dejándolo sólo.
Él mayor soltó un suspiro cansador y llevó su vista al móvil sobre el buró. Noto que había una notificación por parte de Jeon, al leerla sonrió triunfante, bloqueó la pantalla y fue en busca de la única fémina del departamento.
Hyung, llegaré en dos días, tuve que viajar a Busan inesperadamente.
Por favor, cuida de mi chica, te lo agradecería mucho.
Kook.
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Él agua caía por su cuerpo, contorneando sus curvas y terminando en su respingando trasero.
Mantenía sus ojos cerrados rememorando lo ocurrido horas anteriores. Inconsciente llevó las yemas de sus dedos hasta la boca, donde aún podía sentir los cálidos y apasionados besos de Jimin.
Pronto sintió unas manos sobre su vientre, y que su cuerpo se apegaba a uno totalmente diferente. Cuando se volvió, Jimin se apoderó de su boca una vez más, tomándola por la nuca al momento de meter su lengua mientras jugaba con la suya.
Ese día, Jimin faltó a la oficina, Rosé a su trabajo.
Ninguno salió de la cama, la cual era compartida por la pareja real del hogar.
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Rosé cayó rendida sobre el cuerpo sudado y jadeante de su amante. Jimin rodó con ella cambiando de posición, siendo él quien ahora la manipulaba, poseyó los rojos labios de la menor siendo correspondido de una manera fogosa.
Rosé gimió en su boca cuando sin pudor alguno la penetró profundamente sacándole a ambos un grito satisfactorio.
Los dos respiraban agitada mente, mientras Chaeyoung acariciaba los cabellos castaños del mayor con la mirada pérdida, Jimin se dedicaba a darles pequeños y tiernos besos en el cuello y hombro. Cuando sus miradas se encontraron juntaron sus bocas en un caliente beso, uno que por primera vez ella sentía.
-Estuviste fantástica.-murmuró peinándole la dorada melena.
-Jimin-ssi escucha, lo que acaba de suceder...
-No tienes porque decir más, lo sé.-aceptó regalándole un casto beso en la frente.-No quiero que la magia se desvanezca. Sólo dejadme tenerte entre mis brazos unos minutos más por favor, es lo único que quiero.
-Comprendo.
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Días después...
-Al fin estoy en casa.-soltó tras dejar sus zapatos en el recibidor.-¿cómo está la novia más linda del mundo, me extrañas-... te? .-arrugo el ceño al no encontrar ninguna bienvenida por parte de sus cercanos.
-¿Rosé, dónde te encuentras?
-¡¡Sorpresa!! .-exclamaron ambos saliendo detrás del sofá.
Jungkook sonrió en grande y fue hasta los Park's, quienes les tiraban confetí y cintas de colores felicitándolo por haber cerrado un caso más.
-Tonta, por qué no saliste cuando te llamé.
-La idea era darte una sorpresa, qué, ¿creíste que me había olvidado de ti? .-le empujó con sus mejillas infladas.
-Por un segundo sí lo pensé.-aceptó haciendo una mueca.-Hyung, cuentame, ¿qué hicieron mientras estuve fuera?
Jimin posó su ojos en la chica y notó su rigidez. Sonrió levemente al recordar los gritos y gemidos de placer de la dueña a su lado, luego negó y abrazo a su menor por él cuello.
-Dejadme decirte que ella es toda una señorita, me consintió como nunca nadie lo había hecho. Rosé-ssi es única, te has ganado la lotería con ella, no permitas que ningún idiota te la arrebate.
-Sobre mi cadáver. Ella es todo para mí, verdad linda.
Ésta vez Jungkook la abrazó por la cintura, siendo omiso a la mirada coqueta que Jimin le regalaba a la rubia. Rosé cerro con fuerza sus ojos y oculto su rostro en el pecho del recién llegado.
Fue un grave error
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-Supongo que quieres pasar la noche con tu chica.-le dijo mientras ambos bebían una fría cerveza.
-¿Te molestaría?
-No, para nada. Sí quieres me puedo ahora, no asistí a una reunión él otro día.-comentó a lo que se arrepintió después.
-¿Por qué? Tu nunca faltas a la oficina.
Me estaba tirando a tu novia
-Amanecí un poco descompuesto, al parecer algo me intoxicó, fue por eso.
-Entiendo.-le palmeó el hombro suavemente.-Hyung, cuando vamos a conocer a tu novia.-Jimin sonrió mientras negaba y peinó su cabello hacía atrás.
-Pronto, muy pronto.
-Chicos, la comida ya está lista.-anunció desde la cocina.
-Espero que no te vuelvas a intoxicar, Jimin hyung.-mascullo Jeon entre risas.
Rosé fruncio el ceño con molestia y dejó las comida de mala gana sobre la mesa.
-Entonces cocina tú, cariño. ¿No dices que tus platos son más sabrosos que del mismo Gordon Ramsay? Pues bien, ve y prepara ramen, que es más fácil para ti.
-Rosé, no es necesario que te molestes. Fue una broma, no lo tomes a pecho.-aseguró Jimin mientras le acariciaba el brazo derecho. La chica se alejó sutilmente sin despertar sospechas, a lo que Park entendió.
-Sí bebé, fue una indefensa broma.-concordó él pelinegro sonriente.-Ven y consiente a tu guapo y amado novio.-la obligó a tomar asiento a su lado, no sin antes darle un dulce beso.
Los tres cenaron entre más bromas, risas y anécdotas cuando jóvenes. Cuando terminaron de comer, fue la hora en que Jimin debía irse, algo que a Rosé le resultó extraño.
-¿No te quedas, Jimin-ssi? .-preguntó mientras bebía de su copa de vino.
-Me encantaría, pero aún soy joven y me quiero divertir en grande.-sonrió socarrón.-Sabes a lo que me refiero.
-Hyung, no le ensucies la cabeza a mi pequeña Rosé. Ella es muy inocente.-molesto Jeon.
-Jungkook-ah, ni que estuviera en él jardín de infantes.-bufo la rubia.
-Bien, yo mejor me voy, que se diviertan.
Una vez se despidió Rosé no pudo evitar seguirle los pasos con la mirada, a lo que Jungkook se río y le besó la mejilla trayéndola a la realidad.
-Él estará bien, ni que fuera un niño de seis años.-ella hizo una leve morisqueta y asintió lentamente.-Ven, vamos a bailar.-pidió tomándole del brazo.
-Kook, me da vergüenza. La última vez te pisé los pies, que pena.-cubrió su rostro avergonzada.
-Recuerdo muy bien esa noche, y sé que nunca la voy a olvidar.-Rosé escondió su cara en el torso de su novio mientras sentía sus mejillas volverse más calientes.-Fue nuestra primera noche juntos, mi amor.
-En ese momento estaba tan nerviosa, creí que en cualquier segundo saldría corriendo de ahí.
-¿Lo hubieras hecho desnuda?
-¡Jeon Jungkook, eres un pervertido!
Ambos soltaron contagiosas risas, para luego abrazarse y darse mimos. Jungkook comenzó a dejarle un camino de besos desde la frente hasta llegar a los labios de su chica. Ella lo recibió con gusto, y más aún cuando él la cargó entre sus fuertes y varoniles brazos, y se perdieron en el corredor hasta llegar a la iluminada habitación principal.
Desde la acera, Jimin era testigo de como la pareja se daba amor gracias a las sombras del séptimo piso. Cuando se apagaron los focos, supuso que ya era hora de irse.
-Que tengas dulces sueños, pequeña Rosie.
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A la mañana siguiente...
06:50 am.
Unos pies descalzos y cabello dorado alborotado camino por él pasillo hasta llegar al recibidor.
Al abrir la puerta se encontró se frente con una mujer, quien al verla abrió su boca y ojos con asombro, y para sorpresa de la menor, su día comenzó con una dolosa bofetada.
-¡¡Quién carajos eres, y qué demonios haces en el departamento de mí Jimin-ah!!
Una aún sorprendida y a dolorida Rosé -quien se hallaba tirada en él suelo-, pestañeo confusa y le miró mal.
¿Ésta idiota acaba de decir,
mí Jimin-ah?
🍃🌺🍃
Momo 🍑💞
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